Entrevistas
Julio Piumanto: Martínez De Hoz, Cavallo, Menem, De la Rúa y Macri, hablaron de libertad. Una libertad que provocó solo inequidad”.

Mientras el gobierno abría un compás de espera para continuar el ‘diálogo’ con sindicatos y empresario dentro de 10 días, el boletín oficial publicaba la reglamentación del impuesto a las ganancias de los salarios sin ninguna modificación. La CGT reiteró que cada sector damnificado estaría libre de presentar un recurso ante la justicia mientras estudian la posibilidad de hacer un reclamo general.
Tal como ya lo habían anunciado varios gremios, Camioneros, Portuarios, Aeronáuticos, Bancarios y Aceiteros, entre otros. Ya fueron presentadas a Tribunales las apelaciones de varios sindicatos. Sergio Palazzo de la Bancaria acudió ayer a la justicia, al igual que Carlos Wechsler, de Adimra. Los sucedió el representante de la Unión de Empleados de la Justicia de la Nación (UEJN)Julio Piumato, “invocando derechos de incidencia colectiva y frente a la violación del principio de legalidad en materia tributaria”.
El pasado lunes, Nora Anchart entrevistó a Julio Piumato, actual Sec. Gral de DDHH de la CGT, en La Columna Vertebral-Historias de Trabajadores que se emite por larz.com.ar los lunes de 18 a 20hs. En medio de este complejo panorama de un gobierno que se declara ‘libertario’ la charla giró en torno al concepto de libertad, libertad que también esgrimía Martínez de Hoz. La cárcel a los genocidas y el terrorismo de Estado fueron parte de la conversación. A pesar de que UEJN participa de las mesas de diálogo propuestas por el gobierno, su líder no parece muy convencido sobre cómo van las cosas.
Julio Piumato 22/7/2024:
LCV: ¿Para vos qué significa en nuestro país hoy la palabra libertad?
—Libertad significa lo mismo siempre. Libertad es poder ejercer todos tus derechos. Nosotros siempre decimos que cuando hay parte de la sociedad que no tiene posibilidad de ejercer su derecho ni vivir con dignidad, no tiene libertad. Tiene libertad de morirse de hambre, como dijo una persona del gobierno. Pero libertad es un valor muy profundo del ser humano y de las comunidades, porque tiene que ver con eso, con el acceso a una vida digna de conjunto, el poder elegir, el poder optar, el tener libertad. Lo que pasa es que el concepto libertad muchas veces se ha asimilado a la fuerza, digamos, al interés del más fuerte. Son los poderosos que quieren libertad para para oprimir a los más débiles. La libertad tiene que tener un valor más universal. Hay libertad cuando todos pueden pueden ejercer sus derechos, y no cuando solo los pueden ejercer los más poderosos.
LCV: La libertad del zorro en el gallinero no es libertad, y la libertad que proclama el actual gobierno nacional me parece que tampoco.
—Obvio, no, pero ellos son libertarios, van más allá de la libertad, digamos, una libertad muy especial. Porque fíjate que por un lado dicen libertad y por el otro lado, es para proteger los derechos de los poderosos, como pasó siempre en todo, o por lo menos si nos ponemos a ver en los periodos similares a estos que estamos viviendo, siempre el concepto de libertad se asoció a los poderosos. Planteaban la libertad y la no regulación en las cuestiones que tenían que ver con los sectores más necesitados de la sociedad, y en cambio regulaban cuando estaban en juego sus propios intereses. Es decir, hay un contra sentido.
LCV: Es muy particular el momento en el que estamos viviendo, porque los libertarios y todas las derivaciones de la palabra libertad, me parece que en este momento tienen un uso y abuso muy impresionante y sobre todo una gran careteada. Me parece que es una gran hipocresía.
—Una distorsión. No es una libertad. La libertad no es que esté todo igual. Jauretche decía algo bien: igualémonos y después corremos, ¿no? Estemos todos en la misma condición.
LCV: Yo me acuerdo haber hecho una nota una vez a un excombatiente de Malvinas, que está registrado en un documental mío, que se llama Regístrese, comuníquese y archívese. El excombatiente decía algo así como sí, todos somos iguales, todos somos iguales, todos tenemos la misma libertad. ¿Ahora, sabes qué? Vos arrancas corriendo las millas de Le Mans y yo estoy con un monopatín.
—Tal cual. Esa es la realidad. Por eso el concepto de libertad es un concepto muy profundo, no como la utiliza muchas veces los liberales y mucho más estos libertarios. Pero vos fíjate que con este tema de la libertad hay muchas similitudes, para no ir mucho más atrás en la historia argentina, pero si vamos al periodo de la dictadura genocida de Martínez De Hoz, si vamos a al periodo de Cavallo con Menem o un poco De la Rúa también, si vamos al periodo de Macri, los cuatro hablaron de libertad. Y lo que generó esa libertad es que la distribución del ingreso fuera mucho menos equitativo.
LCV: Claro, ahí estamos hablando de libertad de mercado, ¿no?
—Mercados son interés, son grupos económicos. Son los grupos económicos poderosos, tanto económicos como financieros, más que nada. Entonces vos con la libertad a esos grupos le estás dando le estás dando navaja a un mono.
LCV: ¿La sociedad nuestra se puede ver amenazada frente al pedido de libertad o de libertad de prisión domiciliaria de los genocidas que tienen totalmente probadas sus causas y demás? ¿Cómo se siente protegida y cuidada su libertad una sociedad cuando los diputados que votó y eligió van a visitar a los violadores de las libertades públicas, individuales, colectivas y toda la lista que se te ocurra para tratar de alivianar su situación procesal?
—Nosotros sacamos un comunicado de derechos humanos de la CGT. Creo que acá el problema dramático que tenemos, que también los sectores del gobierno que reivindican esto y esos diputados que fueron a ver a los genocidas, ellos vuelven al esquema de que acá hubo una guerra entre dos facciones: una que tenía el Estado, que era la fuerza armada o de la dictadura genocida, y otra las organizaciones militares llamadas subversivas. Esto no es verdad. Acá el golpe de la dictadura no se hizo para eliminar la violencia que se venía desarrollando en la Argentina de uno y otro lado, sino vino para imponer un programa económico, un cambio de paradigma de país, salir del Estado de bienestar que había generado el peronismo y que llevó a los niveles más altos de dignidad en todas las variables socioeconómicas que conozcamos en la historia argentina. Entonces, decidido acabar con eso, dan el Golpe de Estado. Y te doy dos elementos que por eso muchas veces también desde los discursos oficiales y todo, no oficiales de este gobierno sino los anteriores, también se desvirtúa esto. Te voy a plantear algo concretamente. Yo siempre dije y vengo diciendo que es más importante para la dictadura que el comunicado número uno del 24 de marzo, es el discurso de Martínez De Hoz, el 2 de abril. Ahí queda claro que los militares no vinieron a acabar con la violencia o el enfrentamiento armado que cuestionaba y etc, todo lo que es el discurso de los que pretenden reivindicar esa época, sino que vino a cambiar la historia, la raíz de la historia argentina. Él lo dice bien cuando empieza: venimos a dar una vuelta de página de la historia argentina estatista, ta, ta, ta. Es una declaración de principio brutal de Martínez de Hoz. Y ahí vino lo que vino. Cuando hizo eso, y acá hubo una resistencia heroica del movimiento obrero, heroica, por eso desaparecieron secretarios generales como Smith, como Salamanca en Tucumán, como Di Pasquale en el sindicato de farmacia, es decir, fueron todos golpe y de ahí para abajo, impresionante. Si sumamos a los encarcelados, a los torturados, a los perseguidos, a los despedidos, son centenares de miles de argentinos, la mayoría proveniente del movimiento obrero que sufrieron las consecuencias directas de la represión. Son los dos elementos fundamentales. El discurso de Martínez de Hoz y después la orden de batalla. Yo no sé por qué no se habla de eso. Porque la orden de batalla de abril del 77 del Estado Mayor Conjunto de la Fuerza Armada, que firma el jefe del Estado Mayor, que era en ese momento el general Viola, que fue encontrada en el año 84 en un cuartel de Villa Martelli, desgrana claramente que el objetivo de la represión, dice que acá no es problema la subvención armada, que acá el problema es garantizar el éxito del plan Martínez de Hoz. Entonces el centro de la represión tenía que estar dirigido al movimiento, a frenar o a bloquear, a neutralizar, es una palabra que usa mucho en ese documento, la resistencia obrera y la resistencia de las organizaciones sindicales. Y ahí hace con esa propiedad que tienen los militares de ser bien específicos, bien detallistas, pone toda la forma de neutralizar, todas las maneras de neutralizar que plantea esa orden de batalla, que es la vía para actuar.
LCV: A mí me parece hoy que tu mirada es muy importante para que venga al 2024 y le digamos a la gente lo que significa que los diputados que han sido votados para legislar y lo que fuera, vayan a buscar la libertad o un abonamiento de la prisión de personas que cometieron no solamente lo que vos acabas de contar en tanto herramientas del terrorismo de Estado, sino además físicamente habían sido responsables de torturas y demás. Necesito que tu lectura se ponga acá y le hable a un pibe de 19, 20 años que no entiende por qué nosotros estamos tan en contra de que representantes, no me importa si son de La Libertad Avanza o de donde sea, por qué el espectro gremial, por qué el espectro político, por qué los diputados de otras expresiones políticas y demás están en contra de ese acercamiento a lo más oscuro y aberrante de nuestra historia.
—Pero tenemos que empezar de ese análisis, porque ¿cuál es la lógica de los que pretenden reivindicar? Esos que están presos no son no son genocidas, herramientas de terrorismo de Estado para reprimir al pueblo, sino son gente que se jugó por la Argentina y enfrentó al otro bando que la subversión armada, como la llaman ellos, ¿me entendés? En esa lógica muchos se pueden confundir ¿por qué hay una doble vara? como dicen ellos, pero esto no fue así. Acá el terrorismo de Estado fue una dictadura que reprimió masivamente al pueblo para aplicar un sistema económico que cambió de raíz la historia de la Argentina para mal. Entonces, eso es lo que tienen que tener los jóvenes. Por eso tenemos que decir que no, porque ahí hay también responsabilidad. Porque yo lo dije, siempre está bueno juzgar y condenar a los militares genocidas, porque los militares genocida pero yo no pienso que eran una manga de locos. Ellos lo hicieron dentro de un plan estratégico para cambiar las bases de justicia social de la Argentina.
LCV: Pero ahora lo lograron a través de los votos y lo quieren consolidar en este hermanamiento. A mí me parece muy terrible. Y me parece que además hace falta ser más contundente con la opinión de las consecuencias en una democracia tan endeble como la que tenemos de este tipo de cosas.
—Nosotros llegamos a esto por errores de los que nos gobernaron antes. Una de las cosas que yo siempre critiqué en estos años fue la visión sesgada de los derechos humanos. Porque vuelvo a decir, no fueron unos locos genocidas, unos locos asesinos que salieron a matar, a perseguir gente y matarlos, sino que fue un plan para cambiar las bases de la Argentina. Entonces, yo lo que siempre crítico y nunca pude entender es por qué juzgamos a los genocidas, que es un tema imprescindible para la convivencia democrática en la Argentina, pero siguen vigentes las leyes para aplicar las cuales esos genocidas hicieron lo que hicieron. Yo digo, ¿Cómo puede estar después de 41 años de democracia vigente la ley de entidades financieras de Martínez de Hoz? Que los jóvenes sepan que hasta ese momento el ahorro de los argentinos tenía dos objetivos, que era el sistema del peronismo de Perón, el sistema que rigió hasta el 76, que era financiar el consumo popular que genera mayor dignidad para la gente para que pueda vivir dignamente. Pero además mueve la economía, es el círculo virtuoso de la economía, que es mayor salario, mayor consumo, mayor consumo, mayor producción, mayor producción, más empleo, que estaba para eso. La otra parte para la inversión pública, que era la herramienta del desarrollo productivo del país. Por eso estaban los planes quinquenales, después fue el plan trienal del 73, tenía todo un sentido.
LCV: Hay que construir un mensaje para la enorme cantidad de gente joven que votó a los libertarios sin tener idea de lo que está votando.
—Mucha gente lo votó en contra de lo que estaba pasando. Uno de los errores de los que nos gobernaron en estos últimos años con la bandera de los derechos humanos, es haber sesgado en una realidad que no era la principal. Digamos, haber abonado el tema que los buenos eran los que levantaban las armas contra los malos, y los malos eran los que reprimían a los que levantaron las armas. Acá el problema no fue eso, acá el problema fue que hubo una dictadura genocida donde usaron las herramientas del Estado para reprimir al conjunto del pueblo y cambiar las bases de una legislación justa. Hay que abonar la historia para entender, porque si no quedamos en un Boca River constante.

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“El kiosco de barrio está en peligro de extinción”, advirtió Ernesto Acuña, referente del sector kiosquero y representante de UKRA

El kiosco de barrio es mucho más que un punto de venta: es parte del tejido cotidiano de la comunidad. Está en la esquina, frente a la escuela, al lado del club o del colectivo. Allí se compra lo mínimo indispensable, pero también se conversa, se fía, se acompaña. Sin embargo, este símbolo del comercio de cercanía está en riesgo. En los últimos años, miles de kioscos han bajado sus persianas empujados por una competencia feroz: grandes cadenas, supermercados, farmacias, la informalidad creciente y la falta de políticas que protejan al pequeño comerciante.
En esta charla con La Columna Vertebral – Historias de Trabajadores, Ernesto Acuña, referente nacional de los kiosqueros y voz firme del sector, nos cuenta con crudeza y claridad cómo se vive esta transformación desde adentro. Con más de dos décadas detrás del mostrador, su testimonio retrata una realidad que avanza en silencio, pero amenaza con borrar una parte esencial de nuestra identidad barrial.
LCV: “¿Cuál es la situación actual de los kioscos?”
Ernesto Acuña: “Esa es la data: 16.000 kioscos cerraron en un año. Estos datos nos los pasaron desde ARCA, la ex AFIP, cuando con UCRA nos reunimos con ellos y preguntamos cuántos kioscos activos quedaban. Por primera vez después de décadas, nos dijeron que somos 96.000, es decir, por debajo de los 100.000.”
LCV: “¿A qué se debe este cierre masivo?”
Ernesto Acuña: “Principalmente, al surgimiento de las cadenas de kioscos. Viene una persona y te instala 40 o 50 en un barrio. Además, productos que antes vendíamos en exclusiva, como golosinas y cigarrillos, ahora se comercializan por otros canales. Hoy cualquiera vende esos productos: farmacias, supermercados, verdulerías. Este es el resultado.”
LCV: “¿Las farmacias también son competencia directa?”
Ernesto Acuña: “Sí. Son de los principales vendedores de golosinas. Las ves en shoppings, supermercados grandes, y hasta en la línea de cajas, donde ofrecen golosinas sueltas. Los supermercados chinos también venden cigarrillos, muchas veces sacándolos de debajo del mostrador, aunque no estén habilitados para eso.”
LCV: “¿Estás diciendo que la competencia es tanto formal como informal?”
Ernesto Acuña: “Exactamente. Por un lado, están las cadenas formales, como las farmacias, que generan una competencia feroz a rubros como perfumerías y kioscos. Y por otro lado, está la competencia informal, producto de la crisis: verdulerías que agregan heladeras, chinos que venden cigarrillos, todo en un intento por sobrevivir.”
LCV: “¿Hay una intención deliberada de reemplazar al kiosco de barrio?”
Ernesto Acuña: “Sí. Hay dos fenómenos: uno es el sálvese quien pueda, por la situación económica. El otro es el pez grande que se quiere comer al chico. Las cadenas quieren vender de todo, incluidas nuestras exclusividades, y eliminar al kiosco de barrio. Son dos amenazas distintas.”
LCV: “¿Esto pasa más en las grandes ciudades?”
Ernesto Acuña: “Totalmente. En el interior profundo o en lugares como La Matanza, no llegan ni Farmacity ni las grandes cadenas. Pero sí llega el supermercado chino o el kiosco informal. El kiosco de cercanía, ese donde uno compraba la golosina mientras el padre compraba el diario, ya no tiene reemplazo.”
LCV: “¿Qué pasa en contextos económicos tan complicados como el actual?”
Ernesto Acuña: “Ahí aparece otro fenómeno: la gente que no llega a fin de mes abre un kiosco en el garage o en una ventana. Kioscos sin habilitación que empiezan a competir con los formales. Así se va formando un universo paralelo, que no está contemplado en los 96.000 registrados.”
LCV: “¿Es una especie de subproducto de la crisis económica?”
Ernesto Acuña: “Sí. Muchos de estos kioscos surgen de personas despedidas, jubiladas anticipadamente o que necesitan un segundo ingreso. Con la indemnización montan un kiosco-almacén en el conurbano. Es una respuesta a la falta de oportunidades.”
LCV: “En algún momento los kioscos vendían medicamentos de venta libre, ¿no?”
Ernesto Acuña: “Sí, se vendían aspirinas, Alikal, algún Actron. Hoy, muy poco. Algún domingo puede aparecer alguien pidiendo un Uvasal, pero ya no es habitual. Además, la normativa cambia todo el tiempo: hoy se puede, mañana no. En 26 años de kiosquero, cambiaron esa norma al menos diez veces.”
LCV: “¿Te pasó que te vendieran una pastilla suelta?”
Ernesto Acuña: “Sí. Un día fui a pedir un blister y me dijeron: ‘Te vendo de una o de dos’, porque con eso hacen más negocio. Es parte de cómo nos adaptamos a sobrevivir.”
LCV: “¿Sos kiosquero de familia o el primero?”
Ernesto Acuña: “Soy el primero. Tengo 52 años y empecé a los 25. Tengo un hijo de 16, pero no quiere saber nada con el kiosco. No le gustan las cosas dulces, siempre va por lo salado.”
LCV: “¿Están siendo escuchados por algún organismo o autoridad?”
Ernesto Acuña: “Pedimos dos leyes fundamentales. Una es la Ley de Proximidad, para que no se pueda abrir un kiosco a menos de 100 metros de otro ya instalado. La otra es una ley de Venta Exclusiva, para que los productos que vendemos no se comercialicen por otros canales. Sin estas leyes, el kiosco de barrio va a desaparecer, como pasó con los almacenes en los años 90.”
LCV: “¿Cómo debería avanzar ese proyecto?”
Ernesto Acuña: “Necesitamos que las legislaturas de cada ciudad aprueben estas leyes y que el gobierno nacional lo tenga en cuenta. Ojalá haya una ley de protección general. Porque no solo se trata de trabajo, se trata de preservar una empresa privada. Este gobierno dice defender lo privado. Veremos si nos incluye.”
LCV: “Lo que pedís se parece a lo que existía para los canillitas, con áreas de exclusividad, ¿no?”
Ernesto Acuña: “Exactamente. Queremos recuperar ese principio de proximidad. Especialmente cerca de escuelas, donde debería haber una regulación que priorice al kiosco tradicional por sobre otras opciones más informales o ajenas a la comunidad.”
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“La trampa del lenguaje y la confusión política: Sztulwark lee a Kafka en clave argentina”

La política argentina atraviesa una etapa de confusión profunda, marcada por el desencanto, la fragmentación y un lenguaje que ya no logra conectar con la experiencia cotidiana. En diálogo con La Columna Vertebral – Historias de Trabajadores, el escritor Diego Sztulwark reflexiona sobre la distancia entre la retórica institucional y la vida real en los territorios, a partir de una asamblea barrial tras el intento de asesinato a Cristina Fernández de Kirchner. En esta nota, recurre a Kafka como herramienta para pensar las trampas del lenguaje político, la perplejidad colectiva y el avance de un proyecto de ultraderecha que busca anular la capacidad de imaginar otros mundos posibles.
LCV: “¿Cómo se te ocurrió escribir un libro para buscar algunas interpretaciones a nuestra vida, en lo que tiene que ver con la vida política argentina y este devenir en el que estamos transitando, empujando a Kafka a esas ideas?”
Diego Sztulwark: “Se me ocurrió en un viaje. Unos meses después del intento de asesinato a la entonces vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, participé en una asamblea con amigas y amigos en el conurbano sur, junto a personas de distintas organizaciones sociales. Me impactó cómo no se percibía conexión entre ese hecho de violencia y la violencia cotidiana del territorio. Hubo una conversación difícil sobre una ruptura entre la conversación política de los medios y la desesperación territorial. No era un problema de percepción, sino una realidad fracturada. En la lógica de esa asamblea, se percibía una distancia entre la retórica institucional y la vida práctica del territorio. Esa fractura dio inicio a una pregunta sobre el potencial del lenguaje, y sobre Kafka como autor de la trampa, cuando el lenguaje queda atrapado.”
LCV: “Vos lo debés observar en forma cotidiana, porque además sos un filósofo que no está encerrado en una burbuja, sino que busca inspiración en una asamblea. Supongo que la cotidianidad te devuelve permanentemente situaciones kafkianas que alimentan estas ideas, ¿o me equivoco?”
Diego Sztulwark: “No soy un especialista en Kafka. A partir de ese episodio me sumergí en su lectura y en bibliografía relacionada, porque sentí que la situación anticipaba lo que nos estaba ocurriendo como país. Mi inmersión fue intensa. Lo kafkiano no es solo una burocracia que enloquece, encontré en Kafka un estratega, un escritor que con sus estrategias literarias puede ofrecer imágenes útiles para pensar nuestra política actual. Fue una forma de abordar problemas propios leyendo a Kafka.”
LCV: “En una de las reseñas que hicieron sobre tu material, leo en la revista Crisis: ‘No es inteligente esperar que la oscuridad del presente se disipe un buen día como por arte de magia. La ultraderecha es un proyecto organizado de demolición de las capacidades perceptivas de la sociedad que busca esterilizar la imaginación política.’ ¿Cuál sería el aporte del libro a esa circunstancia?”
Diego Sztulwark: “Eso que estás leyendo no es una reseña, sino el prólogo del libro-entrevista, que fue un anticipo y efectivamente forma parte del libro. La primera cuestión que planteo es cómo asumir un fenómeno de perplejidad en el que creo que aún estamos. Muchas personas sentimos que no entendemos qué pasa, por qué la gente vota como vota, por qué nuestras verdades ya no repercuten, por qué no estamos en la calle. Hay una impotencia con la propia lucidez. Ese oscurecimiento de la percepción colectiva no es casual: es parte de una estrategia política para que dejemos de generar sentidos nuevos. Es una política de desactivación que le es funcional a un neoliberalismo en crisis, que sigue extrayendo recursos de la naturaleza y la sociedad. La confusión es funcional a ese objetivo, y experiencias como la pandemia, las tecnologías de la distancia y el balance de gobiernos previos lo facilitan.”
LCV: “Hablás de puntos ciegos del orden político previo. ¿Cuáles son esos puntos ciegos?”
Diego Sztulwark: “Por un lado, la falta de balance político sobre el gobierno del peronismo de Alberto y Cristina Fernández. Por otro lado, la pandemia. Y también la introducción de tecnologías de la distancia que median las relaciones con la economía, la producción y la comunicación política. Esa suma de factores genera condiciones para una confusión social y política funcional a implementar ajustes y transferencias de riqueza muy brutales. Si no generamos mecanismos para volver a confiar en nuestras percepciones, en crear sentidos estratégicos, quedamos como un pueblo disperso, fragmentado y desarmado.”
LCV: “A medida que hablás, se me vienen imágenes de películas distópicas. La perplejidad cobra forma en nosotros mismos yendo por la calle, viéndonos sin ver. Estamos cerca de un proceso electoral complejo y determinante. ¿Cómo se vincula esto que decís con la relación de la ciudadanía con el voto, más allá de los resultados?”
Diego Sztulwark: “Una de las primeras consecuencias de esta situación es que una de cada dos personas no se presenta a votar. Ya ocurrió en elecciones recientes. No sé qué pasará en las próximas, pero el ausentismo debería preocuparnos. Hay estudios que muestran que no se trata de desinterés, sino de una actitud crítica: muchas personas, porque les importa la política, no quieren votar. Hacen un balance realista de lo que significa hoy la democracia. Ese desinterés es frustrado, informado y real. No sé si no usan el instrumento o si consideran que ya no sirve. Lo que sí sé es que se subestima a la gente cuando se dice que no vota porque no entiende. Incluso la oferta electoral está devaluada, con candidatos salidos del espectáculo o del escándalo. Si tenés conciencia del voto, hay un prurito en malusarlo. Es una situación compleja, y la perplejidad, sin duda, nos va a dominar en estas elecciones.”
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Enrique Hohl de la cooperativa Madre Tierra: ‘La alimentación no puede quedar librada al mercado’

Enrique Hohl tiene 35 años, vive en una chacra en Olavarría junto a su familia y es uno de los fundadores de la cooperativa de trabajo Madre Tierra, un espacio que reúne a más de un centenar de pequeños productores dedicados a la agricultura familiar. En diálogo con La Columna Vertebral, Enrique comparte cómo surgió esta organización, los desafíos de producir alimentos sanos en tiempos de crisis y el valor de la agroecología como alternativa posible.
LCV: “Contale un poco a nuestros oyentes de qué se trata la cooperativa de trabajo Madre Tierra.”
Enrique Hohl: “Somos una cooperativa de trabajo de la ciudad de Olavarría, conformada en 2019. Nos dedicamos a la producción de agricultura familiar, principalmente con pequeños productores del sector hortícola, en lo que es la producción en las quintas.”
LCV: “¿Cuánta gente agrupa la cooperativa? ¿Cuántas chacras, huertas, cuántas personas están involucradas?”
Enrique Hohl: “Somos 26 emprendimientos, con dos o tres personas por unidad productiva, dedicadas a la producción de verduras. Mayoritariamente, las chacras tienen entre tres y cuatro hectáreas, con aproximadamente media hectárea de invernadero.”
LCV: “Tengo un dato que indica que son más de 100 productores. ¿Es correcto?”
Enrique Hohl: “Sí. Cada emprendimiento agrupa a más de una familia, así que en total somos más de cien productores. Además del sector hortícola, también hay familias que se dedican a la producción de huevos, miel y algunos tambos pequeños. En conjunto, somos muchas familias organizadas.”
LCV: “¿Cómo comenzaron con Madre Tierra? ¿Cómo se fueron conociendo y sumando al proyecto?”
Enrique Hohl: “Arrancamos frente a una problemática común en la agricultura familiar: la dificultad para vender nuestros productos, llegar al consumidor, ofrecer buenos precios y visibilizar nuestro trabajo. Empezamos a reunirnos para buscar alternativas como ferias, bolsones, entregas por pedido. Entendimos que organizándonos podíamos resolver esos problemas.”
LCV: “Desde 2018 hasta ahora pasaron por distintos gobiernos. ¿Cómo fue ese recorrido? ¿Cuál fue el mejor momento de la cooperativa y cómo están hoy?”
Enrique Hohl: “Al principio no sabíamos bien cómo organizarnos. En 2019 descubrimos la herramienta de la cooperativa y empezamos a trabajar con organismos nacionales para conformarla. Obtuvimos nuestra matrícula y comenzamos a participar de ferias, capacitaciones, cursos de manipulación de alimentos. En ese momento, aprovechamos políticas nacionales que fortalecieron a las cooperativas. Desarrollamos una feria importante y abrimos un local que funcionó por dos años. Pero en los últimos tiempos, vimos una gran caída del consumo que nos afectó mucho, junto con condiciones climáticas adversas que retrasaron los procesos productivos.”
LCV: “¿La caída del consumo se percibe tanto en el vínculo con los comercios como con los consumidores individuales?”
Enrique Hohl: “Sí, es generalizada. Bajaron las ventas en ferias, en almacenes de cercanía, incluso en supermercados como Cooperativa Obrera y en compras del Estado. Desde 2021 somos proveedores del municipio y también ahí notamos la baja. Esto afecta directamente el acceso a alimentos básicos: frutas, verduras, huevos, miel. No estamos hablando de lujos, sino de lo mínimo para una alimentación saludable.”
LCV: “¿Creés que esta caída está relacionada con la pérdida de empleos?”
Enrique Hohl: “Sí. El desempleo se siente tanto en el sector privado como en el público. Olavarría es una ciudad minera, y se estima que este año hubo alrededor de 4.000 despidos. Eso impacta en toda la economía: si cada trabajador tiene una familia, estamos hablando de 12.000 personas afectadas. Se cierran fábricas, se suspenden actividades, y eso también golpea al transporte, los servicios y el comercio.”
LCV: “¿Cómo les afecta el aumento en los costos logísticos y de servicios?”
Enrique Hohl: “Muchísimo. La mayoría de los productores alquila la tierra. Además del alquiler, subieron la electricidad, las semillas —muchas con precio dolarizado—, y otros insumos como el nylon. Todo eso, sumado a la caída del consumo y, en algunos casos, a la baja de precios, hace muy difícil sostener la producción.”
LCV: “¿Cuántos años tenés? ¿Venís de una familia productora?”
Enrique Hohl: “Tengo 35 años. No vengo de una familia agropecuaria, soy de ciudad. Hace 12 años me mudé a una chacra con mi pareja, y ahí también nacieron mis hijos.”
LCV: “¿Qué te motivó a tomar esa decisión de cambiar de vida?”
Enrique Hohl: “La alimentación fue un factor clave. Primero por nuestra propia familia, y luego por una conciencia más amplia sobre el consumo. Alimentarse debería ser un derecho básico, como la salud o la educación. Sin embargo, mientras estas dos últimas están medianamente garantizadas por el Estado, la alimentación queda librada al mercado y a la capacidad económica de cada persona.”
LCV: “¿Los productos de Madre Tierra son orgánicos o agroecológicos?”
Enrique Hohl: “Apuntamos a un modelo agroecológico. Aunque también trabajamos con productores convencionales, buscamos proponer otro modo de producción. La idea es acompañar a quienes ya producen para que puedan cambiar sus prácticas, y eso requiere capacitación y organización.”
LCV: “¿Eso implica revertir prácticas impuestas por el modelo productivo tradicional?”
Enrique Hohl: “Exactamente. Muchas veces el uso excesivo de agroquímicos está muy arraigado. Por eso es importante el acompañamiento técnico, la formación, y construir alternativas viables que respeten el ambiente y la salud.”
LCV: “¿Te mudaste solo a la chacra o con tu familia?”
Enrique Hohl: “Con mi pareja. Y en la chacra nacieron mis dos hijos, que ahora tienen 9 y 7 años.”
LCV: “Me imagino que deben estar correteando por la huerta y participando de la vida rural…”
Enrique Hohl: “Sí, claro. Viven muy conectados con la naturaleza, y eso es algo muy lindo para su infancia.”
LCV: “Ustedes participaron del quinto Congreso de Cooperativas Agropecuarias y Agroalimentarias de la Provincia de Buenos Aires. ¿Qué balance hacés?”
Enrique Hohl: “Participamos como parte de la Federación Rural para la Producción y el Arraigo. Fuimos cooperativas de Olavarría y Azul. Estuvimos presentes el martes en la jornada sobre cooperativismo, y miércoles y jueves en las de agricultura. Estos encuentros son muy valiosos para intercambiar experiencias, debatir políticas públicas y seguir fortaleciendo el desarrollo agropecuario, tanto en la provincia como en el país. Siempre uno se lleva algo positivo y alguna reflexión para seguir trabajando.”


Sobre espías y agentes encubiertos/ Informe exclusivo LCV

Eppur si muove!/10. Síntesis semanal de noticias, por Alberto Nadra
