Entrevistas
Leo Santillán: “Lamentablemente, hoy hay consenso para reprimir”
Entrevista exclusiva de Paulo Giacobbe para La Columna Vertebral.
Hace poco más de dos meses, en octubre de 2024, el cabo Alejandro Acosta, condenado a perpetua junto al comisario Alfredo Fanchiotti, pudo dejar su celda luego de un largo juicio que los encontró responsable de los asesinatos de Darío Santillán y Maximiliano Kosteki en la estación Avellaneda. En esta entrevistasobrevuela la responsabilidad política de la represión. Con revelaciones impactantes: El comisario Fanchiotti quiso hablar con la familia Santillán para revelar quiénes fueron los responsables políticos. El Juez Lijo lo impidió, prometió citarlo a declarar, y nunca lo hizo.
Aquel 26 de junio de 2002 la sociedad asistió impotente a un fusilamiento a mansalva transmitido en vivo por la televisión. Las imágenes causaron conmoción, bronca, y lágrimas. Convencido de la necesidad de mantener viva la memoria histórica, las luchas de los trabajadores y todos los asesinados, tanto en dictadura como en democracia, La Columna Vertebral conversó con Leandro Santillán, hermano de Darío e integrante del Espacio de Familiares y compañeros de Darío y Maxi, con la intención de reconstruir cómo se fueron dando las cosas y cómo vivió su familia la libertad condicional que se le otorgó a Acosta. También quisimos escuchar la voz de uno de aquellos piqueteros del 2001, fundadores de una nueva forma de hacer política en el territorio, frente a un nuevo escenario de estigmatización y criminalización de los movimientos sociales.

“La verdad que fue un golpazo”, empezó diciendo Leonardo Santillán sobre el momento en el que se enteró de la decisión judicial el 10 de octubre del año pasado. Le había llegado una notificación a su abogada, Paula Alvarado Mamami. “Nos enteramos ahí con mi viejo (Alberto Santillán); justo daba la casualidad que estaba esa mañana en la casa de mi viejo y la verdad que fue un golpazo. Sabíamos igual que se acercaba un poco con el cumplimiento de la fecha, de los 25 años, y que se la iban a dar. Pero no a tres años de que se cumpla o que se efectivice esa condena”.
“En el 2024, unos meses de la liberación de Acosta, Fanchiotti intentó comunicarse con nuestra abogada, diciendo que tenía pruebas de las responsabilidades políticas” en los asesinatos. Si bien los condenados a perpetua pertenecían a la Polícía Bonaerense, hubo otras condenas por el operativo que no sólo asesinó a dos jóvenes sino que hirió a decenas de personas en una cacería brutal luego de una manifestación en el Puente Pueyrredón pidiendo acceso a planes sociales en una de las peores crisis económicas del país. También fueron condenados
Los policías Osvaldo Félix Vega, Carlos Jesús Quevedo y Mario Héctor de la Fuente que recibieron penas de 4 años; Antonio Gastón Sierra, 3 años; Lorenzo Colman, 2 años; y Francisco Celestino Robledo, 10 meses. Carlos Néstor Leiva, que estuvo prófugo 24 meses, recibió una pena de seis años y seis meses. Leiva reprimió sin uniforme, de civil, y cuando recuperó la libertad, reincidió. En 2013, fue condenado a 11 años y medio por integrar “la banda de la autopista”, que se dedicaba al secuestro extorsivo.
Las otras fuerzas represivas que actuaron en Avellaneda fueron Gendarmería, Prefectura y Policía Federal. La represión se prolongó por horas y cuadras, incluso hasta la siguiente estación de tren, y existió una coordinación entre fuerzas federales y provinciales. El resultado fue una incontable cantidad de detenidos, heridos y varios manifestantes en terapia intensiva. Por eso, las familias siempre denunciaron como responsables políticos a: Eduardo Duhalde, Felipe Solá, Carlos Ruckauf, Juan José Álvarez, Jorge Vanossi, Alfredo Atanasoff, Luis Genoud, Carlos Soria (fallecido), Jorge Matzkin, Oscar Rodríguez y Aníbal Fernández.
Fanchiotti quería hablar de los responsables políticos de la Masacre de Avellaneda pero Lijo nunca lo citó
“Fanchiotti decía que quería hablar, acercar pruebas, ponía una serie de condicionamientos a nuestra abogada para que se acerque”, continúa Leonardo Santillán, “hablaba de responsabilidades políticas, había varios de los que señalamos nosotros”. Quería que Paula Alvarado Mamami, representante de nuestra familia, fuera a Baradero. “Que venga sola, con un pendrive”, advirtió Fanchiotti.
El Juez Federal Ariel Lijo lleva una de las causas por las responsabilidades políticas y se enteró del pedido del comisario. Desalentó a la familia de que cayera en sus condiciones y aseguró “que iba a llamar a Fanchiotti para declarar en Comodoro Py”. Nunca lo hizo.
En el 2005, durante el juicio, Fanchiotti se declaró inocente. Ese día casi lo meten preso a Leonardo. Junto a integrantes de diferentes organizaciones llevaba meses acampando frente a los Tribunales de Lomas de Zamora, siguiendo el juicio desde adentro de una lona. “Recuerdo el acompañamiento constante que hubo desde personalidades, militantes, organismos de Derechos Humanos; una militancia activa velando para que se haga justicia”.
“También me acuerdo cuando tuve que declarar yo, me hicieron cruzar con Fanchiotti y Acosta mientras esperaba para declarar. Primero, me llevaban para declarar como del brazo, yo tenía 23 años, me llevaban agarrado como si fuera el acusado. Y mientras esperaba para declarar, primero lo subieron a Acosta”. Los de traje azul camuflado venían charlando amigablemente en un ascensor con el futuro condenado por asesinato. Leo escuchó el diálogo.
—¿Y, Negro, todo bien?
—Sí, todo amor y paz.
“Cuando sube y lo veo al chabón ahí, empecé a las puteadas”. Al testigo casi lo detienen ahí mismo. “Esta cuestión de esta presión psicológica que intentaron hacer debe ser para quebrarlo a uno. La verdad que fue una situación muy de mierda”. Y cuando declaró Fanchiotti lo mismo, casi preso. “Decidimos señalarlo como lo que era, como asesino. Esa vuelta que después nos rodearon gendarmes y me han intentado llevar a mí, porque bueno, era el que había gritado, pero estaba con otros compañeros”. Esa audiencia se vio demorada.

Leonardo resalta la victimización que sufrió Alberto Santillán durante el juicio. Resulta que Darío y Maxi fueron asesinados frente a las cámaras de televisión. “Mi viejo también estuvo en la audiencia y como algunas veces lo hemos hablado, una y otra vez viendo las imágenes, debe ser algo tortuoso”. Darío y Maxi agonizaron en la estación de tren de Avellaneda, que hoy lleva sus nombres. El tren ya no para en Avellaneda, para en Maximiliano Kosteki y Darío Santillán. En el hall de esa estación de tren es donde Maxi muere de la mano de Darío, que estaba socorriéndolo. Ellos no se conocían pero tenían casi la misma edad, un poco más de veinte años. La imagen es mural en la estación: la palma de la mano de Darío en alto, pidiendo un cese del fuego, al tiempo que no soltaba a Maxi. Por eso, Darío y Maxi. A esa imagen se le sumó, atrás de Darío, sosteniéndolos a los dos, una madre de Plaza de Mayo, con su pañuelo en la cabeza. Nora Cortiñas está presente en murales y afiches en todas partes de la estación, como Vicente Zito Lema y tantos otros compañeros y compañeras que sostuvieron la lucha junto a los piqueteros.
Hoy como ayer, los medios bajan la idea de que los movimientos de desocupados son planeros, vagos…los estigmatizan y criminalizan
“Lo que también por ahí es una reflexión personal tiene que ver con el tema de lo que siempre fueron Darío y Maxi socialmente”, sostiene Leo. “Es como esto que pasa hoy por hoy con el movimiento piquetero, la estigmatización que viene sufriendo, aparte de la persecución judicial y política. El enojo. Esta cuestión que hay a veces con el enojo social que tiene que ver con la estigmatización y los discursos que bajan los medios. El asesinato de Darío y Maxi siempre fue como un punto y aparte. Desde un primer momento. Ha pasado el tiempo y por ahí como que no está asociado (al movimiento piquetero). Aunque sabemos que está entrelazado. Nosotros sabemos que Darío es parte del movimiento piquetero. Responde a las luchas que se dan en los territorios por las demandas sociales: las cooperativas, los planes, los comedores… todas las cosas que las caracterizaron desde los comienzos, aparte de otras que se fueron sumando. Pero yo creo que no se lo asocia en general. Lo asocia la militancia. Eso por un lado está bueno. Pero está mal que no se entienda lo que son los movimientos sociales, que se piense que son planeros, que son vagos. El discurso que se baja, muchas veces como culpabilizando. Hasta porque se obstaculiza o se corta una calle y no por las políticas de gobierno, que tiene que ver con el ajuste, con la inflación y con leyes que terminan perjudicando al pueblo. Mucho más después de la asunción de Milei”.
“Nosotros siempre hemos tenido un acompañamiento. Desde el primer momento, cuando pasó el 26 de junio, a mí hubo algo que por ahí me sorprendió mucho. Era la gente como se acercaba. Que por ahí no militaba”.
Después del asesinato de Darío y Maxi realizaron muchas acciones antes del juicio exigiendo justicia. “Tuvimos una marcha el 3 de julio. Esa vez había llovido mucho. Éramos 20.000 personas (algunos medios consignaron más manifestantes, entre las adhesiones había alrededor de 100 organizaciones de amplios sectores) marchando bajo la lluvia desde la estación Avellaneda, en aquel entonces todavía se llamaba así, hasta la Plaza de Mayo. Y se acercaba gente a solidarizarse. Militantes, pero también otra gente, señoras, vecinos. Por ahí hasta llorando muchas veces”.
Y abrazando:
—Yo vi lo que le pasó a tu hermano.
—Lo siento mucho.
“Y bueno, eso que pasó, por la brutalidad en que lo asesinan, la forma despiadada, como casi televisado en vivo y en directo, termina interpelando. Ni hablar a los que militaban, pero a quienes no militaban fue como un shock de ver. También entendiendo qué es lo que se construía desde acá y entendiendo la particularidad que tenía Darío como militante. Con sus pocos años, pero con una militancia muy intensa”.

“Tuvimos que estar vigilando de cerca, controlando de cerca”, sintetiza Leo sobre el juicio, al tiempo que describe la actitud de Fanchiotti como muy fría y la de Acosta indiferente. Pero ahora, 22 años después, lo que dice Fanchiotti era lo que las familias de Darío y Maxi vienen sosteniendo desde el primer momento: existió una planificación y una premeditación en la Masacre de Avellaneda. “Lijo se había comprometido a llamarlo, unos días antes del 26 de junio, y después de eso no hizo nada, no se comunicó más con nosotros, no nos dijo nada y nosotros lo estuvimos llamando. Nos habían pedido prueba y fuimos acercando testimonios, diferentes testigos, inclusive fuimos con esto, que lo estaba diciendo el principal responsable material del asesinato de Darío y Maxi”.
El 14 de diciembre de 2024, desde Familiares y Compañeros de Darío y Maxi, organizaron un escrache a la casa de Acosta. Leo Santillán contó la importancia de esa actividad: “Fuimos pegando carteles, avisando con megáfonos, contando quiénes eran Darío y Maxi, qué pasó el 26 de junio y qué fue lo que hizo Acosta. La verdad que hubo una muy buena recepción y los vecinos bastante sorprendidos. Una de las vecinas lo que nos contaba es que decían que Acosta había muerto, que tenía cáncer porque hace unos meses había estado por acá y estaba rapado. Y pudimos conversar con los vecinos y se sorprendían y también se indignaban”. Lograron que la vuelta de Acosta no pase desapercibida en el barrio.
No se puede pensar la masacre del Puente Pueyrredón sin el 19 y 20 de diciembre de 2001, sin esa “efervescencia”. Y entonces, al pensar el contexto, volvemos a “las responsabilidades políticas que respondían a cortar con la protesta social. El gobierno de Duhalde debilitado ante el FMI, pidiendo plata. Desesperado. El FMI negándosela. Porque, bueno, había una lucha que se iba dando en las calles que por ahí la encabezaba principalmente el movimiento piquetero. No se lograba el control social”.
Por eso, cuenta Leonardo Santillán, es que después de los asesinatos se trató de instalar que fue un enfrentamiento entre piqueteros. Una interna. “No lo pudieron mantener. No prosperó el plan ante la aparición de las fotos. (Una secuencia donde se veía como actuó la policía). Y ante el enorme repudio popular. Porque la gente no se bancó lo que pasó. Se demostró lo que pretendían hacer. Y también por lo que denunciaron los movimientos. Y lo que denunciamos nosotros como familia, tanto nosotros, la familia de Darío, como la familia de Maxi”.
Se los acusó de tener nexos con la guerrilla y de formar parte de un plan desestabilizador contra el gobierno de Duhalde. “Cuando lo que nosotros estábamos haciendo era entendiendo la situación en la que estábamos después de la crisis del 2001. Las demandas, que eran en aquel entonces los comedores, la salud… Pero que nada que ver tenía con eso”.
La previa del 26 de junio de 2002 y el año 2024, que Javier Milei define en documentos oficiales como “Año de la defensa de la vida, la libertad y la propiedad”, tienen un discurso parecido desde algunos medios de comunicación y en el propio discurso presidencial. Con el comunismo en primera plana como enemigo número uno. Con la fogosidad púber de considerar comunistas a todo aquel que no sea La Libertad Avanza.
“Lo que pasó el 26 de junio del 2002 después se fue repitiendo de otra manera, lo que han notado es que antes no había un consenso. Hoy se ha generado un consenso para reprimir, para allanamientos, para persecución, Por lo menos antes no había un consenso. Pero hay una similitud en cuanto a la necesidad de exterminar a las organizaciones piqueteras. Hoy por hoy es diferente el panorama del 2001 porque hay varios sectores que están en la calle. Pero a los que siguen buscando es al movimiento piquetero”.
“Por eso los allanamientos que se han dado en los comedores, en los comedores encima, esta denuncia de que los movimientos piqueteros son los que extorsionan a la gente. Porque lo que ven ellos es que tienen que salir para poder avanzar descaradamente con todas las políticas de saqueo y de ajuste que vienen contra el pueblo”.
Cuando Milei habla de ‘Libertad’ quiere decir ‘libertad de mercado’ pero se hace llamar ‘libertario’. Es un bajón para nosotros no poder salir a luchar contra eso.
—¿Y te jode que Javier Milei diga que es libertario, que ponga la palabra anarco en sus definiciones de sí mismo? —le pregunto a Leo y al toque noto en su gesto el disgusto, la molestia. No hace falta la respuesta.
—”Sí, sí, sí, totalmente, totalmente —contesta Leo-Porque libertarios eran los anarquistas. Los que luchaban por la libertad verdadera. Este lo que habla es de la libertad del mercado y refiere a eso y encima un montón de imbéciles o de pibes que pueden tener título o el acceso a la educación privada, pero que no tienen el entendimiento de la historia, quieren ser los verdaderos libertarios. Me parece que es un bajón para nosotros, que no podamos salir a luchar eso, más allá de lo que se defina cada uno, porque yo por ahí no me defino ni como comunista, socialista, anarquista, abrazo todas las luchas y respeto y me parece muy bueno, pero me indigna que sí, que se apropie de una palabra con la que se representa mucho la historia de nuestro país, de lucha, y que tiene que ver justamente con los compañeros anarquistas”.
Destacada
Martín Carrera: Fiesta del Juguete Artesanal, una comunidad que vuelve a crear con sus manos
En Rawson se realizó por primera vez la Fiesta del Juguete Artesanal, una iniciativa impulsada por “La Desfábrica de Juguetes”, proyecto coordinado por Martín Carrera y Violeta Argañarás. La propuesta reunió a familias, artesanos, museos y la comunidad para recuperar el valor cultural, creativo y afectivo del juguete hecho a mano. En exclusiva con La Columna Vertebral, Martín cuenta cómo surgió la idea, qué significa trabajar con juguetes reutilizados y por qué este tipo de eventos vuelve a conectar a chicos y grandes con la imaginación y el oficio.
LCV: “El lema era ‘juguemos a hacer juguetes’. Hicieron la fiesta el 2 de noviembre, la primera fiesta del juguete artesanal en Rawson. ¿Cómo fue? Contanos la participación, los talleres y todo lo que pasó.”
Martín Carrera: “Antes que nada, gracias por la comunicación. Violeta Argañarás y yo trabajamos hace años en un proyecto llamado La Desfábrica de Juguetes. Hace un año vivimos en Rouson y este año, dentro de las actividades del proyecto, realizamos la primera Fiesta del Juguete Artesanal.”
LCV: “¿Por qué se llama Desfábrica?”
Martín Carrera: “Es el nombre de un proyecto basado en actividades vinculadas a construir juguetes con grupos de niños. Reutilizamos juguetes rotos, juguetes que ya no se usan y materiales reciclables. Les damos una segunda oportunidad, especialmente a los plásticos descartados por la industria, combinándolos con la juguetería tradicional.”
LCV: “Cuando yo era chica existía el Hospital de Muñecos. Me encantaba ver cómo volvían a tener vida. Ustedes usan partes, no los reparan. Y en la gacetilla hay algo que me gusta mucho: por qué se celebran los juguetes artesanales. Contame.”
Martín Carrera: “Nuestro enfoque es el juguete como objeto cultural. El juguete artesanal nos atrae tanto a Violeta como a mí, y valoramos los oficios manuales como la carpintería y otras técnicas. Buscamos que los chicos puedan crear su propio juguete, su propio invento, a través de un trabajo artesanal que los conecte con su creatividad.”
LCV: “En la gacetilla dice: ‘Los juguetes transmiten las historias de los lugares donde se hicieron’. Y pienso en juguetes con tela local, muñequitos de paja hechos con trigo de la zona, títeres hechos con guantes de las abuelas. ¿Cómo integraron ese acervo con los chicos de hoy, que viven rodeados de pantallas?”
Martín Carrera: “Con los grupos fijos hacemos recorridos a través de distintas formas de juguetes que permiten vincular historias familiares, comunitarias y culturales. La fiesta reunió a la comunidad y a gente de otros lugares para vivir esa experiencia. Además, el juguete, incluso desde la infancia, es un objeto cultural que vincula generaciones. Cualquier intervención que hagamos los adultos, incluso sentarnos a jugar con los chicos, ya crea un puente entre generaciones y fortalece la transmisión cultural.”
LCV: “¿La creatividad de los juguetes se vincula con relatos o cuentos?”
Martín Carrera: “Sí. En el taller trabajamos con cuentos, especialmente con los grupos más pequeños que tal vez no tienen tanta destreza manual. Contamos historias relacionadas con el juguete que van a construir. Tenemos libros de cuentos que nosotros mismos vamos elaborando, con temáticas vinculadas al juego.”
LCV: “¿Cuándo va a ser la próxima fiesta? Me la perdí y quiero ir a la siguiente.”
Martín Carrera: “Estás invitada. Todavía no tenemos fecha, pero seguramente sea el año que viene. Esta fue la primera edición y creemos que es la única fiesta del país dedicada exclusivamente al juguete artesanal. La propuesta tuvo tres ejes: talleres abiertos de construcción durante toda la tarde; un taller especial dictado por el Museo del Juguete de San Isidro sobre muñecos Tenta Enempen; y un espacio de juegos y juguetes para juego libre. A eso se sumó una feria de artesanos y emprendimientos de juguetes artesanales, con casi veinte expositores de toda la provincia.”
Destacada
Gustavo Morteo: El panorama de la apicultura y el rol de las cooperativas
En una extensa conversación con La Columna Vertebral, Gustavo Morteo, referente de la Federación de Cooperativas Apícolas, detalla el presente del sector, marcado por la pasión, la crisis y la búsqueda de nuevas herramientas comerciales.
La Federación, integrada por más de 35 cooperativas de todo el país, nació como una entidad de segundo grado con fines gremiales. Hoy intenta sumar peso comercial. “Queremos que la federación pueda hacer las dos cosas: representar al sector y empezar a operar comercialmente”, explica Morteo.
LCV: “Contame exactamente qué significa la Federación de Cooperativas Apícolas y cuánto hace que está constituida esta cooperativa de segundo grado.”
Gustavo Morteo: “La Federación de Cooperativas Apícolas es una entidad de segundo grado que agrupa a las cooperativas de primer grado, es decir, las cooperativas apícolas, que en conjunto conforman la federación. Participan cooperativas de todo el país, ya que es una federación nacional con más de 35 cooperativas.”
LCV: “Ajá.”
Gustavo Morteo: “Entre todas buscamos utilizar la federación como una herramienta gremial, pero también queremos darle volumen comercial. Estamos empezando a incursionar en esa dimensión para combinar lo gremial con lo comercial.”
LCV: “Gustavo, ustedes comercializan… ¿cuáles son los productos que comercializan?”
Gustavo Morteo: “El grueso de las cooperativas trabaja con miel a granel o miel fraccionada. También proveemos insumos que necesitan los productores: envases, medicamentos, materiales de apicultura, indumentaria y otros elementos. Además comercializamos la producción, tanto a granel como fraccionada, y las distintas variantes: producción de material vivo y derivados.”
LCV: “¿Qué es material vivo? Contame.”
Gustavo Morteo: “Es la provisión de colmenas para otros productores que desarrollan la actividad.”
LCV: “Me encanta. Desde la colmena hasta la ropa del trabajador. ¿Ustedes tienen todo eso dentro de la federación?”
Gustavo Morteo: “Intentamos articularlo. A veces es difícil porque hay cooperativas en el norte del país, otras en Buenos Aires, Córdoba, San Luis o Santa Fe. Son realidades distintas. En algunas zonas se producen abejas y en otras miel, según las floraciones. En áreas con mucho polen se produce más abeja; en zonas con más néctar, como Buenos Aires, se produce más miel. En Mendoza o en el norte, por ejemplo, hay más proteína, por lo que la abeja se reproduce más que en la provincia de Buenos Aires.”
LCV: “Entonces se me agolpan preguntas, pero quiero ir de a poco porque es una industria fascinante. ¿Cuánto tarda en formarse un apicultor?”
Gustavo Morteo: “Un apicultor nunca termina de formarse porque la abeja es un animal muy adaptable, y el apicultor debe aprender continuamente. En la escuela de apicultura de Tandil, donde soy parte, la formación básica dura un ciclo biológico, aproximadamente un año y medio. Luego los alumnos deben continuar profesionalizándose con tecnicaturas y formación específica.”
LCV: “¿Y de dónde vienen esos alumnos? ¿Son hijos de apicultores o es una vocación nueva? ¿Qué motiva a un joven a acercarse a la apicultura?”
Gustavo Morteo: “Hoy es una vocación más sentimental que económica. La actividad no atraviesa su mejor momento en términos de rentabilidad debido al clima y los cambios en la actividad agrícola. Los costos aumentaron. No es una actividad que entusiasme por lo rentable, sino por la pasión. Obviamente uno busca ganar dinero, pero hoy pesa más el vínculo emocional con la apicultura.”
LCV: “¿Tienen competencia de importación?”
Gustavo Morteo: “No. Lo que sí tenemos son problemas al vender, principalmente por los aranceles que impuso Estados Unidos. Eso nos baja los precios y dificulta las ventas en uno de nuestros principales mercados.”
LCV: “Cuando venden a granel, ¿quién es el cliente? ¿Y la miel fraccionada dónde se vende?”
Gustavo Morteo: “El fraccionado se vende mayormente en el mercado interno. El granel es para exportación. Estados Unidos es uno de los principales compradores, aunque hoy aplica dumping y otros aranceles. Europa también compra, pero paga mucho menos.”
LCV: “¿Qué industrias se nutren de la miel además de la gastronómica?”
Gustavo Morteo: “El grueso del consumo es domiciliario. Lo industrial es mínimo.”
LCV: “¿Cosmética, bebidas alcohólicas…?”
Gustavo Morteo: “Representan un volumen ínfimo. El fraccionado apenas representa entre el 5% y el 7% de la producción total. No mueve el amperímetro respecto al granel.”
LCV: “Vos sabés que cuando dijiste Europa pensé en champú, cremas… ¿Usan miel real o esencias?”
Gustavo Morteo: “Usan miel, pero en proporciones muy pequeñas dentro del producto. No es un consumo masivo.”
LCV: “Con muy poquita miel hacen mucho…”
Gustavo Morteo: “Si querés un jabón con miel, lleva mucha glicerina y poca miel.”
LCV: “¿Vos cómo llegaste a este negocio?”
Gustavo Morteo: “Por familia. Desde los 12 años ayudaba a mis hermanos y a mi papá. Crecimos a media cuadra de uno de los productores más grandes de Sudamérica, la familia Carrasco. En la zona todos aprendieron el oficio allí, por lo que la actividad se difundió mucho. Una vez que entrás, te enamorás. Lo económico va y viene, pero la pasión crece.”
LCV: “¿Y tu familia? ¿Tus hijos también se dedican?”
Gustavo Morteo: “Mis hermanos también trabajan en la actividad y compartimos la cooperativa. Nuestra cooperativa se fundó en 1989, así que ya superamos varias etapas difíciles.”
LCV: “Tal cual.”
Gustavo Morteo: “Hemos pasado varios combates.”
LCV: “Las cooperativas también sufren crisis periódicas. ¿Cuál fue el peor período y cuál es la situación actual?”
Gustavo Morteo: “El peor fue en 2003-2004, con la crisis de los residuos nitrofuran. Hubo una supuesta contaminación que se transformó en una barrera paraarancelaria. Durante dos años no pudimos comercializar. No sabíamos dónde estaba el problema. Fuimos manoseados por exportadores y algunos organismos públicos.”
LCV: “¿Y de ahí se levantaron?”
Gustavo Morteo: “Sí. La provincia de Buenos Aires financió la compra de un equipo para un laboratorio que permitió analizar contramuestras y buscar el origen del problema. Cuando el equipo empezó a funcionar, el problema desapareció.”
LCV: “¿Y hoy cómo estamos?”
Gustavo Morteo: “Complicados. El combustible es carísimo y esencial para la producción. La chapa de los tambores también, llegando a representar entre el 12% y el 15% del valor del producto. Hoy 1 kg de miel equivale a 1,3 litros de gasoil.”
LCV: “Terrible.”
Gustavo Morteo: “Sí.”
LCV: “El análisis de estas dificultades fue uno de los temas que hablaron con Gildo Honorato.”
Gustavo Morteo: “Sí. También hablamos de la necesidad de regularizar las cooperativas provinciales para que puedan recibir acompañamiento. Y trabajamos en un proyecto de la federación para comprar insumos, transformarlos en kilos de miel y exportarlos directamente.
“Para avanzar, necesitamos cooperativas ordenadas. Lo que está claro es que cuando el Estado está presente, controla y trabaja junto a las cooperativas, estas crecen. En la nuestra pudimos desarrollar un aserradero, una carpintería, un área de limpieza de cuadros y un sector de fraccionamiento, todo gracias al acompañamiento estatal. Cuando el Estado funciona y controla, protege a los ciudadanos.”
Entrevistas
“El exilio dejó huella en Italia”. Entrevista a los directores de Resistenza
Después de su recorrido por Festivales, Salas y otros espacios de Italia y Argentina, “RESISTENZA (historias del exilio argentino en Roma)” está disponible desde el 13/11/25 en la plataforma OpenDDB: https://openddb.it/film/resistenzaargentina/
Un documental que explora los modos que adquirieron la sobrevivencia y la denuncia internacional durante la última dictadura militar. Más allá de la tristeza, el desarraigo y las dificultades económicas, los exiliados argentinos diseminados por el mundo tendieron redes de solidaridad y realizaron un trabajo tenaz dando a conocer las violaciones a los Derechos Humanos en Argentina. No sabían, en ese entonces, que se estaban convirtiendo en protagonistas de un movimiento que dejaría sus huellas a futuro en los países que los acogieron, gracias a una forma de lucha silenciada por el régimen pero que perduró, con amor y creatividad hasta el día de hoy.
En Italia nació una organización italo-argentina, Proyecto Sur. En torno a ellos crecen, desde el pie, nuevas formas de acción en un mundo cada vez más violento y fraccionado. Ahora las murgas argentinas son un símbolo en toda manifestación por la paz y la justicia en Roma
LCV conversó con los directores del documental “Resistenza, historia del exilio argentino en Roma”, Mónica Simoncini y Omar Neri. ¿Por qué Roma? ¿Qué dificultades encontraron? ¿Cómo es trabajar como documentalista hoy? La culpa como trasfondo de estar vivo, la política no cultural de Milei y más.
Martín Carrera: Fiesta del Juguete Artesanal, una comunidad que vuelve a crear con sus manos
Gustavo Morteo: El panorama de la apicultura y el rol de las cooperativas

