Entrevistas
Sebastián Bravo: “En la Casa de la Moneda llevamos 149 años haciendo soberanía”
Mientras el ministro de Desregulación Federico Sturzenegger anunció en el Coloquio de Idea que se realiza en Mar del Plata que se viene una “deep motosierra”, los trabajadores de la Casa de la Moneda viven horas de angustia luego de que hace un par de semanas el gobierno anunciara su cierre. De acuerdo a los trascendidos, la medida sería tomada por decreto presidencial. Luego del cierre de Trenes Argentinos Capital Humano que dejó en la calle a 1.388 empleados, y del INADI, la motosierra pasará por las familias de la Casa de la Moneda y otros cuatro organismos que todavía no se han especificado.
Para conocer detalles sobre la crítica situación del histórico organismo, La Columna Vertebral entrevistó al secretario adjunto Sebastián Bravo de la junta interna ATE en la CMA.
LCV: ¿Qué es la Casa de Moneda?
—Casa de Moneda para nosotros es, como lo menciona la palabra, nuestra segunda casa. Acá nosotros realizamos diversos oficios, somos gente muy capacitada, gente gráfica, que realiza todo elemento y todo proceso que contenga algún elemento de seguridad, con lo cual realizamos patria y soberanía. Hoy en día somos más de 1380 trabajadores y la semana pasada cumplimos 149 años de soberanía.
LCV: ¿Cuáles han sido los vaivenes que ha sufrido a lo largo de estos 100 y pico de años la casa de la moneda? Vaivenes institucionales, vaivenes políticos.
—Los vaivenes prácticamente lo venimos sufriendo con los gobiernos neoliberales. Ya en el 2015, cuando ganó el gobierno de Macri, hubo un intento de vaciamiento, con lo cual tuvimos más de 500 despidos y pasamos a ser más de imprimir soberanía y hacer trabajos, a reducirlos. Hoy en día, en este contexto, nuevamente nos pasa algo similar. De hecho, la semana pasada, como habrán visto las noticias, se produjeron medallas que fueron realizadas en España y Portugal, siendo que acá en Casa de Moneda, con el puente de la mujer de fondo, estamos altamente capacitados, porque cortamos también con acuñación y demás, y no las pudimos realizar. De hecho, también en la emisión de los últimos billetes, teniendo una planta muy productiva, no fuimos presentados siquiera a participar, siendo que tenemos grandes premios. Nosotros fuimos premiados con el billete de 100 pesos, el famoso de Evita.
LCV: ¿Cómo se forma la gente que entra a trabajar en la Casa de la Moneda?
—Acá hay mucha carrera. Acá las personas que se van formando empiezan de un trabajo mínimo que se llama portavalor, y los mismos obreros de trayectoria los van capacitando. En el momento que estuvimos en el gobierno de Cristina, también la empresa Gutenberg de la gráfica fue capacitando a ciertos operarios y bueno, como esto es dinámico, la tecnología avanza, cada tanto los compañeros se van formando a través de distintas capacitaciones. De hecho, fuimos invitados a China el año pasado para explicarle este mecanismo y explicarle el proceso de la emisión monetaria. Por eso digo, acá no hay casta, acá no hay ñoquis, hay capital humano muy capacitado.
LCV: ¿Cuáles son los planes que tiene Milei para la Casa de la Moneda?
—Es evidente, desde que este presidente asumió, su eslogan de campaña fue el cierre. Pero hay que decir una realidad que nosotros lo venimos denunciando hace mucho tiempo: acá hay un gran negocio inmobiliario. Ellos en el año 2015, acá enfrente teníamos las tierras del ferrocarril, lo que era el hospital, y detrás de esto estuvo Caputo, que creó el famoso Quartier. Había una maqueta que trasladaba que esto iba a ser un shopping y detrás de esto, la maquinaria que tenemos, el grupo AEGR y Volt, que viene por la maquinaria de Casa de Moneda, que son imprentas. Entonces hay un gran negocio detrás de esto. Esto es lo que venimos denunciando.
LCV: ¿Cómo que quieren privatizar? ¿Quieren venderlo? ¿Quieren tirarlo abajo? ¿Qué quieren hacer con eso?
—En el 2015 esto se llamaba el Paseo del Bajo, según la maqueta, lo que venimos denunciando, que pudimos impedir en el gobierno macrista, y es como que quedó en el tintero. Obviamente seguimos con Stutzenegger y Caputo hoy en día, que volvieron, y la idea creemos que es la misma, porque obviamente acá lo que falta es producción. Insisto con eso, que nosotros somos un ente autárquico, porque mucha gente dice los ñoquis del estado. A ver, nosotros nos autofinanciamos porque somos una empresa mixta. Acá también se hacen etiquetas de cigarrillo y demás.
LCV: Contanos cuáles son los clientes privados que tienen.
—Casa de Moneda hoy en día realiza realiza estampillas fiscales, trampilla de cigarro, no solamente la maquinita de billete, los títulos tanto de la UBA como otras universidades, pasaporte, padrones, los pasajes diplomáticos de los mismos diputados. Realizamos bingo, chequeras, entradas a parques nacionales, todo lo que tenga que ver con acuñación y moneda; y tenemos embaladas máquinas de última generación, que vendría a ser lo mejor de América Latina, con personal altamente.
LCV: ¿Por qué embaladas?
—Por decisiones políticas. El gobierno anterior, admito que no fue el mejor posible, también lo denunciamos en su momento, y no llegaron a instalar la última maquinaria, que es lo que queremos defender, que hoy en día están embaladas en cajas y tenemos miedo, como dijo el presidente cuando nos recibió en la última reunión, que las van a devolver.
LCV: Ah, devolver. Ni siquiera las van a vender.
—No tienen pensado devolverlas porque obviamente el plan de ajuste es lograr no traer productividad. Como te menciono, lo de las medallas, que era un trabajo menor, 2500 con el membrete del puente de la Mujer, tampoco lo hicieron acá, lo hicieron en España y Portugal. Y los billetes, tanto que él habla del comunismo, los realizaron en China. Con lo cual es obvio que 1300 trabajadores sin productividad vamos a aparentar ser ñoquis. Y la realidad es que sin productividad, Casa de Moneda, que es lo que nos aferramos nosotros, tanto en el proyecto de ley como en el abrazo, es que nos aferramos a la antigüedad, pero también a la soberanía monetaria, como lo faculta nuestra Constitución Nacional.
LCV: ¿Cuántos son los países en el mundo que imprimen su moneda en otro lado? Estados Unidos, por ejemplo ¿Imprimen en otro lugar?
—No, la realidad es que no. Obviamente son cuatro o cinco los países que portan su propia casa de moneda. Por eso lo importante de defender esto.
LCV: Contame cómo es eso.
—Tenemos Perú, Argentina, entre otros, que tiene su casa de moneda propia. Teniendo esta maquinaria, teniendo la propia productividad, teniendo empleados capaces de producir su propia moneda, por eso a veces insisto que nos juntamos millones para festejar un mundial y es triste que no es sólo ser patriota el defender un equipo de fútbol, también es defender su soberanía.
Te tiro un dato de color. La semana pasada se contactaron desde Brasil justamente para decir que ya esto lo quisieron hacer y nos mandan un abrazo y unas fuerzas a través de Instagram mencionando que hay que defenderla, y cuando me preguntabas los países que la realizan me quedé corto. Tenemos EEUU, Rusia, India, Francia, entre otros, mismo Italia, Alemania con lo cual es muy importante.
LCV: Esos países producen su propia moneda.
—Tal cual.
LCV: O sea que nosotros estaríamos en la liga de los mayores produciendo nuestra propia moneda porque el resto lo hace producir en otro lado.
—Tal cual.
LCV: Y nosotros queremos ir a la liga de los menores. O sea, nos queremos parecer. Ellos decían que íbamos a ser Venezuela. Bueno, nos vamos a parecer a Venezuela entonces.
—Sí, él dice una cosa y se contradice totalmente. O sea, gracias a las medidas realizadas, justamente Adorni sale a decir una cosa y se desmiente a los dos días. Nuestra idea también la tomó el Bonaparte, entre otros, y lo mismo, tuvo que retroceder. Pese a que dice la palabra reestructuración, cuando habla de reestructuración, le transmitimos a la gente que no es se refiere a instalar esta maquinaria, todo lo contrario, reestructurar para ellos es despido.
LCV: ¿En este momento estamos importando nosotros moneda?
—No. Acá se está haciendo parte de remanentes que quedaron atrasados porque mandaron a imprimir a otros países como Brasil y demás, por negocios de ellos.
LCV: ¿A Nepal puede ser?
—Los últimos que se presentaron a imprimir fue Malta y China. Pero la realidad es que sale y hay que decir la verdad. Esto es lo que no cuenta el gobierno. El problema primero es que no deberíamos presentarnos a licitar, porque las facultades delegadas dicen que teniendo una Casa de Moneda propia debería imprimir su propia moneda. Pero además, el traslado, lo que gastan en dólares. Están gastando dólares para traer pesos. Teniendo la mano de obra acá, gente altamente capacitada, maquinaria, que el ponerla en marcha, el instalarla, estamos hablando de 2 millones de dólares. Ahora, son decisiones políticas que esos 2 millones no aparecen para la instalación, pero sí aparecen para despidos.
LCV: ¿Existe, en el caso de ustedes, la intención de reubicarlos en sus capacidades o la reubicación es en la vereda? O sea, los van a echar.
—Eso es una mentira que el gobierno no aclara. Nosotros tenemos un convenio denominado 214. Somos un ente autárquico, con lo cual no aportamos la estabilidad laboral. Nosotros si nos ponen la plata, la indemnización, que es lo que quieren hacer, automáticamente no seríamos reubicados en ningún lado y estaríamos perdiendo gente altamente capacitada que no va a poder salir a la calle. También quiero hacer un eco que muchos trabajadores de Casa de Monedas son hipoacúsicos, con lo cual el acceso a una fuente laboral es el doble de difícil.
LCV: ¿Por qué la población hipoacúsica?
—Todos sabemos que a estas personas le cuesta muchísimo y es altamente capacitada. Justamente la gente hipoacúsica tiene como un sexto sentido, que es la atención, es para el tema de discernir estas fallas en el billete. Es gente muy capacitada y precisa, la necesitamos en la planta. Hoy en día es un desguace, como lo vienen haciendo acá con el jardín maternal, el ajuste. Saludamos a todos los docentes y las familias de Casa de Moneda que ya tienen fecha de caducidad en diciembre, La Monedita, que sería el jardín maternal, va a ser cerrado y entre otras cosas que venimos sufriendo. Pero la mayor incertidumbre son los puestos de trabajadores que queremos defender. Que hagan lo que saben esta gente capacitada, y gracias que me dejas recalcarlo, que no son cualquier operarios, acá no hay ñoquis, si los hubiera que vengan a constatarlo.
Entrevistas
“El exilio dejó huella en Italia”. Entrevista a los directores de Resistenza
Después de su recorrido por Festivales, Salas y otros espacios de Italia y Argentina, “RESISTENZA (historias del exilio argentino en Roma)” está disponible desde el 13/11/25 en la plataforma OpenDDB: https://openddb.it/film/resistenzaargentina/
Un documental que explora los modos que adquirieron la sobrevivencia y la denuncia internacional durante la última dictadura militar. Más allá de la tristeza, el desarraigo y las dificultades económicas, los exiliados argentinos diseminados por el mundo tendieron redes de solidaridad y realizaron un trabajo tenaz dando a conocer las violaciones a los Derechos Humanos en Argentina. No sabían, en ese entonces, que se estaban convirtiendo en protagonistas de un movimiento que dejaría sus huellas a futuro en los países que los acogieron, gracias a una forma de lucha silenciada por el régimen pero que perduró, con amor y creatividad hasta el día de hoy.
En Italia nació una organización italo-argentina, Proyecto Sur. En torno a ellos crecen, desde el pie, nuevas formas de acción en un mundo cada vez más violento y fraccionado. Ahora las murgas argentinas son un símbolo en toda manifestación por la paz y la justicia en Roma
LCV conversó con los directores del documental “Resistenza, historia del exilio argentino en Roma”, Mónica Simoncini y Omar Neri. ¿Por qué Roma? ¿Qué dificultades encontraron? ¿Cómo es trabajar como documentalista hoy? La culpa como trasfondo de estar vivo, la política no cultural de Milei y más.
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Martín Rodríguez: la política entre el desencanto y la necesidad de volver a pensar
LCV: “Martín Rodríguez, cronista político, poeta, columnista y director de Revista Panamá. Durante años fue colaborador en La Política Online, Miradas al Sur, Noticias Urbanas, Le Monde Diplomatique y Revista Crisis. También fue columnista del programa Radio Gente de a Pie junto al querido Mario Wainfeld, y actualmente participa en Hermosa Mañana, el canal de streaming Gelatina.
Publicó dos libros de ensayo político: Orden y progresismo (2014) y La grieta desnuda, junto a Pablo Touzón. En 2021 fue compilador y autor de ¿Qué hacemos con Menem? y en 2023 publicó su último libro de poesía, Balada para una prisionera, por Caleta Olivia.
Martín, además de tu trabajo como editor y fundador de Revista Panamá, con una mirada siempre innovadora, sos poeta. Y eso, creo, se nota en cómo pensás la realidad. ¿Lo ves así?”
MARTÍN RODRÍGUEZ: “¡Ay, sos tan generosa! Primero, gracias por la invitación. Y sí, nombraste a Pablo Touzón, que fue también fundador de Panamá. Éramos la línea fundadora, allá por 2011 o 2012. Hicimos una revista política para esperar volver a la política. Y al final funcionó la revista.
Hay una película de Woody Allen, Ladrones de medio pelo, donde un grupo de amigos decide robar un banco y alquilan una panadería al lado para hacer un túnel. Bueno, saquemos la parte delictiva y quedémonos con la metáfora: nosotros armamos una revista para, en algún momento, volver a la política. Y al final, funcionó la panadería.”
LCV: “Y funcionó porque nunca se permitió pensar cómodamente. Panamá caminó por el ripio, por el desierto, con una bolsita de sal. Vos, Pablo y tantos otros se animaron a romper moldes. Muchos, que en su momento discutíamos la dureza de esas miradas, hoy encontramos cobijo en ese espacio.”
MARTÍN RODRÍGUEZ: “Sí, creo que Panamá funcionó porque se animó a pensar incómodo. Desde el inicio sabíamos que no queríamos escribir con pantuflas.”
LCV: “Hay una frase que me dijo mi madre en los 70, cuando lloraba viendo a Perón decir cosas con las que no estaba de acuerdo. Me dijo: ‘Sos dueña de tus decisiones. Cuando ves, ves. Y no vas a dejar de ver nunca.’ Es eso: cuando ya viste, elegir seguir es una decisión.”
MARTÍN RODRÍGUEZ: “Hermosa escena. Y sí, incluso con Pablo nos gusta mucho el último Perón, pero son discusiones difíciles. En política, el diario del lunes siempre es más fácil.”
LCV: “Exactamente. Y si traemos eso al presente, parece que seguimos atrapados en un seguidismo ciego. Escuchás votantes que dicen: ‘No me importa lo que hicieron mal, los voy a votar igual.’ De un lado y del otro. ¿Qué lectura hacés de eso?”
MARTÍN RODRÍGUEZ: “Con Pablo escribimos La grieta desnuda para tratar de entender justamente eso. Lo que llamamos ‘el régimen de la política polarizada’: una política que podía asegurar representación, pero no hegemonía ni transformación.
Desde 2011, la Argentina vive una decadencia económica continua: no crece el PBI ni el empleo privado; solo creció el empleo público. La polarización se intensificó al mismo tiempo que la economía se deterioró. Estamos mal representados.
Milei, con toda su disrupción, es parte de esa continuidad. Patea tableros, devora a Macri como una boa constrictora, y deja a los viejos liderazgos —Cristina y Macri— desgastados. El peronismo, además, quedó atrapado en una interna antropofágica. Cuando la disputa llega a Kicillof, ya es casi filial: la madre contra el hijo político.”
LCV: “Y en ese contexto, aparecen frases como la de Taiana, que habló de una ‘manada’ de jóvenes votantes varones entre 16 y 30 años. Una palabra muy desafortunada. ¿Qué lectura hacés del voto joven y de este nuevo electorado tan emocional?”
MARTÍN RODRÍGUEZ: “Creo que es una mezcla. Vivimos una época sin paciencia, con cultura del scroll y consumo rápido. Milei gobernó así: quiso mostrar resultados en dos meses.
No espero que Taiana entienda a los nuevos votantes, pero tampoco es solo un tema generacional. Hay una comodidad, un tipo de analista que vende la revolución ajena, que juzga desde un podio. Y la política no puede hacerse desde un podio.”
LCV: “Pero Milei es, de algún modo, la foto de la sociedad que somos.”
MARTÍN RODRÍGUEZ: “Sí. Su paso electoral y su gobierno revelan el estado de nuestra sociedad. Lo que falta es paciencia para leer, para entender. Hace falta una renovación de ideas y de nombres. Pero muchos se dedican a bloquearla. Cristina y Máximo, por ejemplo, impidieron la renovación de nombres, y Kicillof no trajo una renovación de ideas.”
LCV: “Pienso en cuánta gente valiosa se fue quedando afuera de la política. Ustedes, en 2011, se fueron al desierto con la bolsita de sal. Había cuadros para otra batalla cultural —si se me permite el término—, pero esa batalla nunca se dio.”
MARTÍN RODRÍGUEZ: “Sí, porque se confundió poder con trascendencia. El sistema político se dedicó a reproducirse a sí mismo, no a abrir el juego. Hoy las listas se arman para sostener la propia clase, no para representar la realidad.”
LCV: “Y esa realidad, sin embargo, logró cosas. Digo, la marcha del orgullo, la ampliación de derechos, los cuerpos diversos en la calle. Son logros culturales que no se reconocen.”
MARTÍN RODRÍGUEZ: “Claro. La ‘batalla cultural’ no debería ser un cliché. Es la batalla de las ideas eternas de la política. Cada época tiene ruptura y continuidad. Con Milei hubo una aceleración, un cambio generacional que nos envejeció rápido a muchos. Pero comprender la época no significa obedecerla.
Una época no es un mandato: es una condición. El deber del intelectual, del político, del trabajador de la cultura, es dudar. Las certezas de piedra nunca ayudaron a nadie.”
LCV: “Exacto. Y eso se enlaza con otra palabra que desapareció del lenguaje político: ‘nosotros’. Todo se volvió ‘yo’. Y también desapareció ‘trabajador’. ¿Qué valor tiene hoy para vos ese ‘nosotros’?”
MARTÍN RODRÍGUEZ: “El ‘nosotros’ tiene que ser una casa sin llave, una puerta abierta. No puede ser un refugio cerrado. Es un ‘nos’ con ‘otros’.
Y eso tiene que ver con mirar. Con ver al otro tal como es. Cuando Perón contempló la Plaza de Mayo el 17 de octubre, miró durante quince minutos a la clase obrera tal como era. Para construir un ‘nosotros’, primero hay que abrir los ojos.
Eso, creo, la política peronista lo perdió hace mucho. Y es algo que interpela a todos, no solo a los peronistas. La izquierda también se encierra en su cubículo.”
LCV: “Totalmente. Hoy el desafío es volver a mirar, volver a pensar, volver a creer en la construcción de sentido.”
MARTÍN RODRÍGUEZ: “Sí. Volver a creer en el pensamiento y en los trabajadores. Porque sin ellos no hay política posible.”
Entrevistas
Roma también tiene su ‘Ronda de los Jueves’
Un placer recibir en este Planeta Giussani a Enrico Calamai, ex diplomático que presenció dos golpes latinoamericanos desde los consulados italianos de Chile y Argentina. Una experiencia que le dejó huella.
En nuestro país fue un vicecónsul que salvó la vida de 300 argentinos comprometiéndose personalmente en darles refugio y llevarlos a Ezeiza a pesar del desacuerdo con la política oficial del gobierno de Italia. Hay quien lo llama el ‘Schlinder’ de argentino.
En el 77, fue retirado del consulado en Argentina. Luego estuvo cumpliendo sus funciones en Nepal y Afganistan, hasta su retiro prematuro. Desde entonces es un activista por los derechos humanos, autor de dos libros “Faremo l’America” y “Niente Asilo Político”, editados por Editori Riuniti y Feltrinelli. Le damos la bienvenida a nuestro Planeta a Enrico Calamai.
Muchos de ustedes lo conocerán por el hermoso documental La Resistenza, que testimonia la labor de los exiliados argentinos en Roma. Si no lo vieron, no se lo pierdan. Conmovedor. Pero hoy queríamos hablar con Calamai sobre la actualidad, su actualidad, como referente y fundador del Colectivo Mani Rosse Antirazziste, creado contra los decretos de Seguridad de Salvini, que cada jueves se reune frente al Viminale -el Ministerio del Interior- para denunciar la responsabilidad Italiana y Europea en diversas masacres, dictaduras, guerras y saqueos de recursos naturales.

