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Pablo Flores: Cerrar la AFIP es como darle ‘zona liberada’ a los evasores

El Secretario General del sindicato que reúne a los trabajadores de la AFIP pasó este lunes por La Columna Vertebral, horas antes de que se decretara la conciliación obligatoria para que cese el plan de lucha de ‘apagones informativos’ y no puedan participar del paro de 24 horas del miércoles. “La verdad es que cuesta pensar cómo actúa y por qué actúa el gobierno. Sabemos que no es de la política tradicional. Es muy difícil pensarlo en esos términos. Un gobierno que necesita dinero y que plantea el déficit cero, tiene un plan económico en el que la recaudación viene cayendo por la caída de la actividad y con esto conmociona al organismo que está prácticamente en una parálisis, más allá de la medida que tomamos los gremios”, explica Pablo Flores, Secretario General de la AEFIP, quien no sale de su asombro ¿Qué busca el gobierno? “Nosotros desde que escuchamos la campaña de Milei, cuando decía que iba a destruir el Estado, que iba a hacer la reforma laboral, cuando hacía esos discursos donde decía que cobrar impuestos era un delito y que los fugadores eran héroes, eran todos mensajes que nosotros tuvimos una posición política en defensa del Estado, en los derechos laborales y de nuestra actividad, la actividad tributaria, fiscal, porque nosotros creemos en otra cosa.” Desmiente las cifras siderales sobre los sueldos de los empleados del organismo: “el promedio entre los pocos sueldos altos y la mayoría de la trabajadores es de 3 millones”. En este momento hay más de 3.000 trabajadores desvinculados. Flores denuncia una persecución política, y aclara que hay menos trabajadores en el 2024 que el el 2019. “La verdad que acá entra personal en todos los gobiernos. Esta locura de perseguir políticamente. En el periodo de Macri entraron 2100 trabajadores y siguen trabajando. ¿Qué debería haber pasado? ¿Debería haber venido el otro gobierno y los debería haber echado? Formar un profesional cuesta muchísimos años, no es que entran con el saber de la facultad y están listos para enfrentar los grandes estudios. La verdad es que se van formando con los propios trabajadores de adentro. Hoy se están jubilando muchos trabajadores que no van a poder transmitir su conocimiento.”

Escuchá la entrevista completa realizada por Nora Anchart el 28 de octubre de 2024

LCV: ¿Qué significa para el usuario y para el Estado Nacional un deficiente organismo en el marco tributario?

—En principio, nosotros decimos que esta disolución de la AFIP y este desmantelamiento que proponen es un premio a los evasores la verdad, porque no tenemos detalle de cómo va a ser el próximo ente recaudador. Lo que venimos planteando es que esto es similar a que si el gobierno retira a la policía de las calles, es zona liberada. Bueno, esto es lo mismo. Si la AFIP tiene menos poder de fiscalización, va a tener menor poder de recaudación. No se van a poder brindar los servicios que se brindan, todo lo que sostiene el Estado, lo sostiene con la recaudación nacional. La verdad es que cuesta pensar cómo actúa y por qué actúa el gobierno. Sabemos que no es de la política tradicional, es muy difícil pensarlo en los términos de ello. Un gobierno que necesita dinero y que plantea el déficit cero, viene con un plan económico que la recaudación viene cayendo por la caída de la actividad y con esto conmociona al organismo que está prácticamente en una parálisis, más allá de la medida que tomamos los gremios.

LCV: ¿Quiénes son estos 21 funcionarios que estaban arriba? ¿Quién elige a esos funcionarios? ¿No son de carrera o son de carrera?

—Primero los nombra el gobierno, al administrador federal, en este caso a la señora Misrahi la nombra el administrador federal y ella designa después. Puede designar personal de afuera, puede designar personal de adentro, con capacidad y conocimiento de lo que tienen que llevar adelante, pero evidentemente están fuera de convenio. Esos salarios la verdad que los tienen que explicar ellos. Nosotros podemos explicar los de los demás 20 mil trabajadores que están en las escalas de los dos convenios, tanto de la aduana como los nuestros, y nada tienen que ver con esos sueldos millonarios. Sí están acorde a lo que cobran los trabajadores de la actividad tributaria. Esto es como cuando cuestionan a por qué gana tanto un piloto de avión. Bueno, quizás se lleva 500 vidas en sus manos y es una tarea súper profesional. Nosotros decimos que un inspector que va a fiscalizar a las grandes corporaciones, a empresas que se dedican a la evasión fiscal, desde el crimen organizado incluso, porque las maniobras de lavado de dinero y todo, digamos, hay corporaciones que tienen estudios contables enteros, sin embargo nuestros trabajadores van solo con su alma y los fiscalizan. Preparar un trabajador de esa naturaleza cuesta mucho y la firma de esos compañeros cuesta mucho. Entonces, tiene que estar pagada acorde. Yo imagino que nadie quiere que un trabajador que va a fiscalizar en las grandes corporaciones, salvo que tenga interés en la propia corporación, gane 600 mil pesos. Bueno, eso son la realidad de los salarios, que este año vienen congelados, que nos bajaron la alícuota de la apropiación. Lo demás es una desnaturalización de la información por parte del gobierno.

LCV: Lo que hay que decir es que hay un 70% de la población de los trabajadores de AFIP que son calificados. El promedio de un sueldo está en el millón y pico hasta más arriba de acuerdo a las escalas.

—El promedio de la planta, dentro de todas las escalas de los convenios, son 3 millones y medio.

LCV: Entre el mayor y el más grande.

—Claro. Son pocos los más que están más altos y muchos los que están más abajo. Quizás alguien que escucha dice bueno, es un buen salario, pero por las manos de nuestros trabajadores pasan millones de pesos y la verdad las administraciones tributarias del mundo tienen esta calificación..

LCV: ¿Solamente trabajan el tema de recaudación, inspección o cuáles otras son las tareas que tienen que llevar a cabo AFIP?

—La AFIP es un organismo complejo que trabaja muchísimos temas. Nosotros, de hecho, le recaudamos a las provincias, le damos servicio a las provincias, a los municipios, trabaja toda la cuestión de convenios internacionales. Esto no es simplemente un trabajo administrativo. Acá hay mucha complejidad en el organismo tributario. Y lo que decías vos al principio, los tributos los definen por ley en el Congreso. Nosotros solamente llevamos la tarea de llevar adelante las leyes que se producen en el Congreso. Porque acá hay una confusión en este festejo de que van a pagar menos, quizás pagan menos los que más tienen, porque lo que están haciendo es relajar los controles que deberían estar justamente siempre a la mayor eficiencia posible.

LCV: Se están llevando a cabo medidas como, por ejemplo, el paro informático que es de 10 a 12. ¿Qué significa y cómo se traduce esto en las distintas fuentes que tienen que servir la AFIP en este paro de 2 horas?

—2 horas fueron miércoles, jueves y viernes la semana pasada. Hoy y mañana son 4 horas, y el miércoles va a ser paro general de 24 horas. La medida de fuerza es parcial, incluye un apagón informático, que como el organismo está altamente informatizado, obviamente la gran mayoría tiene una computadora para procesar datos, para llevar adelante su tarea. Bueno, obviamente si el trabajador apaga su computadora, todo el trabajo empieza a ralentizarse, desde los menos complejos a los más complejos. La AFIP realiza la recaudación de IVA, ganancia, a de obras sociales, la de las jubilaciones; acá hay una cuestión que aparte es la transmisión online de mucho dinero a las cuentas de los servicios que recaudamos. Esto empieza a resentirse dentro del organismo.

LCV: El de 24 horas me impresiona porque son 24 horas sin recaudación en todo el país.

—Después los anuncios del vocero presidencial, que salieron incluso en un comunicado oficial de presidencia, tenemos más de 3100 desvinculaciones con una estigmatización política por haber entrado en un gobierno determinado, en el anterior. La verdad que acá entra personal en todos los gobiernos. Esta locura de perseguir políticamente, registrar, aunque piensan todos de una manera políticamente, primero que nosotros nos consta que no es así, pero después es una locura estigmatizar a un trabajador porque entró en un periodo de gobierno. Vuelvo a decir, en el periodo de Macri entraron 2100 trabajadores y siguen trabajando. ¿Qué debería haber pasado? ¿Debería haber venido el otro gobierno y los debería haber echado? Formar un profesional cuesta muchísimos años, no es que entran con el saber de la facultad y están listos para enfrentar los grandes estudios. La verdad es que se van formando con los propios trabajadores de adentro. Hoy se están jubilando muchos trabajadores que no van a poder transmitir su conocimiento. Este déficit que hubo, y sobre todo lo hubo en la pandemia, que es donde menos personal ingresó, obviamente que se cuestiona que después hubo un ingreso mayoritario. La verdad que fue una recuperación que hizo el organismo de una planta estable que se viene manteniendo muchos años.

LCV: ¿Y hay menos ahora trabajadores que en el 2019?

—Sí, somos menos que en el año 2019.

LCV: ¿En qué consiste el ARCA de Noé que armaron? ¿Es algo diferente a AFIP? ¿A ustedes alguien les informó de qué se trata? ¿Hay un proyecto, una idea?

—Este anuncio que hizo el gobierno fue el lunes anterior, obviamente nuestra reacción fue inmediata, hicimos asambleas generales, tanto en la sede de la aduana en Azopardo como en la AFIP central y en todas las regionales del país. Los gremios obviamente de las asambleas determinaron iniciar medidas de fuerza que fueron parciales, paros de 2 horas, porque sólo estaban los anuncios. ¿Qué pasó el viernes? Cuatro días después salen los decretos, pero los decretos solo nombran a las autoridades que continúan, a la señora Misrahi y a los nuevos directores de DGI y DGA, dan una serie de considerandos y le dan la potestad para que en 60 días saquen una nueva reestructura. Ese viernes le pedimos una reunión con urgencia, la administradora evaluó que no era urgente que nos reunamos, tuvimos una reunión hoy. Sin embargo, hoy no tenemos detalles. Hace 10 meses que están en el organismo y no puede darnos detalle de cómo cree que va a funcionar la AFIP. Evidentemente, es un gobierno, particularmente por lo que nos toca a nosotros, que quiere gobernar con todas las decisiones en forma unilateral, sin consultas, aunque esto le afecte a los trabajadores. A ellos les gustará o no, pero los sindicatos son instituciones de la democracia y a ellos los eligió el pueblo argentino, nosotros los reconocemos, pero a nosotros nos eligieron los trabajadores para defender sus intereses.

LCV: Incluso entre los mismos trabajadores de AFIP debe haber votantes de Milei que se deben estar tropezando ahora con esta historia que no imaginaron, supongo yo, en ningún momento.

—Esto corre por mí, personal, pero yo creo que no solo en la AFIP, en todas las actividades, la gente tiende a disociar lo que piensa en la política y lo que le pasa en el mundo laboral, cree que van por separado. Sin embargo después se encuentran con esta realidad. Nosotros desde que escuchamos la campaña de Milei, cuando decía que iba a destruir el Estado, que iba a hacer la reforma laboral, cuando hacía esos discursos donde decía que cobrar impuestos era un delito y que los fugadores eran héroes, eran todos mensajes que nosotros tuvimos una posición política en defensa del Estado, en los derechos laborales y de nuestra actividad, la actividad tributaria, fiscal, porque nosotros creemos en otra cosa. Bueno, los resultados fueron los que fueron. Y hoy muchos de los que están sufriendo las consecuencias de la política, como decís vos, seguramente han votado en la política algo que creen que no le va a tener una consecuencia en su realidad laboral inmediata.

LCV: Hay una gran disociación. Los sindicatos son malos per se, son gente mala per se, pero hoy necesito del sindicato, porque si no, ¿quién sale a pelear la mía?

—Es que pasaba una cosa ya en aquellos momentos de campaña, cuando le preguntaban a la gente ¿Vas a votar a un candidato que dice que va a destruir el Estado? Y mucha gente decía bueno, no, en realidad yo le voto por otra cosa, pero eso no se lo van a dejar hacer. ¿A quién se refería la gente cuando decía no se lo van a dejar hacer?

LCV: En este momento, la enorme orfandad que tiene la parte del pueblo argentino que no votó a Milei es no saber de qué se agarra. La única cosa sólida que le queda a su alrededor, con todas las discusiones que puedan tener, es el sindicato al que pertenece. ¿Está haciendo un trabajo de cirujano Milei con respecto al tema este de la ausencia de oposición? ¿Ha logrado romper todos los diques o crees que hay una manera de salir?

—Creo que el gobierno de Milei, en su conjunto, desprecia el sistema que representamos los sindicatos porque está totalmente opuesto a lo que plantean ellos, a una economía de mercado en estado puro, con especulación financiera. Obviamente nosotros somos una barrera para llevar eso adelante. Nosotros creemos en una cosa más armónica, en que todos los actores de la sociedad nos pongamos de acuerdo y que equilibre el Estado para llevar adelante un desarrollo con algunas cuestiones donde primen la solidaridad y que los que más tienen, puedan, por ejemplo en el tema fiscal, aportar más que el que menos tiene. La verdad es que la política en general, todos tenemos que hacer una autocrítica porque llegamos a un esquema demasiado extremo del cansancio, de la política, del descreimiento y nosotros en este esquema, te lo digo como un compañero, un secretario general que está centrado en el consejo directivo CGT, la verdad es que nosotros creemos que hay que sostener la unidad, pero bueno, cada vez se hace más difícil. Hay organizaciones que creen que hay que dialogar y hay otras que creemos que vamos a dialogar con los que no quieren dialogar y con los que desprecian lo que representamos finalmente, porque acá no hay ningún ámbito genuino para llevar adelante estas discusiones.

LCV: Igual queda claro que lo que estás diciendo es en la política y que si al sindicato lo llaman a seguir negociando, va a seguir negociando porque esa es tu representatividad. Pero lo real es que una cosa es sentarse dispuesto a ceder y otra cosa es sentarse a defender intereses.

—Obviamente que nosotros esperamos una mesa de diálogo porque nosotros necesitamos soluciones concretas para nuestros trabajadores. Nosotros hoy estamos enfocados en defender las 3 mil y pico de fuentes de trabajo, que en realidad es un mensaje de gobierno, en realidad queremos garantizar las 20 mil.

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El voto castigo y la emancipación del peronismo: entrevista a Pablo Touzon

En diálogo con La Columna Vertebral-Historias de Trabajadores, el politólogo, director de Panamá Revista y codirector de la consultora Escenarios, Pablo Touzon, analizó la última jornada electoral del 7 de septiembre en la provincia de Buenos Aires y los resultados que sorprendieron al oficialismo nacional y a las encuestadoras. Habló sobre la economía cotidiana, el voto castigo, el rol de Cristina Kirchner, la crisis del oficialismo y la perspectiva de futuro para el peronismo.

LCV: “¿Cómo viviste la jornada de ayer? ¿Fue todo una gran sorpresa? ¿Te sorprendiste como todos los demás encuestadores? ¿Qué grado de sorpresa hubo? ¿Solamente en el número o también en qué lectura de acuerdo a los focus que estuviste haciendo en los últimos días?”

Pablo Touzon: “Lo que me sorprendió, como al resto de los colegas, fue sobre todo el número, la amplitud. Que el peronismo ganara por algunos puntos ya estaba presente en las últimas semanas, amplificado por el quilombo de las coimas. Lo que me sorprendió fue cómo el peronismo volvió a ser una herramienta de castigo. En los últimos años las mayorías se armaban castigando al peronismo, desde Juntos hasta La Libertad Avanza, con Cristina Kirchner como eje ordenador. Esta vez no hubo un voto castigo contra el peronismo, sino a favor de usarlo como canal de descontento. No creo que hayan aparecido kirchneristas de un día para otro: se respondió a un malestar microeconómico, a la economía del bolsillo de casa. Si bien hubo validación de la baja de la inflación en 2024, desde el triunfo de Adorni hasta acá el gobierno acumuló equivocaciones. El salario no alcanza, la bronca contra el maltrato a jubilados y empleados públicos, el ajuste, todo eso configuró una tormenta perfecta. El menemismo también tuvo corrupción, pero en un contexto de auge. Acá se sumó corrupción con crisis. La apuesta oficialista fue Cristina, pero ella no compitió, lo cual favoreció al peronismo para construir otro relato. Lo de San José 1111 fue patético: soberbia y egoísmo. El peronismo, en cambio, mostró lo que llamo una desobediencia constructiva: no hizo campaña por ‘Cristina Libre’, sino que se emancipó de esa tutela. Es un principio de emancipación del peronismo bonaerense. Como Milei fue una herramienta del pueblo para terminar un orden, ahora el peronismo puede empezar algo nuevo. No es un perdón total al Frente de Todos, pero sí un puntapié.”

LCV: “Durante mucho tiempo la calle definió las protestas en términos de violencia. ¿Hoy ves otra forma de protesta, como lo que pasó ayer en las urnas?”

Pablo Touzon: “Sí. La desaparición de los piquetes en 2024 estuvo bien ponderada, incluso por los pobres. El peronismo tendrá que decidir si empieza un sendero de reforma para entender qué no funcionó del Frente de Todos. En general se vuelve más rebelde cuanto más lejos está del poder. Hoy, con la validación popular en la provincia de Buenos Aires, no puede desertar otra vez. Tiene que decidir qué hacer con la economía. No basta con resistir. Tal vez sea más fácil construir una alternativa cuando el espejo del mal gobierno es tan claro. No digo volver al peronismo del 45, pero sí a una política más humana y profesional. La gente votó profesionales: se cansó de experimentos y de personajes exóticos. Eligió a quienes podían hacerse cargo de la seguridad, de la economía y de los derechos. Frente a improvisación, optó por oficio. El gran agujero del peronismo sigue siendo la economía: no puede repetir errores. No se trata de planes y contención, sino de poner la industria en marcha. Ese es el principal desafío. El gobierno de Adorni quedó sin aliados y subsumido en un PRO que perdió. El peronismo tiene que aprovechar la expectativa, como lo reflejó Nacho Ramírez en su discurso junto a Kicillof. La gente siente que ‘se puede’. En cambio, el gobierno solo propone una mesa política con los mismos mariscales de la derrota, sin gobernadores, lo cual muestra más encierro que apertura.”

LCV: “Ayer corría la versión de que Macri no había mandado fiscales del PRO. ¿Creés que pudo haber hecho eso?”

Pablo Touzon: “Podría ser, pero no creo que tenga tanto poder. Lo que sí es claro es que el PRO ya no existe como estructura: se subsumió en algo que perdió. El error de Macri fue postular a su primo en la Ciudad: se quedó sin territorio. El gobierno quedó sin proyección política. Por eso hoy no hay figuras de peso: Jorge Macri está callado, Vidal también. El PRO se apagó. Al final todo se reduce a memes, a frivolidad política. Pero la payasada se terminó y el gobierno tiene que seguir.”

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Juan Carlos Schmid: “El desafío es transformar la bronca en una alternativa”

En diálogo con La Columna Vertebral – Historias de Trabajadores, el secretario general del Sindicato de Dragado y Balizamiento y de la CATT, Juan Carlos Schmid, analizó el escenario político posterior a las elecciones, los desafíos del peronismo y el sindicalismo, y la necesidad de construir una alternativa que supere la bronca social. También se refirió a los problemas estructurales de la Argentina, como las jubilaciones, la educación, los cambios en el mundo del trabajo y el rol de los sindicatos frente a las transformaciones tecnológicas.

LCV: “¿Cómo estamos en esta jornada posterior a lo que fueron las elecciones de ayer?”
Juan Carlos Schmid: “Hemos registrado una nueva jornada electoral donde se expresó el pueblo argentino. Habrá que ver de acá en adelante cómo nos organizamos para desplazar definitivamente a este gobierno del escenario nacional.”

LCV: “¿Cuál es el escenario que ves de posibilidades? ¿Esto fue un voto castigo circunstancial o puede abrirse un espacio para que el peronismo, el sindicalismo y las distintas fuerzas sociales construyan una alternativa?”
Schmid: “Tanto en el gobierno nacional como en el kirchnerismo, las peleas internas continúan y no sabemos si podremos conformar esa fuerza necesaria. El desafío es transformar la bronca y el rechazo en una propuesta alternativa. Ese es el gran desafío de la oposición: construir una alternativa que nos saque para adelante, que hable del futuro y que haga que los actores políticos jueguen un papel clave para salir del laberinto en el que está la Argentina.”

LCV: “¿Creés que nuestros dirigentes están a la altura de lo que expresa el voto popular?”
Schmid: “La dirigencia política se ha debatido en la incapacidad de encontrar fórmulas superadoras. El experimento de Milei expresa de alguna manera todo eso.”

LCV: “¿Y entonces, cómo seguimos?”
Schmid: “Buscando dentro del escenario nacional a quienes comprendan que la política es servicio al bien común, al interés general y no un ejercicio de poder infinito. Los actores políticos han perdido hace mucho tiempo el sentido de trascendencia de esta función pública. El político debe ser un servidor de lo público.”

LCV: “¿Habrá reuniones de la CGT, de la CAT y de las dirigencias gremiales para aprovechar este nuevo escenario y retomar los reclamos laborales?”
Schmid: “Una cosa es el reclamo sindical y otra los problemas que debe resolver la política. Hay reclamos que exceden el proceso electoral, que atravesaron gobiernos nacionales y populares, y que también persisten en la etapa de Milei. Son problemas profundos de la economía y de la sociedad que la política no ha resuelto y que requieren una síntesis difícil de alcanzar. Por supuesto que debemos redoblar nuestros reclamos, pero también encontrar el equilibrio exacto del menú.”

LCV: “Lo que planteás requiere paciencia, estrategia y manejar el cansancio social en un contexto de transformaciones en el mundo del trabajo. ¿Cómo se ubican los sindicatos frente a las innovaciones tecnológicas y los nuevos métodos de producción?”
Schmid: “Los reclamos no son homogéneos. El tema jubilatorio, por ejemplo, atraviesa todo el período democrático y aún no se resolvió. Que tengamos jubilados con ingresos tan bajos habla mal de una sociedad que se dice civilizada. Si queremos seguridad social, los recursos no pueden salir solo del trabajo: se necesitan aportes de otros sectores. Eso requiere construir poder social y que la política encuentre fórmulas de respuesta. En los últimos 50 años la tasa de reposición jubilatoria nunca superó el 50 o 60% del salario en actividad, lo que es una debacle. La otra cuestión central es la educación: hubo gobiernos que aumentaron el presupuesto, pero la educación no mejoró. Tenemos una declinación y es un problema social que también involucra a los sindicatos.”

LCV: “Lo que ocurrió en las elecciones también frena, al menos por ahora, la reforma laboral y jubilatoria. ¿Cómo sigue la pelea?”
Schmid: “Está bien que se rechazara, pero las formas de producción siguen ahí: aplicaciones digitales, inteligencia artificial y nuevas dinámicas de trabajo que van a complejizar el futuro. Debemos discutirlo con inteligencia, con debate de carne y hueso, no artificial.”

LCV: “Te felicitamos porque acabás de ser reelegido.”
Schmid: “Sí, el viernes fui reelegido al frente de la FEPINRA. El Congreso se realizará el 6 de octubre.”

LCV: “Esto también es importante porque pone en debate no solo la situación de los trabajadores, sino la de los puertos, el negocio portuario y la cuestión ecológica.”

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Francisco Martínez: “En Textiles Pigüé nadie se queda afuera”

En el sudoeste de la provincia de Buenos Aires, donde alguna vez funcionó la ex-Gatic, hoy late la vida de la cooperativa Textil Pigüé, una empresa recuperada que reúne a más de 170 trabajadores y trabajadoras. Nacida en 2003 tras el cierre y desalojo de la antigua planta, Textil Pigüé se convirtió en un emblema de autogestión obrera, sosteniendo puestos de trabajo y construyendo comunidad en medio de las crisis económicas que atraviesa el país. Francisco Martínez, su presidente, repasa el presente de la fábrica, los desafíos de la industria textil y el valor de las políticas públicas para fortalecer la economía cooperativa.

LCV: “Francisco, contanos un poco. Ustedes son un lugar de lucha desde 2003, dando un ejemplo de autogestión y recuperando puestos de trabajo. Hoy, con la debacle de la industria textil en Argentina y la competencia desleal de los importadores chinos, ¿cómo están trabajando?”
Francisco Martínez: “Se trabaja con muchísima preocupación, a déficit desde que asumió el gobierno de Javier Milei. Pero en estos 21 años ya vivimos otras crisis. Supimos encarar una fábrica de 25.000 metros cubiertos dedicada a la industria textil, símbolo de lo que fue Gatic. Siempre sostuvimos que ni el mercado ni los gobiernos deciden la suerte de un trabajador: quienes estuvimos desocupados sabemos lo que significa la fragmentación social y familiar. Por eso preferimos que, aunque baje la producción como pasó con Macri —cuando aumentaron un 3000% las tarifas y quedamos con cinco quincenas atrasadas— o como ahora, que bajamos de 180 toneladas a 70, estemos todos adentro. Eso implica trabajar a déficit, pero con horarios, responsabilidades, asistencia social, salud, nutrición y educación. Hoy incluso escrituramos lotes para viviendas familiares. El contexto es duro, pero confiamos en salir adelante gracias a la militancia de trabajadores y trabajadoras. Nosotros no somos patrones ni dueños, somos socios, y aunque competimos en un mercado golpeado, contamos con una estructura sólida. La escrituración de la fábrica en 2014 nos convirtió en sujetos de crédito, algo que pocas recuperadas tienen, y eso nos da mejores condiciones para sostener la producción.”

LCV: “Francisco, es alentador escucharte. Me gustaría que nos hicieras una pintura de qué pasó ayer para ustedes, para el sector cooperativista. ¿Cómo fue la jornada y el cierre, cuando se dieron cuenta de que la provincia se pintaba de azul?”
Francisco Martínez: “Con mucha alegría. Hemos trabajado con políticas públicas concretas de la provincia: escrituración de la planta, de 200 lotes, espacios de primera infancia, huerta, invernadero, urbanización del barrio, infraestructura y una subdelegación del Ministerio de Trabajo en Pigüé para evitar que la gente viaje 50 km a Coronel Suárez. Cada ministerio aportó herramientas y eso nos dio una alegría enorme. La única congoja es que la sexta sección electoral, donde está Pigüé, es difícil para el peronismo y nunca se gana. También sufrió Blanca, cabecera del distrito.”

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