Localidad Morteros, Córdoba.
Los Trabajadores de la empresa láctea San Lucio permanecen en asambleas activas en las puertas de la planta frente a la incertidumbre sobre el futuro de sus fuentes de trabajo. Denuncian que la empresa está siendo vaciada por sus dueños desde hace tiempo y piden inmediata ayuda al Estado provincial y nacional para garantizar su subsistencia. .
Son un total de 56 trabajadores, de los cuales 48 se desempeñan en la planta industrial de Morteros, y otros 8 son empleados del centro de distribución de Córdoba capital.
De acuerdo al relato publicado en el diario Castellanos: «La situación es complicada, en el sentido que hubo de a poco un vaciamiento de la fábrica; ya que era una fábrica en la que procesábamos 80 mil litros diarios de leche, empezó a decaer y nos encontramos hace dos meses con 10 mil litros. Supimos trabajar dos mil litros diarios con 48 empleados», señaló Gastón Freyre, trabajador de la empresa e integrante de Atilra. Por su parte el operario, Marcelo Kihn, también representante gremial, comentó que les están adeudando el sueldo de diciembre y el aguinaldo, y días pasados les hicieron una entrega con la promesa de saldar el salario adeudado en pocos días, sin que el responsable Juan Manuel Capafons apareciera, autorizando a que vendan quesos que se encontraban en la fábrica. Lo están haciendo, a través de la distribuidora Córdoba, pero están recaudando de a poco, significando una distribución esta semana de unos 13 mil pesos por cada empleado, esperando que la próxima semana perciban un monto algo mayor. «Pero más allá de la deuda, nuestra preocupación es que va a pasar con nuestra fuente de trabajo, el dueño hace dos semanas que desapareció, solo habla por teléfono, está la fábrica abandonada por parte de ellos».”
Sin apoyos políticos ni estatales, con la única presencia del sindicato Atilra, la situación es desesperante. Luego de un intento de cortarles la luz por falta de pago, lograron que la cooperativa eléctrica les diera un plazo para poder vender los pocos quesos que quedaban y distribuirlo entre los trabajadores en estado de abandono de parte de la empresa. De hecho, no está claro quién es el dueño: «Siempre hubo manejos raros en esta fábrica, Hugo Marenchino dice que vendió la fábrica, pero siempre venía a traer dinero de la venta de quesos a Juan Manuel Capafons, no sabemos quién de los dos es el dueño, pero creemos que detrás de todo esta Marenchino, a este tipo Capafons, lo puso para tapar todo, pero no sirvió mucho porque abandonó, dejó todo peor que antes, entonces Marenchino no se hace cargo porque dice que no tiene nada que ver y Capafons desapareció», comentan tanto Freyre como Kihn.
Se mantendrán en estado de asamblea permanente en las sede de Mortero hasta que alguna autoridad venga a aclarar la situación. Más de 50 familias dependen de ese ingreso, no solo para alimentarse, también para pagar los servicios. Temen cortes de luz en sus domicilios por falta de pago.
Ledesma, Jujuy
La Unión Argentina de Trabajadores Rurales y Estibadores de Jujuy (UATRE) denunció que la empresa Ledesma de la familia Blaquier despidió a 12 empleados del área citrus, por el solo motivo de haber iniciado trámites en la ART por accidentes y enfermedades producidas en el ámbito laboral, o haber pedido el pase a otras áreas que no demanden los grandes esfuerzos que exige la cosecha.
La cartas enviadas a cada uno de los 12 trabajadores sostenían que se trataban de despidos justificados ya que habían declarado a las aseguradoras que debido a los accidentes o enfermedades sufridas se encontraban “disminuidos en su capacidad laboral”.
Fiel a su tradición antisindical, la empresa del ‘Apagón’, incluyó en la lista de cesanteados a un congresal de la UATRE que tenía fueros gremiales. Con total impunidad, Ledesma dejó en la calle a obreros de las áreas de empaque, cultivo y cosecha de limones, naranjas y pomelos que produce la firma, con familias numerosas e hijos pequeños, por haberse enfermado en su lugar de trabajo.