fbpx
Connect with us

Destacada

¿Por qué todavía no somos todos ricos?

Por Timothy Noah para New Republic

En 1930, John Maynard Keynes predijo que dentro de cien años -es decir, ahora mismo- “el problema económico podría estar resuelto, o al menos a punto de solucionarse”. La gente trabajaría quizás tres horas al día. “Por primera vez desde su creación”, escribió Keynes, “el hombre se enfrentará a su verdadero y permanente problema: cómo utilizar su libertad de las apremiantes preocupaciones económicas, cómo ocupar el tiempo libre, que la ciencia y el interés compuesto habrán ganado para él, para vivir sabiamente, agradablemente y bien”.

¡Ojalá! Estamos en 2022, y la mayoría de nosotros seguimos marcando tarjeta. Sin embargo, curiosamente, gran parte del razonamiento de Keynes era correcto. Estimó que, durante el próximo siglo, el crecimiento económico anual sería, en promedio, del 2%. Eso debió parecer increíblemente optimista al comienzo de la Gran Depresión. Pero era demasiado bajo. El economista de Yale Fabrizio Zilibotti ha calculado que, desde 1930, el crecimiento anual se ha aproximado, a largo plazo, al 3%. Keynes predijo que el nivel de vida en las economías más avanzadas se multiplicaría por ocho. De hecho, según Zilibotti, se multiplicó por 17. Keynes incluso tenía razón, hasta cierto punto, en que el número de horas trabajadas disminuiría, y que la gente encontraría otras cosas que hacer. Al observar este fenómeno en los años sesenta, el periodista Tom Wolfe se hizo famoso al relatar la proliferación de actividades de ocio -surf, carreras de coches, consumo de ácido- que iban más allá de lo imaginado por Keynes y su grupo de Bloomsbury. Wolfe lo llamó “la explosión de la felicidad”.

Lo que Keynes no tuvo en cuenta fue lo desigual que sería la distribución de esta Explosión de Felicidad entre las naciones y dentro de ellas. Incluso en Estados Unidos, la nación más rica de la Tierra, todavía se puede encontrar gente que carece de esos dos antiguos elementos básicos, comida y vivienda. Keynes tenía razón al afirmar que el problema económico debería estar ya resuelto, o a punto de estarlo. Pero no lo está, y probablemente no lo estará ni siquiera dentro de un siglo.

El optimismo de Keynes se vio impulsado por el advenimiento de lo que J. Bradford DeLong, en su nueva historia económica, Slouching Towards Utopia, llama “el largo siglo XX”, cuyo inicio DeLong fija en 1870. Este fue el período, escribe DeLong, durante el cual la maduración de la Revolución Industrial, combinada con varios cambios sociales como la llegada de la corporación moderna y el laboratorio de investigación industrial, “abrió la puerta que antes había mantenido a la humanidad en la pobreza extrema”. Quienes vivieron este período vieron una explosión de productividad y prosperidad sin precedentes. Lo entendieron bien en su momento. Keynes lo llamó ” un El Dorado económico”.

Para entender por qué toda esta riqueza no se repartió más ampliamente, DeLong mira más allá del crecimiento por sí solo. El modo en que la explosión de prosperidad que siguió a la Revolución Industrial satisfizo, o no, las necesidades económicas de la humanidad dependió, según muestra, de acontecimientos no económicos, como dos guerras mundiales; de las nociones encontradas sobre lo que los mercados podían lograr por sí solos; de los legados coloniales; y de la diferente competencia de los gobiernos para gestionar las economías con sensatez. DeLong domina estos temas individuales con gran sofisticación, pero es mucho para integrar en lo que él llama conscientemente una “gran narrativa”, que se extiende desde 1870 hasta 2010. Si la historia parece difícil de manejar al final de su relato, puede deberse a que amontona en su plato mucha más historia que ocurre en muchos más lugares de los que uno puede digerir fácilmente.

Es más fácil determinar cuándo comienza la historia de este gran cambio que cuándo termina. Si su interés se centra en la fabricación tradicional o en el trabajo organizado, termina, en Europa y Estados Unidos, en la década de 1970. Si su interés se centra en la revolución informática, termina alrededor del año 2000. Si su interés se centra en el ascenso de China, India y las “economías tigre” del sudeste asiático, la historia no comienza hasta los años 70 y 80 y no tiene un final a la vista. Si su interés se centra en el despertar económico del hemisferio sur, esa historia apenas ha comenzado.

No es difícil entender por qué Keynes era tan optimista en 1930. Apenas 60 años antes, la economía mundial seguía funcionando casi por completo sobre la base de la subsistencia. En 1870, más del 80% de la población mundial vivía de lo que cultivaba y no de lo que compraba. Cuando el filósofo anarquista francés Pierre-Joseph Proudhon declaró, en 1840, que la propiedad era un robo, estaba siendo menos metafórico de lo que hoy podríamos suponer. No se podía enriquecer sin empobrecer a otro, porque el pastel económico apenas se ampliaba. Sólo después de 1870 los cables telegráficos transoceánicos y los barcos de vapor de hélice y los ferrocarriles y los telares eléctricos mejorados y el horno de fabricación de acero de Bessemer, entre otras muchas maravillas, conspiraron para acelerar el crecimiento económico hasta el punto de que la acumulación de riqueza de un hombre podía aumentar la riqueza de otros.

Qué pensaría Keynes del kirchnerismo? | Perfil

Antes de 1870, la vida económica se regía en gran medida por el principio, expuesto en 1798 por el sombrío clérigo inglés Thomas Robert Malthus, de que el crecimiento de la población (en una parafraseada suelta pero acertada de DeLong) “se comía los beneficios de la invención y la innovación… dejando sólo a la clase alta explotadora notablemente mejor”. Para la gran mayoría, las condiciones materiales nunca cambiaron. El salario de un trabajador de la construcción en Inglaterra era, tras la inflación, exactamente el mismo en 1800 que seis siglos antes. En 1870, habían subido más de la mitad, pero incluso eso daba poca idea de lo que se avecinaba. En el año 2000, se habían multiplicado por más de trece. Gran parte de ese aumento fue impulsado por el comercio internacional. En 1850, el comercio transfronterizo representaba alrededor del 4% de la producción mundial total, apenas más que la proporción de 150 años antes. En 1880, representaba el 11% de la producción mundial. Hoy en día, representa el 30%.

El largo siglo XX refutó la idea maltusiana de que el crecimiento de la población supera la producción de alimentos y hace bajar los salarios. La población mundial actual es seis veces superior a la de 1870; el rendimiento de las cosechas es unas ocho veces mayor; y la renta per cápita es casi nueve veces mayor. El progreso tecnológico y organizativo ha sido mucho más rápido y con mayores beneficios de lo que Malthus podía imaginar. Desde 1870, calcula DeLong, el ritmo de ese progreso ha sido cuatro veces más rápido que de 1770 a 1870, 12 veces más rápido que de 1500 a 1770 y 60 veces más rápido que antes de 1500. Esta aceleración permitió que el largo siglo XX se convirtiera en “el primer siglo en el que la historia fue predominantemente una cuestión de economía”.

Los grandes beneficios de este cambio eludieron lo que hoy llamamos el sur global. La prosperidad se limitó en gran medida a las grandes potencias imperiales de Gran Bretaña, Europa Occidental y Estados Unidos. (A veces se excluye de este grupo a Estados Unidos, que fue una antigua colonia, porque practicó una colonización más limitada, principalmente en Filipinas, Cuba y el Pacífico Sur. Pero su violenta toma del continente norteamericano a los nativos americanos y su esclavización de africanos, mediante la violencia y la amenaza de violencia, para realizar trabajos agrícolas en el Nuevo Mundo, situó a Estados Unidos en la primera fila de las naciones imperialistas, aunque de una forma que requería poco viaje).

La colonización europea había comenzado en torno al siglo XVI, pero a medida que las economías del Atlántico Norte maduraban, su necesidad de materias primas procedentes del extranjero se hacía más urgente. Los árboles son un buen ejemplo. Las naciones europeas se deforestaron, según ha señalado el historiador de la Universidad de Chicago Kenneth Pomeranz, y la madera empezó a escasear aunque aumentara su demanda como material de construcción. A mediados del siglo XVI, el 33% de Francia estaba cubierto de bosques; en 1789, esa cifra se había reducido al 16%, y en 1850, las zonas boscosas de Gran Bretaña, Italia y España se habían reducido al 10% o menos. A mediados del siglo XVIII, Gran Bretaña construía no menos de un tercio de sus barcos mercantes en sus colonias americanas, simplemente porque necesitaba madera americana para sus mástiles.

“No he tenido tranquilidad desde que perdimos América”, dice el rey George III en la obra de Alan Bennett de 1991, La locura de George III. “Bosques antiguos como el mundo mismo, praderas, llanuras, flores extrañas y delicadas, soledades inmensas, y toda la naturaleza nueva para el arte. Todo nuestro. Mía. Desaparecido. Un paraíso perdido”. El rey suena como si estuviera lamentando la pérdida de una naturaleza pastoral. Pero a medida que su discurso continúa (esta parte no aparece en la adaptación cinematográfica de 1994), queda claro que está lamentando la pérdida de la oportunidad de saqueo de Inglaterra. “Pronto perderemos la India, las Indias, incluso Irlanda”, dice, “nuestras plumas desplumadas una a una, esta isla reducida a sí misma, un gran estado derrumbado en la podredumbre y la decadencia”. La riqueza de su reino estaba fuera de él.

¿Por qué los países del sur global no siguieron el ejemplo del Atlántico Norte y se dedicaron a la fabricación? “Cuando me preguntan”, escribe DeLong, “digo que la ventaja inicial de costes de la que gozaba Gran Bretaña (y luego Estados Unidos, y luego Alemania) era tan enorme que habría requerido unos aranceles asombrosamente elevados para poder alimentar “industrias nacientes” en otros lugares. Yo digo que los gobernantes coloniales se negaron a que los colonizados lo intentaran. Digo que el dominio ideológico del libre comercio impidió a muchos otros siquiera considerar la posibilidad”. En resumen, la ventaja que supuso ser los primeros en industrializarse hizo que los países del Atlántico Norte se enriquecieran tan rápido que pudieron establecer las reglas, y las reglas que prefirieron fijaron el precio de entrada demasiado alto para los recién llegados. Hasta la segunda mitad del siglo XX, las naciones del sudeste asiático no fueron capaces de elevar su capacidad manufacturera hasta el nivel de los países del Atlántico Norte, y luego superarlo.

Hoy pensamos que la prosperidad económica es una alternativa estabilizadora a la guerra, pero durante mucho tiempo tuvo el efecto contrario. A medida que el siglo XIX se convertía en el XX, y las naciones europeas occidentales se hacían cada vez más ricas, construían fuerzas militares cada vez más poderosas que acabaron provocando dos guerras mundiales. DeLong sugiere que la Primera Guerra Mundial fue el último hurra de los aristócratas que no encontraban lugar en el nuevo orden económico. Para preservar su posición, azuzaron el fervor nacionalista. Ni las Potencias Centrales ni las naciones aliadas comprendieron del todo, hasta que fue demasiado tarde, que con un armamento más destructivo en varios órdenes de magnitud que el desplegado anteriormente, y con cada bando igualado en riqueza y fuerza, el resultado iba a ser un estancamiento muy largo e inimaginablemente sangriento. Incluso Keynes comprendió esto sólo en retrospectiva.

Después de la Primera Guerra Mundial, las circunstancias económicas de las naciones del Atlántico Norte divergieron. Estados Unidos, donde no se había librado la guerra, experimentó el frenético crecimiento económico de los locos años veinte. Europa, que seguía sacando fuerzas de los escombros, luchaba contra las dificultades económicas y el malestar social. Éstas fueron especialmente desestabilizadoras en Alemania, donde el armisticio había impuesto ruinosas reparaciones económicas. Los caminos de los dos continentes se volvieron a unir en 1929, cuando la bolsa se desplomó y las economías se hundieron en todo el mundo. Después de que Adolf Hitler se convirtiera en canciller alemán en 1933, sacó a Alemania de la depresión más rápido, informa DeLong, que cualquier otra nación, salvo los países escandinavos y Japón. “Con la Gestapo de fondo para reprimir la agitación por salarios más altos, mejores condiciones de trabajo o el derecho a la huelga”, explica DeLong, “y con una fuerte demanda del gobierno de obras públicas y programas militares, el desempleo cayó durante la década de 1930.” El fascismo funcionó, hasta que dejó de hacerlo.

Hitler fue, por supuesto, el dictador más malvado de la historia del mundo, o casi. (Stalin y Mao asesinaron a más gente.) Una de las ventajas de mirar a Hitler a través de un prisma económico es aprender que el Führer también era malthusiano. En Mein Kampf, a Hitler le preocupaba que la creciente población de Alemania “acabara en catástrofe”. De ahí el Anschluss, la anexión nazi de Austria, y el Lebensraum, el programa de expansión de Hitler hacia el Este. Estados Unidos entró en la guerra a finales de 1941. La movilización económica que esto requería devolvió a Estados Unidos la salud económica. La derrota de Hitler y la pérdida de territorios por parte de Alemania fueron la ganancia de Stalin, ya que los países ocupados por los nazis fueron absorbidos por la URSS y el bloque oriental. Los Aliados se movieron en la dirección opuesta, perdiendo colonias en las décadas siguientes. La Europa Occidental, empobrecida por la guerra, vio en muchos casos más costes que beneficios en el proyecto imperial. Con el tiempo, una Unión Soviética que se desmoronaba seguiría un curso similar y dejaría libres a sus satélites. La reciente invasión de Ucrania por parte del presidente ruso Vladimir Putin es un intento brutal e insensato de invertir el rumbo una vez más, sin ningún beneficio económico evidente para nadie.

Enseñanzas de la Segunda Guerra Mundial - 01.09.2019, Sputnik Mundo

Lo que DeLong llama conscientemente su “gran narrativa” se tambalea cuando pasa a los años de la posguerra. Introduce una gran cantidad de historia de la Guerra Fría que, aunque fascinante en sí misma, se relaciona indirectamente, en el mejor de los casos, con la historia económica, y busca a tientas una respuesta satisfactoria -quizá no la haya- a por qué los regímenes poscoloniales del sur global han tropezado política y económicamente. El libro de DeLong es, de hecho, bastante indisciplinado en su totalidad. Está cargado de ocurrencias infelices; las variaciones de “bendito sea el mercado” aparecen no menos de 16 veces. Durante muchas páginas, DeLong discute consigo mismo. Durante tramos aún más largos, el hilo económico desaparece por completo. Hay muchos árboles fascinantes -hechos intrigantes y agudas percepciones-, pero no mucho bosque. Esto es especialmente cierto en la segunda mitad del libro.

La historia de la posguerra es bastante sencilla. Durante los siguientes 35 años, las economías del Atlántico Norte crecieron a un ritmo fenomenal y, dentro de esas naciones, los beneficios se distribuyeron más ampliamente que nunca. Los franceses llaman a estos años Les Trente Glorieuses; los alemanes los llaman el Wirtschaftswunder (“milagro económico”); los estadounidenses los llaman la Gran Compresión. El economista francés Thomas Piketty, en su nuevo libro más ordenado y lúcido, Una breve historia de la igualdad, escribe que se caracterizaron por “una inversión masiva y relativamente igualitaria” en toda la sociedad: en educación y sanidad, transporte y otras infraestructuras, pensiones y “reservas, como el seguro de desempleo, para estabilizar la economía y la sociedad en caso de recesión”.

El auge económico fue el cumplimiento de la demanda que se había acumulado en Estados Unidos desde 1929 y en Europa Occidental desde 1914. Pero también fue el resultado lógico de que el gasto público no estuviera, como antes, al servicio de las grandes fortunas privadas (muy mermadas, sobre todo en Europa, por las dos guerras mundiales y la Depresión), sino para fortalecer una nueva y próspera clase media. La raíz de este cambio fue una tendencia democratizadora que, en las naciones que resistieron al fascismo, había ido cobrando fuerza desde alrededor de 1900, con avances como el sufragio femenino, la elección directa de senadores en Estados Unidos, la disminución del poder de la Cámara de los Lores en el Reino Unido y el creciente poder sindical en todas partes.

Parte de esta historia fue la fiscalidad progresiva. Era una idea antigua, pero no arraigó realmente, escribe Piketty, hasta principios del siglo XX. Estados Unidos abrió el camino en 1913 con su impuesto progresivo sobre la renta, seguido por los impuestos progresivos sobre la renta y la herencia en Europa. Las dos guerras mundiales elevaron los impuestos -especialmente la segunda- y después de la Segunda Guerra Mundial, los impuestos sólo disminuyeron un poco. Piketty pregona el beneficio social de la imposición de tipos marginales superiores “confiscatorios” (su término no apologético) del 80 al 90% en Estados Unidos. Estos pusieron fin a “las remuneraciones más astronómicas”. No había razón para que las empresas elevaran los salarios de los altos ejecutivos por encima del umbral del tramo impositivo marginal más alto, porque el gobierno federal recaudaría casi todo ese dinero adicional en impuestos. Eso ayudó a que las empresas gastaran cualquier excedente en las bases. Los conservadores argumentan hoy que cuando los tipos impositivos marginales aumentan demasiado, se ahoga la innovación. Pero en los años 50 y 60, los impuestos “confiscatorios” sólo frenaron el crecimiento excesivo de los salarios en la parte superior. La productividad creció de todos modos a buen ritmo, al igual que la renta per cápita.

Los buenos tiempos de los países del Atlántico Norte terminaron en los años 70, por una combinación de crisis del petróleo, inflación descontrolada, caída de la productividad y desaceleración del crecimiento económico. A finales de esa década, la industria manufacturera se trasladó de forma decisiva al sudeste asiático, creando una competencia para Estados Unidos y Europa. En su influyente libro de 1975, Equality and Efficiency, Arthur Okun, presidente del Consejo de Asesores Económicos del Presidente Lyndon Johnson, sostenía que se podía aumentar la igualdad económica o la eficiencia económica, pero no se podían hacer ambas cosas al mismo tiempo, una opinión que allanó el camino al fundamentalismo de mercado. (El término preferido en la profesión económica es “neoliberalismo”, pero lo rechazo porque muchos críticos del fundamentalismo de mercado con una agenda política más difusa también se llamaron a sí mismos neoliberales, ignorando por completo su otro significado).

DeLong argumenta con fuerza que el giro de los años 80 hacia el fundamentalismo de mercado fue un fracaso económico estrepitoso. Señala que el presidente Ronald Reagan y la primera ministra británica Margaret Thatcher, al recortar los impuestos y reducir la regulación, no lograron ninguna mejora perceptible para el empleo, los salarios, la inversión o el crecimiento económico. La inflación bajó, estimulando una expansión económica cíclica, pero eso fue obra de Paul Volcker, presidente de la Junta de la Reserva Federal. Mientras tanto, el sector bancario desregulado creó primero una crisis de ahorros y préstamos que provocó la evaporación de 160.000 millones de dólares, la mayor parte de los cuales fueron pagados por los contribuyentes, y, más tarde, una crisis hipotecaria que provocó la evaporación de 3,3 billones de dólares en valor de la vivienda, muy poco reembolsado por el gobierno. El verdadero legado de Reagan y Thatcher, sobre todo a través de los recortes fiscales, fue extender y acelerar el retorno a la desigualdad económica de finales de los años 70, una tendencia que continúa hoy en día y que, en contra de Okun, no produce absolutamente ningún beneficio para la eficiencia económica.

Yo opino, de forma un tanto convencional, que el siglo XX largo terminó alrededor de 1980. Seleccionando a DeLong y Piketty, este es mi resumen del siglo XX largo. Al principio, el rápido crecimiento económico hipertrofió el imperialismo y el militarismo. Este último se descontroló de 1914 a 1945, matando a unos 100 millones de personas. Después de 1945, la democratización de principios de siglo maduró hasta el punto de que las naciones industrializadas avanzaron constantemente hacia una mayor igualdad económica. Pero en 1980, tanto el rápido crecimiento económico como la tendencia igualitaria habían terminado. Aplausos, cortina.

DeLong, sin embargo, extiende su largo siglo XX hasta 2010. Eso le permite incluir el auge económico impulsado por la informática de finales de los 90, que hiperglobalizó la economía y empujó la fabricación, de forma desigual, hacia el sur global. Pero la revolución informática fue, en mi opinión, menos una culminación del largo siglo XX que un eco lejano de sus inicios. A nosotros nos parece algo importante porque fuimos testigos de ello. Pero la convergencia de los teléfonos, la electrificación, los coches, las radios, el cine, los aviones, etc. de finales del siglo XIX y principios del XX alteró la vida económica de forma mucho más dramática. El auge de la informática imitó los efectos de la Revolución Industrial, pero no alcanzó su amplitud y magnitud. La riqueza que creó impulsó los ingresos de la clase media durante algunos años a finales de la década de 1990, pero impulsó mucho más los ingresos de los superricos y, después del año 2000, casi exclusivamente. Esto hizo que fuera un acontecimiento menos transformador que la Revolución Industrial, cuyos beneficios fueron, durante la mayor parte del siglo XX, ampliamente compartidos.

La historia económica del siglo XXI no será, según los pronósticos, una historia feliz. Una escuela de pensamiento afirma que la economía ha entrado en un largo periodo de lo que el economista de Harvard Larry Summers llama “estancamiento secular”, o crecimiento económico lento debido a la reticencia a invertir. Otra escuela, liderada por el economista de Northwestern Robert Gordon, afirma que el crecimiento de la productividad será lento porque las tecnologías futuras no podrán ser tan transformadoras como las del largo siglo XX. Otra escuela de pensamiento dice que la historia económica de los próximos 80 años será China, y que el resto de nosotros sólo estaremos en el camino. Una virtud tanto del libro de DeLong como del de Piketty es que evitan ese tipo de enredo. Piketty es cautelosamente optimista sobre las perspectivas de progreso social en el futuro -una agradable sorpresa después del pesimismo que expresó en su libro de 2014, El capital en el siglo XXI- y DeLong dice que simplemente no podemos saber lo que nos espera. Y tiene razón.

Pero sea cual sea nuestra próxima gran narrativa, el problema económico no se resolverá. ¿Cómo puede ser, cuando la desigualdad sigue aumentando en todo el mundo industrializado, y cuando la mayor parte del sur global ni siquiera ha comenzado a abordar el problema económico? Todos seremos más ricos, pero en grados muy desiguales. Aunque consigamos invertir la tendencia a la creciente desigualdad económica, y aunque nos encontremos hablando, en tono de asombro, de las economías de los tigres de África y América Latina, el problema económico seguirá sin resolverse porque las nociones actuales de suficiencia serán (esperemos) demasiado tacañas para servir a un futuro más próspero. Así que no abandones tu trabajo todavía.

Seguir leyendo
Comentá

Leave a Reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.

Destacada

Eppur si muove!/del 16 al 21N. “Mientras el gobieno usa la tarjeta, se prepara un diciembre caliente”, por Alberto Nadra

Nadie sabe hasta dónde llegará la alquimia del poder que le permitió al gobierno ganar por amplio margen las últimas elecciones promocionando un plan de rescate financiero extraordinario de Trump. Lo cierto es que se trató de una promesa que de acuerdo a TheThe Wall Street Journal no se cumplirá ya que los bancos implicados no recibieron el respaldo que esperaban por parte del Tesoro de Estados Unidos. Apenas una ayudita para enero y el rezo de Caputo para mantener el riesgo país. ¿Cuántas veces los economistas han dicho como si fuesen abuelas ‘no hay que gastar más de lo que se tiene? Pues bien, el gobierno está tarjeteando como cualquier mortal.

Entre tanto, las fábricas siguen cerrando, los despidos ya son masivos, no hay perspectivas de reactivación y una reforma laboral junto a una Ley educativa ‘novedosa’ avanza sobre un proyecto que parece insostenible. Los jubilados ya forman parte de la rutina de los miércoles, igual que la represión. La CGT inaugura nuevo triunvirato con uno de sus líderes que ha resuelto visitar fábricas en conflicto. Algo bastante básico que sin embargo no ocurría hace tiempo. Los organismos de DDHH y distintas centrales obreras se suman a una marcha para el 11 de diciembre por el Día Internacional de los Derechos Humanos. La UTA amenaza con un paro nacional en ese mismo mes si le pagan los sueldos en cuotas tal como está previsto.

Un hecho curioso resalta que sin Estado tampoco hay producción: en Bahía Blanca un supermercado mayorista debe cerrar por el pésimo estado de las rutas. Sus camiones ya no pueden entrar ni salir. Sin Vialidad Nacional, no hay caminos.

Como siempre, LCV les cuenta el abajo que se mueve.

Sintesis semanal de noticias sociales y gremiales, del 16 al 21 de noviembre 2025

MARCHA POR LOS DERECHOS HUMANOS EL 11 DE DICIEMBRE. Hugo “Cachorro” Godoy, confirmó que las dos CTA se unirán a la movilización convocada por los organismos de derechos humanos a Plaza de Mayo el próximo 11 de diciembre, en el marco de las actividades previstas por el Día Internacional de los Derechos Humanos. En su cuenta de twit, Godoy aseguró que este año marcharán “contra la represión, la persecución política, el negacionismo y la reivindicación de la dictadura genocida” del gobierno de Javier Milei.

SINDICATOS DE PRENSA Y ASOCIACIONES PROFESIONALES DENUNCIAN INTERNACIONALMENTE AL GOBIERNO POR FALTA DE LIBERTAD DE PRENSA. En una audiencia celebrada el miércoles en la Universidad de Miami, en el marco del 194° Período de Sesiones de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), el secretario adjunto electo de SiPreBA y tesorero de FATPREN, Francisco “Paco” Rabini, denunció al gobierno nacional por lo que calificó como un “ataque recurrente, planificado y persistente” contra periodistas y trabajadores de prensa. Estuvieron presentes representantes el CELSSiPreBAFATPRENARGRAFOPEA, instituciones académicas como la Carrera de Comunicaciones de la UBA. Entre las razones de la denuncia figuran los constantes ataques a los fotoreporteros que han sido baleados y apaleados en diversas marchas, dejando a Pablo Grillo al borde de la muerte. Rabini consideró que existe una política que parte del propio presidente para amedrentar a la prensa y citó un twit en el que el presidente Javier Milei expresó: “No odiamos lo suficiente a los periodistas”.

CRISTIAN JERÓNIMO DE GIRA POR LOS CONFLICTOS. Acompañado por el dirigente de la UTEP, Alejandro «Peluca» Gramajo, José Minaberrigaray de SETIA, Pablo Flores de AEFIP y representantes de Municipales, el flamante cosecretario general de la CGT Cristian Jerónimo se acercó al acampe de ILVA donde, desde hace más de 80 días, hay trabajadores esperando una respuesta de la empresa a los 300 despidos repentinos. Allí fue recibido, además, por representantes de la Federación de Ceramistas que están apoyando el conflicto desde el comienzo. «Queremos que sientan que hay una central sindical que va a estar más presente que nunca y que no los va a dejar hasta que no resolvamos este problema, y tantos, como hay, a lo largo y ancho del país. También es un mensaje para todos los trabajadores que están en conflicto, queremos que sepan que hay una central de puertas abiertas para luchar por los derechos de todos los trabajadores». Más allá del apoyo político de la CGT, dejó un aporte para el fondo de huelga y prometió la intervención de la central obrera para dialogar con las partes e intentar resolver el conflicto. Se trata del primer acto de la ‘nueva CGT’ que busca relacionarse con los trabajadores de base.

ECONOMÍA FAMILIAR. TARJETAS EN CRISIS. LA DEUDA NUESTRA DE CADA DÍA. Según un Informe el Banco Central (BCRA) la mora de las familias sigue en aumento. En noviembre de 2023 el incumplimiento de pago en préstamos familiares y cuotas se ubicaba en 2,7%, es decir que en la era Milei subió 4,6 puntos porcentuales. La suba se concentró en dos líneas: préstamos personales (donde el porcentaje aumentó desde el 8,2% al 9,1%) y tarjetas de crédito (con un incremento desde el 6,7% al 7,4%)

INDUSTRIA

LA UTA ADVIERTE: SI NO PAGAN EN FECHA PARAMOS TODO EL TRANSPORTE EN DICIEMBRE. Así lo anunció el secretario de prensa de la Unión Tranviarios Automotor (UTA)Mario Caligari. El sindicato se declaró en estado de alerta por las demoras en el cobro de los sueldos. Los empresarios del sector explican que no están recibiendo del gobierno los subsidios acordados y prevén un pago en cuotas de salario y el aguinaldo de diciembre. “Nosotros no financiamos el sueldo ni los aguinaldos”, dijeron en el gremio.“El síndrome del llanto lo tienen desde toda la vida”, afirmó Caligari.

CHOFERES DE LA LÍNEA 60 PRESIONA A LA UTA POR PLAN DE LUCHA. El cuerpo de delegados y los trabajadores de línea 60 perteneciente a la empresa Monsa protestaron este viernes en la cabecera que la empresa tiene en Maschwitz. Exigen plan de lucha a la conducción de la UTA dirigida por Roberto Fernández ante la nueva apertura paritarias. Buscan una recomposición salarial de 2500000 de pesos y mejores condiciones de trabajo. Ratificaron que, si la empresa paga los sueldos y el aguinaldo en cuotas, profundizarán las medidas de fuerza a partir de diciembre.

¿UNA NAVIDAD SIN TURRÓN? La empresa Georgalos que produce el clásico Mantecol comienza un esquema trimestral de suspensiones en su planta de Victoria. La medida que afectará a más de 600 trabajadores.⁠ La empresa justifica ese accionar por el derrumbe de ventas y la apertura de importaciones que colmó el mercado de productos brasileros. Según la empresa, la decisión surge a partir de un drástico derrumbe en las ventas.

LA RIOJA. CONTINÚA EL CIERRE DE FÁBRICAS. 150 despedidos en los últimos días. De acuerdo a la información de Página 12, la empresa textil Luxo abandonó el parque industrial por la drástica caída de las ventas.  “Es muy triste y doloroso ver como se deciden estas políticas a nivel nacional”, lamentó el gobierno provincial, que intentó un rescate que resultó infructuoso. En esa provincia, también en los últimos días, se habían conocido otras dos bajas: la fábrica de calzados Vulcalar, radicada en Sanagasta, con 80 personas cesanteadas, y la productora de paneles solares Solartec, que operaba desde 1988, al no poder competir con los productos chinos, cuyos precios “son muy difíciles de igualar”. Entre las tres se perdieron más de 150 puestos directos.

BAHÍA BLANCA: CIERRA EL SUPERMERCADO YAGUAR POR EL PÉSIMO ESTADO DE LAS RUTAS. En la tarde del domingo se supo que habría despidos en la sucursal de la mayorista Yaguar. La situación fue peor: hubo un cierre total del establecimiento y el lunes  30 trabajadores de la sucursal bahíense quedaron en la calle. Los sindicatos de Comercio y Camioneros reclaman la reincorporación de todos los despedidos. Más allá de la baja de las ventas, en este caso la razón que esgrime la empresa es el pésimo estado de las rutas que impide el ingreso y egreso de camiones. El centro comercial de Yaguar se encuentra en la intersección de dos rutas nacionales, Ruta Nacional 33 y Ruta Nacional 35. La falta de inversiones de Nación que mantiene a la obra pública parada provoca que 50 familias queden en la calle.

IMPREVISTO CIERRE DE FRÁVEGA DE TEMPERLEY. El Sindicato de Empleados de Comercio de Lomas de Zamora (CEC), que conduce Rubén Crosta, denunció el cierre «intempestivo» de la sucursal de Frávega ubicada en Temperley. El gremio exigió la reincorporación del personal despedido y advirtió sobre un plan de la compañía para llevar adelante 300 despidos a nivel nacional.

SAN LUIS: ALERTA UOM, CIERRA AUTOPARTISTA DANA. La decisión de la empresa de autopartes Dana de cerrar de manera definitiva su planta en la localidad de Naschel, San Luis, encendió las alarmas en el sector industrial de la provincia, afectada por la crisis generalizada del sector en todo el país. La medida, tomada por la sede central de la firma en Estados Unidos, implica el despido de la totalidad de los 60 trabajadores que se desempeñaban en el lugar, sumándose a la ola de cierres y suspensiones que atraviesa la industria metalmecánica.

PARITARIA RECORD DE TRABAJADORES DE VIGILANCIA PRIVADA EN COMPLEJOS OLEAGINOSOS DE SANTA FE. El Sindicato Único de Trabajadores de Vigilancia Privada (SUTRAVIP) cerró una paritaria histórica para los vigiladores del complejo agroexportador del cordón industrial del sur santafesino. El acuerdo ubica nuevamente al sector entre los mejores remunerados del país y garantiza un salario conformado de $2.160.034,20 desde febrero de 2026 para los trabajadores del departamento San Lorenzo.

HISTÓRICO. CONVENIO CON TRABAJADORES MINEROS RECONOCE CUIDADOS ESPECIALES E INCORPORA PERSPECTIVA DE GÉNERO. La Cámara Argentina de Empresas Mineras (CAEM) y la Asociación Sindical del Personal Jerárquico, Profesional y Técnico de la Actividad Minera Argentina (Asijemin) firmaron un acuerdo inédito que incorpora derechos innovadores y establece una serie de herramientas destinadas a favorecer la conciliación entre el trabajo y la vida personal. Desde el sindicato sostienten que el nuevo convenio colectivo incorpora reivindicaciones largamente esperadas sobre salud y contiene “un enfoque en la inclusión y la perspectiva de género”.

LA CRISIS EN LA INDUSTRIA NO TIENE TECHO. Un informe del periodista David Cufré demuestra que la tendencia al cierre no disminuyó después de las elecciones:

Mabe, empresa mexicana, una de las principales fabricantes de electrodomésticos de línea blanca, cerró la planta en Río Segundo, Córdoba, con 160 despidos.

La Suipachense, empresa láctea con 75 años de historia, fue declarada en quiebra y dejó en la calle a 145 trabajadores.

TN Platex cerró la producción de medias y prendas deportivas en su planta en Monte Caseros, Corrientes, con 36 despidos.

Dulces Otito, en San Pedro, Jujuy, una marca con más de 70 años de vida y en un contexto económico complicado a nivel nacional, decidió cerrar sus puertas y echó a 40 trabajadores.

Alimentos Refrigerados, una firma histórica que elaboraba postres y yogures para SanCor, fue declarada en quiebra en Córdoba y dejó sin empleo a 200 personas.

Nueva Dalmacia, alimenticia cordobesa, cerró y echó a sus 17 empleados por WhatsApp.

Georgalos oficializó un programa de suspensiones que se extenderá por un trimestre en su establecimiento de Victoria, Buenos Aires, afectando a la totalidad de su personal mediante turnos alternados. La decisión, según la empresa, responde a la caída en el nivel de ventas y al aumento de la competencia de productos brasileños.

Avery Dennison, dedicada a la fabricación de etiquetas para envases, cerró su planta en San Luis, dejando a 40 familias sin empleo.

Tía Maruca cerró de manera abrupta una histórica planta productora de galletitas en la localidad bonaerense de Chascomús y desvinculó a 27 empleados.

Didier, empresa alimenticia de mermeladas y tomates, en San Rafael, Mendoza, cerró después de 20 años. En esa provincia también cayó Comeca, que producía latas para conservas, y está tecleando Eco Génesis, que se dedica al deshidratado de hortalizas.

Blanco Nieve, textil que producía para la marca Casablanca, cerró tras 30 años en Río Grande, Tierra del Fuego. En esa provincia también hubo 150 despidos de trabajadores metalúrgicos de Newsan, en Ushuaia, y cerró la textil Fabrisur.

Alliance One, multinacional tabacalera, concretó el cierre de su planta de acopio en Perico, Jujuy, con 115 trabajadores despedidos.

Frigorífico Anselmo cerró en Tres Arroyos, con 100 empleos perdidos. Essen, la fábrica de ollas, despidió a 30 trabajadores de su planta en Venado Tuerto.

SECTOR PUBLICO

“¿Cuál debería ser nuestro salario como mínimo?” Así se titula un informe de ATE Indec que sostiene que una familia necesitó más de 2 millones de pesos en octubre para cubrir consumos mínimos. El mismo estudio revela una pérdida salarial histórica del 54,8% desde 2015 y exige un aumento de emergencia del 118%, paritarias abiertas y medidas urgentes para frenar el deterioro del ingreso estatal.

PERSECUSION EN EL CONICET. Empleados del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) denunciarion a través de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) que el organismo científico a cargo del libertario Daniel Salamone, abrió sumarios en contra de investigadores que protestaron en 2024 contra el ajuste al sistema de ciencia y tecnología. El gremio advirtió sobre sumarios que “afectan a personas de diferentes jerarquías dentro de la institución, algunas en clara situación de precarización laboral”.

BAHÍA BLANCA: TRABAJADORAS TRANS EXIGEN QUE SE CUMPLA EL CUPO LABORAL. Este jueves 20 las escalinatas del municipio se llenaron de ‘voces travas’. En el día de la Memoria Trans, una veintena de personas se manifestaron en reclamo de justicia por el travesticidio de Rosario Sansone a un año y semanas de su asesinato, y la lucha por la aplicación del Cupo Laboral Trans, que es ley pero no se hace realidad.

SIN SOLUCIÓN PARA LOS TRABAJADORES DE JUSTICIA. OTRO PARO EL VIERNES 28 DE NOVIEMBRE. La Unión de Empleados de la Justicia de la Nación (UEJN), que conduce Julio Piumato, anunció un paro nacional para el viernes 28 de noviembre y puso un ultimátum a la Corte Suprema y el Poder Ejecutivo. La organización reclama comenzar la recuperación con un incremento adicional de, al menos, el 3% de poder adquisitivo perdido en 2025 y advierten sobre proyectos que afectarían al personal y al sistema jubilatorio del sector.

SANTA CRUZ: REINCORPORAN A TRABAJADORES AUTOCONVOCADOS DE LA SALUD SUSPENDIDOS POR PROTESTAR. El pasado jueves 20 de noviembre, la Justicia de Santa Cruz dictó una resolución que ordena la inmediata reincorporación de los 26 trabajadores de la salud pública que habían sido suspendidos por participar de una protesta en el Ministerio de Salud en septiembre por reapertura de paritarias. Los trabajadores recibieron el respaldo inmediato de otros sectores, mostrando que la solidaridad es el camino para enfrentar los ataques a los derechos laborales. El gremio ATSA había presentado un recurso de amparo colectivo, que finalmente fue aceptado por la Justicia. La medida, firmada por el juez Andrade, deja sin efecto las sanciones impuestas por la cartera sanitaria provincial y constituye una derrota para las autoridades que intentaron disciplinar a quienes luchan por mejores condiciones laborales y salariales.

EDUCACIÓN

TRASCENDIÓ UN BORRADOR DE LA LEY DE LIBERTAD EDUCTIVA Y ESTALLÓ EL DEBATE: “UN MAMARRACHO”. Así la definió Hugo Yasky, quien tildó el proyecto como un caso de “terraplanismo educativo”. Entre las medidas más criticadas está la idea de eliminar la responsabilidad indelegable del Estado, transfiriéndola “directamente a las familias” bajo un sistema que dicho borrador llamó como educación en el hogar (homeschooling), además de incorporar “agentes educativos” sin requisitos profesionales, entre otras medidas.

Continue Reading

Destacada

Italia ¿Qué es ‘Progetto Sur’? Frente a la indiferencia de los Estados, la solidaridad de los pueblos

Hace unas semanas nos internamos en la nueva realidad italiana. Esa que no se ve pero existe. La que une pasado, actualidad y futuro. Comenzamos con una entrevista a Enrico Calamai, quien en tiempos de dictadura en Argentina fue uno de los protagonistas invisibles de una epopeya: dar refugio y salvar la vida de unos 300 argentinos a pura convicción y coraje, quien hoy es un referente de los Derechos Humanos con una pequeña organización, “Mani Rosse”, que cada jueves pintan sus manos de rojo sangre para recordar a los muertos de un mundo injusto: migrantes ahogados en el Mediterráneo, víctimas de guerras y hambrunas, aquellos ‘condenados de la tierra’ de la que nos hablaba Frantz Fanon.

Continuamos conversando con los directores de “Resistenza-Historia del exilio argentino en Roma”, quienes nos llevaron a los años de plomo, en los cuales centenares de miles de argentinos debieron huir del país con lo puesto y aún así crearon redes de solidaridad, amor y denuncia internacional en los países donde posaron sus huesos, con culpa, dolor, angustia.

El documental puso el foco en Italia y pudo realizarse gracias a la colaboración de un grupo de jóvenes italo argentinos que forman parte de una organización llamada ‘Progetto Sur’. Tirando de la punta del ovillo, llegamos a ellas, Claudia Gatti y Romina Cozzanti, referentes de la asociación, nacida después del 2001, que contactó con aquella huella creada en los años setenta-ochenta y hoy trabajan por la colaboración de dos pueblos unidos por historia y cultura. Cambian los tiempos, las formas, la política y la tecnología. Llegan las pandemias y otras calamidades desconocidas, pero aún queda la esperanza de un mundo mejor.

Aquí, la última entrevista de lo que podemos considerar una trilogía: revisitando exilios, mirando el mañana.

Este Planeta Giussani hace lo posible para entenderse con ese Planeta Tierra con la Inteligencia Artificial a flor de piel. Aún así, no lo logramos. La comunicación es entrecortada. Cuarenta minutos nos dan. Quién puede hacer algo en sólo cuarenta minutos cuando hay tanto para hablar, conocer, descubrir, pensar. Vaya, entonces, esta segunda parte con Romina, a quien dejamos sin palabras.

Te puede interesar:

Continue Reading

Destacada

Gustavo Morteo: El panorama de la apicultura y el rol de las cooperativas

En una extensa conversación con La Columna Vertebral, Gustavo Morteo, referente de la Federación de Cooperativas Apícolas, detalla el presente del sector, marcado por la pasión, la crisis y la búsqueda de nuevas herramientas comerciales.

La Federación, integrada por más de 35 cooperativas de todo el país, nació como una entidad de segundo grado con fines gremiales. Hoy intenta sumar peso comercial. “Queremos que la federación pueda hacer las dos cosas: representar al sector y empezar a operar comercialmente”, explica Morteo.

LCV: “Contame exactamente qué significa la Federación de Cooperativas Apícolas y cuánto hace que está constituida esta cooperativa de segundo grado.”

Gustavo Morteo: “La Federación de Cooperativas Apícolas es una entidad de segundo grado que agrupa a las cooperativas de primer grado, es decir, las cooperativas apícolas, que en conjunto conforman la federación. Participan cooperativas de todo el país, ya que es una federación nacional con más de 35 cooperativas.”

LCV: “Ajá.”

Gustavo Morteo: “Entre todas buscamos utilizar la federación como una herramienta gremial, pero también queremos darle volumen comercial. Estamos empezando a incursionar en esa dimensión para combinar lo gremial con lo comercial.”

LCV: “Gustavo, ustedes comercializan… ¿cuáles son los productos que comercializan?”

Gustavo Morteo: “El grueso de las cooperativas trabaja con miel a granel o miel fraccionada. También proveemos insumos que necesitan los productores: envases, medicamentos, materiales de apicultura, indumentaria y otros elementos. Además comercializamos la producción, tanto a granel como fraccionada, y las distintas variantes: producción de material vivo y derivados.”

LCV: “¿Qué es material vivo? Contame.”

Gustavo Morteo: “Es la provisión de colmenas para otros productores que desarrollan la actividad.”

LCV: “Me encanta. Desde la colmena hasta la ropa del trabajador. ¿Ustedes tienen todo eso dentro de la federación?”

Gustavo Morteo: “Intentamos articularlo. A veces es difícil porque hay cooperativas en el norte del país, otras en Buenos Aires, Córdoba, San Luis o Santa Fe. Son realidades distintas. En algunas zonas se producen abejas y en otras miel, según las floraciones. En áreas con mucho polen se produce más abeja; en zonas con más néctar, como Buenos Aires, se produce más miel. En Mendoza o en el norte, por ejemplo, hay más proteína, por lo que la abeja se reproduce más que en la provincia de Buenos Aires.”

LCV: “Entonces se me agolpan preguntas, pero quiero ir de a poco porque es una industria fascinante. ¿Cuánto tarda en formarse un apicultor?”

Gustavo Morteo: “Un apicultor nunca termina de formarse porque la abeja es un animal muy adaptable, y el apicultor debe aprender continuamente. En la escuela de apicultura de Tandil, donde soy parte, la formación básica dura un ciclo biológico, aproximadamente un año y medio. Luego los alumnos deben continuar profesionalizándose con tecnicaturas y formación específica.”

LCV: “¿Y de dónde vienen esos alumnos? ¿Son hijos de apicultores o es una vocación nueva? ¿Qué motiva a un joven a acercarse a la apicultura?”

Gustavo Morteo: “Hoy es una vocación más sentimental que económica. La actividad no atraviesa su mejor momento en términos de rentabilidad debido al clima y los cambios en la actividad agrícola. Los costos aumentaron. No es una actividad que entusiasme por lo rentable, sino por la pasión. Obviamente uno busca ganar dinero, pero hoy pesa más el vínculo emocional con la apicultura.”

LCV: “¿Tienen competencia de importación?”

Gustavo Morteo: “No. Lo que sí tenemos son problemas al vender, principalmente por los aranceles que impuso Estados Unidos. Eso nos baja los precios y dificulta las ventas en uno de nuestros principales mercados.”

LCV: “Cuando venden a granel, ¿quién es el cliente? ¿Y la miel fraccionada dónde se vende?”

Gustavo Morteo: “El fraccionado se vende mayormente en el mercado interno. El granel es para exportación. Estados Unidos es uno de los principales compradores, aunque hoy aplica dumping y otros aranceles. Europa también compra, pero paga mucho menos.”

LCV: “¿Qué industrias se nutren de la miel además de la gastronómica?”

Gustavo Morteo: “El grueso del consumo es domiciliario. Lo industrial es mínimo.”

LCV: “¿Cosmética, bebidas alcohólicas…?”

Gustavo Morteo: “Representan un volumen ínfimo. El fraccionado apenas representa entre el 5% y el 7% de la producción total. No mueve el amperímetro respecto al granel.”

LCV: “Vos sabés que cuando dijiste Europa pensé en champú, cremas… ¿Usan miel real o esencias?”

Gustavo Morteo: “Usan miel, pero en proporciones muy pequeñas dentro del producto. No es un consumo masivo.”

LCV: “Con muy poquita miel hacen mucho…”

Gustavo Morteo: “Si querés un jabón con miel, lleva mucha glicerina y poca miel.”

LCV: “¿Vos cómo llegaste a este negocio?”

Gustavo Morteo: “Por familia. Desde los 12 años ayudaba a mis hermanos y a mi papá. Crecimos a media cuadra de uno de los productores más grandes de Sudamérica, la familia Carrasco. En la zona todos aprendieron el oficio allí, por lo que la actividad se difundió mucho. Una vez que entrás, te enamorás. Lo económico va y viene, pero la pasión crece.”

LCV: “¿Y tu familia? ¿Tus hijos también se dedican?”

Gustavo Morteo: “Mis hermanos también trabajan en la actividad y compartimos la cooperativa. Nuestra cooperativa se fundó en 1989, así que ya superamos varias etapas difíciles.”

LCV: “Tal cual.”

Gustavo Morteo: “Hemos pasado varios combates.”

LCV: “Las cooperativas también sufren crisis periódicas. ¿Cuál fue el peor período y cuál es la situación actual?”

Gustavo Morteo: “El peor fue en 2003-2004, con la crisis de los residuos nitrofuran. Hubo una supuesta contaminación que se transformó en una barrera paraarancelaria. Durante dos años no pudimos comercializar. No sabíamos dónde estaba el problema. Fuimos manoseados por exportadores y algunos organismos públicos.”

LCV: “¿Y de ahí se levantaron?”

Gustavo Morteo: “Sí. La provincia de Buenos Aires financió la compra de un equipo para un laboratorio que permitió analizar contramuestras y buscar el origen del problema. Cuando el equipo empezó a funcionar, el problema desapareció.”

LCV: “¿Y hoy cómo estamos?”

Gustavo Morteo: “Complicados. El combustible es carísimo y esencial para la producción. La chapa de los tambores también, llegando a representar entre el 12% y el 15% del valor del producto. Hoy 1 kg de miel equivale a 1,3 litros de gasoil.”

LCV: “Terrible.”

Gustavo Morteo: “Sí.”

LCV: “El análisis de estas dificultades fue uno de los temas que hablaron con Gildo Honorato.”

Gustavo Morteo: “Sí. También hablamos de la necesidad de regularizar las cooperativas provinciales para que puedan recibir acompañamiento. Y trabajamos en un proyecto de la federación para comprar insumos, transformarlos en kilos de miel y exportarlos directamente.

“Para avanzar, necesitamos cooperativas ordenadas. Lo que está claro es que cuando el Estado está presente, controla y trabaja junto a las cooperativas, estas crecen. En la nuestra pudimos desarrollar un aserradero, una carpintería, un área de limpieza de cuadros y un sector de fraccionamiento, todo gracias al acompañamiento estatal. Cuando el Estado funciona y controla, protege a los ciudadanos.”

Continue Reading
Advertisement

Facebook

Copyright © 2017 Zox News Theme. Theme by MVP Themes, powered by WordPress.