Internacionales
Postales italianas II: el país que no pudo ser, por Laura Giussani Constenla (enviada especial de La Columna Vertebral)

‘Questa vince, questa perde’
Cuatro fueron los nombres que protagonizaron la información estos días en Italia: Desireè Mariottini, Stefano Cucchi, Luigi Di Maio y Matteo Salvini. Poco y nada tienen que ver entre ellos, sin embargo todos expresan un país que no pudo ser, una Italia que quedó en el camino.
Desireè era una adolescente de 16 años hallada muerta la semana pasada en el barrio de San Lorenzo, barrio estudiantil que fuera un emblema del movimiento autonomista allá por los setenta, devenido uno de los pocos bastiones que aún mantienen un halo de izquierda, donde parece que también la heroína está haciendo estragos con la complicidad de las fuerzas de seguridad. La muchacha apareció desnuda, en una cama, y tiene signos de haber sido violada por varios hombres, se presume que murió por una sobredosis.Un femicidio que echa luz sobre un país en descomposición, donde el feminismo -que reinó con sus colectivos de mujeres desenfadadas, hoy sesentonas- logró a fuerza de marchas la legalización del aborto y hoy tiene que luchar para que no lo supriman. En mayo de este año miles de mujeres recorrieron el centro de Roma en la 8va edición de la Marcha por la Vida que exige la abolición de aquella Ley. Fueron con sus familias, y con sus sacerdotes. Esta semana hubo manifestaciones feministas pidiendo que no se derogue la Ley.
Ni lerdo ni perezoso, Matteo Salvini, líder de la neofascista Lega Norte y ministro del interior -el político con más prensa en el país- se acercó al barrio San Lorenzo y puso una flor en el altar popular a Desireè que levantaron los vecinos. Al día siguiente, cuatro inmigrantes fueron detenidos acusados del macabro crimen. Una rápida solución, cómoda para la xenofobia ministerial, a pesar de que no hubo cámaras que grabaran el paso de Desireé por las calles del barrio. La intendente de Roma anunció el desalojo de las casas tomadas del barrio universitario en donde encuentran cobijo los inmigrantes africanos que no quieren dormir bajo los puentes del Tíber, en donde pueden verse familias enteras, ni en las ‘residencias’ estatales para refugiados denunciadas por Amnesty International por violación a los derechos humanos.
El nombre de Stefano Cucchi también llenó los diarios y los noticieros. Hasta ahora, la ciudad clamaba en sus paredes: ‘Giustizia per Stefano’. Muchos supieron de él por la película ‘Sulla mía pelle’, que reconstruye la tragedia de este muchacho que el 15 de octubre de 2009 es detenido por los carabinieros por tener 21 gramos de hashish y algunas dosis de cocaina, lo apalearon y lo derivaron al hospital Sandro Pertini -dan ganas de llorar de solo pensar que el nombre del hospital homicida sea el del primer presidente italiano socialista, de esos con los valores bien puestos-. Allí murió una semana después, aislado, sin permitir a la familia visitarlo. Los golpes fueron la causal de muerte. Su hermana llevó adelante la denuncia y hoy están incriminados los médicos del hospital, varios carabinieros, y la estela de complicidades llega hasta las máximas autoridades de las fuerzas de seguridad.
La política italiana tiene algo de aquel juego con el que algunos se ganaban la vida en la calle. Ponían un banquito con tres vasos opacos dados vuelta y colocaban una moneda debajo de uno de ellos. Comenzaban a mover con rapidez los vasos con la moneda siempre abajo. Era posible seguirlo facilimente con la vista. Para alentar las apuestas decían ‘questa vince, questa perde’ (esta gana, esta pierde) sembrando desconcierto y suspenso. El apostador confiado perdía siempre. Todo empezaba, claro, con un ‘cómplice’, el primero que se animaba a apostar ganaba, era socio del hombre de la moneda. Prestidigitadores, buscavidas, mentirosos o furbos. En eso también se ha convertido la política hoy. Nadie sabe a ciencia cierta quién tiene el poder ni qué quiere hacer con él.
El último protagonista es Luigi Di Maio, 32 años, vice premier y Ministro de Trabajo y Desarrollo de 5 Stelle, el partido con más votos que decidió hacer un ‘contrato de gobierno’ con el sector más conservador del país. Todos esperan que el contrato se haga público porque resulta inverosímil una alianza entre antagonista. Beppe Grillo, fundador del movimiento renovador, lanza llamaradas por la boca en el Circo Massimo, pero el que parece tener el contro del asunto es Di Maio, un utópico pragmático, si es que eso es posible. Salvini y Di Maio, será la dupla del poder? Alguien apostó a ellos?
Poco y nada queda de aquella Italia de los años setenta en la que sobrevolaba todavía el viento del 68 -en su estado puro con el movimiento autónomo y en la incomprensible y criminal via armada de las Brigadas Rojas-, cuando el Eurocomunismo de Enrico Berlinguer buscaba una via alternativa al stalinismo soviético. Tiempos de festivales barriales dell’Unitá en donde todavía ‘fischiava il vento e infuriaba la buffera’, mientras alguno cantaba un “Bella Ciao”, y los refugiados tenían un stand por país denunciando lo que pasaba en sus tierras. Tiempos de feministas que llenaban las calles de aromos, y lograban a fuerza de marchas la legalización del aborto. Tiempos de mafia institucionalizada y con reglas claras impuestas por la Democracia Cristiana o la Logia P2, con un socialismo siempre tibio, siempre bien dispuesto.
Los nombres de los partidos tradicionales han desaparecido junto con sus ideas, debates, sueños y miserias.
Eppur si muove.
Hay noticias que apenas se leen en los diarios. Los italianos se desayunaron el día anterior de que se había decretado un paro nacional el viernes y no fue un paro sorpresivo. El 19 de octubre hubo una asamblea en Roma para preparar la huelga. En la que participaron delegados del SGB (Sindicato Generale di Base), promotor de la iniciativa, junto a otras siglas gremiales como la CUB, Usi y RSU independientes. La CGIL, la central más importante de origen comunista, no participaba -está preocupada con elecciones internas en donde se repiten cantilenas parecidas a las que esgrime la CGT en Argentina-. Las reivindicaciociones del paro no solo incluyen mejoramientos salariales, también anuncian su participación en la próxima marcha antiracista y contra el avance machista en todas las áreas.
Por último, los estudiantes secundarios decidieron tomar la posta. El Mamiani, un colegio que supo ser uno de los que participó junto a los universitarios de las movidas del 68 fue ocupado por los estudiantes. La medida descolocó a autoridades y padres. Los reclamos también son sociales, antiracistas, para que no pase el modelo de Salvini y De Maio. Por las noches, los estudiantes se juntan a cantar Ricominciamo, de Adriano Pappalardo. Una semana duró la toma de la primera escuela romana. Un día después de su levantamiento, los estudiantes del Virgilio tomaron por asalto sus instalaciones. El anuncio de la medida estuvo firmado por un “Colettivo Autorganizzato”.
Como ya comentamos en otro artículo, el movimiento a favor de los refugiados, surgido en el sur y que casi lleva a la cárcel a un intendente que abrió las puertas de su comunidad, prepara una gran marcha a Roma para finales de año.
Mientras los políticos juegan su juego, y desconciertan a la Unión Europea que ya está cansada de las bravuconadas italianas y empieza a exigir medidas económicas concretas, el abajo también se mueve.

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El desorden global y la ilusión de control: diálogo con Marcelo Cantelmi sobre Irán, Trump y la crisis nuclear

En un contexto de creciente tensión internacional, el periodista y analista de política internacional Marcelo Cantelmi, jefe de la sección internacional del diario Clarín, conversó con LCV para analizar el ataque de Estados Unidos a instalaciones nucleares en Irán y sus implicancias geopolíticas. La entrevista profundiza en la figura de Donald Trump, la fragilidad del orden mundial, el rol de Israel, y el escenario nuclear en Medio Oriente. Con claridad y contundencia, Cantelmi traza un panorama de enorme complejidad, atravesado por narrativas bélicas, intereses cruzados y la peligrosa reinstalación de la fuerza como única legitimidad global.
LCV: “Vamos a hablar con nuestro amigo, amigo de la casa también, Marcelo Cantelmi, periodista, analista de política internacional, jefe de la sección en Clarín, para hablar un poco de todo lo que está pasando. Hoy es un día que posiblemente –y pongo grandes paréntesis– posiblemente haya algún alivio, pero hay que estar atentos. ¿Qué pasó hoy? Pues, después de que Donald Trump rompió su narrativa electoral de que nunca se involucraría en una guerra, con el ataque el sábado a la noche a tres estructuras nucleares de Irán, no sabemos realmente hasta qué punto fueron destruidas como señala Trump. Trump tiene un tono muy caribeño, ¿no? Él usa mucho expresiones como ‘extraordinario’, ‘sensacional’, muchas cosas, adjetivador maduro, adjetivador serial…”
Marcelo Cantelmi: “Sí, sí. Es un hablador maduro, pero le gustan las palabras, repetir, discursea corto. Entonces: ‘sensacional’, ‘extraordinario’, ‘único’, ‘histórico’. Pero no tenemos idea si eso fue realmente así. Nadie la tiene. Es incomprobable. Hay que descontar que una andanada de más de media docena de bombas de tres y pico de toneladas, con una capacidad de destrucción realmente significativa, hizo daño. Son muy importantes porque pueden atravesar hasta 60 metros de concreto. Estas bases de enriquecimiento nuclear de Irán, como muchos países, las tienen bajo la montaña. Son duras. De modo que seguramente estas bombas, una atrás de otra, han hecho un daño significativo. Se descuenta por la poridad del material utilizado, pero no sabemos hasta qué punto.”
LCV: “Esto sin todo… hubo una medición en suelo saudita y no se notó un registro de radiactividad, lo que indicaría que ahí no estaban almacenados los 400 y pico de kilos de uranio enriquecido que tiene esta gente. No sabemos tampoco si no retiraron las jugadoras, que son las máquinas sónicas que usan para enriquecer… Marcelo, hay un dicho más antiguo que la injusticia que dice que lo primero que muere en una guerra es la verdad. Y entonces, uno escucha, uno de afuera –porque no es analista internacional–, es una especie de hormiguita que todo el tiempo está pensando más en la cercanía de esta historia y si no va a volver a volar alguna cosa acá en la Argentina, gracias a los buenos oficios del presidente. Todo el tiempo te corren rumores: que fue una bravuconada de Trump, que no rompió nada, que todo es… ¿Te acordás cuando fue lo de Saddam Hussein? Que también era: ‘¿es ficticio? ¿no es ficticio? ¿pasa? ¿no pasa?’ Yo veo misiles, y esas lucecitas, ¿son de verdad? ¿Cómo hace un analista internacional para garantizar que lo que publica sea lo más cercano a la verdad?”
Marcelo Cantelmi: “Hay datos. Hay datos concretos. Cuando Estados Unidos, en la época de Bush, inventa Irak con Saddam Hussein –un hombre que estuvo muy ligado a la CIA y al padre de George–, decían que tenía armas de fusión masiva. Y nosotros en el diario hicimos cantidad de informes diciendo que no. Hay elementos que uno puede tomar. En realidad, el trabajo en política internacional es de ratón de biblioteca. Todo lo que hacemos es mucha lectura comparada, análisis de datos, y seguimiento de organizaciones que hacen reportes. Efectivamente hubo un bombardeo en Irán por parte de Estados Unidos. Hay que analizarlo con lupa. Atacó tres importantes bases nucleares. Hay muchas más. El programa nuclear de Irán es anterior a la Revolución Islámica del ’79, es casi una presa nacional para los iraníes. Lo retomaron con fuerza después de la guerra de ocho años contra Irak, impulsada por Estados Unidos. Y retomaron el plan nuclear con intensidad porque advirtieron que estaban disuadidos.”
Marcelo Cantelmi: “El golpe fue así. Lo que no tenemos claro son dos cosas: el daño, y si efectivamente Irán está cerca de la bomba como dice Israel. El dato objetivo es que Irán estaba enriqueciendo al 60% el uranio. Muy lejos del 3.7% que se necesita para uso civil. ¿Para qué enriquece al 60%? Pues, si estás ahí, llegás al 90% y ya tiene fines militares. Pero no alcanza con eso. Después tenés que meterlo en una ojiva. Y lo más importante en energía nuclear es la metalurgia. Irán no tiene los fierros ni la misilística para disparar.”
LCV: “O sea, no hay ninguna posibilidad –voy a hacer preguntas tontas, pero usted sepa comprender– de que Irán tenga esa capacidad quirúrgica de apuntar a la cama de Trump o a la de Netanyahu…”
Marcelo Cantelmi: “No. Irán no. Pero tiene amigos complicados en el barrio, como Corea del Norte, que sí tiene esa capacidad, desarrollo nuclear, misiles transoceánicos y ojivas. Si le tira una mano, puede estar. Pero déjame terminar con el día. Hoy Irán bombardeó una base militar de EE.UU. en Qatar. Pero avisó antes. A Estados Unidos y a Qatar, para que no haya víctimas. Dijo: ‘que la gente salga de ahí’. Irán dice que usó la misma cantidad de proyectiles que EE.UU. el sábado. Todo parecía coreográfico. El blanco, Qatar, es un país que protestó por el ataque. Parecía más un mensaje interno para su pueblo.”
Marcelo Cantelmi: “Y a la noche Trump termina una reunión de seguridad nacional en la Casa Blanca y emite un comunicado sorprendente. Dice que el ataque de Irán fue débil, le agradece que haya avisado, y dice: ‘ahora es momento de negociar’. Trump trata de retomar el camino negociador, algo que le sugiere Arabia Saudita. Porque esto le genera un problema interno muy grande. Su narrativa es muy básica, sencilla, pero potente a nivel populista: ‘conmigo no hay guerras’. Entonces hace un ataque limitado: solo tres blancos. No atacó otros blancos militares, ni al Supremo líder de Irán. Irán responde también de forma medida. El paso siguiente puede ser la negociación, porque Irán no puede ganar una guerra contra EE.UU. e Israel. Podría buscar bajar la tensión para salvar al régimen y pelear en otro momento. O cerrar el estrecho de Ormuz, generar una crisis económica mundial. Pero eso hoy no pasó, y los mercados lo leyeron así.”
LCV: “Estoy viendo en la televisión que Irán e Israel hicieron un alto el fuego por 12 horas. Y las felicitaciones de Trump…”
Marcelo Cantelmi: “Sí, sí. Se cortó el intercambio de fuego. Me imagino que EE.UU. intervino. Si esto termina acá y hay negociaciones, es probable. Irán aparentemente tiene su estructura nuclear más o menos a salvo. Golpeada, pero viva. Habría que ver los términos de la negociación. El acuerdo de 2015 de Obama en Viena fue muy bueno. Lo hizo con un gobierno moderado. Irán sacaba su uranio y lo mandaba a Rusia, que le devolvía cuando necesitaba al 3.7%. Dejaba de ser un peligro nuclear. Irán cumplió el acuerdo. Pero Trump lo voltea, por presión de Israel. Y fue un error geopolítico enorme, considerado una de las medidas más estúpidas de la historia. Debilitó a los moderados y fortaleció a los sectores más duros del régimen iraní, que son los que reprimen, matan, desaparecen. Un gobierno como las dictaduras sudamericanas.”
LCV: “A mí me parece que Trump siempre lee en un formato in extremis y absurdo. Genera el peor enemigo posible, lo endurece y después dice que lo venció. Y eso termina endureciendo todo. En la política nacional vimos lo mismo. El enemigo horrible te ganó. Y hoy, uno de esos exponentes es Luis Petri, ministro de Defensa, que felicitó a Trump por su política. Vos decís que es de las más horribles…”
Marcelo Cantelmi: “Sí, aclaremos: me refería al error de destruir el acuerdo de Obama. Lo destruyó porque lo hizo Obama. Obama tenía visión histórica. Trump no. Es
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muy limitado para ser presidente de la potencia mundial. Quiero ver cómo se mueven los factores de poder, qué está dispuesto a negociar Israel. Según eso veremos qué pasa después.”
Marcelo Cantelmi: “El tema es que vivimos en un mundo sin orden, con gran desorden internacional. Los poderes más importantes hacen lo que quieren. Lo que manda no es la legalidad, sino la capacidad de abusar del prójimo. Rusia niega el derecho a existir de Ucrania. Israel niega el derecho a un Estado palestino y busca una limpieza étnica en Gaza. EE.UU. actúa sin consultar a Congreso, aliados ni ONU. Ignora todo. Se comporta como soberano. Eso se está repitiendo. La noción de que la fuerza es la respuesta. Es el discurso de Putin: Rusia es más grande y debe dominar Ucrania y Europa. Es una idea brutal, enferma, previa a cuatro siglos de Estado-nación. Y cualquiera puede hacerlo. Armenia puede ser arrasada por Azerbaiyán. Estamos en tiempos peligrosos.”
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España: Un escándalo de coimas pone a prueba la resiliencia del presidente Sánchez

Informe especial para LCV de Alvaro Hilario, desde Bilbao, País Vasco. 19 de junio, 2025
El proceso judicial que se sigue contra el que fuera ministro de Transportes y actual diputado José Luis Ábalos, junto a su asesor, Koldo García, por coimas en la adjudicación de obra pública en tiempos de pandemia, adquirió tintes de vodevil luego de que se filtrara el pasado 12 de junio el contenido de un informe policial que involucra al diputado Santos Cerdán en la trama del cobro de coimas vinculadas al ministerio dirigido por Ábalos.
El informe de 490 páginas presentado por la Unidad Central Operativa -unidad operativa de elite que investiga casos complejos de corrupción, narcotráfico o terrorismo y actúa como policía judicial en este caso- reproduce audios grabados por el imputado Koldo García.
En noviembre de 2023, a unos meses de comenzar el proceso, el diputado Ábalos y su asesor Koldo abordan el tema de los pagos pendientes. En un momento de la conversación, Koldo García, al aparecer muy enfadado, menciona 450.000 euros que se le deberían al ex ministro. “Y a mí me debe ciento treinta más… El hijo de puta del Santos (Cerdán) se ha quedado con dinero, que lo ha hecho delante de mí”.
De acuerdo con otra grabación, José Luis Ábalos trasladó a Koldo García la preocupación de Santos porque «había empresas pequeñas» a las que el asesor «estaba pidiendo dinero para que pudieran conseguir contratos públicos». García reconoce en el audio haber cobrado, al menos, 570.000 mil euros. Santos Cerdán dice no saberse «de memoria» sus cuentas.
En otro de los cinco audios publicados hasta ahora, grabado el 22 de abril de 2019, Koldo García afirma haber recibido 60.000 euros y le dice a Santos Cerdán que, de esa cantidad, 50.000 euros le correspondían a Ábalos y 10.000 eran para él mismo. se escucha:
– Koldo García: Necesito algo de dinero, jefe, porque se lo di todo a él.
– Santos Cerdán: ¿Cuánto le dimos?
-Koldo García: 60.
-Santos Cerdán: ¿60 le dieron ahora?
-Koldo García: Sí, pero yo…
-Santos Cerdán: Tienen que quedar allí, de allí eran 50 y 10 para tí.
La presencia de Ábalos y Cerdán, dos secretarios de Organización, dos números 3 del PSOE, dos diputados, y un ministro de Transportes, manos derechas del Presidente, personajes con poder dentro del partido y alcance en las labores parlamentarias y de gobierno, salpica al propio Sánchez.
En horas previas al levantamiento del secreto de sumario, cuando los rumores ya apuntaban a Cerdán como partícipe de la red de corrupción, tanto Pedro Sánchez como el partido defendieron su inocencia basándose en la palabra que este había dado al Presidente, palabras que se llevó el viento cuando se conocieron los audios grabados por uno de los implicados e incluidos en el informe, Koldo García, en los que se escucha a Cerdán hablando de coimas y prostitutas con García y Ábalos.
Horas después, en condición de líder del partido socialista, Sánchez compareció ante los medios para pedir perdón. Igual que hizo Mariano Rajoy cuando perdió la presidencia del gobierno acosado por los escándalos de corrupción y financiación ilegal de su Partido Popular (PP) mediante una red clientelar de coimas. Un perdón que fue insuficiente para un Pedro Sánchez que asumió el cargo para regenerar la política española.
El pasado lunes, luego de que apareciera su nombre en el informe, el diputado Santos Cerdán renunció a su banca por lo cual quedó sin fueros y se inició una investigación sobre su patrimonio revelando que es dueño del 43 % de las acciones de una de las empresas constructoras investigadas. Por su parte, el diputado Abalos se atornilló a su banca para entorpecer el proceso judicial y creó un monobloque.
Denuncias cruzadas de izquierda a derecha
En cuatro días, Pedro Sánchez ha pasado de la defensa al ataque, haciendo gala de su famosa resiliencia. Si la semana pasada mostraba un gesto adusto y compungido, en esta ha mostrado su vis más agresiva, recordando a las formaciones de derecha, ante sus desaforadas peticiones de dimisión, sus numerosos casos de corrupción y desafiándoles a presentar una moción de censura en el Congreso de los Diputados, el parlamento español, sabiendo que, de momento, los números no les salen. Ni va a dimitir ni va a adelantar las elecciones.
La sobreactuación de la derecha, envuelta en permanentes escándalos de corrupción, con el presidente de la comunidad de Valencia escondido desde hace meses para no afrontar su responsabilidad por la tragedia de las inundaciones, no culmina con una moción de censura porque las matemáticas no le acompañan y porque esperan más audios que hagan implosionar al gobierno, que no hagan tolerable la corrupción, tragar sapos, a cambio de que la derecha no acceda al gobierno.
El llamado “gobierno progresista”, formado por el PSOE y Sumar (coalición de diferentes partidos de centro izquierda), se apoya en una mayoría parlamentaria en la que, además de los dos mencionados partidos de gobierno, participan los nacionalismos periféricos vascos, catalanes y gallegos, unidos todos por el rechazo a un virtual advenimiento de una alianza de derecha (PP) y extrema derecha (Vox).
Esto no es un temor a lo desconocido ya que ambos partidos gobernaron en coalición en varias comunidades autónomas (Valencia, Extremadura, Aragón, Murcia), haciéndolo, ahora, el PP en solitario con el apoyo parlamentario de Vox. En todas estas comunidades se han dado retrocesos en derechos fundamentales en los rubros de mujer, LGTBI+, inmigración, sostenibilidad y emergencia climática o memoria histórica, entre otros.
Aunque de forma tímida y expectante, toda la denominada mayoría de progreso (a excepción de Podemos y sus cuatro bancas; muy críticos ya con el socialismo por su postura belicista) ha expresado su apoyo al gobierno presidido por Pedro Sánchez, intentando circunscribir el problema de corrupción al socialismo y primando los buenos datos económicos de los siete años de gobierno de Sánchez, los avances conseguidos en la agenda social y los aún en marcha, todo ello imposible con la derecha.
Las preguntas que se hace la sociedad son: ¿Sánchez no estaba al tanto de los manejos y catadura de estos personajes en los que tanta confianza depositó, más teniendo en cuenta el férreo liderazgo que ejerce en partido y gobierno? O ¿Hubo una inexplicable ausencia de controles dentro del PSOE para detectar la corrupción en su seno? algo preocupante para quienes vinieron a regenerar la política española y que, por otra parte, pone en tela de juicio la organización y democracia interna del socialismo.
En relación con estas dos interrogantes, visto el poder de los secretarios de Organización, que manejan las relaciones entre la ejecutiva y otras instancias regionales, que elaboran las listas electorales, que nombran y sitúan personas afines en la estructura del partido, ¿está la corrupción limitada a tres personas? En el PSOE, nadie se atreve a poner la mano en el fuego por nadie. Hay miedo a que en nuevas grabaciones haya más personas implicadas, haya más sorpresas como la de Cerdán. A ello obedece también la tímida respuesta de los socios de gobierno y parlamentario.
Tirando del hilo, teniendo en cuenta que también han colocado gente afín en la administración pública y que las adjudicaciones de contratos y obra pública están sometidos a complejos procesos de control parece difícil que la trama se límite a tres personajes.
De ahí que la cautela presida las actuaciones de todas las partes en este caso… O vodevil, según se prefiera.
De corruptos y corruptores
Aunque algunos de los contratos que están siendo investigados están relacionados con suministros relacionados con la pandemia, las obras de infraestructura y las coimas recibidas para la adjudicación de estas son la parte más jugosa de la trama corrupta que el proceso judicial en fase de instrucción tiene como objetivo.
Las infraestructuras son rutas y obras relacionadas con el tren de alta velocidad. Estas últimas son, además, obras cofinanciadas por la Unión Europea a través de los Fondos Europeos de Desarrollo Regional (FEDER) y Next Generation. En tres de estas participa la constructora Acciona, una de las más grandes de España y recurrente en las causas de corrupción. De hecho, aparecía en los escándalos de financiación ilegal del PP.
Es, sin embargo, muy complicado probar la participación de las constructoras en las tramas corruptas. Se necesita prueba documental de la coima y esto rara vez se da. Por otra parte, estas grandes obras suelen acometerse entre más de una empresa, en régimen de UTE (unión temporal de empresas), entre una gran constructora y otras más pequeñas que acostumbran a afrontar las sanciones, si las hay, en estos casos. La legislación, muy laxa para con el corruptor, puede impedir a las constructoras participar en la licitación de contratos públicos. Pero, obvio, son contadas las empresas que pueden ejecutar la gran obra pública, por no hablar de las implicaciones políticas.
A diferencia de otras ocasiones, donde nadie ha mirado a las empresas corruptoras, la repetición de los mismos nombres, como Acciona, ha agitado el avispero y, acá y allá, se demandan medidas y cambios en la legislación para atajar el problema en raíz, desde las empresas, desde los corruptores, algo que no ha sentado nada bien en la patronal. Su presidente, Antonio Garamendi, este martes, 17 de junio, criticó a la vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, de quien dijo que “se permite el lujo de hablar de los corruptores” al proponer que se prohíba que las administraciones contraten con empresas “corruptoras”. Garamendi lamentó que “le echó la culpa a las empresas” cuando, recordó, “el que corrompe es el que tiene la capacidad de leer un contrato y decir <te doy el contrato si me pagas>, porque los que se han repartido el dinero todos sabemos quiénes son y del Ministerio de donde han salido los contratos”. Y se quedó tan ancho, sin mirar debajo de la escalera, que huele.
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Una “marea humana” desfila en Belgrado. Ciudadanos en la plaza contra Vucic: “¡Basta de corrupción, vete!”

por Francesco Battistini para Corriere Della Sera.
Continúan las protestas contra el presidente, que amenaza con utilizar porras. Manifestantes: “La libertad no es un beneficio”. El saldo es de 22 detenidos y 56 heridos.
«¡Las luces están encendidas, Serbia pide ayuda!» . Los estudiantes corren, los trabajadores saludan, las madres cantan, los agricultores desfilan. Viajamos en bicicleta desde Niš y Kragujevac, sólo para estar allí. Marchamos desde Blace y la campiña profunda. Llegamos con los libros para los exámenes de la semana que viene, con los tractores todavía embarrados del trabajo, con los cochecitos del fin de semana, con las tartas de manzana preparadas por las abuelas revolucionarias.
Y los tambores, los megáfonos, las vuvuzelas , los silbatos, los cencerros, las bombas de humo. Muchos tricolores serbios y muy pocos monocolores, águilas y palomas de la UE. Nostálgicos de Kosovo y del arte pop: en los carteles se alzan los ojos de Aragorn de Tolkien , aquel que enciende los faros y tiene sed de ayuda, pero también se dibuja La Linea di Cavandoli, la caricatura italiana de los años 70 con el hombrecito que siempre gritaba contra el mundo infame. Y los lemas de la Primavera Serbia – “imaginación en el poder contra un poder sin imaginación” – que durante cuatro meses ha sacudido al régimen nacionalista y a un ’25 al estilo del 68: “¡Los corruptos nos están matando!”, “¡Los estudiantes cambiarán el mundo!”, “¡La libertad no es un beneficio!”, “¡No dejéis que nos quiten las luces!”. Hay una canción que todos conocemos: “Despierta, algo está pasando ” . Hay una mano abierta, de color rojo sangre, que todos agitan. Hay un corazón morado con escritura negra, el lema que todos comparten: «¡Pumpaj!» , bombea fuerte, bombea fuerte.
La protesta más grande
En medio de los Balcanes, en la Europa inacabada de Belgrado, se oye el grito de la mayor protesta jamás vista en Serbia. No hace ni veinticinco años, cuando Slobodan Milosevic fue derrocado. Cien mil personas, minimiza el gobierno. Pero basta con mirar las imágenes tomadas con drones para preguntarse si el medio millón reclamado por los manifestantes es una apuesta. Lo prometieron y lo cumplieron: «Blokada», bloqueemos a Serbia de una vez por todas. Esto ocurre desde noviembre, cuando empezó todo: el repentino derrumbe de un tejado en la estación de trenes de Novi Sad -15 muertos, entre ellos dos niños , decenas de heridos- y la indignación popular que fue creciendo de ciudad en ciudad, semana tras semana, en cuanto se descubrió que la estación había sido reformada inútilmente, dos veces en pocos años y con las habituales licitaciones corruptas. Desde aquel Viernes Negro, cada viernes a las 11.52, la hora exacta del accidente, decenas de miles de personas salen a las calles de toda Serbia.
Ex portavoz de Milosevic
Primero pidieron los estudiantes una investigación transparente, luego los sindicatos exigieron trabajo, después los abogados y los jueces y los periodistas que ya no soportaban las mordazas del presidente: Aleksandar Vucic, el pequeño Orbán, que de joven fue portavoz de Milosevic y desde hace trece años propaga un nacionalismo astuto para silenciar a la oposición y amordazar la información. Sacar provecho de la vaca de la UE y, al mismo tiempo, sacar provecho de los rusos y los chinos. Apoyar a los ucranianos con palabras, pero sin sancionar a los hermanos eslavos de Moscú.