Marco Pozzi, secretario general del Sindicato de Obreros y Empleados Aceiteros de Rosario, charló con La Columna Vertebral acerca del violento atentado que sufrió la sede del gremio la semana pasada.
LCV: Contanos un poco qué es lo que sucedió el otro día y en qué estado de cosas está el atentado, la investigación y en qué clima de Rosario se da esto.
-El día miércoles a la tarde, después que cierra el sindicato, diez minutos después de que las compañeras que trabajan ahí cierran el sindicato, pasa una moto y tiró tres tiros. No hizo ningún daño más allá de romper una puerta. A partir de ahí empezó todo un movimiento de patrulleros y de investigación que hasta ahora no ha llegado a ningún lado, pero lo más desconcertante es que no sabemos de qué lugar viene esto. No tenemos ninguna carta de amenaza. Nosotros somos un sindicato chico que no tiene interna. Es raro. Si bien el mismo día, media hora después, a diez cuadras o doce cuadras de ahí matan dos pibes que estaban en un kiosco tomando una cerveza, también con la misma modalidad, la verdad es que no le encontramos el sentido a lo que nos pasó a nosotros.
LCV: Rescato dos cosas de lo que acabas de decir. Una es “no tenemos ninguna interna”, y la otra que es horrible, porque uno no tiene más remedio que preguntarse las razones. Yo no tengo ganas de preguntarte qué están haciendo ustedes como para que merezcan un ataque, pero no queda más remedio que tratar de pintar el trabajo del sindicato.
-Sí, claro. El tema es cómo nos respondemos nosotros esa pregunta, porque realmente no somos un sindicato, por llamarlo de alguna manera, extrovertido. Somos un sindicato que tiene sus luchas adentro de la fábrica. Sí, claro que tenés razón, pero uno también necesita saber qué es lo que pasa y va evacuando razones. También tiene que ver con una realidad que tenemos todos en la cabeza, con el tema de la interna entre los sindicatos, eso que se repite día a día.
LCV: ¿Tu sindicato es una línea más de izquierda o es una línea peronista?
-Nosotros somos un sindicato que nos proclamamos autónomos. Si bien tenemos un desarrollo más vinculado a pensamientos de izquierda, tenemos autonomía de política. No te podría decir si somos más izquierda o peronista porque no acompañamos ningún proceso político partidario.
LCV: En términos de codicia, digamos, ustedes pueden ser codiciados porque manejan un determinado sector interesante, porque tienen las cuentas claras, porque han conseguido buenas paritarias. En fin, digo, ¿Hay algo que los haga ser la joya de la corona como para que alguien tenga apetito sobre ustedes?
-Sí, todo eso que nombras. Por el sector que representamos, somos los que estamos en el puerto, en una ciudad en donde de los puertos salen cosas, pero no…
LCV: ¿Qué querés decir con eso de que de los puertos salen cosas? ¿Sale mercadería normal o estamos diciendo que salen “cosas”?
-No, no. Esta semana hace dos días sí comisaron 1500 kilos de cocaína, por ejemplo, que se iba con rumbo a Dubai, que sale de los puertos nuestros. Pero nosotros tampoco somos un sindicato que maneje la entrada o salida de ese tipo de mercadería. Nosotros únicamente trabajamos en puertos en donde hay cereales. Ni siquiera seríamos el sindicato indicado como para que decir bueno, vienen los narcos, viene una mafia de tráfico de cosas. No. Ni siquiera somos los indicados para que nos ataquen en ese sentido o se apropien del sindicato. Si bien todo lo otro que vos decís es real, es un sindicato ordenado porque no es un sindicato grande, es un sindicato de 1300 afiliados que tiene las cuentas claras.
LCV: ¿De alguna manera pensás que se inscriben en el clima general de inseguridad de Rosario?
-Eso es lo primero que uno relaciona, pero no queremos caer ahí. Porque esto es mucho más grave porque es un ataque a una institución. Sin menospreciar a nadie, no somos la verdulería del barrio. Es un sindicato donde hay gente que lucha, somos un sindicato que hace huelga.
LCV: ¿Ustedes están con seguridad ahora en la puerta? ¿Tienen custodia?
-Sí, hicimos un pedido a la policía y vamos a tener un patrullero con dos custodios durante el día mientras esté abierto el sindicato. Por lo menos hasta que se esclarezca.
LCV: No sé si tuviste tiempo ayer y viste por televisión lo que pasaba acá en Buenos Aires en esas seis cuadras de la Recoleta. Me gustaría saber qué pensás.
-Hay como dos o tres cosas que se me disparan a partir de eso, que alguna la podría relacionar con lo nuestro. Hay una avanzada anti colectiva de ciertos sectores de poder. Si te referías a lo de la policía obstruyendo.
LCV: Me refería al clima eufórico y a como que pareciera que estamos en camino de solucionar muchas cosas con esas movidas. ¿Qué te producía a vos?
–Yo creo que es la forma salir a la calle. A mí me parece que todo lo que se viene manifestando, no solamente ayer sino los últimos días, tiene que ver la necesidad de evitar, evadir o ir formando fuerzas que contengan la necesidad de todos los trabajadores, los asalariados, la gente de a pie; ante una avanzada que pueda venir desde una derecha que viene con una intención muy clara de lo que pretende hacer por ejemplo con una clase trabajadora. A mí me parece que trasciende la persona. Yo creo que, en esta defensa, la persona de Cristina va más allá de eso. Lo digo por lo que se vivió acá en Rosario con respecto a eso, es una cuestión de decir “van a venir, pero nosotros estamos”. Hay otra clase de gente que, si bien fue más individualmente a las marchas y a las movidas, tiene que ver con que no estamos dispuestos a aceptar el modelo que proponen los que quieren ser gobierno a partir del 2023. Eso es lo que me despierta, para no caer en un personalismo.