Mujeres
No soy ‘tu amiga judía’, por Itatí Schvartzman

Tengo siete años, soy popular en la escuela pública de mi pueblo: “Reina de la Primavera” y estoy en el “Cuadro de Honor” por ser de las mejores alumnas. Me siento cómoda, amo ir a la escuela. Desconozco absolutamente la palabra bullying cuando encaro al chico que me gusta, media escuela es testigo que ambos nos gustamos y como él no se anima, voy y me le declaro yo.
Lucas me responde: “a mí también me encantás, pero no puedo ser tu novio porque vos mataste a Jesús. Sos preciosa, pero sos una judía de mierda, una asesina, aunque no lo parezcas”.
Un dolor incapaz de poner en palabras se adueña de toda mi humanidad y me escondo en el baño de chicas, hasta que alguien llama a la maestra. No sé cuánto pasa hasta que escucho la voz de papá y corro a su abrazo, sin poder emitir palabra. Sólo él logró sacarme de ese baño. Nadie le puede dar una explicación de qué me sucede, porque no hablo con nadie. Papá me alza y me recuesta en el asiento del auto, a su lado. Me cubre con su saco, que huele a él y acelera. Al fin, lejos ya de la escuela y a solas con él, tengo mi primera charla sobre “antisemitismo”.
II
Colegio público secundario, empezamos a organizar el primer Centro de Estudiantes, recién saliendo de la feroz dictadura argentina. Llego unos minutos tarde a la clase, porque estábamos de Asamblea. Mi profesor de Derecho (ex Intendente de facto del pueblo) Lucilo, dice en voz fuerte y burlona ante todxs mis compañerxs: “acá la señorita, llega a la hora que quiere, se cree con más derechos que ustedes, se cree con derecho a hacer política en el Colegio. A eso vienen lxs judíxs: a politizarnos todo” . Nadie dice ni media palabra. Nadie.
III
Transcurro mi juventud y mi primera madurez en dos ciudades argentinas mucho más grandes y cosmopolitas que mi pueblo natal: Buenos Aires y Rosario. La ingenua teoría que me elaboré (la de creer que el antisemitismo era sólo ignorancia pueblerina) con cada baile, peña, con cada grupo de pertenencia, en la muchísima militancia, en mi paso por la universidad pública, en mis constantes trabajos, en mis relaciones afectivas, en cada ámbito: se desvanece.
Pronto entiendo que me fueron cosiendo en el pecho la estrella amarilla con la palabra “Judía” al más puro estilo nazi, sin que me diese ni cuenta, en una increíble necesidad de advertir a quien me conozca “ojo, que Ita no parece judía, pero es”.
IV
Demasiado tiempo de mi juventud, de destinar parte importante de mi sueldo a sicoanalistas y de quemarme las pestañas por décadas estudiando, me llevó el lograr abandonar -definitivamente- esa actitud que me demanda la otredad, sobre todo cierto progresismo. Esa necesidad ajena de que les pida casi disculpas por ser judía, la de rápidamente hacerme sentar posición ante cada pedo que se tiran en Israel, (la posición que ELLXS declaran que es la VERDAD ÚNICA, no hay diálogo posible), para ser aceptada.
No sólo desprecié para siempre esa actitud, sino que pude erigirme en esta mujer – que me enorgullece – cuando comencé a ponerle la voz primero, luego la palabra y el cuerpo a mi judaísmo elegido más allá del ADN. Y sobre todo, a denunciar y a combatir todo antisemitismo, toda judeofobia, venga de donde y de quien venga.
Cuando logré eso, pude ser una “judía argentina”, me sentí libre de opinar y ponerle voz, palabra escrita y firmada a mis opiniones: sobre judaísmo, sobre Medio Oriente, sobre progresismo, sobre DDHH, Derechos de las Mujeres y Disidencias, siempre bregando por la paz, por la construcción de un presente y un futuro equitativo y digno para todes.
Justo ahí, se metieron con mi hija.
V
Mi hermosa hija conoció el antisemitismo en carne propia. Ya no me amenazaron de muerte a mí, como venían haciendo hace tiempo y tanto yo, como mis colectivos de pertenencia tan progres, tan socialistas y feministas, subestimábamos. Esta vez le mandaron las cobardes (y gravísimas) amenazas a mi hijita, por entonces una adolescente luminosa, llena de valores y de sueños y de creencias y luchas por y para la humanidad. Criada sabiendo qué era el antisemitismo, qué fue la Shoá, y la importancia absoluta de mantener viva la Memoria, pero en la absoluta libertad de saber que ella iba a elegir de adulta su sistema de creencias, y sería respetada. Hasta allí, su vínculo con el judaísmo fue el aprender disfrutando como nadie cada charla con su abuelito: su TataPablo, cada prender las velas con su abuela, acompañarme al cementerio a cuidar las tumbas de sus ancestrxs, o devorarse disfrutando feliz todos los knishes, schtrudel y yarcoie que le cocino. Hasta ese momento, tuvo la suerte de ser criada en entornos “amigables” con nuestra condición, y en la libertad de saber que ella era absolutamente libre de elegir su fe o carencia de ella, cuándo y cómo ella lo decidiera, y mostrándole todo el abanico de opciones que existen. Pero ese día todo cambió. Mi hija conoció hasta dónde puede llegar el prejuicio, el odio, la bajeza humana, la ignominia. Porque una cosa es leer el Diario de Anna Frank, y conmoverse. Una cosa es estudiar como ella lo hizo en la biblioteca de casa el Genocidio Judío, el Genocidio Armenio. Otra es que te amenacen de muerte, de primera mano, a vos y a tu madre por ser judías.
A partir de ese día, mi mundo cambió. Ahora mi cama estaba habitada cada noche por una adolescente que jamás había dormido conmigo de niña. Ahora dormía abrazada conmigo, repleta de pánico y de pesadillas. No aguanté muchas noches sin dormir, conteniéndola, decidí tomar las riendas del asunto, mostrarle a mi hija que no había que tener miedo, que no pasaba nada, que era seguramente un idiota suelto. Que vivíamos en Argentina, en Rosario, que estábamos en democracia y que había justicia.
VI
Fuimos a la Justicia. Acompañadas de Lili Leyes, una compañera “de fierro” y de otra mujer admirable de la que tengo el honor de ser su amiga: la gran Celeste Lepratti, en ese entonces Concejala en Rosario, quien no sólo nos acompañó incondicionalmente, sino que fue la generadora del rechazo público a las amenazas a mi hija y a mí por parte del Concejo Municipal de Rosario. Pero vuelvo a la justicia: nos tomaron declaración a ambas, nos vimos obligadas a entregar todas las claves (de celular y de redes sociales, con lo que implica eso a la privacidad de una adolescente) y nos llevaron hasta el Fiscal que nos correspondía. Tuvimos que insistir para que investiguen, pelear contra la “justicia” que nos subestimaba (reitero, todo ello fue en la fortaleza de ser apuntaladas por Liliana, Celeste y el gran Abogado de Derechos Humanos argentino, familia por mutua elección: Alberto Bovino) siguiendo continuamente las amenazas y en escalada tal, que mi hija dejó de cursar la Universidad y yo pedí licencia laboral sin goce de sueldo, para no moverme de su lado. Nada hizo la “justicia argentina”. NADA. Celeste Lepratti entonces luchó por nosotras en el Concejo y en los Medios. El Dr Bovino, con su valentía a cuestas siguió la causa, investigando por sus propios medios, hasta que llegó el día en me dijo textual: “amiga, no son sólo un par de idiotas sueltos que aprovechan la volada para lastimar, hay una red nazi detrás, llena de “pesos pesados”, de verdad creo que van a terminar lastimadas o en una zanja” eso, sumado a la escalada cruel de las amenazas, hizo decidamos refugiarnos en Uruguay.
VII
Uruguay: me casé con un compañero charrúa maravilloso, consolidamos un hogar y una familia que me enorgullecen, como mis incondicionales amigxs. Mi hija mejoró con mucha voluntad y trabajo de sí misma, con una dignidad admirable. Y es maravilloso escucharla reír de nuevo.
Aunque nunca falta la pregunta ante cualquier tonto trámite burocrático, en el que hay que deletrear nuestro apellido con paciencia y contestar preguntas que aunque no tengamos ganas de responder, insisten con una osadía increíble: “¿Schvartzman con una ene o con dos? ¿De dónde ese ese apellido? ¿Cómo que judío? ¿Ustedes son judías? Ay, perdón, es que no parecen judías. Pero entonces vienen de Israel, ¿no venían de Argentina?¿Qué son entonces: judías o argentinas? ¿Judías o uruguayas?” Entre demás cuestionarios absurdos, prejuiciosos e ignorantes que suponen una está obligada a responder, pero no así mis amigxs descendientes de ingleses, alemanes, españoles o de italianos, no importa si estoy apurada, o si estoy haciendo ese trámite de mierda porque acaba de fallecer mi maravilloso padre. Pero pese a esa cotidianeidad, nos resultó amable, fácil y progresista Montevideo.
Hasta ahora.
VIII
Mi familia es lo que se diría “asimilada” y convivimos católicxs, atexs, agnósticxs, judíxs, masones. Claramente no somos cerradxs ni nada que se le parezca. En nuestra biblioteca reinan en colecho igualitario autores atexs, cristianxs, judíxs, musulmanes y judeófobxs. Integro ese nicho pequeño de personas que se devoró el Antiguo Testamento, el Nuevo Testamento y el Corán con la misma curiosidad respetuosa.
Parece increíble tener que aclararlo: soy judía, por apellido, por nacimiento, pero además por elección adulta. Soy judía, no israelí. Y no tengo por qué estar de acuerdo con las políticas que implemente cada gobernante a miles de kilómetros de mí.
Pero me lo exigen.
IX
Esa misma curiosidad respetuosa que me llevó a quemarme las pestañas durante más de tres décadas para llegar a tener mi firme posición (que es la de muchxs judíxs de izquierda): Israel es un estado legítimo, que en su momento fue una suerte de reparación del resto del mundo por tanta diáspora y tanto Genocidio, aunque esa reparación vino envenenada con prejuicios, castigos y guerras, y con vecinos a los que les cuesta aceptar (como a demasiada gente) que el pueblo judío tiene derecho a una nación propia, que Israel es tan artificial como cualquier país.
Israel está construido igual de artificial que la Argentina construida sobre el Genocidio de “La campaña del desierto”, sobre la colonización del gran Chaco, sobre la opresión, esclavización y desaparición de Onas, Guaraníes, Huarpes, Pilagás, Mocovíes, Matacos, Aimaraes, Tehuelches, Quechuas, Mapuches, Chulupíes, Chiriguanos, Tobas, Diaguitas, Kollas, Wichíes, Comechingones, Pampas, Querandíes.
Israel está construido igual de artificial que Uruguay, sobre la Matanza del Salsipuedes, sobre la colonización, esclavización, exterminio de Charrúas, Yaros, Guaraníes, Bohanes, Arachanes, Chanás, Minuanes.
Deseo creer que algún día se ganará la guerra al odio, al terrorismo y habrá dos Estados conviviendo en paz: Israel y Palestina.
Pero la infame escalada judeófoba, antisemita (ahora disfrazada de antisionista) cada vez que ocurre algo en Israel va en preocupante e indignante aumento. Las redes sociales despliegan, amplifican y fomentan el antisemitismo. Cada muro feizbukiano se erige en un medio de comunicación en el cual se postean sin cautela ni chequeo alguno, falacias históricas, opiniones tendenciosas, imágenes trucadas. Cuando sucede algo en Israel, todo el mundo hizo un Doctorado en Relaciones Internacionales en el mismo garage que se recibió de Doctora la Rímolo, y opina sin saber siquiera de qué estamos hablando. Pero la Rímolo está presa. Lxs antisemitas (antisionistas, perdón) están libres y replicando y amplificando la propaganda goebbeliana del Hamas, defendiendo a un grupo teocrático de ultraderecha que comercia con mujeres y niñas y armas, que persigue y tortura y asesina gays, que oprime a las mujeres, que instauró el casamiento forzoso de niñas menores, que enrola niños para fines bélicos y utiliza a infancias, a civiles, a escuelas y hospitales como escudos humanos.
A la vez que amplifican la goebbeliana propaganda del Hamas, con una cobarde conveniencia lo niegan: imponen la mentira de ”conflicto entre el pueblo palestino y el pueblo judío”, cuando el conflicto es entre el estado de Israel y un grupo terrorista que tomó de facto el poder hace catorce años en Gaza, y es quien somete al pueblo palestino y utiliza la ayuda humanitaria internacional para sus atentados terroristas: Hamas.
Olvidan decir que apenas nacido el estado de Israel, fue víctima de la primera guerra, provocada por ejércitos árabes unidos, armados y hasta dirigidos por oficiales británicos. E Israel se defendió con ayuda única del bloque soviético comunista, que defendía claramente el sionismo como lo que es el sionismo: un movimiento izquierdista (aunque hoy tergiversen la historia y se utilice “sionista” como insulto, principalmente desde cierto “progresismo” analfabeto)
Olvidan decir que no hay UN CENTÍMETRO cuadrado de Gaza ocupado hoy por Israel. Que el ocupante y esclavizante del pueblo palestino se llama Hamas.
X
Me duele que amigxs, gente con la que compartí luchas y banderas izquierdistas, feministas, de DDHH, hoy sean esclavxs de una exagerada ira contra Israel, aclarando rápido “no soy antisemita, soy antisionista”: antisionista, el nuevo disfraz del antisemitismo, de la judeofobia que sólo deja ver su brutal ignorancia. ¿Cómo alguien que se dice “izquierdista”, “feminista”, “progresista” puede ser antisionista? ¿Cómo pueden sostener la bandera que únicamente portan los extremistas: el terrorismo islámico, el neonazismo y el judaísmo ultraortodoxo? ¿Tan analfabetxs políticxs son, o es que sólo son nazis aunque se disfracen de progres? Me violenta que si te oponés a una vacuna sos NEGACIONISTA, pero si pedís la desaparición de un estado, sos PROGRESISTA.
Me deja cuadrados los ovarios tener que aclarar todo el tiempo que no comulgo con la política de Benjamín Netanyahu ¿Por qué será que nadie me pide saber qué pienso de Muda Hassanal Bolkiah, de Lukashenko, de Obiang Nguema, de Sassou-Nguesso, de Nazarbayev, de Ahmad al Bashir, de Isaías Afewerki, de Paul Biya, de Idriss Déby, de Museveni? ¿Por qué será que nunca vi UN SÓLO posteo de estxs idiotas útiles sobre lo que pasa en Kazajistán, en Guinea Ecuatorial, en Chechenia, en Chad, en Camerún, en Tayikistán, en Sudán, en Uganda, en Eritrea, en Bielorrusia o en el Congo?
XI
Nunca me ha sido fácil ser judía en Argentina.
Hoy, me es difícil en Uruguay.
Toda mi vida condené y condenaré a todo fanatismo.
Estos días, mi otrora admirado y adorado Frente Amplio fue cómplice de amparar nazis. Calló ante innumerables denuncias y PRUEBAS del nazismo creciente en sus filas. No estoy hablando sólo del vergonzoso Edil de apellido Portugal (concejal sería en Argentina) de Rocha que declaró públicamente su nazismo, y fue repudiado (tarde, pero repudiado) sólo por el Frente Amplio de Rocha, no a nivel nacional. Yo misma me comuniqué con dirigentes frenteamplistas y les acerqué las pruebas de la militancia NAZI en un grupo de más de nueve mil frenteamplistas y las amenazas a lxs judíxs uruguayxs y a mi persona. Nada hicieron. Incluso algunxs que consideraba amigxs, ni siquiera tuvieron tiempo de escucharme. Nada.
Y nada importante es que hayan perdido para siempre mi voto y el de muchxs, no sólo judíxs, sino personas de bien, antinazis. No. Lo importante, lo grave, lo urgente es la propensión casi general (salvo honrosas excepciones) de un antisemitismo hoy disfrazado de antisionismo, por parte de personas que nunca mostraron prejuicios racistas, que una suponía parte de una humanidad valiosa, que se autodefinían progresistas, feministas, defensores de DDHH y toda causa justa, muchxs de ellxs con quienes me sentía cómoda, me convocaban a votarlxs, e izábamos las mismas banderas son lxs mismxs que hoy le dan “me gusta” a posteos que comparan el sionismo al nazismo, o postean memes copiados de las caricaturas nazis.
XII
El célebre pensador progresista y antiespecista Peter Singer denunció hace poco : “hubo una época en que las amenazas en los países democráticos provenían principalmente de la derecha. Actualmente, la mayor oposición a las libertades de pensamiento, de discusión, provienen de la izquierda”
Rebecca Tuvel, la intelectual feminista se pregunta: “¿por qué quienes apoyan a elegir el propio género niegan el idéntico derecho a defender a su pueblo?”
Toda mi vida desprecié y despreciaré a quienes eligen el terror como método político, a quienes eligen la muerte sobre la vida, a quienes niegan, minimizan o justifican el Holocausto. No acepto instrucciones de “líderes”, sean religiosxs o políticxs. Repudio a la RAE que desprecia el lenguaje inclusivo, mientras vomita su antisemitismo desde su diccionario, legalizando el término “judiada” como sinónimo de “acción que perjudica a alguien” (sic).
Desprecio y combato a quienes someten, torturan, decapitan a mujeres, a lesbianas, a gays, a quien piensa diferente.
XIII
Soy judía.
Soy la sobrina de la Tía Aída, a quien conocí ya anciana, con su cojera que llevaba a pura dignidad, pierna destrozada en la niñez, sin arreglo posible, producto de una horda antisemita que intentó violarla de niña y la dejó tullida de por vida, sólo por ser judía. Soy la hija de Pablo, quien en 1962 en Argentina publicaba a puros cojones el libro “Los mismos: versos antinazis”, en medio del Golpe de Estado a Frondizi y la escalada antisemita.
Soy la nieta de Basia Moseinco y de Jacobo Schvartzman, quienes mucho antes de mi llegada al mundo, escaparon de los pógroms antisemitas en Ucrania, deseando un pedazo de tierra para vivir en paz en un mundo demasiado odiador para con el diferente.
Soy judía.
No quiero tu tolerancia.
No quiero ser “tu amiga judía”.
Quiero un mundo donde quepamos y nos respetemos todes.
Y donde el nazismo, así sea de un idiota posteo en redes, sea ABSOLUTAMENTE INADMISIBLE.
*Itatí Schvartzman es escritora, nació en Concepción del Uruguay. Vivió ocho años en Montevideo porque ganó un concurso para hacer prensa y comunicación en la sede de Mercosur. Luego se mudó a Rosario, donde trabaja como coordinadora de comunicación de la Dirección de Juventudes. En la actualidad vive en Montevideo.
Destacada
Del aula a la energía cooperativa: la historia de Ecotec y su apuesta por la soberanía energética

La cooperativa Ecotec nació de un grupo de estudiantes y docentes de una escuela técnica de Berazategui, que decidió transformar su experiencia en investigación en un proyecto productivo con impacto social. Ramiro Rybczuk, su presidente, cuenta cómo fue ese recorrido desde los primeros talleres escolares hasta el desarrollo de tecnología nacional en energías renovables.
LCV: “¿Cómo fue que este grupo de investigación decidió formarse después en cooperativa de trabajo, Ecotec?”
Ramiro Rybczuk: “El grupo, digamos, de lo que es investigación de los alumnos en la Técnica 2, eh, se empieza a dar un poco antes, en 2009, 2010. Y hay un grupo que quiere seguir, digamos, desarrollando esas experiencias por fuera del colegio. Además de eso, hay un impulso dentro de lo que fue el municipio, como para poder implementar… digamos, también está muy relacionado con los colegios técnicos, y se propone desde ahí la idea de formar algún tipo de asociación, una cooperativa, como para poder desarrollar lo que son proyectos en energías renovables. Desde ese lado, más desde la innovación, eh… tratar de aplicar —que en ese momento era algo novedoso en el país, digamos—. Y nada, desde ahí van surgiendo distintas experiencias de lo que es implementar energías renovables dentro de distintos ámbitos.”
LCV: “¿La primera intención que tuvieron no fue la de trabajo, sino la de investigación? Después, ¿cómo visualizan esto como una creación de laburo o de cooperativa de trabajo?”
Ramiro Rybczuk: “Bueno, ahí fue dando toda una vuelta, digamos. La experiencia de la cooperativa… al principio hay proyectos como para poder desarrollar, y hay una intención también de inscribirse dentro del mercado de energías renovables, tratando de entrar desde lo que es la importación o el ensamble de equipos. Se ve, de determinada manera, impedido por ciertas condiciones de la coyuntura, y la experiencia de la cooperativa pasa a ser un poco más lo habitual. Claro, como ya están formados los alumnos en instalaciones eléctricas, instalaciones industriales, y también teniendo un acompañamiento desde los parques industriales… Nosotros, más acá, en lo que es la ex-NIAFA, del Parque Industrial Plátanos, se cedió el espacio como para que se pueda armar el taller de la cooperativa. Y desde ahí, en cierto punto —2015, 2016—, pasa a haber una gestión de trabajo también para lo que es mantenimiento eléctrico y edilicio más habitual. O sea, fue teniendo una evolución la cooperativa. Desde ese grupo de investigación —que también se sigue desarrollando a través de los años con distintas iniciativas— se convierte ya en una unidad de trabajo para mantenimiento edilicio y redes eléctricas, que son una parte central dentro de lo que son las energías renovables.”
LCV: “Ustedes trabajan entonces… Decime, yo tengo acá esta información y quiero que me expliques de qué se trata: equipos solares fotovoltaicos, solares térmicos, eólicos, obras eléctricas, edilicias, y asesoramiento y desarrollo de estas áreas de proyecto. ¿Trabajan hacia empresas? ¿Hacen concursos internacionales? ¿Trabajan con el Estado? ¿Cuál es el destinatario de este acondicionamiento y desarrollo?”
Ramiro Rybczuk: “Bien. Sí, sí, a todo. Lo que trabajamos nosotros es armar los distintos proyectos. Hemos trabajado con el Estado, hemos hecho proyectos para la provincia de Buenos Aires, municipalidades, por supuesto. Trabajamos con privados, presentamos proyectos para industrias, estamos trabajando con electricidad industrial, con constructoras, con gente de los distintos polos industriales. Trabajamos con clientes domésticos, por supuesto. Hacemos instalaciones de este tipo de equipos en domicilios, en locales comerciales. Tratamos de mantener amplio el abanico de trabajo, de no cerrarnos, porque también hay distintas alternativas para poder mantener las fuentes de trabajo. Sí, eso en principio.”
LCV: “¿El trabajo que ustedes hacen —eólico, solar térmico, etc.— está vinculado con estas situaciones o estoy haciendo una asociación demasiado libre?”
Ramiro Rybczuk: “En cierto punto, lo que son energías renovables —más allá del aspecto ecológico— parten de un principio de autonomía energética: brindar energía en zonas aisladas, donde no hay red eléctrica, donde no hay infraestructura cercana. Hay proyectos pensados para redes aisladas. Nosotros, sin irnos tan lejos, realizamos proyectos para quinteros, cultivadores, gente de huertas en la zona de PLT, cerca de La Plata. Zonas donde no llega el tendido eléctrico. Lo que hicimos fue desarrollar un sistema fotovoltaico —paneles solares— para alimentar bombas de riego, para que puedan mantener el cultivo sin usar grupos electrógenos ni cableado complejo. Desde ese punto de vista, las energías renovables dan una posibilidad concreta para atender ese tipo de situaciones. También hay zonas dentro de la cordillera, del monte, del campo, donde no hay acceso a red eléctrica. Se termina supliendo eso con proyectos que pueden desarrollarse desde cooperativas.”
LCV: “Eso implica también un Estado implicado, ¿no?”
Ramiro Rybczuk: “Sí, por supuesto. Muchas veces nos piden presentar proyectos para financiación, préstamos. Desde ese lado, el Estado tiene que estar presente para facilitar el acceso a estas tecnologías, porque si no queda muy restringido.”
LCV: “¿Y han podido intervenir en proyectos con financiación externa, del exterior?”
Ramiro Rybczuk: “Hemos estado vinculados a proyectos de microparques solares. Hay cooperativas de servicios en Córdoba que nos han pedido ayuda para presentar carpetas a —creo— el BID (Banco Interamericano de Desarrollo) o algún otro ente internacional. La idea era generar una cuota de energía sin depender exclusivamente de la red mayorista. Es una vinculación entre muchos actores para lograr esa capacidad de desarrollo.”
LCV: “En este momento, ustedes están trabajando con la valija solar. ¿Qué es?”
Ramiro Rybczuk: “La valija solar es un generador eléctrico que funciona a partir de paneles solares. Es un equipo integrado: tiene baterías, un regulador, un inversor… Los paneles generan energía en corriente continua, eso pasa a un regulador, se acumula en baterías, y luego un inversor transforma eso para usarlo como 220V. Este desarrollo es —tenemos entendido— el primero de carácter nacional, desde el diseño y la producción. Conocemos un emprendimiento que ensambló en el país, pero no desde el diseño electrónico e industrial, como es nuestro caso.”
LCV: “Además, han recibido el Sello de Producto Cooperativo del IPAC por esta valija solar.”
Ramiro Rybczuk: “Sí, vinieron representantes del IPAC, vieron nuestro trabajo, la manufactura en pequeña escala, el desarrollo, el escalamiento posible… Y eso fue reconocido por actores de la provincia. Lo agradecemos muchísimo, porque es un reconocimiento a nuestro trabajo.”
LCV: “¿Cuántos son ustedes?”
Ramiro Rybczuk: “Somos un grupo reducido de asociados, 12. Tenemos colaboradores externos por demanda de proyectos. Tenemos un núcleo administrativo, técnicos, y quienes desarrollan productos, como la valija solar.”
LCV: “¿Y el promedio de edad?”
Ramiro Rybczuk: “Tenemos un núcleo más joven —28, 30, 31 años— y otro grupo más cerca de los 60, 65 años.”
LCV: “Están haciendo el traspaso generacional.”
Ramiro Rybczuk: “Sí. De los fundadores queda uno solo. La mayoría entramos hace tres o tres años y medio. Otros hace siete años. Hubo nuevos ingresos después de la pandemia, con foco en el desarrollo de productos y proyectos para terceros. Participamos también en proyectos de integración cooperativa del IPAC, proponiendo desarrollos para zonas públicas. Uno de los que hicimos fue lo que se llamó los árboles solares.”
LCV: “Para cerrar: ¿el parque industrial donde están es el de Rosato?”
Ramiro Rybczuk: “Sí, el Parque Industrial de Plátanos. Rosato fue quien nos cedió el espacio para tener nuestro taller.”
LCV: “¡Un genio! Estuvo varias veces en este programa. Si lo ven, mándenle saludos. Visitamos el parque y es asombroso lo que tienen ahí en Berazategui.”
Ramiro Rybczuk: “Para nosotros es un gran caso de estudio. Una recuperación de capacidad productiva en Argentina, gracias a la iniciativa de empresarios, cooperativistas, y con impulso municipal. Es una sinergia como deberían ser las cosas cuando funcionan bien: Estado, mundo privado, y saber técnico. Argentina es muy rica en eso.”
Entrevistas
Ludmila Massa Monjaime: “La idea es poder seguir propagando esas ideas del modelo social de la discapacidad”.

Este 5 de junio, a las 17 h, en la sede Santiago del Estero de la Facultad de Ciencias Sociales (UBA), se realizará una nueva edición de Recorriendo TS, una actividad anual impulsada por estudiantes de la carrera de Trabajo Social. En esta oportunidad, el eje estará puesto en la intervención profesional desde una mirada interseccional que aborde discapacidad, género y el vaciamiento del Estado.
Ludmila Massa Monjaime, militante de la agrupación Lucía Cullen y estudiante avanzada de Trabajo Social, dialogó con La Columna Vertebral sobre la actividad, los desafíos actuales de la profesión y la urgencia de defender los derechos de las personas con discapacidad.
LCV: “Contanos un poco en qué consiste. Vos sos parte de la agrupación Lucía Cullan”.
Ludmila Massa Monjaime: “Sí, exactamente. Yo soy militante de la agrupación eh Lucía Cullen de la Universidad de Buenos Aires, de la Facultad de Ciencias Sociales en particular. La idea es invitarlos a una actividad que se va a estar haciendo en la Facultad de Ciencias Sociales el 5 de junio, exactamente las 5 de la tarde en comedor de la facultad. Es una actividad que venimos haciendo todos los años que es parte de eh una actividad que se llama recorriendo TS, recorriendo trabajo social. Y en este caso en particular, la idea es poder trabajar trabajo social, discapacidad y género, pensar la intervención en tiempos de vaciamiento del estado.
Vamos a tener invitadas super interesantes. Nos van a estar acompañando Carolina Buseta, que es licenciada en psicología, militante de Reedi e integrante del equipo técnico del programa de asistencia para personas con discapacidad a la justicia. Sí. A la administración de la justicia. También nos va a estar acompañando Ana Vallejos, que es docente de la cátedra de discapacidad, políticas públicas y ciudadanía de la Facultad de Ciencias Sociales. Ella también es trabajadora social, así que su mirada va a ser superinesante. Y por último tenemos a Andrea Gracia, que es periodista y trabajadora de la legislatura porteña, así también militante de Reedi eh y de la Biblioteca Argentina para Ciegos. Carolina Buseta también es militante de Ready. Vamos a contar de la agrupación, ¿no? Nos parece super importante poder poner en discusión estas cuestiones a partir de escuchar a sus referentes.
Esto nos parece crucial que sean sus referentes quienes eh nos puedan eh transmitir estas cuestiones y seguir informándonos no solo profesionalmente, sino también como humanos desde eh la perspectiva del modelo social de la discapacidad. Y en este marco, en este caso en el marco del ni una menos, sí, pensando desde una perspectiva interseccional, eh atravesado por cuestiones de género y diversidad.
Así que nada, invitarles a que puedan participar de esta esta actividad que va a ser en las facultades sociales, en la sede de Santiago del Estero en El Comedor”
LCV: “¿La red por los derechos de las personas con discapacidad es ready?”
Ludmila Massa Monjaime:.”Sí, la REDI es la red eh de por los derechos de las personas con discapacidad”.
LCV: “Perfecto. Y para ser más concretos con el tema de dónde es en el comedor?”, la dirección. Pasá la dirección para que nuestros oyentes te escuchen.
Ludmila Massa Monjaime: “La dirección Santiago del Estero. Santiago del Estero al 1029. Sí. En la ciudad Autónoma de Buenos Aires, en el barrio de Constitución. Eh, y va a ser apenas se ingresa a la derecha está el comedor. A la derecha y todo derecho y allí va a estar realizándose la actividad en el comedor. Eh, va a haber también indicaciones.
LCV: “¿Esto es abierto, es abierto a todo el público?”
Ludmila Massa Monjaime: “Sí, exactamente. La idea es que pueda venir a participar quien tenga ganas, no solo quienes se forman en el campo de lo social, sino eh cualquiera que tenga ganas de venir a participar y poner en discusión estas cuestiones que la realidad es que eh no se tratan muy a menudo y nos parece super importante más que nada en este contexto donde hay eh recortes de pensiones y los dichos eh por partes de los funcionarios del gobierno sobre la discapacidad”.
LCV: “¿Ustedes qué es lo que están haciendo en este momento como trabajo?”
Ludmila Massa Monjaime: “No, yo por el momento soy estudiante de la carrera de trabajo social, estoy por recibirme. Eh, pero nuestra inserción en el campo, en el mundo del trabajo, es súper amplia. Eh, justamente ahora está viendo unos recortes eh impresionantes en el estado y eso también reduce nuestro campo profesional que como trabajadoras sociales es super importante poder desarrollarnos en el ámbito del Estado y en la participación y creación eh no solo de intervenciones, sino de políticas públicas.
LCV: “Una última observación para para ya ir cerrando y después yo voy a ir repitiendo de vuelta el tema de la convocatoria, ¿qué cuál es eh la mirada que tiene un estudiante de trabajador social para trabajador social de esto que está sucediendo ahora y del de lo que del país que puede quedar en cuanto a No, yo sé que como campo de trabajo van a tener muchos? Esto de ir levantando a la gente que caída, ¿Cómo ves vos ese panorama?”
Ludmila Massa Monjaime: “Y la realidad es que los recursos son cada vez menos. Es muy difícil que las intervenciones no resulten en algo eh que no va más allá de lo asistencial, no queda como tal vez en lo superficial debido a la falta de herramientas que está viendo, como te menciono, todos estos recortes en las políticas públicas y también eh las revisiones que se están haciendo en las en las pensiones no permiten que tengamos herramientas para poder eh trabajar y que las personas puedan salir adelante en este contexto y potenciar sus capacidades, que es eh la idea de todo esto que cada uno pueda potenciar sus capacidades y transformar su realidad para poder seguir avanzando. La idea es poder seguir propagando esas ideas del modelo social de la discapacidad. Te agradezco muchísimo el espacio”.
Mujeres
CABA: Manifestación contra el cierre de centenares de talleres culturales en barrios.

Entrevista a Sol Copley, Licenciada en Historia, profesora de flamenco y delegada de ATE Capital en el Programa Cultural en Barrios de la Ciudad de Buenos Aires. Aumento de la precarización laboral y desmantelamiento progresivo de los talleres populares, están a la orden del día. Una política que no sólo perjudica a los trabajadores de la cultura sino también a los más de 60.000 inscriptos anuales que gozan de clases gratuitas de primer nivel. El martes 17 de septiembre, el arte salió a la calle para manifestarse contra el cierre de centenares de talleres y el achicamiento de las políticas culturales en la ciudad de Buenos Aires. Frente al Ministerio de Cultura de CABA estuvieron los artistas mostrando lo que se enseña -a pura vocación- dentro del Programa Cultural en Barrios.

LCV: ¿Cómo estás? Contanos un poco.
—Atravesando este momento que, sinceramente, viene desde que asume el macrismo, el Pro, en la ciudad, viene de hace rato la precarización laboral y la mirada de la cultura desde un punto de vista tan distinto como la concebimos los que hacemos el programa cultural en barrios cotidianamente, que creemos en una cultura popular, territorial, que genera lazos.
LCV: ¿Qué es eso de territorialidad? ¿Representación cultural? Hoy suenan a malas palabras. Parece que sos una chica muy mal hablada…
—Y todavía no dije lo peor, iba a hablar de la cultura como transformación social.
LCV: Ah no, eso es directamente tener un revólver en la mano.
—Exactamente. Así que sí, efectivamente, muy distinta la mirada, la concepción. No pasa solo en la Ciudad, sino que encima ahora con este paraguas de perversidad a nivel nacional. Sinceramente, este año estamos viviendo con una nueva “gestión” en la ciudad, pero nunca habíamos vivido lo que estamos viviendo ahora, que además de profundizar la precarización laboral y recortar horas y talleres, están tratando de privatizarlo disimuladamente. En principio intentaron, pero bueno, nos fuimos enterando de que están llevando talleres a clubes y a centros de jubilados privados, o sea, espacios privados.
LCV: No que contratan a privados para que lo hagan, sino que los compañeros de los talleres culturales van a dar a privados. ¿Y ellos cobran?
—Es realmente increíble el nivel de contradicción, paradoja y ridículez, porque además nosotros nos enteramos porque, como delegados, además hace rato que tenemos cierta territorialidad y conocemos lugares. Entonces, en realidad a nosotros nos llega por los procesos, por los propios espacios que nos avisan, dicen miren que nos llamaron del programa y nos ofrecieron cual mandarinas, te paso 15 docentes, te paso, te ofrezco 10 docentes, como 1 kg de papa, y en los espacios les dicen, ¿pero cómo es? ¿de qué se hace cargo el gobierno? ¿de qué nosotros? Y le dicen nosotros solo te mandamos los docentes, vos hacete cargo de todo lo demás. O sea poner el espacio para la luz, etc. y avisanos a la hora que entran, a la hora que salen, como para controlarnos.
LCV:Ahora van los docentes sin nada de materiales ¿y qué pasa?
—Eso es así desde hace muchos años ya en el programa, o sea, estos talleres funcionan en casi su totalidad en escuelas públicas a contraturno, escuelas primarias a contraturno, o sea, en espacios públicos. Pero parte de esta contratación en la que te hacía referencia, es que el gobierno de la ciudad no pone ni equipos de música, ni colchonetas, ni materiales de plástica, nada. O sea que todo eso o lo ponemos nosotros, o le pedimos a los alumnos si pueden colaborar. En fin, eso es ya el detalle, que es terrible, porque uno se termina acostumbrando a la precariedad.
LCV: ¿Y quién elige qué vas a contar en ese taller? ¿Qué temática o qué autor?
—El programa existe, y esto vale la pena también aclararlo, justamente cuando hablábamos recién de la visión de la cultura que nace al calor de la primavera democrática, justamente con la idea de volver a generar esos lazos tan destruidos por la dictadura, y que tiene que ver con la territorialidad, la comunidad, esto de volver a ponernos en contacto. Primero, se abrieron dos centros culturales, a lo largo del tiempo se fueron abriendo cada vez más y en general los docentes que damos clases ahí somos docentes que estamos hace mucho tiempo, porque defendemos el proyecto, no por el sueldo, que es una miseria absoluta, además no cobramos antigüedad, nos dan de baja todos los años.
LCV: No me des el disgusto de decirme que encima facturan y no son de planta permanente.
—Facturamos mucho tiempo, ahora somos planta transitoria.
LCV: Bienvenida al club.
—Yo, por ejemplo, hace 20 años que soy planta transitoria.
LCV: O sea que si mañana se te cae el contrato, fuiste.
—No solo eso, sino que además, supuestamente el contrato es anual. Pero una de las cosas que estamos denunciando es que hace dos meses que vienen bajando talleres y a docentes a los cuales les avisan por mail de un día para el otro que ya no tiene que ir más a esa clase. Además dejan a todos los vecinos y vecinas sin el taller también. Pensá que estamos hablando de miles de talleres, somos más de mil docentes en casi 40 espacios, que por año tenemos alrededor de 60, 70 mil inscriptos.
LCV: Poneme un ejemplo de temática de un taller.
—Te voy a poner dos míos, no por ser autorreferencial, pero es lo que conozco mucho. Yo empecé dando flamenco a mis 21 años. Además tengo diferentes niveles, porque eso también, yo por ejemplo tengo tres niveles, y además tengo un grupo de producción con el que, por ejemplo, vamos a bailar al hospital Moyano. O sea, no vamos al Maipo, podríamos, porque de hecho tengo muchas alumnas y alumnos que después se profesionalizaron dentro del flamenco. Eso es un ejemplo. Pero a la vez yo soy historiadora, me recibí en Filo, así que hubo un tiempo también que di historia de Buenos Aires.
LCV: ¿Mañana a qué hora tenemos que ir a manifestar con ustedes?
—Por supuesto, todos y todas son bienvenidos y nosotros vamos a estar, además de manifestándonos en la puerta del Ministerio de Cultura a partir de las 15 pm. dirección en Avenida de mayo y entre Perú y la Plaza de mayo. Ahí a unos metros de la Plaza de mayo, sobre Avenida de mayo.
LCV: Donde era el edificio de la Prensa.
—Exactamente. Nosotros vamos a estar con escenario porque vamos a llevar los talleres a la calle para que la gente que no conoce el programa pueda ver lo que se está haciendo y lo que están avasallando este año tan fervientemente y con tanta perversidad. Yo voy a estar bailando.


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