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Otto René Castillo, poesía y revolución – Parte I / por Pablo Solana*

Sea cual sea su calidad, su nivel,

su finura, su capacidad creadora,

el poeta para la burguesía solo puede ser:

SIRVIENTE,

PAYASO

o ENEMIGO”

R. D.

Parte I: El poeta que convocó a su patria a andar y dio la vida para que suceda

Pasó más de un cuarto de siglo desde que las guerrillas guatemaltecas se reconvirtieron a la política legal por medio de la firma de los acuerdos de paz de 1996. Sin embargo, el bagaje histórico y cultural que acompañó a la insurgencia armada sigue en gran medida oculto. La obra poética de Otto René Castillo es víctima de ese reparo residual ante todo lo que huela a compromiso militante y revolución. Si en su país los intentos por rescatar su obra fueron tímidos, en el resto de América Latina fueron prácticamente nulos.

En esta serie de tres notas nos proponemos aportar a revertir esa injusticia. Esta primera entrega recoge los aspectos centrales de su biografía personal, política y poética. En una segunda parte abordaremos la relación íntima, fundamental, que Otto mantuvo con su amigo, colega y camarada Roque Dalton. En la tercera, reconstruiremos su paso por la guerrilla de la mano del testimonio del comandante Pablo Monsanto, el único sobreviviente del grupo de las Fuerzas Armadas Rebeldes que fue emboscado cuando detuvieron a Otto René y después le dieron muerte de manera brutal. Con él dialogamos en ciudad de Guatemala una tarde de 2018 y mantuvimos una entrevista inédita hasta hoy.

Un día,

los intelectuales

apolíticos

de mi país

serán interrogados

por el hombre

sencillo

de nuestro pueblo.

Se les preguntará,

sobre lo que hicieron

cuando

la patria se apagaba

lentamente,

como una hoguera dulce,

pequeña y sola.

O. R. C.

De historia y pueblo

Otto Castillo nació el 25 de abril de 1934 en Quetzaltenango, una de las ciudades más importantes de Guatemala, a unos 200 km. al noreste de la capital del país (aunque en la mayoría de las reseñas biográficas se señala como año de nacimiento 1936, su familia confirma que ésta es la fecha correcta). Así fue bautizado y así se lo conoció hasta su juventud: Otto Castillo, sin segundo nombre; solo con los años él elegirá adosarse el René. Lo parió Juana de Dios Castillo Mérida. Su padre, Reginaldo Cabrera Ordoñez, no se hizo cargo de su crianza. Otto fue el más chico de cinco hijos: compartió hogar con sus hermanas Zoila y Haydée y sus hermanos Jorge y José.

El abuelo de la familia, padre de su madre, fue Juan de Dios Castillo y Castillo, miembro de la Corte Suprema de Justicia, congresista y profesor universitario. El hombre garantizó un buen pasar económico al grupo familiar hasta 1935, cuando murió. Sin el sustento del patriarca, el nivel de vida de la familia desmejoró. “Nos acomodamos mi madre y los cinco hermanos en una sola habitación. Mi madre y Zoila trabajaron bordando sombreros de palma. Jorge y yo empezamos a trabajar para llevar dinero a la casa. Fuimos vendedores de golosinas en el cine Roma de Quetzaltenango”, cuenta José. En 1941 se mudaron a la capital. Zoila recuerda que Otto era “disciplinado y responsable; desde niño se caracterizó como un excelente estudiante”.

Primavera en el país de la eterna tiranía

“Nuestra familia tuvo siempre militancia política antidictatorial”, cuenta Zoila. Otto tenía 10 años cuando las protestas populares derivaron en una rebelión contra la dictadura del general Jorge Ubico que llevaba 14 años en el poder. De las movilizaciones “participaron hermanos de nuestra madre y dos de nuestros hermanos, que para ese entonces eran menores de edad”, agrega. Durante la década democrática que siguió a aquella revuelta sus dos hermanos y sus dos hermanas mayores trabajaron para el nuevo gobierno en “puestos de regular importancia, en la ampliación de reformas sociales”. Un año después asumió la presidencia el profesor Juan José Arévalo. Era la primera vez en la historia de Guatemala que había algo parecido a un gobierno popular. Después de Arévalo, en 1951 fue electo Jacobo Árbenz, otro nacionalista que siguió los pasos de su antecesor y se animó a un poco más.

Durante casi una década el pueblo vivió una inédita “primavera en el país de la eterna tiranía”, como definió el escritor guatemalteco Luis Cardoza y Aragón (parafraseando a Alexander Von Humboldt, quien había dicho de Cuernavaca, México, que era la “ciudad de la eterna primavera”). Pero el 27 de junio de 1954 se acabó el buen tiempo. Árbenz fue forzado a renunciar en nombre del anticomunismo agitado por los EEUU y de los intereses de la United Fruit Company, la bananera que la CIA usaba como cobertura en la región.

El presidente Jacobo Arbenz en la tapa del Time

América Latina volvía a agitarse. Los movimientos campesinos, obreros y populares pujaban por sacarse de encima a las clases oligárquicas en el poder. El fin de la Segunda Guerra Mundial y la crisis de las potencias hegemónicas habían alentado la rebeldía de los países oprimidos. La figura de Jacobo Árbenz se emparenta con las de otros líderes que buscaron dar cuenta de esos procesos sociales, como Juan Domingo Perón en Argentina (apresado en 1945, lo que originó la rebelión popular del 17 de octubre); Jorge Eliécer Gaitán en Colombia (asesinado en 1948, tras lo que se desencadenó el Bogotazo), Getulio Vargas en Brasil (electo por segunda vez presidente en 1950); Víctor Paz Estenssoro en Bolivia (iniciaría en 1952 su Revolución Nacional).

Pero las limitaciones de esos procesos nacionalistas llevarán a la juventud a orientar la lucha de manera más radical. Por esos días andaba por la capital guatemalteca un joven argentino algunos años mayor que Otto, a quien todavía llamaban Ernesto. En su recorrida por América Latina se había interesado cada vez más por la política. En Guatemala lo desilusionó la falta de resistencia al golpe. “Árbenz no supo estar a la altura de las circunstancias, los militares [que lo apoyan] se cagaron en las patas”, escribió en una carta a su familia.

Las vías alternativas de lucha ante esa desilusión generacional se catalizarán años después, en 1959 en Cuba, con el triunfo de la Revolución.

¿Has oído que estúpidamente te digan: / ¡comunista!, porque eres diferente / al rebaño que deifica al déspota?

Ser de izquierda en aquellos tiempos en Centroamérica era, básicamente, apoyar al Partido Comunista o directamente militar en él. En Guatemala, tras años de persecución, el PC había pasado a llamarse Partido Guatemalteco del Trabajo, PGT.

Al momento del golpe contra Árbenz, Otto era uno de los activistas juveniles más destacados de su generación. En 1953 había sido electo presidente de la Asociación de Estudiantes de Post-primaria y con 18 años había publicado su primer poema, “Canción de amor para tu flor de sueños”, en la revista guatemalteca La Hora Dominical. En ese tiempo compone una serie de poemas que giran en torno a una concepción romántica del amor. Basta mencionar algunos títulos que después fueron reunidos en el volumen El sabor de la sal: “Acontece así, enamorados”, “Amemos este invierno”, “Cuando te alejas”, “Por ti”, “Tienes miedo al amor”, “Todo ternura”, “Comienzas a ser mi lejanía”.

En ese mismo año se graduó de bachiller y se unió a la agrupación Alianza de la Juventud Democrática, orientada por el PGT. Desde allí impulsó el autogobierno estudiantil que logró cierto reconocimiento durante la presidencia de Árbenz. Su encuadramiento militante se dio en la Juventud Patriótica del Trabajo (JPT), el brazo juvenil del PGT. Tras el derrocamiento del gobierno nacionalista volvieron los tiempos de confrontación y persecución. Otto creía que para ser un verdadero revolucionario no alcanzaba con su compromiso individual, que debía militar en un proyecto colectivo, de manera organizada. Pero el PGT, tras haber tenido unos pocos cuadros en el gobierno de Árbenz y como resultado del anticomunismo exacerbado de los golpistas, debió reorganizarse en la clandestinidad.

Exilio

Muchos dirigentes e intelectuales se vieron forzados al exilio. Otto decidió irse a El Salvador. Transitó el cambio de país con un cambio sutil de identidad: cuenta su hermana Haydée que fue a partir de ese año que comenzó a agregar a su firma René, en busca de un nombre “artístico” a la hora de firmar sus poemas.

El poeta Roque Dalton

En 1954 otro joven poeta, el salvadoreño Roque Dalton, se encontraba de regreso en San Salvador tras un año de estudios en Chile. Se conocieron en la Universidad. Roque contará que Otto era “extrovertido, vital, de personalidad fuerte y simpática. Su afán de vivir intensa y apasionadamente la vida le cobró su precio. Sus camaradas jóvenes le aceptaron siempre, en su rica totalidad humana, necesariamente contradictoria con el medio”. Dalton escribió sobre él después de enterarse de su asesinato, por eso la intención de “salvarlo del riesgo, que puede propiciarle su muerte admirable, de pasar a la historia como un santón, como uno de esos personajes planos a que nos tiene acostumbrados el apologismo póstumo”.

El vínculo entre ambos poetas fue tan intenso, fructífero y determinante que dedicaremos una próxima entrega a abordar de manera plena esa relación.

Durante esos años en El Salvador, Castillo desarrolló su militancia en los medios intelectuales y los grupos de la resistencia que el PGT mantenía en ese país. Algunos militares nacionalistas guatemaltecos exiliados se sumaron a los jóvenes universitarios y crearon un programa radial llamado Radioprensa, que llegó a ser muy escuchado. “Fundaron una tradición de prensa hablada que no existía hasta entonces en El Salvador”, cuenta el escritor Manlio Argueta, quien compartió aquellos tiempos de militancia y juventud. En ese programa de radio trabajaron Dalton y Castillo. Después Otto René fue redactor en La Prensa Gráfica, en donde publicó artículos críticos que le dieron notoriedad y provocaron su despido al poco tiempo. “Nos pusimos de moda, como quien dice, porque estábamos planteando un problema social y político por primera vez en El Salvador. Sólo Otto militaba en el PC. Él fue el que sacó a Roque de su educación jesuita”, completa Manlio. Además de los trabajos periodísticos, Otto trabajó en obras de construcción como pintor, fue cuidador de automóviles y vendedor de libros.

Cuenta el coronel Carlos Paz Tejada, un militar alineado con el gobierno nacionalista de Árbenz que se encontraba en el exilio al igual que Otto, que fue el joven poeta quien primero lo buscó para planificar el regreso: “Me fue a decir que yo tenía que encabezar la lucha (…) entramos clandestinamente a Guatemala Otto René Castillo y yo. Veníamos de tener reuniones conspirativas contra el gobierno dictatorial”. Hasta que la resistencia logró imponerse, Otto cruzó la frontera entre Guatemala y El Salvador de manera clandestina en más de una oportunidad.

A la vez, durante ese tiempo Castillo siguió profundizando su vocación poética. Fue una figura destacada del Círculo Literario Universitario que ayudó a fundar. En ese período leyó y difundió a Miguel Hernández, César Vallejo y el turco Nazim Hikmet. Su propia poesía comenzó a tener otra densidad. Aún influenciado por el estilo lírico nerudiano, comienza a madurar su propia identidad poética, como puede verse en estos versos del poema “Exilio”:

Tú, mercader de mi país,

escucha:

¿Has oído caminar a la patria

más allá de tu sangre?

¿Te has despertado alguna vez

llorando por su pulso sonoro?

¿Has oído, algún día de invierno,

sentado en un café de país lejano,

que platiquen los hombres de su lucha?

¿Has visto el exiliado moribundo,

tirado en un cuartucho sucio, acostado

sobre una cama construida de cajones,

preguntar por la vaga estatura

de sus hijos ausentes de su amor?

¿Has oído penar a la risa? ¿Has

llorado alguna vez sobre el vientre

altísimo de nuestra patria? ¿Has

oído que estúpidamente te digan:

¡comunista!, porque eres diferente

al rebaño que deifica al déspota?

Su consolidación poética tiene otro punto de referencia: el poemario escrito a cuatro manos con su amigo Roque Dalton titulado Dos puños por la tierra. Abordaremos la importancia que tuvo ese trabajo en el ambiente literario de la época en la próxima nota de esta serie.

Por aquellos años Otto y sus camaradas solían frecuentar las tertulias celebradas en El Rancho del Artista, ubicado en las afueras de San Salvador. El lugar, una construcción rústica con espacio para diversas actividades, se había convertido en uno de los centros más importantes para las vanguardias artísticas y la bohemia. Estaba a cargo de la poetisa hondureña Clementina Suárez, quien daba lugar a exposiciones, lecturas de versos, conferencias y conciertos. Por entonces “surgieron los grandes amores efímeros y las trágicas pasiones que repetirían hasta el cansancio ´Los versos del Capitán´”, contará Dalton años después. Sin embargo, una visión menos romántica transmitirá Otto René a sus compañeros guatemaltecos: “[las jornadas literarias] terminaban cuando la anfitriona (…) los echaba ‘barranca abajo’ de la casa”, les dirá.

Roberto Cruz conoció a Otto por aquellos años; luego estuvieron juntos en Guatemala, en la Facultad de Derecho, donde fueron compañeros, y posteriormente en Alemania. “Cuando lo conocí trabajaba en un radioperiódico y ya había ganado el Premio Centroamericano de Poesía de la Universidad de El Salvador. Otto era entonces un joven delgado, moreno, de mirada profunda, lleno de dinamismo y entusiasmo. La nostalgia por la patria no le había hecho perder la alegría. Más que su éxito como poeta me impresionó su decisión de impulsar con toda su pasión el proceso revolucionario del pueblo de Guatemala”.

La poesía en Centroamérica, un arma de liberación

Durante la segunda mitad del siglo XX, en Centroamérica, la lucha revolucionaria y la poesía fueron de la mano. Persecuciones y matanzas cometidas contra comunidades enteras impiden abordar ese momento histórico de forma liviana; sin embargo, aquellas apuestas por revolucionarlo todo —el poder, las relaciones de propiedad, el arte, la cultura—merecen ser reivindicadas, también, desde la dimensión poética que acompañó cada intento insurgente. Aportaron a ello, en El Salvador, Roque Dalton, pero también Roberto Armijo, Manlio Argueta o Claribel Alegría, por mencionar algunas de las figuras destacadas de la Generación Comprometida. En Nicaragua, Ernesto Cardenal, Leonel Rugama o Gioconda Belli; En Guatemala, los ya por entonces famosos Miguel Ángel Asturias y Luis Cardoza y Aragón, además, por supuesto, de Otto René Castillo.

En aquel contexto los poetas eran figuras socialmente reconocidas. “No existían partidos políticos: el partido único era el de los militares. Por lo tanto, los poetas desempeñaron una labor de crítica social. En un país donde no había espacio para la divergencia política, esto ocupaba la atención de los diarios, pero también de la policía”, explica el escritor salvadoreño Luis Alvarenga. Se refiere a la década de 1950 en su país, pero refleja la situación de toda la región.

Alvarenga dice además que las vidas de Roque Dalton u Otto René Castillo dan cuenta de otra función del poeta en América Latina: “Se ha dicho que los pueblos de lengua española tienen, a falta de una filosofía —según los cánones occidentales—, a la literatura como un modo de llegar a dar esa vista filosófica de la realidad”. La integración de poesía, historia, identidad nacional y sentido universal que expresan las obras de estas generaciones da cuenta de ese fenómeno que excede lo meramente artístico o literario. Lo que en otras sociedades podría haber sido motivo de prestigio, en la Centroamérica surcada por tamañas injusticias fue motivo de persecución.

En aquellos años de Guerra Fría había un ensañamiento especial con quienes se convertían en voceros de las ideas críticas. Relata el poeta rumano-francés Tristán Tzara en la presentación de un libro del turco Nazim Hikmet, quien había pasado 12 años preso: “Está de más preguntarse de dónde proviene este encarnizamiento de los reaccionarios por querer suprimir a los poetas: ¿no es esta la mejor prueba de la eficacia de sus escritos, cuando, bajo la presión de los acontecimientos, la poesía se vuelve un arma de liberación?”.

Ahora quiero caminar contigo

Casi cuatro años después de haber iniciado su primer exilio, en diciembre de 1957, Otto René regresa a Guatemala. Se habían relajado las condiciones represivas, el nuevo gobierno había permitido que los exiliados volvieran al país. Con 23 años, un pasado de activista y poemas publicados, ya era reconocido entre los círculos políticos y literarios. En 1956 había ganado el Premio Autonomía patrocinado por la Asociación de Estudiantes Universitarios por su poema “Pequeño canto a la patria” (recuperado en su versión original en la edición de Vamos patria a caminar del año 2015, F&G Editores, Guatemala). En Budapest, Hungría, donde había enviado algunos de sus trabajos por intermedio de los contactos del PGT, también ganó en 1957 el Premio Internacional de Poesía.

Pequeña patria mía, dulce tormenta,

un litoral de amor eleva mis pupilas

y la garganta se me llena de silvestre alegría

cuando digo patria, obrero y golondrina;

es que tengo dos años de amanecer agonizando

v acostarme cadáver sobre tu nombre inmenso,

flotante sobre todos los alientos libertarios,

Guatemala, diciendo patria mía, pequeña campesina.

Revista Lanzas y Letras. Año 1, N°1, donde figura Otto René Castillo en el directorio

Durante 1958 y 1959 estudió en la Facultad de Derecho de la Universidad de San Carlos de Guatemala, uno de los pocos ámbitos donde la dictadura no había podido aniquilar la resistencia. Se sumó a la revista Lanzas y Letras, un proyecto nacido en mayo de 1958 que contó con el aval de la Asociación Estudiantil universitaria. La revista “muy pronto sobrepasó los límites que sus fundadores se habían planteado. Concebida originalmente como órgano cultural estudiantil, sus páginas fueron de inmediato invadidas por todas las voces del presente nacional y mundial. La labor de esta publicación fue importantísima en esa etapa y trascendió hasta los países vecinos de América Central”, según rememoró Roque Dalton años después. Otto tomó esa tarea como parte de su compromiso militante. El Partido estaba en un proceso de reorganización y tejer relaciones en distintos ámbitos resultaba fundamental.

Pero la militancia no le daba de comer. Comenzó a trabajar en una empresa de aparatos eléctricos, al tiempo que terminaba su tesis de grado titulada “El poeta ante los problemas de la humanidad. Responsabilidad de los poetas guatemaltecos”.

El documento incluye los capítulos “La historia humana y la función de la poesía”, “El poeta como conducta moral”, “El poeta y su pueblo: un mismo corazón”, “Regionalismo o universalidad: dos caminos frente al poeta” y, por último, “Responsabilidad de los poetas guatemaltecos”. La presentación de la tesis demarca el objetivo del trabajo: indagar sobre “la enorme importancia que tienen para todo poeta viviente los problemas que aquejan a la humanidad, es decir, al hombre de nuestro tiempo, quien, dicho sea de paso, se encuentra situado en uno de los momentos más dramáticos de su existencia”. En esas páginas se condensa la concepción del mundo, del arte y de la militancia, que sostuvo con coherencia hasta el momento de su muerte.

El trabajo no se publicó como libro, pero le sirvió para ganar en 1958 otro premio, esta vez al mejor estudiante. Con ello tramitó, por medio del Partido, una beca para continuar sus estudios de Letras en la Universidad Karl Marx de Leipzig, en la República Democrática Alemana.

Todo se orienta a la canción / en esta parte de Alemania

Otto René Castillo en Leipzig, Alemania

En 1959 llegó a Leipzig, donde destinó los primeros meses a estudiar alemán. Apenas logró manejarse con el idioma inició sus estudios de literatura alemana (germanística) en la Universidad Karl Marx. Conoció a Bárbara Wenzig, con quien se casó y tuvo dos hijos: Tecún y Patrice Sandino. Su amigo Roberto Cruz, que compartió algún tiempo con él allá, recuerda que “vivían con los padres de ella, gente muy trabajadora, culta y cariñosa, que acogió con gran hospitalidad a la media docena de guatemaltecos que estudiábamos en Alemania. La familia entera quería y admiraba a Otto fuera de todo límite”.

Mientras tanto, en Guatemala, el PGT seguía siendo perseguido. En mayo de 1960 debió realizar su III Congreso de manera clandestina. El evento graficó la realidad del partido en el que militaba Otto René: el 53% de los asistentes fueron obreros y campesinos; el 47% había pasado por la cárcel por motivos políticos y el 6% había sido torturado por comunista. El relevamiento, realizado por el dirigente sindical Víctor Manuel, mostraba una representación obrera loable para un partido de izquierda clandestino. Además de la Federación Sindical Fasgua, el PGT incidía en diversas ligas campesinas, el Frente Unido del Estudiantado Guatemalteco (Fuego) y la Asociación de Estudiantes Universitarios (AEU). En ese congreso el partido definió la validez de “todas las formas de lucha”, resolución que comenzó a hacerse práctica en 1962.

Otto René seguía los acontecimientos desde la lejana Alemania comunista. La distancia, sin embargo, no le impedía explorar vías de aproximación a la realidad y la lucha de su país. En enero de 1962 decidió dejar los estudios e integrarse a la brigada de cineastas que dirigía el director holandés Joris Ivens, quien se proponía documentar las insurgencias latinoamericanas desde adentro. Para ello, el entrenamiento del grupo constaba de formación cinematográfica pero también militar. De hecho, cuando es detenido tres años después, se aprestaba a subir a la montaña para hacer un reportaje cinematográfico sobre sus camaradas en armas de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, FAR.

Pequeña Patria, dulce tormenta mía

Ya de regreso en su país, durante un breve período del año 1964 dirigió el Teatro de la Municipalidad de Guatemala. Dio clases de alemán, fue editor de un periódico universitario, tradujo al español la obra de Bertolt Brecht Los Fusiles de la Señora Carrar y escribió apuntes sobre el teatro épico del dramaturgo alemán, que se convirtió en una nueva influencia en su poesía.

El 2 de marzo de 1965, fue detenido cuando estaba preparando la incursión a la guerrilla para filmar un documental sobre las FAR. El tiempo que pasó preso lo dedicó a corregir varios originales de sus poesías, que serían recogidas en el poemario Vámonos patria a caminar, reeditado póstumamente en México, en 1968, un año después de su muerte, con un prólogo del líder guerrillero guatemalteco César Montes.

Sobre esa detención, cuenta su hermana Zoila: “La policía judicial allanó nuestra casa una noche como a las nueve o nueve y media para hacer un cateo. En ese preciso momento llegó Otto. En el dormitorio de Otto René encontraron unas botas de Cobán y una caja de papeles sin importancia, pero se lo llevaron detenido a la cárcel. Otto René estuvo preso 30 días. La ley establecía que a los 30 días el detenido debe ser consignado a los Tribunales. A Otto no pudieron levantarle cargos por lo que fue dejado en libertad. Sin embargo, la Judicial dispuso deportarlo a México cubriendo nosotros sus familiares los gastos del viaje. Otto René salió de la cárcel al avión que lo condujo a México.”

Una vez en México logró ser designado representante de la izquierda guatemalteca en el Comité Organizador del Festival Mundial de la Juventud que estaba previsto se realizaría en Argelia. Aunque el festival no se concretó por el golpe de Estado que derrocó al líder independentista Ahmed Ben Bella en junio de 1965, la responsabilidad que tenía Otto le permitió viajar. Estuvo en Argelia cuando fue el golpe y pasó por Austria, Hungría y Chipre. Finalmente viajó a Cuba, donde permaneció algún tiempo.

Su paso por La Habana fue fundamental. Allí Otto se vio con Luis Turcios Lima, el experimentado militar rebelde guatemalteco con quien cuadró su participación en la lucha armada de su país. También allí se encontró con Nora Paiz, con quien regresaría a Guatemala y sería su compañera en la guerrilla.

A ese último tramo de su vida dedicaremos la tercera parte de esta serie. “Vamos patria a caminar”, el poema por el que más se lo conoció, fue el que sus verdugos le enrostraron a la hora torturarlo y asesinarlo:

Vamos patria a caminar, yo te acompaño,

yo bajaré los abismos que me digas,

yo beberé tus cálices amargos,

yo me quedaré ciego para que tengas ojos,

yo me quedaré sin voz para que tú cantes,

yo he de morir para que tu no mueras,

para que emerja un rostro flameando al horizonte

de cada flor que nazca de mis huesos.

Tiene que ser así, indiscutiblemente.

Ya me cansé de llevar tus lágrimas conmigo

y ahora quiero caminar contigo, relampagueante,

acompañarte en tu jornada, porque soy un hombre

del pueblo, nacido en octubre para la faz del mundo.

Patria,

los generales acostumbran orinar tus muros

pero nosotros vamos a lavarte con rocío,

por ello pido que caminemos juntos, siempre

con los campesinos agrarios

con los obreros sindicales;

¡con el que tenga un corazón para quererte!

Vamos patria a caminar, yo te acompaño,

naveguemos el siglo veinte sin negarlo,

yo te doy mi brazo impersonal, mi corazón manzana,

mi frente que crece sobre la faz del trigo.

Alguien dará la mano abismo del albañil aéreo

y el pie cuadrado del arcilloso peón,

el pecho mineral del hombre de las minas

y el grito final del ferroviario muerto,

alguien será la cordillera popular que se levante

para revisar la historia del hombre sin dolor

que llena de dolor la vida de los hombres.

Vamos patria a caminar, yo te acompaño.

Próximas publicaciones:

Parte II: Otto René Castillo y Roque Dalton: compañeros, poetas, desaparecidos

Parte III: Bertolt Bretch en la guerrilla

– – –

* Pablo Solana es integrante de la Revista Lanzas y Letras (Colombia), coautor de los libros América Latina. Huellas y retos del ciclo progresista (La Fogata Editorial, Colombia) y 2001: Historias y devenires de la rebelión popular (Chirimbote, Argentina). Colaborador permanente de La Columna Vertebral-Historias de Trabajadores, entre otros medios.

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Aceiteros: un plenario de delegados de base para pensar, capacitar y representar mejor a los trabajadores

En la previa del XII Plenario de Delegadas y Delegados de Base Aceiteros y Desmotadores de Algodón que se desarrolló el 16 y 17 de abril en el auditorio de Foetra, Nora Anchart entrevistó al líder Aceitero, Daniel Yofra, quien se va perfilando como uno de los dirigentes gremiales con mayor presencia dentro del mundo sindical. El record de sus paritarias anuales y la permanente actividad en respaldo a la unión de los trabajadores en pos de una vida digna, lo convierten en una referencia para los diversos sectores. “Nos quieren hacer creer que para ser digno hay que tener trabajo. Y eso es mentira. Lo que te da dignidad es tener un buen salario según su definición constitucional y legal, y para eso necesitamos saber cuánto vale nuestro trabajo y cómo defender ese valor. Y la forma de defenderlo ya la conocemos: es en las fábricas y en la calle, luchando para que nadie quiera destruir nuestros derechos justo cuando empiezan a hablar de una reforma laboral al estilo de los años 90, cuando alimentaron la tercerización y la precarización laboral que continúa hasta hoy”, dijo Yofra al anticipar la tónica del plenario.

LCV: Contanos un poco de qué se trata el plenario

—Bueno, este es un plenario que lo hacemos todos los años para los delegados y delegadas de la República Argentina, Aceiteros y Desmotadores, que son los dos sectores de los cuales representamos. Lo hacemos con la finalidad de ayudarlos a pensar, de capacitarlos de todo lo que necesitan los delegados para defender a sus trabajadores. La idea es hacer un plenario para que los compañeros y las compañeras se vayan a sus lugares de trabajo a representar lo mejor posible a sus trabajadores.

LCV: Va a haber también un panel internacional con situación de la clase trabajadora en América Latina ¿Siempre incluyen el capítulo internacional de geopolítica.

—Sí. Nosotros necesitamos saber cómo fueron las experiencias que han tenido, por ejemplo, Ecuador con la dolarización, Honduras como para tener en cuenta cuáles fueron las experiencias de ellos sobre la dolarización y que los compañeros y compañeras sepan cuál es el destino que nos toca vivir si eso ocurre. No en sólo cuestión de decir que la dolarización no sirve, sino que queremos saber por qué no sirve. Queremos que haya países que hayan implementado la dolarización y que si les fue bien o les fue mal, que lo digan ellos.

LCV: Después sigue algo que me parece importantísimo, reformas del nuevo gobierno y su impacto en las políticas de género. ¿Por qué eligieron este tema particularmente?

—Todos los años venimos implementando charlas sobre cuestión de género, sobre identidad, o sea, tenemos representantes más que nada en la parte legal, donde han escrito un libro sobre la cuestión de género que nos ayuda también a pensar sobre cuál es la posición de un dirigente sindical, más que nada cuando es varón, en donde nosotros tenemos en su gran mayoría varones, sería importante para nosotros saber cuál es la implicancia de todas estas normas que quieren sacar y que fueron una lucha ganada por el sector principalmente de las mujeres. Me parece que es algo muy importante y que nosotros le queremos dar trascendencia y más que nada también debatir sobre esa situación.

LCV: El día miércoles 17 de abril, abren con el tema de la batalla cultural y en este caso enfocan a la prensa en ese problema. ¿Cómo lo ves?

—Nosotros creemos que venimos perdiendo terreno hace muchos años. La batalla cultural dentro de las capacitaciones es un común denominador. Consideramos que no es solamente hoy algo que se está haciendo sobre un sector, sino de todos los sectores. O sea, han avanzado mucho en todos los sectores y me parece que tratar de que vengan periodistas, de ver cómo manejan la información, cuáles son las tendencias en este momento, nos van a servir para darnos cuenta por qué dicen determinadas cosas. El tema, principalmente de las mujeres, me parece que no es solamente de las mujeres, sino de todos nosotros.

LCV: En el campo de los derechos humanos hoy se discuten cosas que a lo mejor nosotros creíamos que ya estaban consolidadas y sin embargo hoy se vuelven a discutir.

—También hay que entender esto y hay que aclararlo, porque si no parecería que el único mal que tenemos es el gobierno que está. El tema de la batalla cultural, cuando nosotros hablamos o cuando ellos hablan de que los trabajadores del Estado son todos ñoquis, son todos unos vagos, es producto de que el primer negreo es hacia los trabajadores del Estado. Entonces, evidentemente, el Estado anterior tampoco ha dejado con esa seguridad que necesitan los trabajadores de que no venga un desquiciado a echarlo, porque están estigmatizados hace mucho tiempo. Entonces me parece que en ese sentido nosotros tenemos que pensar de que los responsables son los gobiernos anteriores, que es el primer precarizador de la clase trabajadora, en donde tienen trabajadores dentro de los ministerios con contrato de un año, y que hace 20 años que están contratados. Entonces me parece que en ese sentido también tenemos que pensar de que nos han dejado una bomba con una mecha muy corta, y nosotros pensamos solamente que los hijos de puta son los que están ahora y no pensamos que nos dejaron todo un sistema totalmente debilitado, en donde viene cualquiera y nos saca la posibilidad de seguir trabajando. Encima el gobierno este se nos ríe diciendo sacamos tanta gente del Estado y se jacta de eso, y nosotros no hacemos absolutamente nada, pero los culpables son los que estuvieron en todos los gobiernos anteriores, que no han hecho absolutamente nada para que esos trabajadores no estén precarizados.

LCV: ¿En qué consiste para los aceiteros la dignidad del trabajo”

—Creo que hay muchas cosas que nos vienen diciendo a los trabajadores y que compramos, ¿no? Producto de que tampoco nosotros como dirigentes sindicales salimos a fijar nuestra posición, siempre subestimamos. Bueno, por eso está un gobierno como el de Milei, donde surgió en un teatro pegándole una piñata con la cara de Alfonsín, o con la del Banco Central. Bueno, todas esas cosas que en algún momento nos dan risa, hoy nos dan preocupación y nos lleva a una situación de las peores que hemos tenido en los últimos 40 años de democracia. Bueno, nos quieren hacer creer que lo más importante y la dignidad te la da el trabajo y no te la da el trabajo solamente, te la da un salario digno. Y el salario digno no es más ni menos que tener un salario que vos puedas cubrir las nueve necesidades que establece la ley de contrato de trabajo, como la alimentación adecuada, vivienda digna, educación, salud, esparcimiento, transporte, vestimenta, previsión, vacaciones. Me parece que en ese sentido, si nosotros no ponemos en claro, para los trabajadores más que nada, no para los empresarios o para un gobierno como este que está compuesto por empresarios, sino para los trabajadores, que esa debería ser nuestra preocupación, para que ellos estén concientizados y no salgan a respaldar a alguien que lo desprecia, como este gobierno está claro de que desprecie la clase trabajadora, desprecia a los pobres, desprecia a los jubilados. Bueno, nosotros tenemos que salir a decir las cosas como son. La dignidad la da un trabajo con un buen salario para que realmente vos puedas satisfacer todas esas necesidades. Si vos no podés satisfacer las nueve necesidades que establece la ley de contrato de trabajo en el artículo 116 y el 14 b, de la Constitución, no tenes dignidad. Hay gente que ha estado 40 años en un trabajo y se ha jubilado con una miseria y hoy está en una situación y ha estado eternamente, porque yo tengo unos cuantos años que he visto a mi abuela, he visto a mi abuelo y he visto a los padres de mi amigo que han terminado en una situación totalmente precaria cuando han trabajado 40 años. Si esa es la meritocracia que plantea este tipo de gobierno, la meritocracia es haber trabajado 40 años con una situación miserable y que después se jubilen con más miserabilidad, me parece que eso es de muy cretino y de muy ruin como para que nosotros lo permitamos como trabajadores. Nosotros tenemos que cambiar esa historia.

LCV: Hablando de jubilaciones, están yendo por esta opción de que a los 60 años podías opcionar seguir cinco años más en caso de mujeres y en varones 65, 70. Todo esto está dentro de esa Ley de Base que tienen que votar dentro de poco. ¿Tenemos pocos diputados de extracción sindical nosotros para defendernos?

—En realidad no tenemos políticos que hayan trabajado o que entiendan a un trabajador, porque si no deberían tener conciencia en clase. Más allá de que pueda haber traidores y que dentro de los políticos que hayan salido del extracto laboral vean más con buenos ojos las ideas de los patrones que de los trabajadores, pero en su gran mayoría son gente que nunca se ha levantado a las 6:00 a.m. Nunca han padecido la verdugueada de los patrones y de los mandos medios. O sea, hay un sistema social en donde la clase política últimamente no piensa en la clase trabajadora, eso está claro y sobran los ejemplos para pensar. Que hoy un político diga bueno, si me das este aporte yo te apruebo la ley que va en contra de los trabajadores, es realmente una traición a los que lo votaron, que en su gran mayoría son trabajadores. Pero bueno, por eso te digo, si nosotros podemos concientizar a los trabajadores de lo que está bien y lo que está mal como dirigentes sindicales, me parece que tarde o temprano esos dirigentes políticos la van a pagar y la van a pagar dentro de la urna.

(Quienes siguieron nuestras redes, pudieron vivir el plenario minuto a minuto, con la cobertura especial de Javier Touzón. Seguinos también en twitter: lacolumnaradio e instagram columnavertebralradio, además del facebook columnavertebralradio y nuestro canal de youtube LCV-Historias de Trabajadores. Todas las plataformas al servicio de la información que necesitás tener y que otros no te cuentan)

Comunicado sobre la actividad del plenario

XII Plenario de Delegadas y Delegados de Base Aceiteros y Desmotadores de Algodón

Yofra: “Esta política licuó los salarios en tres meses y acá estamos para defender el salario”

El secretario general de la Federación Aceitera y Desmotadora de Algodón, Daniel Yofra, sostuvo esta mañana que la política del gobierno nacional “licuó los salarios en tres meses” y reiteró que durante los plenarios nacionales de delegadas y delegados es cuando “se definen las medidas de fuerza” y subrayó: “Acá estamos para gritar”.

“Muchos habrán escuchado en sus hogares o en la fábrica eso de que la política no me da de comer. Pero por esta política tenemos el 57 por ciento de pobres y por esta política se nos licuó el salario en tres meses. Todos los trabajadores sufrimos eso y, por eso, acá estamos para gritar”, afirmó Yofra en la apertura del décimo tercer Plenario de Delegadas y Delegados, que se desarrolla en el Auditorio de FOETRA, en Hipólito Yrigoyen 3171, Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

El encuentro se realiza a una semana de haber logrado una renegociación paritaria que llevó el salario básico a 1.240.202 pesos y mientras se realiza la paritaria del sector de desmotadores de algodón.

“Este es el espacio dónde se toman las decisiones y la huelga no es un capricho de esta Comisión Directiva. No es una opción no cumplir con las decisiones que se toman en los Plenarios de Delegadas y Delegados y en los Congresos. Si los Congresos y los Plenarios facultan a tomar medidas de fuerza no es una opción no hacerlas”, completó Yofra, que estuvo acompañado por Eduardo Labra (Tesorero), Juan Domínguez (pro secretario general), Ezequiel Roldán (secretario gremial) y Marco Pozzi (secretario de salud laboral). 

Durante la primera mesa del plenario, “Reforma Laboral, Criminalización y Derecho de Huelga”, el vicepresidente Federación Internacional de Derechos Humanos, Juan Carlos Capurro, cuestionó el protocolo de la ministra Patricia Bullrich y afirmó: “La política y la criminalización que está en curso, ya la hemos derrotado en el pasado y podemos volver a hacerlo”. 

“Vamos a tener memoria histórica de lo que están haciendo ahora. Los jueces que no resuelven los planteos contra el protocolo van a ser conocidos, porque vamos a dar a conocer sus nombres, porque tienen que saber que lo que hacen lo vamos a hacer conocer”, advirtió Capurro durante la mesa que coordinó el presidente Asociación Latinoamericana de Abogados y Abogadas Laboralistas (ALAL), Matías Cremonte, quien estableció la línea que unió todas las exposiciones al señalar: “La política del gobierno es un ataque a la organización sindical, un ataque a la acción colectiva, como pre requisito para la precarización laboral”.

Por su parte, el asesor legal de la Federación Aceitera, Alexis Barraza, dijo que “cuando se habla de la reforma laboral, el discurso predominante en los medios es la flexibilización laboral. Pero la idea de flexibilización laboral es una falacia porque el contrato de trabajo ya es flexible”.

“Lo que tratan de ocultar en ese discurso es que quieren desregular el derecho laboral y que el trabajador negocie con la empresa como iguales, cuando en realidad hay una parte poderosa de un lado y otra que no tiene herramientas para defenderse”, agregó Barraza.

Además, el asesor legal Eugenio Biafore dijo que “el trabajo no registrado negro se impuso en la dictadura para destruir la organización de los trabajadores, crear división social y generar la degradación del trabajo. Empezó con un 3%, llegó al 50% en 2001 y después nunca llegó a bajar del 37 por ciento. El DNU promueve el trabajo no registrado porque elimina todas las multas y no propone ninguna herramienta para enfrentar el trabajo no registrado”

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Destacada

Walter Goobar: “Netanyahu está sacrificando a los rehenes para mantener una estrategia de guerra ”

En medio de una semana de inquietud, luego de que avanzara el conflicto de Israel contra Gaza involucrando a otros países como Irán, y el presidente Milei se enrolara internacionalmente con Netanyahu, fomentando los fantasmas de un nuevo atentado en Argentina, Nora Anchart entrevistó en La Columna Vertebral a Walter Goobar, reconocido periodista especializado en internacionales quien recorre el inicio del conflicto iniciado con el tremendo atentado del 7 de octubre ocurrido en un momento en el que las marchas en contra de Netanyahu ponían en riesgo su permanencia en el gobierno; la crisis de los rehenes, la intervención de Irán, y el riesgo que puede traer para Argentina el rol de Milei con su encuadramiento con Israel.

Walter Goobar, periodista especializado en internacionales

LCV: ¿Qué opinas de lo que está sucediendo en Medio Oriente?

-El ataque de Hamas en el sur de Israel ocurrió en un momento en el cual Benjamin Netanyahu estaba llevando a Israel a una situación de guerra civil porque la oposición en su contra y el pedido de renuncia eran una cosa incesante y constante por graves cargos de corrupción que pesan en su contra, inclusive por su enfrentamiento con la Corte Suprema que quiso remodelar o remodeló justamente para evitar ser destituido. El tremendo atentado del 7 de octubre le resultó útil para consolidar una opinión pública que estaba absolutamente fragmentada y agrietada con respecto a su futuro político. Esto después se potenció cuando en lugar de lo que podía haber sido llamado una represalia proporcionada a lo que fue el atentado, se convirtió en un proyecto prácticamente de exterminio de los palestinos en el cual ya hay más de 30.000 muertos, en la cual el 70% son mujeres y niños. No hay ninguna guerra. La suma de todas las guerras de los últimos cuatro años te da menor cantidad de víctimas de niños que en la de la Franja de Gaza, sin contar la cantidad de niños mutilados, huérfanos, etcétera, etcétera. Este plan sistemático de exterminio de los palestinos inclusive se prolongó contra los periodistas, contra el personal sanitario, contra los trabajadores de Naciones Unidas y de organizaciones humanitarias, y lo que ocurrió en la última semana es que no habiendo logrado sus objetivos militares, para continuar ejerciendo el poder, está intentando a partir de provocaciones regionales, convertir el conflicto justamente en un conflicto regional. A comienzos de abril, se llevó a cabo por parte de Israel el ataque contra un consulado iraní en Damasco, la capital de Siria, que es lo que disparó la represalia iraní del último fin de semana. Es decir, esto no fue un error de cálculo. Evidentemente, Netanyahu quiere comprometer a Irán, que nunca ha estado directamente comprometido, en todo caso, ha estado comprometido indirectamente a través de la milicia chiíta, libanesa,

LCV: Si yo no me equivoco, en este último fin de semana había una manifestación en Israel reclamando que Netanyahu no está haciendo lo suficiente para traer a los rehenes…

—Además, te agrego, Netanyahu inclusive ha sacrificado o está sacrificando a los rehenes israelíes simplemente para no decretar un cese al fuego, justamente porque quiere mantener la estrategia de de guerra y de tensión.

LCV:¿No se dan cuenta del otro lado que de alguna manera son funcionales a la permanencia de Netanyahu?

—La responsabilidad está en aquel que genera las provocaciones, en aquel que es el matón del barrio que sale a provocar a Irán. Israel finalmente nunca se ha medido militarmente con Irán, y Netanyahu sale a buscar una confrontación.

LCV: ¿Qué consecuencias puede traer este nuevo foco de conflicto contra Irán?

—Irán en principio dio por terminada o por satisfecha su represalia, pero ahora va a venir la represalia israelí. Entonces ahí es donde vamos a ver hasta dónde piensa llegar Netanyahu, hasta donde las potencias, particularmente Estados Unidos, lo va a dejar llegar a Netanyahu. Porque una cosa es que Netanyahu, en represalia por los bombardeos iraníes,  decida, no sé, atacar una refinería petrolera iraní. Otra cosa, otro precio, por decirlo así, sería que Netanyahu decida atacar una central nuclear iraní. Otro precio sería que Netanyahu decida invadir el sur de Líbano y otra cosa sería que Netanyahu pretenda hacer las tres cosas a la vez.

LCV: ¿Y otro precio no es que se disemine esta disputa a lo largo del mundo, a través de esta historia de ataques de embajadas mutuas o cosas por el estilo?

—Claro. Es que ya hace tiempo, y nosotros los argentinos lo sabemos, lo hemos vivido en carne propia, este conflicto ya se ha extendido más allá de la frontera con los dos atentados que sufrimos en la Argentina. De hecho, Israel la semana pasada cerró 28 embajadas y representaciones diplomáticas en el mundo en prevención de atentados. Porque en realidad es como que la respuesta iraní estaba dentro de los cálculos de Netanyahu. Esto es lo que te indica es que estaba dentro de los cálculos. La única diferencia es que Netanyahu no lo hace al estilo Milei, con bombos y platillos, sino que estas cosas se manejan con bastante más sigilo o -por lo menos- no haciendo ostensibles las provocaciones. Porque si después pretendés victimizarte, no tenés que hacer el papel de matón, tenés que hacer el papel de víctima.

LCV: Nosotros ya la vivimos, ya sabemos de qué se trata cuando le mojas la oreja a un gigante que sí tiene el formato y las ganas. Estoy viendo el refuerzo de seguridad en la embajada de Israel y toda esta historia que vos y yo estuvimos cubriendo lo que fueron aquellos atentados. Y te digo que la memoria emotiva me provoca un dolor en el espinazo.

—Claro. Pero además, si se llega a producir un atentado en la Argentina, no va a ser obra directa de Irán, sino que va a ser de alguna organización no estatal, va a ser obra de Hézbolá, de Ansar Alá, de alguno de las grupos. Con lo cual, todo esto es mucho más difícil de prevenir. De hecho, los dos atentados que sufrimos en la Argentina, tuvieron diversas reivindicaciones, con distintos sellos y distintos nombres, después se trató y tampoco se ha logrado definitivamente, plantear la responsabilidad directa de Irán como Estado. Pero te quiero decir que esto complejiza aún más la cuestión, porque tampoco se maneja todo en términos de relaciones Estado cuando tenés organizaciones armadas del otro lado, y que ven, digamos, cuando una reunión de crisis de gabinete está presidida por el embajador de Israel en Casa Rosada, eso solo puede ser interpretado como una provocación, además de una falta de tacto absoluto que no se ha visto en la diplomacia, creo, en ninguna parte del mundo.

LCV: Esa presencia del embajador en la reunión de gabinete de Argentina ha sido comentado en casi todos los diarios del mundo. ¿Qué tiene en la cabeza Milei? ¿Qué cree que podemos sacar de todo eso? ¿O es simplemente esta historia del complejo de que su abuelo se dio cuenta de que era judío cuando estaba por morirse y entonces quiere ahora la reivindicación?

—Mira, yo no sé. No me gusta entrar en cuestiones psicológicas, pero hay una cuestión mesiánica. Hay una suerte de mesianismo en todo esto. También, obviamente, hay cuestiones de negocios y de alineamientos con determinados sectores de la política. Milei no pertenece a un judaísmo progresista, todo lo contrario, sino que pertenece a una secta, y a una secta que está también muy vinculada, digamos, a algunos grandes intereses empresariales en la Argentina, como el grupo Irsa, y también en el caso de los EE.UU, hay miembros muy importantes del fondo inversiones Blackrock que comulgan también con ese grupo. Con lo cual, hay una parte que tiene que ver con su delirio místico, por decírtelo de alguna manera. Por otro lado, la otra parte tiene que ver con el delirio económico y geopolítico, pero también creo que esta persona ni siquiera está bien informado sobre lo que son las relaciones en el mundo en este momento, sino que él ve un mundo; cuando él habla sobre el mundo, cuando él habla sobre China, cuando él habla sobre una cantidad de países, pareciera que estamos en la época de la guerra fría.

LCV: ¿Qué pensás del fallo de la justicia respecto del atentado a la AMIA?

—Te consta que a lo largo de todos estos años he seguido esa causa, conozco esa causa, conozco a todos los personajes que estuvieron involucrados en las distintas facetas de la causa, muchos de los cuales terminaron detenidos, presos, juzgados; desde el juez Galeano a los fiscales, el ex comisario Palacios, ahora ya fallecido. Sin embargo, a lo largo de estos años no se ha agregado una sola prueba para hacer un fallo tan tajante y tan terminante en base a la misma información que existía hace muchos años, que tiene un carácter indiciario, pero vos no podés establecer, digamos, una culpabilidad en base a indicios. Esto no es posible. Yo mismo aporté a lo largo de años y a partir de investigaciones propias y en un libro titulado El tercer atentado, mucho del material indiciario sobre, por ejemplo, viajes de agentes de inteligencia iraníes, posibles viajes de reconocimiento, yo revelé la existencia de una base de observación a pocos metros de la AMIA, que nadie se había dado cuenta que esa base existía, y después cuando la llevé a la justicia, debidamente investigada, y sin embargo, no se ha encontrado una sola casa operativa, no se ha encontrado un lugar donde se armó el coche bomba, ni tampoco la procedencia de los explosivos, la procedencia de los detonadores. El otro dato que aporté yo, fueron algunas comunicaciones de la célula operativa a través de avisos en los diarios, en los clasificados de Clarín. Lo encontré yo, lo aporté yo. Ahora, estos son elementos indiciarios, no determinantes. Vos no podes demostrar la culpabilidad del Estado de Irán. Porque una cosa es, y ahí vuelvo a la misma cuestión que hemos hablado antes, decir que, está bien, digamos, Hezbolá responde a Irán, pero de ahí demostrar la responsabilidad del Estado de Irán, son dos cosas absolutamente distintas. Y vuelven a ser estas cuestiones temerarias que aparecen cada vez que le conviene a los intereses de Israel o de los Estados Unidos.

LCV: A mí todo me parece guionado, me sorprende la concordancia de pistas, no entiendo. Hace poquito leía que en realidad esto que se le había dado como mucha prensa, como si fuera un fallo definitivo, era apenas la opinión de uno de los tres que tenía que opinar, me parece. Así que tampoco tiene nada.

—También hay muchas cosas que fueron muy adornadas por la prensa, malinterpretados por algunos medios interesados en fogonear este tema. A mí no me extrañaría que la semana que viene también aparezca otro fallo diciendo que a Alberto Nisman lo asesinó un comando iraní.

LCV: ¿Cuál es el objetivo final? ¿No es una locura usar esto para distraer de los problemas domésticos?

—Me parece una locura que en una reunión de crisis donde se discuta de estas cosas, esté un ministro de Salud discutiendo cómo conjurar un posible atentado cuando no puede conjurar una invasión de mosquitos y conseguir repelente.

LCV: ¿Le ves a salida esto?

—No sé. Yo soy de los que piensan que los pueblos muchas veces aprenden en una noche más que en un periodo prolongado de tiempo. Me parece que muchos de los tiempos se van acortando. Este tema también le resulta funcional al Gobierno para llevarse la marca de aquellos temas que realmente deberían ser los centrales de la preocupación de los argentinos. Los sueldos que no alcanzan, las jubilaciones de las cuales estamos siendo esquilmados, el hecho de que se le haya quitado el tratamiento a enfermos terminales. La lista sería larguísima. Sería una pena que volvamos a empezar a considerar sospechoso a cualquier barbudo o cualquier persona que simplemente porque use un turbante, todo el mundo se tire cuerpo a tierra. Pero bueno, vos sabés que en general, justamente, el miedo es uno de los elementos que se utiliza, lo ha utilizado exitosamente Estados Unidos muy bien en este sentido, con su propia población. Ha utilizado el miedo para, de alguna manera, mantener el control sobre la población. No descarto que algo de esto también esté pasando, que sea un efecto indirecto de, no sé si deseado o no deseado, pero que evidentemente tiene que ver justamente con la crisis que está pasando en la Argentina. Fijate que hay otro paralelismo histórico, porque el atentado contra las Torres Gemelas en septiembre del 2001 también conmovió al mundo, y de alguna manera le dio un poquito de aire, un poquito de aire al gobierno de la Rúa. Pero sin embargo, el Gobierno de la Rúa, a escasos meses, en diciembre de ese mismo año, tuvo que irse en el helicóptero.

LCV: Para cerrar, contame qué es exactamente lo que estás haciendo con tus redes, que es tan impresionante.

—No son exactamente mis redes. Comenzó en la pandemia, cuando empezó una ofensiva muy fuerte con el tema de la vacuna Sputnik, donde había, naturalmente, intereses de laboratorios, particularmente de Pfizer y de los fondos de inversión, de Black Rock, etcétera, de torpediar la vacuna Sputnik. Entonces, tuve la idea, la ocurrencia, de hacer un boletín de noticias, que todavía se sigue llamando Pandemias y vacunas, porque también en aquella oportunidad organizamos algunos seminarios con el Instituto Gamaleya, con el instituto que produjo la vacuna para médicos. Toda aquella información, que además era información chequeada de puentes confiables, tratamos  justamente de hacer un combate muy fuerte contra la fake news y de denunciar a los medios que incurrían en noticias falsas. Luego, pasamos a temas mucho más vinculados a la guerra Rusia-Ucrania, y ahora a los temas de geopolítica. Se ha formado una especie de comunidad, una en Telegram y otra en WhatsApp. Hacemos un boletín diario con mucha información alternativa.

LCV: Incluidos los fines de semana, que es importante.

—No tenemos descanso. Ningún día libre, digamos. Posteamos prácticamente todos los días del año, desde hace casi cuatro años, con información alternativa, porque hay mucha información que los medios, por razones de intereses, etcétera, no publican, como por ejemplo, el tema de los agrotóxicos, algunos de los temas vinculados al dengue.

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Archivo

“Monocracia y democidio”, por Oscar Taffetani

La nota que sigue fue publicada en la agencia Pelota de Trapo (PPe) y replicada el 26/9/2007 en el sitio de la CTA (Central de los Trabajadores Argentinos). Habida cuenta de lo acontecido en el país, de 2007 a esta parte, merece una relectura. El Archivo LCV sigue sumando notas de selección para tratar de entender porqué estamos como estamos.

MONOCRACIA Y DEMOCIDIO

En los manuales escolares de otras épocas se traducía el aristotélico término democracia como “el gobierno del pueblo por el pueblo y para el pueblo”.

Al bueno de Aristóteles ya le faltaban, reconozcamos, algunas páginas en su libro (por ejemplo, una que dijera que los seres humanos esclavizados también eran -y son- sujetos de derecho).

Y de Aristóteles a esta parte, mucha agua (y sangre) ha corrido bajo los puentes, hasta llegar al presente, cuando oscuros poderes se han adueñado de territorios y países, usando el prestigio, cada vez más devaluado, de la palabra democracia.

Un término que acuñaron los constructores de autopistas -colectoras- le sirve al nuevo Establishment argentino para justificar su modo pragmático de juntar votos. Por derecha o por izquierda, por arriba o por abajo, juntar votos. Sólo votos, sin otro contenido que un par de nombres en una boleta. Y sin programa. Y sin compromiso de nada. Como un cheque en blanco firmado a un representante que será -si gana- “el representante de todos” (o sea: el representante de nadie).

Un complemento para las colectoras (especie de ley de lemas que ni siquiera respeta las formas de la ley de lemas), son otros notables inventos argentinos: la borocotización (comprar a un diputado y darlo vuelta, cuando ya ha sido elegido) y la doble candidatura (una mezcla de ensoñación y realismo, expresada en la consigna: “vóteme para presidente, que quiero ser diputado”).

Los no representados


A partir de la crisis política incubada en los últimos años del menemismo -crisis que estalló y se manifestó en toda su magnitud durante el gobierno de la Alianza- hemos podido ver colectivos (es decir, conjuntos humanos) muy diversos, con dolores y demandas y aspiraciones que no habían sido recibidas ni escuchadas ni satisfechas por la política tradicional, ni por las instituciones tradicionales.

Obreros y empleados, por ejemplo, a los que un decretazo, una ley amañada o un per saltum de la Corte Suprema los había dejado, de la nochea la mañana, sin “su” empresa, sin “su” fábrica, sin trabajo ni casa ni lugar en el mundo.

O jóvenes argentinos del color de la tierra -otro ejemplo- legítimos habitantes de las selvas y los bosques del Noroeste, súbitamente arrojados al otro lado de una alambrada, empujados por perros guardianes (y por guardianes perros) lejos de su hábitat, obligados a mendigar, a hurtar naranjas y a caminar por los márgenes de una ciudad siempre hostil.

¿Quién representa a esos argentinos de Cutral-Có, de Tartagal, de Villa Diamante y Ciudad Oculta, a los de “Fuerte Apache” y “Los Hornos”?

(¡Hasta los nombres nos hablan de su orfandad!).

Nadie los representa, nos respondemos. Se representan a sí mismos, cuando pueden. Y como pueden.

Un ex presidente se jacta, en su libro de Memorias, de haber “apagado el incendio”, es decir, no de haber ayudado a los pobres a salir de su pobreza, sino, simplemente, de haber neutralizado su protesta.

Una candidata a presidente sale de gira por el mundo a decirle a los mismos lobos y buitres de siempre que la Argentina es un país “con grandes oportunidades de negocios”.

Ninguno de los candidatos con chance de ser gobierno, en este baile de las colectoras, se anima a prometer (¡siquiera a prometer!) que va a terminar con el hambre en el granero del mundo, o que recorrerá las calles y caminos en persona, para dar techo a los sin techo y trabajo a los que no lo tienen.

No. En estas elecciones, los candidatos con chance, los favoritos de las encuestas, ya ni siquiera se molestan en hacer promesas. Ellos sólo esperan el cheque en blanco que venga de las colectoras. Como si fuera un trámite administrativo. Como obtener una licencia para gobernar.

El gobierno emergido en esas condiciones, ya no será del pueblo por el pueblo y para el pueblo, como pide la antigua fórmula aristotélica. Es decir: ya no será, cabalmente, democrático.

¿Y qué será, entonces? No lo sabemos. Se nos ocurren variantes extrañas. Formas aún no conocidas. Nuevas argentinadas. Monocracia y democidio, por ejemplo.

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