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¿A qué juego está jugando Gerardo Martínez?

El pasado viernes, Gerardo Martínez se reunió, ‘a título personal’, con el candidato de Libertad Avanza. La supuesta reunión secreta trascendió de inmediato y fue confirmada al día siguiente por el mismo Secretario General de la UOCRA en entrevista exclusiva a Infobae. Allí sostuvo que el encuentro fue solicitado por Javier Milei a través de ‘amigos en común’. Lo curioso es que el controvertido líder cegetista se transformó en un inusual portavoz del candidato: “No quiere hacer reforma laboral, no es el capítulo que más le interesa.” Un mensaje dirigido, sin dudas, a toda la cúpula sindical que ha expresado su preocupación porque la reforma laboral y el cambio en las indemnizaciones forman parte de la plataforma electoral de la Libertad Avanza.

El ubicuo Gerardo Martínez aclaró que se trató de una reunión más de las tantas que realiza: “me convocaron y estuve, porque soy un tipo que apuesta al diálogo.” Nadie pone en duda la amplitud dialoguista del jerarca sindical.

Tenía apenas 22 años cuando a través de ‘amigos en común’, en este caso un dirigente del gremio de la carne, asistió a una reunión con el entonces interventor de la UOCRA, el Teniente Coronel Pedro Armando Coria. Era el año 1978, en plena dictadura militar. Vaya a saber qué le dijo Coria sobre las buenas intenciones de Videla con respecto a los trabajadores pero fue suficiente para que ese muchachote, ex militante de la Juventud Sindical Peronista, cuyo único antecedente laboral era en Ferrocarriles Argentinos, se convirtiera en un hombre de confianza del Teniente Coronel mientras Rogelio Papagno, secretario general del gremio hasta el golpe militar, permanecía preso en un barco. Para sus compañeros de entonces el recién llegado Martínez era un hombre de los militares.

Lo cierto es que, sin haber sido nunca albañil, Gerardo Martínez hizo una brillante carrera sindical en la Unión Obrera de la Construcción de la dictadura, convirtiéndose en la mano derecha del Teniente Coronel -a nivel nacional-, y luego de la sección Capital comandada por Juan Alejo Farías, delegado de Mosaico de las filas de Papagno, apodado el ‘Sargento Farías’. Según informa el diario Clarín, son los años en los que apela a los conocimientos paramilitares de su tío Chicho y conforma un grupo de leales para garantizar la seguridad del gremio en donde abrevaban ex militantes de la CNU o terroristas de las Tres A.

El dialoguista Martínez también formó parte del Batallón de Inteligencia 601, como Personal Civil de Inteligencia (PCI) entre el 1 de marzo de 1982 y el 31 de diciembre de 1983. De acuerdo a una investigación llevada a cabo por el juez federal Ariel Lijo, el Batallón 601 fue “un engranaje de relevancia para el accionar de la dictadura y la concreción de crímenes de lesa humanidad”. Aunque fue sobreseído por el mismo juez, nunca se desmintió la veracidad de la información.

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Propenso siempre al diálogo, sobre todo con los que manejan el poder, fue el gremialista estrella durante el menemismo. Primero como Jefe de Gabinete del entonces Ministro de Trabajo, Jorge Triacca, un puesto estratégico para manejar la política en los gremios. Fueron suficientes pocos meses para desplazar al buen Farías y asumir la conducción de la UOCRA. En 1990 Gerardo Martínez es el elegido para ocupar la Secretaría General de la UOCRA y luego coronarse como Secretario General de la CGT en 1995. Eran los tiempos dulces de ciertos sindicalistas provenientes de esa línea gris que condujo los gremios junto a los militares. Tipos como Luis Barrionuevo, Jorge Triaca o el mismo Cavalieri.

Desde entonces dirige con mano férrea la UOCRA. Abierto al diálogo, como siempre, mantuvo su poder y se mostró sonriente con Duhalde, los Kirchner, Macri y Fernández.

Sin dudas, su relato del encuentro con Milei es sugestivo.

LGC.


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Lecturas Recomendadas

El Kit del miedo, por Laura Giussani Constenla

No es fácil escribir algo razonable cuando las ideas salen a borbotones, el vértigo de las noticias nos quita el tiempo necesario para organizarlas. Un kit anti catástrofes, las profecías de Musk, bombardeos, crisis económicas globales, amenazas de aquí y de allá, y hasta el recuerdo de una serie que tuvo en vilo a las pantallas mundiales hace unos cuantos años –Lost-, pasaron como ráfagas por mi cabeza. Confieso que tener la obligación de escribir me ayuda a organizar estas difusas sensaciones iniciales. Intentaremos dilucidar sobre todo esta última curiosidad ¿qué tiene que ver Lost en todo esto?

Preparados, listos, ya!

La Comisión Europea propuso el 26 de marzo de este año los hogares europeos tengan a mano lo esencial para sobrevivir al menos 72 horas para afrontar una multiplicidad de amenazas: desastres naturales, pandemias, ciberataques o incluso una guerra. “Las nuevas realidades exigen un nuevo nivel de preparación en Europa. Nuestros ciudadanos, nuestros Estados miembros y nuestras empresas necesitan las herramientas adecuadas para actuar tanto para prevenir las crisis como para reaccionar con rapidez cuando se produce una catástrofe”, indicó en un comunicado la presidenta de la CE, Ursula von der Leyen. Según National Geographic, esta estrategia forma parte del programa “ReArm”, un plan integral impulsado por la propia Ursula von der Leyen para reforzar las defensas frente a u hipotético avance bélico como podría se el de Rusia.

Algunos países ya han distribuido gratuitamente entre la población un kit de supervivencia. En Alemania hace algunas semanas recibieron incrédulos su cajita salvadora, la cajita feliz que te permitirá esperar la llegada de auxilio de manera más confortable debajo de algún escombro contiene: Mini botiquin, cinco litros de agua, pinza, destornillador, linterna, metros de soga, cinta adhesiva, una bolsa de dormir, dos pulóveres, un par de latas de comida, bolsas con frutos secos, un jarrito, un jabón, dos pilas, y lo único imprescindible, un silbato. Ya están a la vena kits más sofisticados, claro. Un negocio seguro. La idea es que la población empiece a tener conciencia de que debe organizarse en caso de una debacle (como si la debacle no estuviese en acto, reparten minibotiquines a alemanes y suecos mientras Israel bombardea un hospital y Rusia a civiles desarmados). Europa, en tanto, se prepara, no sabe bien para qué, pero con el Kit a mano. Por lo cual, solicitan que se establezca quién será el encargado de la familia en mantener los elementos de

de salvataje actualizados y bien guardados. 0 deberán llevar una valijita tamaño low cost a todos lados?

Musk y la profecía que se autorrealiza

El 6 de abril, se celebró el Congreso de la Lega di Firenze, encabezado por Matteo Salvini, Vicepresidente del Consejo de Ministros de la República Italiana, y de lo más rancio de la ultraderecha del país, del que participaba el Premier Húngaro Orban, tuvo una aparición estelar en video conferencia el ecléctico empresario y político Elon Musk, cuyas declaraciones fueron aplaudidas a rabiar. Dijo sin ponerse colorado: “Vemos un aumento enorme del número de ataques en Italia y Europa, los medios tratan de reducir el número de ataques terroristas pero la matanza de personas es cada vez más frecuente y en Europa terminaremos viendo ataques de masa, masacres de masa. Sus amigos, sus familias, todos estarán en riesgo, los números son claros.”

Musk fue más allá, y atacó frontalmente a los inmigrantes, causa de todos nuestro males según su mirada: “La inmigración es una locura que llevará a la destrucción a cualquier país que la consienta. Hay 8 mil millones de personas en el mundo y estamos en un país con 50 o 60 millones de habitantes, pero incluso para los Estados Unidos, si una pequeña proporción del resto del mundo se mueve lo transformaría en un país distinto. El país no es la geografía sino la gente que vive en él”, dijo el supermillonario nacido en sudafrica.

Europa y la obediencia debida

A pesar de que el propio ministro del interior italiano se manifestó asombrado por semejante visión apocalíptica, diciendo: “No entendí lo que quiso decir”, ya que no hay indicios de actos terroristas en Italia, ni víctimas escondidas, ni medios cómplices, el gobierno italiano negociaba con Estados Unidos la baja de los impuestos a los productos de la península mientras aplicaba un decreto de seguridad en conformidad con los inverosímiles dichos de Musk. Te doy el decreto si me bajás las tasas? Quién sabe.  

Lógicamente el nuevo decreto aumenta las penas de quienes tengan o difundan materiales químicos para la realización de explosivos. Nada demasiado novedoso, ya que en los últimos años los decretos y leyes antiterrorismo estuvieron a la orden del día. Pero esta nueva reglamentación avanza sobre la represión a reclamos sociales, aumentando las penas a quienes resistan a la autoridad, aunque sea de modo pacífico, a los Okupas que son cadda vez más visto la situación económica, endurece la situación en las cárceles, y de paso da marcha atrás sobre la legislación light que permitía el uso de cannabis entre otras muchas medidas.

La oposición ve con especial preocupación el artículo que recupera la figura de ‘obstrucción a la via pública que prevé que el bloqueo de carreteras o vías férreas «obstruyéndolas con el propio cuerpo» se castigue como infracción penal, en lugar de la infracción administrativa prevista actualmente. La pena aumenta si el acto es cometido por varias personas reunidas. Entre muchas otras medidas que apuntan más al reclamo político, social o gremial que al supuesto terrorismo.

Publicado en el Boletín Oficial el 11 de abril, y vigente desde el día siguiente, Giorgia Meloni y su Consejo de Ministros explican que se considera una necesidad de urgencia tomar medidas para prevenir y combatir el terrorismo, además de tutelar la vida de los agentes de seguridad.

Vale también destacar que últimamente los noticieros italianos se han plagado de imágenes de forcejeos con la policía que no solían verse hace tiempo. El primer impacto fue, justamente, frente a una pequeña convocatoria a la legislatura el día en el que se discutía el Decreto de Seguridad. Cuerpo a cuerpo, policías y militantes daban un espectáculo parecido a un miércoles porteño.

En sintonía con el miedo a posibles ataques que se expande en Europa de la mano de difusores como Elon Musk, también España se sumó estos días a la pandemia del miedo y anunció que activará desde eñ viernes 11 de abril a las 15 hs el Plan de Prevención, Protección y Respuesta Antiterrorista en el marco de las celebraciones de Semana Santa 2025.

Una vez más, Europa reacciona a las amenazas y no a la realidad. Si en lugar de aumentar penas por problemas sociales y dedicar sumas millonarias al rearme y la seguridad, además de inventar kits de salvación, dedicaran esos recursos a una distribución de la riqueza que evite las ocupaciones de edificios y los reclamos sociales y gremiales (italia tiene los sueldos más bajos de Europa, un sueldo medio ronda los 800 euros) otra sería la historia. En lugar de tenerle miedo a los desheredados del mundo, deberían apuntar su temor a quienes poseen el poder real para destruirlos.

LOST-DESAPARECIDO

Hubo una serie que impactó a los ciudadanos del mundo entre el 2004 y 2010. Seis años siguiendo las aventuras de un grupo perdido en una isla en la que no se entendía qué pasaba pero algo malo pasaba. Mucho miedo a lo desconocido que se transformó rápidamente en miedo al otro. Todos contra todos. Desconfianza al palo. Vi todas las temporadas de un tirón para saber qué tenía a mis hijos tan atrapados. Realmente, daban ganas de ver más y más, adictiva como pocas. Igual, sabia que algo no me gustaba, me molestaba y más, me irritaba. Entre los condimentos de la serie estaban un árabe terrorista, algún negro, un asiático, varios rubiecitos yankys, un científico medio loco, en fin…

Recuerdo haberle comentado a mis hijos que me parecía una operación de propaganda yanky, y ellos rieron con gusto. Una vez más su madre encontrando razones políticas escondidas.

Es cierto que puede ser mera casualidad o astucia de un guionista que sabe poner los condimentos necesarios, pero en un país que paga a los productores por cada bandera norteamericana que aparezca, la inocencia me suena a ingenuidad.

Suena extraño imaginar que en estos tiempos vertiginosos alguien pueda estar haciendo una campaña política a veinte años vista, sin embargo, cuando pensamos en el deterioro de nuestra capacidad crítica cabe imaginar que pudo existir una escuela para terminar siendo lo que somos.

Hace rato que me ronda la idea de que no estamos sabiendo ver qué están haciendo de nosotros en el momento en que lo están haciendo.

Pensemos, simplemente, que en esos años, entre el 2004 y el 2010 fueron los años de formación de dos de los principales intelectuales de Milei, quienes también por entonces se formaban en una escuela de cuadros antiterroristas en EEUU, como ya hemos visto en otra entrega planetaria.

El Medio es el mensaje del Miedo

Y para terminar con cuestiones más domésticas, basta ver qué sucedió el día del anuncio de la salida del cepo en nuestro país. Leído desde afuera era todo incomprensible. Las principales notas de los diarios argentinos dedicaban más tiempo en relatar cómo se habían vuelto locos todos con las idas y vueltas, las conferencias de prensa, la cadena nacional, los gestos, el llanto, los abrazos…de las medidas poco y nada de análisis. Lo más importante para el periodismo había sido ese dia que ‘vivimos en peligro’, en peligro de enloquecer. Hicieron lo que quisieron con la prensa y con los seguidores de la prensa, que dedicaron toda su energía en tratar de entender qué diablos estaba pasando. Un día perdido en todo sentido.

Digo esto porque quizás no hay que caer en la trampa. Quieren agotarnos, devorar nuestras neuronas en grandes actuaciones inconducentes. Todos para llegar primero a la primicia. ¿Alguien puede cuantificar el tiempo que le dedicamos a estos trucos mediáticos? Solo imaginar lo fructífero que hubiera sido esperar la noticia a la noche, mirando el cielo y pensando o leyendo o jugando con esos hijos que después parece que no conocen. Que no te abruman, no formes parte del experimento. Si es cierto que el que ríe último ríe mejor, también lo es que el que ‘sabe último, sabe mejor’.

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Destacada

Lorena Álvarez: “La crueldad existe hace años. Hoy estamos descubriendo un nuevo nivel de crueldad desde el gobierno”.

La periodista y columnista de Panamá Revista y la revista Supernova, Lorena Álvarez, reflexiona sobre la evolución de los espacios culturales y la transformación de la vida social a través de las décadas. Desde los bares y recintos donde se forjaban conexiones y recuerdos en tiempos de juventud, hasta las complejidades del presente que reflejan una sociedad cada vez más marcada por la crueldad y la falta de límites, la periodista ofrece una mirada crítica y nostálgica de quienes han sido testigos y partícipes de una cultura en constante cambio. En su conversación, se cruzan temas como la música, los romances, los cines de antaño, y la cultura popular que sigue modelando las identidades, tanto de los jóvenes como de las generaciones pasadas.

LCV: “¿De dónde viene esa retro? ¿La mirada tuya sociológica acerca de estos bares y los lugares de diversión, cómo viene?”

Lorena Álvarez: “Me crié frente a una estación. Yo nací en Caballito, pero me crié en Ballester y me crié frente a una estación. Y tengo una amiga que vivía muy cerquita, la vuelta sigue siendo amiga mía, y nos encantaba escaparnos, tomarnos el tren e irnos a Retiro. Todo empezó llegando a Retiro, y ahí es más cuando empezamos a crecer. Ya de Retiro nos íbamos a Corrientes. O sea que desde muy chica. Y de hecho, los sábados la gran actividad de mis papás era traernos al centro, cine. O sea que de muy chica, yo me metí y yo decía, quiero esa vida cuando sea grande. Claro, cuando empecé a ser más grande, esa vida se empezó a pagar, pero yo ya la empecé a ver de más chiquitita. Y no sé, captaba muchísimo la vida. El Palacio de la Papa Frita, la Paz, es increíble, pero yo conocí quien fue mi marido de toda la vida en La Paz. Ya era casi La Paz decadente, pero yo sabía que lo iba, y donde podía conocer al amor de mi vida, que no fuera en un bar. Y yo voy a decir otra cosa, empecé a salir muy chica. Viste que a los 15, 16, las chicas ya parecemos mucho más grandes. Entonces teníamos como la puerta abierta a un montón de lugares que uno podía ir a. Le decías a tu mamá que ibas a bailar al barrio, y nos tomamos el tren y rajábamos para el centro.”

LCV: ¿Cómo puede ser que dos personas, que tenemos una diferencia de edad interesante, en el medio hayamos disfrutado de lo mismo?

Lorena Álvarez: “El Samobar era un lugar de poesía. Pensemos, porque iba gente de 30 y pico, 40, y iba gente más joven. Entonces eso hizo que se amalgamaran dos generaciones. Porque me pasa que tengo otras amigas que también tienen mi edad, que también fuimos, y conozco gente más grande que vos, que también iba. O sea, digo, recordemos que los 90 tuvieron un dejo de también una gran nostalgia por los 70 y por los 60 musicales. Y en los 90, tuvieron esa cosa muy fuerte del blues que después no pasó nunca más. Acordate, los tipos que venían a tocar a Buenos Aires, como un a un la mar en coche, pero Viv Kin venía cada 6 meses a tocar.”

LCV: En una nota anterior pasé la petrolera Bugi Bugan, por supuesto pasé el remolcador…

Lorena Álvarez: “Mirá, te voy a contar una anécdota. El día que tocó la petrolera, me acuerdo que ese día cayó Jorge Lanata. Sí, cayó Jorge, dos en el mismo lugar. Estaba con el Ruso Verea, y estaban por grabar algo, no sé qué era, para un documental que después yo me quedé charlando con Lanata.”

LCV: Hay todo un laburo, ¿eh? Digamos, para haber destrozado toda esa cultura, no la cultura de los libros de la calle Corrientes, de los libros hurtadillas que se prestaban, de la gente que llevaba sus libros y los canjeaba. Incluso en las mesas de los bares, ¿eh? De eso hay una destrucción. Yo creo que hay una destrucción sistemática e intencionada de romper una vida cultural que hacía que nos igualara realmente. Yo creo, y recuerdo mucho mi generación, que es la generación de los 70, recuerdo lo transversal que era la lectura de un poema, la lectura, el pasarse los libros. Digo, era tan transversal como el sistema de militancia que teníamos…

Lorena Álvarez: “Mirá, me parece que hay un corte que tiene que ver mucho con mi generación. Ahí lo incluí a Pablo, o sea como generación, porque los X hemos sido pésimos transmisores de cultura. Hoy debe haber muchísimos más títulos universitarios, doctorados, máster, la gente va mucho más a la universidad. Pero pensemos en mis abuelos, mi abuelo es del 25, mi abuela del 28, mi mamá es muy joven, de los 50. Bueno, esa generación, mi abuelo, que de haber terminado sexto grado, era muchísimo más culto en términos de cultura general. Escuchaban a Antonio Carrizo, a Larrea. Las familias, había una cosa de la tradición oral. Yo todo el cine argentino que vi, lo vi gracias a mis abuelos y mucho cine gracias a mi mamá. Y ese cine que vi por ahí de chica, que ahora cuando lo vuelvo a ver digo, ‘Che, pero me hiciste ver a Luchino Visconti’. O sea, lo que yo creía que era una película así nomás, ah, vos me hiciste ver, no sé, Días de vino y rosas, creo que es una de las primeras películas de Don Jack Lemmon, que siempre hizo comedia, hace un drama tremendo, que es un drama sobre alcohólicos anónimos. Digo, lo que me hicieron ver de chica, como naturalizando ese traspaso cultural. Nosotros, los ‘X’, que somos los ‘X’, y los millennials, que más o menos, lo escribí en la última nota de Panamá, con nuestra adolescencia eterna, cortamos muchísimo eso. Entonces vos tenés toda una generación de chicos que no sé, no saben esto. Teniendo Google, no lo saben. Y ¿por qué lo sabrían? Si no hay ningún manejo, no hay ninguna instrucción. ¿Cómo uno va a ir a averiguar si alguien no te lo cuenta?”

LCV: Sí, no hay un manejo, no hay una instrucción, pero tampoco están, yo creo, los espacios comunes. A mí me parece que han desaparecido mucho los espacios comunes de estos intercambios, ¿no? Me da la sensación…

Lorena Álvarez: “Pero porque los espacios comunes cambiaron. Mira, uno quería parecerse a la gente más grande, y hoy los que somos más adultos queremos parecernos a los chicos. Entonces, vos tenés un montón de gente de mi edad, que está contentísima escuchando… Todo bien que te guste, todo bien que lo conozcas, pero no es tu música. Es mucho más normal que vos le cuentes al que viene qué escuchaste vos, y le cuentes sobre el Samobar.”

LCV: “Hemos perdido, ¿eh?, en aras de ciertos derechos que son importantes tener, ¿no? El derecho de tu cuerpo, que no te toquen cuando no querés, qué sé yo… Hemos perdido algo que yo le digo a las pibas jóvenes: el conocimiento del cuerpo del otro a través del descubrimiento de chapar. Hoy está mal, se prohíbe. Una cosa es ir a los bifes y otra cosa es ese descubrimiento que te permitía un baile o una música. No se permiten ser cursis…”

Lorena Álvarez: “La cursilería me parece que tiene que ver más con una clase… Bueno, a todo esto, el año pasado, marzo, creo que fue un día antes del Día de la Mujer, me regalaron ir a ver a Luis Miguel. Yo no pierdo ningún resente, no perdí nada de todo esto. No tengo ningún consumo vergonzante, no tengo ningún conflicto con el romanticismo. De hecho, soy muy romántica. De hecho, uno de los grandes problemas que hay es que yo quiero volver al Romanticismo. Lo reclama todo el mundo. El otro día, hace unos días, Malena Pichot, en una serie de tuits muy interesantes, decía ‘volver a la telenovela clásica’, y lo cual yo coincido. Digo, pero ojo, que volver a la telenovela clásica también incluye que va a haber prohibidos, que va a haber otra vez tipos de conflictos que, si le ponemos mucho marco teórico, se pierden. Porque el romance, en general, son amores con… Es muy difícil poner reglas dentro del amor, y me parece que lo que se fue perdiendo es que se le puso tantas reglas a las cosas.”

LCV: “¿Hoy qué les pasa a los escritores que escriben todo lavandina?”

Lorena Álvarez: “Bueno, para mí esto es un tema. Volví a ver hace poquito Los ricos también lloran, que también me asombró, porque Verónica Castro sorpresivamente, yo me había olvidado completamente. Verónica arranca la telenovela con 17, al otro día cumple 18. O sea, tiene 17. Pero el protagonista, Luis Alberto, que yo estoy enamorada de toda la infancia, tiene 32, y no es un tema. O sea, mirá, se llevan 18, sí, es 14 años, pero si es un tema en que él es un inmaduro, y que ella es mucho más madura. La edad, en términos de que él es un marmota, no que es grande. Es más, le están pidiendo que sea responsable. Es como un adolescente tardío, un Peter Pan que se dedica al juego, no quiere laburar, ese es el conflicto, no que tenga 14 años más. Sino tiene 14 años más y la responsable es ella. Me quedé asombrada. Y en Piel naranja una de las cosas más interesantes es la violencia psicológica, porque siempre se piensa en la violencia como violencia física. Y lo que sufre Marilina Ró, la telenovela, es una violencia psicológica insoportable, que todo termina en los protagonistas muertos.”

LCV: “Yo quiero tomar un par de párrafos de la nota que escribiste, que se llama La era está pariendo un límite. Después de escribir esta nota, tiene que venir al programa, dice, “Está bueno, vos ya tomaste lo de Malena Pichot, pero el T de Pichot también clamando por las novelas.” Dices, “Es muy interesante lo que se puede entreleer entre líneas. Muchos de los que respondieron también tenían una gran necesidad de volver al romance, lo cual abre todo el debate. Volver a ese tipo de ficción no es acaso retornar a un pasado donde hay límites y prohibiciones, donde hay buenos y villanos, premios y castigos, no es como volver también a la religión que ¿Qué es la reflexión posterior a esto, es además volver, dice Lorena Álvarez? Ese tipo de ficción es traer de vuelta las flores, los celos, el miedo, el piropo, las tensiones sin amores reglamentados, como suele decir Alejandra Alexandra Cohan más de una vez. Estamos dispuestos a volver a sentir sin anestesia ni victimización, otro interrogante que sería bueno desentrañar…

Lorena Álvarez: “Es que los romances, el romance tal cual, vos sabés que ahora estoy viendo… viste que estoy viendo mucho cine mexicano, de la era dorada. Estoy como copadísima. Estoy volviendo a ver todo eso, la cantidad de romances donde pasan cosas y donde uno tiene que bancarse las angustias. Esta es una época donde uno se anestesia, todos yendo al psiquiatra, al psicólogo, estamos tomando pastillas para no sentir, y en realidad tampoco está pasando nada, porque hay un montón de cosas que no sentimos. O sea, un romance que sale mal, pareciera que no lo podemos vivir. Bueno, hay que vivirlo, la gente está como diciendo: bueno, ¿qué me vas a dar?, ¿qué te voy a dar?”

LCV: “¿Y de los mexicanos, qué más rescatas?”

Lorena Álvarez: “De los mexicanos estoy como loca, porque me estoy dando cuenta que los últimos 25 años han tenido un cine político que nosotros no hemos tenido. Cuando nosotros veamos, pasen 10 años o dentro de tres meses, lo que fue desde el 2000 a esta altura, no vamos a saber qué pasó en este país porque hemos copiado mucho el cine americano. Y si no tenemos grandes películas como El secreto de sus ojos, que son de los 70 o de 1985… estuve viendo cine mexicano, entre el 99 y tenés un montón de claves, como la Ley de Herodes, una que es la primer película que discute y se mete contra el PRI, que dicen que bueno, el PRI pierde después de esa película. Después vi, que son tres películas, que una es interesantísima, La dictadura perfecta… y acá te quería contar una sola cosa con respecto a las nuevas derechas. La dictadura perfecta, que es una película del 2014 que habla de política, medios, y la mar en coche, y adivina lo que descubro: ese título viene de una pelea, hubo una discusión una vez, se cae el muro en el 89, en el 90, Televisa había un programa especial con Enrique Krauze… o sea, te estoy hablando de grandes intelectuales, invitaban a Vargas Llosa y entre el panel estaba, por ahí, Octavio Paz. Entonces, en un momento están hablando de dictaduras, totalitarismo, está lleno de polacos, de rusos, la caída del muro, entonces en un momento Octavio Paz dice: “Bueno, están hablando de dictaduras, que por suerte México no vive”, y Vargas Llosa recoge el guante y dice: “Disculpame, pero México ha sido una de las perfectas dictaduras, es la dictadura perfecta”. Entonces, le explica sobre el PRI y los atentados… empecé a mirar cosas libertarias de hace cinco o seis años, y ves que uno piensa que la derecha no se está formando para nada y mucho de lo que bajan es parte de esa conversación de Vargas Llosa, bajada a chicos más así, pero esto de los 70 años… esto es lo que decían sobre el peronismo y digo, están tomando… o sea, se están culturizando muchísimo más de lo que nosotros imaginamos. Vemos esas imágenes y… bueno, como todo el tiempo se habla todo rápido… qué sé yo, pero digo, entonces, me estoy dando cuenta que tenemos un destino mucho más latinoamericano del que creemos. Y por eso todo lo que son las lecturas que está haciendo hoy parte del peronismo, con lecturas europeas, con lecturas americanas, no están funcionando en este país. Porque nuestro país tiene de verdad una raíz muy latinoamericana, por eso amamos el melodrama, por eso amamos el drama, por eso no está funcionando. Cuando ponen tantos límites en las historias, nos aburren. Cuando yo era chica, o sea, iba a ver a Los Redondos, me encontré hace poco mi agenda que yo tenía con mis actividades que era, “Hoy ir a tal recital”, mis actividades que no hacía nada, a la escuela y de ahí, solo salía, me iba a bailar, salía mucho… Hoy te toca para cultural y encontré la letra de La mentira… o sea, tenía 17, 18 años, me iba a ver a Los Redondos, pero el bolero me mataba, me encantaba…”

LCV: “Pero uno puede ser absolutamente ecléctico, yo a ver, encontré la… estos boleros no son de tu época, ni tampoco de la mía, mucho menos de la tuya, era mi vieja y mi viejo escuchando esto y bailando en el comedor, o sea, en la terraza de casa, poner esto y ver a mi mamá y a mi papá bailando esto y al rato bailando un rock de Elvis Presley… Yo crecí con la música ecléctica en mi casa, del tango al rock, pasando por esto, la salsa y el Caribe, y la música cubana. Digo, mis viejos eran, en ese sentido, la cultura de transmisión, en lo que tenía que ver con la cuestión musical, fue impresionante, ¿no?”

Lorena Álvarez: “La nota también lo digo, que la lucha… porque cuando tus padres ponían, yo estoy segura que al principio, no es que mi papá ponía Charles Aznavour, yo estoy segura que me quería cambiarlo. La realidad es que se internalizó y después hay alguna música que pasó a mis padres de la mía porque también les gustó, pero siempre se respetó esa cosa de “vos también tenés que conocer el pasado…”

LCV: “A veces los sentimientos son un tango o un bolero, o un bolero, digo, como que te llega, como que está adentro, y los pibes, vos ves bluseros o ves pibes que hoy hacen reversiones de cosas maravillosas que tienen que ver con aquella música de sus abuelos o tatarabuelos, ¿no?”

Lorena Álvarez: “El tango es una cosa, el bolero lo tengo incorporado. O sea, lo tengo incorporado porque a mí me llegó de chica, vuelvo a repetir, en el medio estaba con mis cosas, porque no siempre tenés que buscar su espacio, su lugar. Pero no podía alejarme del tango nunca, me alejé del tango y nunca me alejé del bolero… y en ese cuaderno te lo hubiera traído que casi me muero, cuando veo que digo “tal recital, tal otro” y veo que está la letra completa, o sea, yo estaría enamorada de alguno… pues, yo me enamoraba mucho.”

LCV: “Volviendo con la nota, “La era está pariendo un límite” en Panamá Revista. El tema de la frustración, ¿cómo revertir esas frustraciones que nos provoca esta crueldad que nos da una suerte de anomia? Nos quedamos pasmados.”

Lorena Álvarez: “Es que desde que empezó el siglo ha sido absolutamente cruel, no nos estamos dando cuenta. Uno cree que ahora la crueldad llegó porque es oficial, pero la crueldad es política pública. Y si uno empieza a mirar… te estoy diciendo los últimos años, porque fueron un caso tras otro, el caso de Fernando Báez Sosa, lo patean en la cabeza… digo, estoy hablando de casos así, a un chico que lo terminan pateando… claro, la transversal… claro, te roban un celular y te pegan cinco tiros. Digo, la gente… por eso hay que tener cuidado con la palabra crueldad, porque hay una sociedad que ya vive en situación de crueldad todo el tiempo, vas a laburar y te roban. Bueno, esa persona también siente que son crueles con ellos mismos, te dejan a la deriva, de Dios… bueno, se sienten que la gente es cruel con uno mismo. Digo, es el clímax de la crueldad, por eso lo estamos descubriendo ahora, otras nuevas facetas de la crueldad, que es desde el oficialismo.”

LCV: “La explícita, la que no pide perdón, la que se considera con derecho a ser cruel y se acabó.”

Lorena Álvarez: “Claro, pero digo, es una sociedad que ya venía padeciendo hace muchos años.”

LCV: “Y porque por algo votó y admitió una crueldad del discurso que ya estaba evidente en las campañas, ¿no? Porque son vidas crueles.”

Lorena Álvarez: “Por ejemplo, vuelvo a repetir, si vos tenés un 60, un 50% de una economía informal, esa gente ya vive en una situación de crueldad cotidiana. No hay vacaciones, no hay esto, y si laburás, laburás. Entonces, ¿por qué esa persona va a ser permeable a conmoverse con un despido? Es terrible lo que estoy diciendo, pero estás viviendo atado con alambre hace años, y la pandemia lo dejó muy claro. La pandemia desnudó que entre salud y economía, la gente prefería economía. Y acá vuelvo a México, fíjate que dice… no todos los oficialismos perdieron, no es casual que AMLO, o sea, que Claudia Sheinbaum haya ganado. Es que de verdad López Obrador entendió que tenía una economía informal y entre economía y salud, apostó por la economía. Fíjate que a la larga ganó. Parecía cruel porque murió mucha gente, pero bueno, así fue, era lo que parecía que esa gente quería.”

LCV: “Un temita que se desprende también de esta nota y que tiene que ver con la eterna adolescencia a la que mi generación también se somete a través de cirugías, a través de un montón de cuestiones, a través de una cosa es querer estar informado y otra cosa es competir con el hijo o la hija en la situación de la misma ropa, o de la misma música, o del mismo recital, o de la misma historia, o de encontrar a la mamá en el mismo boliche, o al papá en el mismo boliche, da lo mismo. Esta cuestión de romper el límite que hay de autoridad también. En ese sentido, digo, no tenemos autoridad o no hemos desarrollado o no queremos ejercerla, porque también es una generación de culpas…”

Lorena Álvarez: “Nuestra es la generación hija de los 60. Mi mamá, del 53, son generaciones que han sido creadas con mucha mano dura. Entonces a nosotros nos dieron una libertad… te repito, arranqué todo contando que yo salía a los 14, 15 años, a mí me dieron una libertad que mi mamá decía: “a mí no me dejaron salir”. Yo me casé virgen… bueno, vos hacías otra cosa. A mí no me… no me pusieron límites. Por ende, es una generación que tampoco sabe ponerlos. Pues en general, cuando no te ponen límites, tampoco sabes cómo hacerlo, digo.”

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José Pasotti, secretario general del SOCAYA: “Estamos peleando para mantener aumentos en base a la inflación”

El secretario general del Sindicato del Caucho, José Pasotti, pasó por La Columna Vertebral para dar su perspectiva sobre la difícil situación económica que atraviesan los trabajadores de la industria. A lo largo de la nota, Pasotti describe los desafíos a los que se enfrentan al intentar negociar aumentos salariales en un contexto de alta inflación, en el cual las ofertas de las empresas no logran siquiera igualar la inflación.

Además, describe la relación que tienen con el gobierno a través de la secretaría de Trabajo y los empresarios, quienes, según su opinión, no están cumpliendo con las expectativas que los trabajadores tienen respecto a los aumentos salariales. El impacto de la importación de materia prima y las consecuencias de los despidos en el sector, la posibilidad de realizar un paro como medida de protesta, entre otros temas son los tratados por Pasotti.

LCV: “¿Cómo van las cosas?”

José Pasotti: “Peleándola, la verdad, con esta situación que estamos, nos encontramos no como que estamos peleando no solo contra los empresarios, contra el gobierno, contra el Ministerio de Trabajo, contra todo el mundo, porque la verdad que no poder conseguir ni siquiera la inflación como aumento salarial para los trabajadores. Para nosotros es una derrota, por eso seguimos peleando por lo mismo que es por el costo de vida.”

LCV: “Cuando hablamos de inflación, ustedes en todo caso estarían pidiendo por la inflación que el gobierno dice, del 1, del 2%, ya no me acuerdo cuál es el dibujo, o la inflación real que ustedes sienten cuando van al supermercado?”

José Pasotti: “Nosotros estamos pidiendo, eso es más nuestro enojo, no porque estamos pidiendo. En febrero fue el 2, en enero el 2,7 y a nosotros nos ofrecían 1,5 en enero. Y en febrero, que fue el 2,2, nos ofrecían lo mismo. Llegamos, después de arduas discusiones en el Ministerio de Trabajo y demás, nos ofrecieron un 2%. Y un 2% cuando veníamos mes a mes firmando la inflación, hasta noviembre se firmaba la inflación. O sea, era 2%, llamábamos los empresarios y arreglábamos el 2%. Ahora nos dicen queremos arreglar en enero, febrero, marzo y abril. Le dijimos, ¿por qué? Dice: así no estamos todos los meses. Digo, bueno, buenísimo. Ya en medio de las discusiones dijimos, bueno, tenemos dos meses adentro que ya tenemos la inflación fijada por el gobierno, que 2,7, 2,2, pero no nos dicen que no, que 2,7, 2,2 no, que dos y dos. Entonces no pudimos cerrar y nos daban para marzo y abril uno y uno, que es otra mentira, que no va a ser uno y uno, ya se está viendo que no va a ser. Pero lamentablemente es toda una configuración entre los empresarios, gobierno, Ministerio de Trabajo incluido, que nos hacen caer en esto de que a los trabajadores nuestros le tenemos que firmar menos que la inflación. O sea, es más, nosotros recibimos los reclamos de los trabajadores, que nos dicen que es mentira, los delegados nos dicen no, pero el 2,7, 2…”

LCV: “¿Cuál es el salario promedio de un trabajador del caucho?”

José Pasotti: “Por mes estamos en 900.000 pesos, aproximadamente.”

LCV: “¿En qué consiste el trabajo del trabajador del caucho?”

José Pasotti: “El trabajador del caucho, el convenio es bastante abarcativo, y es en empresas que fabrican caños, mangueras, repuestos, correas planas, correas en B, correas agrícolas, todo lo que tiene que ver con eso. Y también tenemos el convenio que es otro, pero que también incluye a nuestro sindicato, que es el sindicato de gomería y talleres de recauchitaje.”

LCV: “¿De dónde viene la materia prima, el caucho?”

José Pasotti: “Viene de Brasil y viene de otros puntos también, de otros países. Estamos teniendo ahora un gran problema con todo eso, con la importación, porque teníamos empresas que se volvían locas con el gobierno anterior, me decían a mí en reuniones que era una locura, que los hacían entrar en infinidad de inconvenientes, que no conseguían la materia prima, que no se las enviaban, que esto, que lo otro, que allá, que acá. Bueno, cuando empezó este nuevo gobierno, me dijeron: ‘Bueno, ahí está, ahora se nos simplificó todo’. Resulta que a los tres meses me decían: ‘Tenías razón, pero no tienen trabajo’. Claro, o sea, se les simplificó el caucho, pero ha habido despidos en el sector, en las empresas del sector.”

LCV: “¿Ha habido despidos en las empresas de tu sector? ¿Cuál es la empresa más importante de tu sector?”

José Pasotti: “Tenemos varias. Tenemos Durlock Argentina, tenemos Yaco, que es otra fábrica importante.”

LCV: “¿Y estas empresas han realizado despidos?”

José Pasotti: “Digamos que eso es lo que yo quería explicar, no hubo… no es que tenemos despidos masivos, hay acomodamientos, que nosotros lo llamamos acomodamientos, que por ahí tienen 8 o 10 personas que por ahí les falta trabajo, que tienen problemas, que son las que están ahí al borde, siempre de la sanción o lo que sea. Bueno, las empresas han achicado, hay empresas que sí han achicado demasiado. O sea, había, no sé, 150 trabajadores, ahora hay 30. Eso es una fábrica de bicicletas y cámaras de bicicleta, que traen de afuera. Entonces, ¿qué hace? Deja para lo que es la producción y deja al depósito, digamos, cinco o seis personas en el depósito, que son las que, eh, les hacen vender a la fábrica las bicicletas y las cubiertas que traen de afuera.”

LCV: “¿Ustedes están en condiciones, por ejemplo, de hacer un paro? Y si estuvieran en condiciones de hacerlo, ¿qué es lo que… digamos, en qué lugar se sentiría fuertemente la parálisis del sector?”

José Pasotti: “Sí, nosotros, yo te explico lo que está pasando. Nosotros, yo soy una persona muy pensante y trato de no… porque nosotros hace no mucho tiempo hemos logrado un premio a la asistencia, que es bastante significativo para los trabajadores. Entonces tratamos de no perjudicar a la gente. Entonces, este tema que no podemos llegar a un acuerdo con las empresas, decidimos con la comisión, digamos, con el secretariado, decidimos no largar un paro, porque sabemos que hacerle perder más plata a la gente en este momento del país es muchísimo. Entonces lo que estamos haciendo es, estamos haciendo denuncias en todas las fábricas, en todas las fábricas que hay anomalías. Estamos haciendo denuncias a través del Ministerio de Trabajo y demás. Estamos haciendo todo tipo de denuncias y queremos, e instamos a los empresarios a que depongan esta actitud, porque esto nosotros no lo vemos como algo que no lo pueden hacer. Porque si nosotros estaríamos diciendo: ‘No, bueno, los empresarios, lamentablemente, no pueden darnos el 2% más el 0,2% porque no es el 2, el 0,2% o el 0,7% más’, pero es algo que se están, digamos, cubriendo atrás de lo que es el gobierno este y el ministerio de Trabajo también, que lo faculta, porque sé que el ministerio mismo le dice: ‘No, no, no se puede arreglar’. El ministerio tiene bajada una línea que es menos que la inflación. Le pasó a camioneros, le pasó a los compañeros.”

LCV: “¿Por qué hablamos de ministerio? ¿Sigue existiendo ministerio de Trabajo? ¿No es una secretaría?”

José Pasotti: “Exacto, pero nosotros estamos, eh, somos legalistas y vamos a lo que es, o sea, tenemos que arreglar a través de la Secretaría de Trabajo, porque es el lugar a donde nosotros firmamos los acuerdos y después los publicamos.”

LCV: “Es altamente comprensible lo que estás diciendo como actitud responsable igual. El paro es una herramienta legal de los trabajadores que, obviamente, es el último recurso cuando ya nada queda por dialogar, nada queda por hablar, nada queda por hacer, ¿no?”

José Pasotti: “Nosotros, si no llegamos ahora, tenemos de vuelta reuniones con la parte empresaria y si no llegamos a un acuerdo, seguramente vamos a largar un paro. Lo que pasa es que no queremos perjudicar a los trabajadores.”

LCV: “Parece razonable que se entienda, porque viste que aparecen enseguida los revolucionarios de café, que quieren el paro, el paro, el paro y desestiman la actitud de muchos dirigentes que realmente están pensando en esta historia. Si el presentismo es una conquista importante, ¿cuánta gente realmente se adheriría al paro? Y si no quiere presentar el presentismo, entonces es una medida que termina siendo fracasada y simbólica, ¿no?”

José Pasotti: “Exacto. Aparte, cuando yo estoy en la soledad de mi escritorio o en mi oficina, pienso, no sé, estamos en una lucha por 0,9, no, sí, es una vergüenza, no. José, es una vergüenza, porque yo lo que le digo es tajante: nos dan el costo de la inflación, que el gobierno, esta inflación mentirosa que se está dando, bueno, es 2,7 y 2,2. Bueno, dame 2,7 y 2,2, y me dicen: no, 1,5. ¿Pero por qué 1,5, si fue 2,7 y 2,2? Y vemos la benevolencia de la Secretaría de Trabajo, que ya no es como antes, que mediaba entre las partes, sino que está como diciéndole a los empresarios: ‘No está bien, están ofreciendo buena plata’.”

Podes volver a ver la entrevista completa en https://www.youtube.com/watch?v=hz4MLAm6H70

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