Entrevistas
Pablo Flores: Cerrar la AFIP es como darle ‘zona liberada’ a los evasores
El Secretario General del sindicato que reúne a los trabajadores de la AFIP pasó este lunes por La Columna Vertebral, horas antes de que se decretara la conciliación obligatoria para que cese el plan de lucha de ‘apagones informativos’ y no puedan participar del paro de 24 horas del miércoles. “La verdad es que cuesta pensar cómo actúa y por qué actúa el gobierno. Sabemos que no es de la política tradicional. Es muy difícil pensarlo en esos términos. Un gobierno que necesita dinero y que plantea el déficit cero, tiene un plan económico en el que la recaudación viene cayendo por la caída de la actividad y con esto conmociona al organismo que está prácticamente en una parálisis, más allá de la medida que tomamos los gremios”, explica Pablo Flores, Secretario General de la AEFIP, quien no sale de su asombro ¿Qué busca el gobierno? “Nosotros desde que escuchamos la campaña de Milei, cuando decía que iba a destruir el Estado, que iba a hacer la reforma laboral, cuando hacía esos discursos donde decía que cobrar impuestos era un delito y que los fugadores eran héroes, eran todos mensajes que nosotros tuvimos una posición política en defensa del Estado, en los derechos laborales y de nuestra actividad, la actividad tributaria, fiscal, porque nosotros creemos en otra cosa.” Desmiente las cifras siderales sobre los sueldos de los empleados del organismo: “el promedio entre los pocos sueldos altos y la mayoría de la trabajadores es de 3 millones”. En este momento hay más de 3.000 trabajadores desvinculados. Flores denuncia una persecución política, y aclara que hay menos trabajadores en el 2024 que el el 2019. “La verdad que acá entra personal en todos los gobiernos. Esta locura de perseguir políticamente. En el periodo de Macri entraron 2100 trabajadores y siguen trabajando. ¿Qué debería haber pasado? ¿Debería haber venido el otro gobierno y los debería haber echado? Formar un profesional cuesta muchísimos años, no es que entran con el saber de la facultad y están listos para enfrentar los grandes estudios. La verdad es que se van formando con los propios trabajadores de adentro. Hoy se están jubilando muchos trabajadores que no van a poder transmitir su conocimiento.”
Escuchá la entrevista completa realizada por Nora Anchart el 28 de octubre de 2024
LCV: ¿Qué significa para el usuario y para el Estado Nacional un deficiente organismo en el marco tributario?
—En principio, nosotros decimos que esta disolución de la AFIP y este desmantelamiento que proponen es un premio a los evasores la verdad, porque no tenemos detalle de cómo va a ser el próximo ente recaudador. Lo que venimos planteando es que esto es similar a que si el gobierno retira a la policía de las calles, es zona liberada. Bueno, esto es lo mismo. Si la AFIP tiene menos poder de fiscalización, va a tener menor poder de recaudación. No se van a poder brindar los servicios que se brindan, todo lo que sostiene el Estado, lo sostiene con la recaudación nacional. La verdad es que cuesta pensar cómo actúa y por qué actúa el gobierno. Sabemos que no es de la política tradicional, es muy difícil pensarlo en los términos de ello. Un gobierno que necesita dinero y que plantea el déficit cero, viene con un plan económico que la recaudación viene cayendo por la caída de la actividad y con esto conmociona al organismo que está prácticamente en una parálisis, más allá de la medida que tomamos los gremios.
LCV: ¿Quiénes son estos 21 funcionarios que estaban arriba? ¿Quién elige a esos funcionarios? ¿No son de carrera o son de carrera?
—Primero los nombra el gobierno, al administrador federal, en este caso a la señora Misrahi la nombra el administrador federal y ella designa después. Puede designar personal de afuera, puede designar personal de adentro, con capacidad y conocimiento de lo que tienen que llevar adelante, pero evidentemente están fuera de convenio. Esos salarios la verdad que los tienen que explicar ellos. Nosotros podemos explicar los de los demás 20 mil trabajadores que están en las escalas de los dos convenios, tanto de la aduana como los nuestros, y nada tienen que ver con esos sueldos millonarios. Sí están acorde a lo que cobran los trabajadores de la actividad tributaria. Esto es como cuando cuestionan a por qué gana tanto un piloto de avión. Bueno, quizás se lleva 500 vidas en sus manos y es una tarea súper profesional. Nosotros decimos que un inspector que va a fiscalizar a las grandes corporaciones, a empresas que se dedican a la evasión fiscal, desde el crimen organizado incluso, porque las maniobras de lavado de dinero y todo, digamos, hay corporaciones que tienen estudios contables enteros, sin embargo nuestros trabajadores van solo con su alma y los fiscalizan. Preparar un trabajador de esa naturaleza cuesta mucho y la firma de esos compañeros cuesta mucho. Entonces, tiene que estar pagada acorde. Yo imagino que nadie quiere que un trabajador que va a fiscalizar en las grandes corporaciones, salvo que tenga interés en la propia corporación, gane 600 mil pesos. Bueno, eso son la realidad de los salarios, que este año vienen congelados, que nos bajaron la alícuota de la apropiación. Lo demás es una desnaturalización de la información por parte del gobierno.
LCV: Lo que hay que decir es que hay un 70% de la población de los trabajadores de AFIP que son calificados. El promedio de un sueldo está en el millón y pico hasta más arriba de acuerdo a las escalas.
—El promedio de la planta, dentro de todas las escalas de los convenios, son 3 millones y medio.
LCV: Entre el mayor y el más grande.
—Claro. Son pocos los más que están más altos y muchos los que están más abajo. Quizás alguien que escucha dice bueno, es un buen salario, pero por las manos de nuestros trabajadores pasan millones de pesos y la verdad las administraciones tributarias del mundo tienen esta calificación..
LCV: ¿Solamente trabajan el tema de recaudación, inspección o cuáles otras son las tareas que tienen que llevar a cabo AFIP?
—La AFIP es un organismo complejo que trabaja muchísimos temas. Nosotros, de hecho, le recaudamos a las provincias, le damos servicio a las provincias, a los municipios, trabaja toda la cuestión de convenios internacionales. Esto no es simplemente un trabajo administrativo. Acá hay mucha complejidad en el organismo tributario. Y lo que decías vos al principio, los tributos los definen por ley en el Congreso. Nosotros solamente llevamos la tarea de llevar adelante las leyes que se producen en el Congreso. Porque acá hay una confusión en este festejo de que van a pagar menos, quizás pagan menos los que más tienen, porque lo que están haciendo es relajar los controles que deberían estar justamente siempre a la mayor eficiencia posible.
LCV: Se están llevando a cabo medidas como, por ejemplo, el paro informático que es de 10 a 12. ¿Qué significa y cómo se traduce esto en las distintas fuentes que tienen que servir la AFIP en este paro de 2 horas?
—2 horas fueron miércoles, jueves y viernes la semana pasada. Hoy y mañana son 4 horas, y el miércoles va a ser paro general de 24 horas. La medida de fuerza es parcial, incluye un apagón informático, que como el organismo está altamente informatizado, obviamente la gran mayoría tiene una computadora para procesar datos, para llevar adelante su tarea. Bueno, obviamente si el trabajador apaga su computadora, todo el trabajo empieza a ralentizarse, desde los menos complejos a los más complejos. La AFIP realiza la recaudación de IVA, ganancia, a de obras sociales, la de las jubilaciones; acá hay una cuestión que aparte es la transmisión online de mucho dinero a las cuentas de los servicios que recaudamos. Esto empieza a resentirse dentro del organismo.
LCV: El de 24 horas me impresiona porque son 24 horas sin recaudación en todo el país.
—Después los anuncios del vocero presidencial, que salieron incluso en un comunicado oficial de presidencia, tenemos más de 3100 desvinculaciones con una estigmatización política por haber entrado en un gobierno determinado, en el anterior. La verdad que acá entra personal en todos los gobiernos. Esta locura de perseguir políticamente, registrar, aunque piensan todos de una manera políticamente, primero que nosotros nos consta que no es así, pero después es una locura estigmatizar a un trabajador porque entró en un periodo de gobierno. Vuelvo a decir, en el periodo de Macri entraron 2100 trabajadores y siguen trabajando. ¿Qué debería haber pasado? ¿Debería haber venido el otro gobierno y los debería haber echado? Formar un profesional cuesta muchísimos años, no es que entran con el saber de la facultad y están listos para enfrentar los grandes estudios. La verdad es que se van formando con los propios trabajadores de adentro. Hoy se están jubilando muchos trabajadores que no van a poder transmitir su conocimiento. Este déficit que hubo, y sobre todo lo hubo en la pandemia, que es donde menos personal ingresó, obviamente que se cuestiona que después hubo un ingreso mayoritario. La verdad que fue una recuperación que hizo el organismo de una planta estable que se viene manteniendo muchos años.
LCV: ¿Y hay menos ahora trabajadores que en el 2019?
—Sí, somos menos que en el año 2019.
LCV: ¿En qué consiste el ARCA de Noé que armaron? ¿Es algo diferente a AFIP? ¿A ustedes alguien les informó de qué se trata? ¿Hay un proyecto, una idea?
—Este anuncio que hizo el gobierno fue el lunes anterior, obviamente nuestra reacción fue inmediata, hicimos asambleas generales, tanto en la sede de la aduana en Azopardo como en la AFIP central y en todas las regionales del país. Los gremios obviamente de las asambleas determinaron iniciar medidas de fuerza que fueron parciales, paros de 2 horas, porque sólo estaban los anuncios. ¿Qué pasó el viernes? Cuatro días después salen los decretos, pero los decretos solo nombran a las autoridades que continúan, a la señora Misrahi y a los nuevos directores de DGI y DGA, dan una serie de considerandos y le dan la potestad para que en 60 días saquen una nueva reestructura. Ese viernes le pedimos una reunión con urgencia, la administradora evaluó que no era urgente que nos reunamos, tuvimos una reunión hoy. Sin embargo, hoy no tenemos detalles. Hace 10 meses que están en el organismo y no puede darnos detalle de cómo cree que va a funcionar la AFIP. Evidentemente, es un gobierno, particularmente por lo que nos toca a nosotros, que quiere gobernar con todas las decisiones en forma unilateral, sin consultas, aunque esto le afecte a los trabajadores. A ellos les gustará o no, pero los sindicatos son instituciones de la democracia y a ellos los eligió el pueblo argentino, nosotros los reconocemos, pero a nosotros nos eligieron los trabajadores para defender sus intereses.
LCV: Incluso entre los mismos trabajadores de AFIP debe haber votantes de Milei que se deben estar tropezando ahora con esta historia que no imaginaron, supongo yo, en ningún momento.
—Esto corre por mí, personal, pero yo creo que no solo en la AFIP, en todas las actividades, la gente tiende a disociar lo que piensa en la política y lo que le pasa en el mundo laboral, cree que van por separado. Sin embargo después se encuentran con esta realidad. Nosotros desde que escuchamos la campaña de Milei, cuando decía que iba a destruir el Estado, que iba a hacer la reforma laboral, cuando hacía esos discursos donde decía que cobrar impuestos era un delito y que los fugadores eran héroes, eran todos mensajes que nosotros tuvimos una posición política en defensa del Estado, en los derechos laborales y de nuestra actividad, la actividad tributaria, fiscal, porque nosotros creemos en otra cosa. Bueno, los resultados fueron los que fueron. Y hoy muchos de los que están sufriendo las consecuencias de la política, como decís vos, seguramente han votado en la política algo que creen que no le va a tener una consecuencia en su realidad laboral inmediata.
LCV: Hay una gran disociación. Los sindicatos son malos per se, son gente mala per se, pero hoy necesito del sindicato, porque si no, ¿quién sale a pelear la mía?
—Es que pasaba una cosa ya en aquellos momentos de campaña, cuando le preguntaban a la gente ¿Vas a votar a un candidato que dice que va a destruir el Estado? Y mucha gente decía bueno, no, en realidad yo le voto por otra cosa, pero eso no se lo van a dejar hacer. ¿A quién se refería la gente cuando decía no se lo van a dejar hacer?
LCV: En este momento, la enorme orfandad que tiene la parte del pueblo argentino que no votó a Milei es no saber de qué se agarra. La única cosa sólida que le queda a su alrededor, con todas las discusiones que puedan tener, es el sindicato al que pertenece. ¿Está haciendo un trabajo de cirujano Milei con respecto al tema este de la ausencia de oposición? ¿Ha logrado romper todos los diques o crees que hay una manera de salir?
—Creo que el gobierno de Milei, en su conjunto, desprecia el sistema que representamos los sindicatos porque está totalmente opuesto a lo que plantean ellos, a una economía de mercado en estado puro, con especulación financiera. Obviamente nosotros somos una barrera para llevar eso adelante. Nosotros creemos en una cosa más armónica, en que todos los actores de la sociedad nos pongamos de acuerdo y que equilibre el Estado para llevar adelante un desarrollo con algunas cuestiones donde primen la solidaridad y que los que más tienen, puedan, por ejemplo en el tema fiscal, aportar más que el que menos tiene. La verdad es que la política en general, todos tenemos que hacer una autocrítica porque llegamos a un esquema demasiado extremo del cansancio, de la política, del descreimiento y nosotros en este esquema, te lo digo como un compañero, un secretario general que está centrado en el consejo directivo CGT, la verdad es que nosotros creemos que hay que sostener la unidad, pero bueno, cada vez se hace más difícil. Hay organizaciones que creen que hay que dialogar y hay otras que creemos que vamos a dialogar con los que no quieren dialogar y con los que desprecian lo que representamos finalmente, porque acá no hay ningún ámbito genuino para llevar adelante estas discusiones.
LCV: Igual queda claro que lo que estás diciendo es en la política y que si al sindicato lo llaman a seguir negociando, va a seguir negociando porque esa es tu representatividad. Pero lo real es que una cosa es sentarse dispuesto a ceder y otra cosa es sentarse a defender intereses.
—Obviamente que nosotros esperamos una mesa de diálogo porque nosotros necesitamos soluciones concretas para nuestros trabajadores. Nosotros hoy estamos enfocados en defender las 3 mil y pico de fuentes de trabajo, que en realidad es un mensaje de gobierno, en realidad queremos garantizar las 20 mil.
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Luis Lázaro: “Atacar el Estatuto del Periodista es atacar el derecho de la sociedad a informarse”
En el contexto de la reforma laborale presentada por el gobierno nacional bajo la idea de “modernización”, distintos sectores del periodismo advierten sobre el impacto profundo que estas iniciativas tendrían no solo sobre las condiciones de trabajo, sino sobre la democracia misma. En diálogo con La Columna Vertebral, Luis Lázaro analiza el sentido histórico, político y democrático del Estatuto del Periodista, su vigencia frente a la precarización laboral y los riesgos que implica su derogación en un escenario atravesado por la concentración mediática, el avance de las plataformas digitales y la crisis del oficio.
LCV: Para empezar desde cero, ¿por qué fue necesario un estatuto especial para el periodismo y no simplemente las leyes generales de protección del trabajo?
Luis Lázaro: “Todas las normas existen para tutelar determinados derechos o intereses. Si me preguntás cuál es el bien jurídico principal que protege el Estatuto del Periodista, no te diría solamente el trabajo profesional, aunque también lo hace, sino fundamentalmente el derecho a la información de la sociedad. El periodista es el instrumento que tiene la sociedad para conocer la información. Lo que producimos con nuestro trabajo son noticias, datos, miradas sobre la realidad, y por eso esta cuestión afecta de manera directa a la democracia y a los valores democráticos, al punto de que no pueden separarse una cosa de la otra.”
LCV: ¿Por qué hablás de un ataque que va más allá del periodismo?
Luis Lázaro: “Coincido en que estamos frente a un ataque frontal no solo contra el periodismo, sino contra la cultura y la comunicación en general, que aparece de contrabando en una ley mal llamada de modernización. Es un intento de retroceder en el tiempo respecto de conquistas históricas de los trabajadores. Cuando se plantea la derogación de una ley como el Estatuto del Periodista mediante una fórmula técnica e incomprensible para el ciudadano común, también se está atacando a la democracia, porque se debilita uno de los pilares que garantizan el derecho social a la información.”
LCV: ¿Cuál es el origen histórico del Estatuto y qué contexto lo explica?
Luis Lázaro: “El Estatuto del Periodista es de 1946, es decir, del inicio del primer gobierno peronista. El propio Perón, al enviar el proyecto al Congreso, plantea que había empresarios de la información muy ricos y trabajadores que producían esa riqueza muy pobres. El estatuto surge para equilibrar esa relación y para proteger una actividad estratégica para la vida democrática.”
LCV: Durante años se entendió al estatuto como una defensa frente a la inestabilidad laboral. ¿Eso sigue vigente?
Luis Lázaro: “El trabajo periodístico es un trabajo lábil, con mucha rotación. Salvo en algunas grandes empresas, la norma era estar hoy y mañana no. Una de las primeras grandes violaciones al estatuto fue la figura de las ‘colaboraciones’, que convirtió al periodista de planta en alguien que iba a ofrecer notas como si vendiera medialunas, sin nunca llegar a la estabilidad. La violación del estatuto viene desde hace mucho tiempo, y distintos gobiernos intentaron avanzar contra él sin lograrlo.”
LCV: En términos concretos, ¿qué pierde un periodista sin estatuto?
Luis Lázaro: “Primero, la acreditación de la condición profesional. El estatuto permite demostrar que sos trabajador de prensa y, a partir de eso, acceder al derecho constitucional a la información pública. También garantiza el acceso a las fuentes, el secreto profesional, la estabilidad laboral necesaria para investigar y la protección contra el despido arbitrario, especialmente el despido ideológico. La indemnización agravada no es un privilegio, es un mecanismo para que la patronal sepa que despedir a un periodista por su trabajo tiene un costo.”
LCV: ¿Cómo impacta esto en el contexto actual de precarización y plataformas digitales?
Luis Lázaro: “Hoy el estatuto sigue funcionando como un dique de contención frente al avance de las patronales, incluso en un escenario más complejo atravesado por internet. Hay abundante jurisprudencia que reconoce derechos a periodistas que trabajan de forma remota o en medios digitales. Sin el estatuto, las empresas tendrían vía libre para la rotación, el mal pago, el desconocimiento de paritarias y la eliminación de cualquier organización interna.”
LCV: ¿Por qué insistís en que el ataque es también al sistema democrático?
Luis Lázaro: “Porque el producto del periodista abona al sistema democrático. Si sacás de la ecuación el trabajo profesional orientado a informar, dejás a la sociedad desprotegida frente al discurso del odio, la desinformación y la violencia simbólica. Hoy vemos empresarios que no informan, sino que construyen propaladoras de insultos y odio. No es casual que la justicia empiece a reconocer el rol político del discurso de odio en hechos gravísimos de nuestra historia reciente.”
LCV: ¿Cómo evaluás el deterioro actual de la profesión?
Luis Lázaro: “Hay un bastardeo del periodismo. A la precariedad se suma la pérdida de prestigio y de sentido social del oficio. Ver a periodistas de enorme trayectoria vendiendo tortas para sostener un fondo de huelga es una muestra brutal de esa degradación. Esto no empezó ahora, pero hoy se busca arrasar con todo: el estatuto, la ley de medios y las protecciones penales frente a injurias y calumnias.”
LCV: ¿Qué rol juega la formación y la conciencia de las nuevas generaciones?
Luis Lázaro: “Muchos jóvenes no saben qué están defendiendo cuando se habla del estatuto. Ahí hay un trabajo importante de los sindicatos y de la FATPren, pero es cierto que cuesta más comprender estos alcances en una época donde las grandes investigaciones parecen quedar atrás. Sin estabilidad, con sueldos de hambre, es muy difícil sostener un periodismo que repregunte, investigue y confronte al poder.”
LCV: Para cerrar, ¿qué cosas no son negociables en este debate?
Luis Lázaro: “Podemos discutir cambios en los modos de producción, en las tecnologías y en las formas de transmisión, pero hay cuestiones que no son negociables: la estabilidad laboral, la protección frente al despido injustificado, la acreditación profesional, el secreto de las fuentes y el acceso a la información. Eso es la base del periodismo. Quitar esas garantías no perjudica solo a los periodistas, perjudica a toda la sociedad.”
Entrevistas
Innovación, tecnología y cooperativismo: Cootech dijo presente en la Expo Cooperativa 2025
La cooperativa tecnológica Cootech participó por primera vez de la Expo Cooperativa 2025, realizada en el Teatro Argentino, donde presentó herramientas digitales orientadas al turismo, la gestión rural y la seguridad. En diálogo con La Columna Vertebral, Tatiana Aime detalló los productos exhibidos, el balance de la experiencia y destacó el fuerte perfil de género de la cooperativa.
LCV: La cooperativa estuvo presente, tuvo stand en la Expo Cooperativa 2025 del viernes pasado.
Tatiana Aime: “Sí, así es. Estuvimos en el Teatro Argentino donde se realizó la Expo Cooperativa 2025, la segunda edición, y esta fue la primera vez que nos presentamos mostrando algunos de nuestros productos.”
LCV: ¿Y cuáles son esos productos?
Tatiana Aime: “Los productos que llevamos al stand fueron tres en particular: uno es un software de digitalización de destinos turísticos que permite recorrer virtualmente zonas turísticas, como por ejemplo Berisso, Tapalqué y Carué, donde al ingresar a la página web de cada municipio se puede encontrar digitalizada toda su oferta turística.”
LCV: ¿Esto puede usarse desde el celular?
Tatiana Aime: “Sí, no es necesario ningún tipo de artefacto especial, con una computadora o un celular se puede visualizar perfectamente, lo que permite que cualquier persona que esté viajando por la provincia de Buenos Aires pueda consultar desde el teléfono qué hay para hacer en un destino determinado.”
LCV: Por ejemplo, si quiero ir un fin de semana largo a Carué, ¿la plataforma me muestra qué hay para hacer?
Tatiana Aime: “Exactamente, la página web te muestra los lugares turísticos y las actividades disponibles en Carué.”
LCV: ¿Cómo lo mostraron en el stand?, ¿era interactivo?
Tatiana Aime: “Sí, teníamos una pantalla donde se podía interactuar y recorrer los distintos lugares, y también presentamos realidad aumentada con visores, que permitían señalar y explorar los espacios de forma virtual.”
LCV: ¿Dijiste que presentaron más herramientas además de esta?
Tatiana Aime: “Sí, además presentamos dos herramientas más: una de gestión interna para campos y otra de seguridad rural que actualmente está siendo aplicada en el municipio de Salliqueló.”
LCV: Es la primera vez que participan en la Expo, ¿qué te pareció la experiencia y la interacción con la gente?
Tatiana Aime: “La experiencia fue muy buena, pudimos contactar a distintas cooperativas, charlar, mostrar lo que hacemos y tejer redes, que es algo fundamental dentro del cooperativismo.”
LCV: ¿Qué saldo dejó la Expo en términos de contactos y vínculos?
Tatiana Aime: “Pasaron muchas personas por el stand, pudimos mostrar nuestro trabajo y nos llevamos contactos con los que seguramente podremos hacer cosas a futuro, tanto con otras cooperativas como con usuarios directos.”
LCV: ¿Ustedes también desarrollan software a medida?
Tatiana Aime: “Sí, no solo hacemos los productos que mostramos en la Expo, sino que también desarrollamos software a medida según las necesidades de cada cliente, y este tipo de eventos permite vincularse directamente con quienes tienen una idea o una problemática concreta.”
LCV: Tatiana, sos muy joven, ¿cuántos años tenés?
Tatiana Aime: “Tengo 34 años.”
LCV: Quiero felicitarte porque es importante ver gente joven trabajando y construyendo estos proyectos colectivos.
Tatiana Aime: “Muchas gracias, y quiero destacar que Cotech está compuesta en un 90% por mujeres, algo que nos llena de orgullo, sobre todo teniendo en cuenta que desde el IPAC se viene planteando la equidad de género como un eje central para las cooperativas del próximo año.”
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Paro de controladores aéreos por salarios atrasados y despidos sin resolver
En diálogo con La Columna Vertebral, Julián Gaday, integrante de la comisión directiva y vocero de la Asociación Técnicos y Empleados de Protección y Seguridad a la Navegación Aérea (ATEPSA), explicó cuál es la función de los controladores aéreos, el nivel de responsabilidad que implica su trabajo, las condiciones salariales del sector y los motivos del conflicto que derivó en medidas de fuerza anunciadas a partir del 17 de diciembre.
LCV: ¿Qué es un controlador aéreo?
Julián Gaday (ATEPSA):“Los controladores aéreos somos las personas encargadas de guiar y separar a todos los aviones desde que ponen en marcha los motores hasta que aterrizan en destino: despegue, aterrizaje, ascenso y nivel de crucero. Controlamos básicamente todo el espacio aéreo argentino, incluidos aviones del Estado, militares y comerciales; todo lo que vuele tiene que comunicarse con nosotros. Si no trabajamos, no hay tránsito aéreo, por eso somos un servicio público esencial y se nos hace tan difícil llegar a medidas de fuerza.”
LCV: Quiero poner en valor la responsabilidad que tienen: si se equivocan en una ruta, puede haber consecuencias gravísimas.
Julián Gaday:“Por supuesto. En el centro de control de área de Ezeiza, donde trabajo, controlamos en una hora normal entre 25 y 35 vuelos, y en horas pico hasta 50 aviones por hora. Estamos hablando de miles de vidas que pasan por nuestras voces, nuestras decisiones y nuestras instrucciones, no solo en ruta sino desde que el avión empieza a subir. Básicamente tomamos decisiones para evitar, de manera fundamental, que los aviones se choquen.”
LCV: ¿Cómo es el trabajo en equipo para que un avión esté en vuelo?
Julián Gaday:“ATEPSA representa a todos los trabajadores de los servicios de navegación aérea. Todo comienza en las oficinas ARO, donde se recibe la documentación y el plan de vuelo que presentan los pilotos o las aerolíneas, con la ruta y toda la información necesaria. Allí también se brinda información sobre estado de aerovías, aeropuertos y meteorología. Luego el avión llama a la torre de control, que autoriza la puesta en marcha, el rodaje y el despegue. Una vez en vuelo, pasa a los controladores de área, que controlamos todo el espacio aéreo desde cinco centros en el país, y al aproximarse al destino vuelve a pasar a la torre. También intervienen los servicios de búsqueda y salvamento y las oficinas NOTAM, que notifican cuestiones operativas a los pilotos.”
LCV: ¿Se estudia para ser controlador aéreo? ¿Cómo es la formación?
Julián Gaday:“Sí, se estudia. Hay un curso básico de un año y luego, según el destino, entre seis meses y más de un año para obtener la habilitación local. Yo, por ejemplo, trabajo en el centro de control de área y no puedo controlar en la torre de Ezeiza aunque esté a un piso de distancia, porque no tengo habilitación. Lo mismo sucede entre distintos aeropuertos: cada lugar tiene sus particularidades y son trabajos distintos.”
LCV: Con ese nivel de exigencia, ¿cuánto gana un controlador aéreo?
Julián Gaday:“Un controlador en Ezeiza o Aeroparque puede ganar alrededor de dos millones de pesos. En el interior del país, en aeropuertos con menor complejidad, los salarios rondan entre 1.300.000 y 1.800.000 pesos. En algunos de los cinco centros de control hay trabajadores por debajo de la línea de pobreza. Gran parte del colectivo tiene que hacer trabajos extra para mantener un nivel de vida mínimo que le permita realizar esta tarea, que es vocacional y crítica para la seguridad.”
LCV: ¿Cómo es el diálogo con la empresa y en qué consisten las medidas a partir del 17 de diciembre?
Julián Gaday: “El diálogo es prácticamente nulo. Hemos asistido a varias audiencias, pero es hablar contra una pared. No tenemos respuestas ni soluciones, desconocen el conflicto, los motivos y hasta el convenio colectivo de trabajo. En la última audiencia nos pidieron cinco días más para analizar propuestas que presentamos el 9 de septiembre. Pasaron tres meses sin analizarlas. Reclamamos actualización de viáticos con más de un año de atraso, revisión de categorías de aeropuertos —que por convenio debe hacerse anualmente— y la reincorporación de nueve controladores despedidos ilegalmente. Solo reincorporaron a tres; los otros seis siguen esperando, sin ninguna justificación válida.”
LCV: ¿Están informando para que los pasajeros no se vean sorprendidos?
Julián Gaday: “Notificamos a la empresa hace diez días del cronograma de medidas. Como servicio público esencial, debemos garantizar al menos el 45% de las operaciones, y nuestras medidas afectan alrededor del 10%. Informamos por mail a todas las compañías aéreas para que reprogramen vuelos y avisen con anticipación a los pasajeros. Nuestros usuarios directos son las aerolíneas, no los pasajeros.”
LCV: Se cuestiona que las medidas coincidan con fechas sensibles como Navidad.
Julián Gaday: “Durante todo noviembre hicimos medidas de fuerza sin afectar pasajeros, parando solo vuelos de carga. No tuvimos ninguna respuesta. Recién cuando se afecta al pasajero aparece el conflicto en agenda. Por eso es importante decir que no somos los únicos responsables: del otro lado están la empresa y el Estado, que no negocian ni ofrecen lo mínimo indispensable para llegar a un acuerdo.”
Eppur si muove! Semana del 15 al 19D/ “El país se movilizó contra la reforma”, por Alberto Nadra
Uruguay y el factor Blair (Parte I), por María Urruzola

