Internacionales
Telma Luzzani: “La Paz no es el negocio ni de Estados Unidos ni de Israel. Sólo la solución de los dos Estados podría terminar el conflicto”

Para intentar comprender el nuevo conflicto desatado en la franja de Gaza luego de un ataque terrorista de Hamás y de una respuesta virulenta e inhumana de Israel contra la población civil, consultamos a Telma Luzzani, escritora y periodista, especializada en temas internacionales, quien tuvo oportunidad de viajar a la Franja de Gaza en otras oportunidades y conoce desde adentro el conflicto. También hablamos de la situación de Ecuador y de la ausencia de un debate entre los candidatos a presidentes argentinos sobre política internacional cuando se está uniendo a las BRICS. Luzani, actualmente conduce “Voces del Mundo” programa diario de política internacional que se emite por la AM 770 Radio Cooperativa.
LCV: ¿Qué pensas de lo que dicen de que la guerra sea proporcional?
—El tema es realmente trágico por varias razones. Primero por el tema clásico de la guerra que es las vidas humanas de cualquier ideal. Todo tipo de persona es afectado brutalmente con esto. Este es el primer punto. Pero además, en este caso la situación de la gente que vive en Gaza. Yo estuve dos veces ahí. Esto de que la llaman una cárcel a cielo abierto es tal cual. Yo estuve en el año 2006, que fue un año donde se votó masivamente a Hamas como gobierno; y en 2008 que fue un año que por distintas circunstancias Israel decidió bombardear la región. Es tremendo porque no hay donde ir, donde ocultarse, donde cuidarse. La población común está expuesta a las bombas. Si bien da al mediterraneo y tiene unas playas lindas, están todas descuidadas, y vos ves en el horizonte todos buques de guerra apuntando hacia la costa.
LCV: Está todo militarizado y sin embargo la vida sigue. Es rarísimo.
—Te puedo contar experiencias, por ejemplo ingresar. Si bien yo tenía todos los papeles, en ese momento era enviada especial del diario Clarín y tenía todo lo necesario. Sin embargo, cuando vas a ingresar de Israel a Gaza te meten en un cubículo de cemento y reja, muy chico de 1,5×1,5, con un altoparlante que te hablan en hebreo. Entonces yo decía, a no sé quien porque no sabes a quién le estás hablando, que me pidieran lo que quieran pero en inglés porque no entendía hebreo, y me seguían insistiendo. Empiezan a disparar, escuchas disparos y no sabes si está al lado, si es para vos. Ya el clima es tremendo. Cuando llegás allá pasas otra barrera, la verdad es que no hay tanta dificultad pero cuando estás con la gente el sufrimiento es enorme. Lo mismo la experiencia cuando fui a hospitales o colegios, los dibujos que hacen los nenes de cuatro años de personas descuartizados. Ni se puede imaginar lo que es eso que hace décadas qué pasa.
LCV: ¿Creés que puede escuchar a Biden teniendo en cuenta que todo esto a él le sirvió para unificar un frente que hasta hace 10 minutos atrás lo quería hacer volar por los aires?
— Estados Unidos tiene una actitud ambigua. Si bien Biden advirtió que no ocuparan la franja de Gaza, de hecho lo dijeron varios países como China, Rusia. Estados Unidos es ambiguo, siempre ha tenido a Israel como su gran socio en el Oriente Medio. Probablemente considere que es un gran error porque se le está yendo de las manos, pero de última siempre va a respaldar lo que Israel decida hacer. La Paz no es el negocio ni de Estados Unidos ni de Israel. Hay una solución. La famosa solución de los dos Estados podría terminar con el conflicto. No digo que sea sencillo pero hay una solución.
LCV: Contame el caso de Ecuador.
—El gobierno anterior tuvo un juicio político. Él antes de entrar a juicio político decidió llamar a elecciones. Esto quiere decir que el presidente que ganó va a tener un año y medio de gobierno nomás. Es decir, esta elección presidencial es para que terminara el ciclo de gobierno que había elegido en su momento Ecuador. Lo cual de todas maneras es una mala noticia, en mi opinión. El hombre es hijo de uno de los hombres más ricos y él es como un Macri, pero un Macri de una familia tradicional. Un Macri en cuanto a cabeza empresaria. La contrincante era una representante de la revolución ciudadana de Correa. De todas maneras fue una elección con mucho encastre político. Que sea un año y medio da cierta esperanza de que no falta tanto tiempo para la siguiente elección.
LCV: ¿Por qué crees que en los distintos debates entre los candidatos presidenciales nunca se puso las relaciones internacionales y el proyecto de país hacia el exterior?
—Creo que se minimiza la política exterior. Creo que en parte por ignorancia, de no entender lo que significa la política internacional y el lugar que ocupa Argentina en la política internacional, y en parte por sumisión a las políticas norteamericanas. Porque no se puede entender, por ejemplo, acabamos de ingresar a BRICS y no se habla de política internacional.
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Uruguay: avanza la organización de la Economía Nacional y Popular

El próximo 25 de noviembre, en la sede de FUNSA, se llevará a acabo el 1er Encuentro de la economía Nacional y Popular convocado por La Brigada José Artigas y Somos Barrio , junto a Empresas cooperativas, recuperadas, vendedores ambulantes, emprendimientos y otras organizaciones. Participarán organizaciones regionales como el Movimientos Sin Tierra de Brasil (MST), Movimiento de Trabajadores Excluidos de Argentina (MTE) y la Federación Por la Soberanía de Argentina (FPS).
Se trata de un recorrido iniciado por La Brigada José Artigas de Trabajo Voluntario que impulsa desde hace años la práctica la economía popular y solidaria en los barrios. En el 2015 lograron construir el Mercado Popular de Subsistencia, y en tiempos de pandemia organizaron la Tienda Popular en conjunto con tres emprendimientos que la organización mantiene hace años.
Gracias a esas iniciativas se tendieron redes con empresas recuperadas por sus trabajadores, cooperativas de trabajo, pequeños emprendimientos familiares, vendedores ambulantes, cuentapropistas, bolicheros de barrio, feriantes
“La industria nacional enfrenta uno de sus mayores desafíos, y la economía popular y solidaria surge como respuesta a lo que el sistema no resuelve. No es simplemente una economía “informal”, es una construcción organizada y consciente en nuestros barrios, en oposición a un sistema que prioriza las ganancias“, explican los organizadores.
Durante el Encuentro se buscarán consensos para la presentación de una plataforma posible. Los temas a discutir serán:
– Fortalezas, dificultades y potencia de la economía popular.
– Relación con el estado (la que tenemos y la que deberíamos tener). Inclusión financiera, compras públicas, trámites burocráticos, impuestos, etc.
– ¿Hacia la construcción de una Zona Franca Popular?
– Dependencia y soberanía; la economía popular como camino.
– Producción / tierra / organización de sectores de economía popular / vínculo entre las organizaciones sociales / coordinaciones entre empresas cooperativas
– Integración regional de las organizaciones sociales, de los vínculos políticos a los vínculos y acuerdos económicos.
¿Qué es FUNSA?
Se trata de un emblema de la industria nacional de Uruguay, cuya sigla significa: Fábrica Uruguaya de Neumáticos Sociedad Anónima, fundada en 1935, dedicada a procesar caucho, actividad que mantuvo durante 87 años.
En la crisis del 2002, la conocida marca cerró sus puertas. Fue entonces cuando sus trabajadores decidieron ponerse al hombro la producción y formaron una cooperativa que abrió sus puertas a fines de 2003 con el nombre de Funsacoop, gracias al respaldo de distintas instituciones tanto internacionales como locales, principalmente del Fondo para el Desarrollo (Fondes).
La recuperación de la fábrica fue un hito en la historia de lucha de los trabajadores orientales. Aquí el relato sobre cómo se dio el proceso para la conformación de la cooperativa. El 10 de mayo de 2004, el Observador publicaba ésta crónica:
“Realmente emocionaba el pasado viernes ver en la casa de remates a los trabajadores de Funsa: la algarabía, la emoción, el llanto de muchos de ellos ante la reapertura de la empresa.
El rematador Jorge Vanoli inició la subasta con un discurso atípico para un vendedor: “Todos sabemos cómo es el tema. Así que no les voy a hacer perder el tiempo”, apuntó. El grupo empresarial, que el jueves obtuvo la cesión del crédito por parte del Brou, era el único oferente por US$ 1.000.000 de dólares. Al lado de los empresarios, apretados en el local de remates de la Ciudad Vieja, se encontraban el ministro de Industria, José Villar, el subsecretario Alejandro Falco y el economista Juan Manuel Rodríguez, que participó de la elaboración de los estudios de viabilidad y el proyecto de reapertura. Y más de 300 de los ex trabajadores de Funsa se desbordaban hacia la calle vestidos con remeras rojas con el logo “Funsa Uruguay”.
“¿Nadie oferta más?”, dijo Vanoli. “Entonces el tercer martillazo quiere decir que se reabre Funsa”, dijo abriendo un silencio que pareció eterno. Y el rematador dio los golpes de rigor y los trabajadores estallaron en gritos de alegría y se apretujaron en abrazos. Cedía la tensión tras más de dos años de incertidumbre. “Se escucha, se escucha, arriba los que luchan”, “Y ya lo ven, y ya lo ven, la planta es nuestra otra vez”, “Arriba Funsa y ahora a laburar”, fueron las consignas a viva voz de los obreros que no ocultaban sus lágrimas. También hubo vivas y aplausos para el empresario José Bobre, que encabeza el grupo inversor, la jueza Cristina Crespo, que se encargo de la liquidación judicial de Funsa, y el ministro Villar, que apoyó esta salida.
El dirigente sindical Enrique Romero subrayó que la empresa quedará en manos de inversores y trabajadores uruguayos. Los operarios están organizados en una cooperativa que será accionista de la sociedad anónima que gestione la planta, aunque el porcentaje de acciones todavía está por definirse. “Vamos a ponernos a trabajar inmediatamente, después de este momento de intensa emoción. Llegamos a la meta por la que luchamos por tanto tiempo”, explicó Romero.”
El próximo sábado la fábrica de guantes y neumáticos de caucho, volverá a ser sede de una jornada histórica en la que se plantearán alternativas a la crisis económica y laboral que afecta a la región. El inicio del encuentro está previsto para las 9 am, en el Sindicato de FUNSA: 8 de octubre 4509, esquina Habana
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En el país de la libertad: “La revuelta de las tejedoras”

Con una mayoría de pobres en un país sin protección social, Bangladesh se convirtió en el paraíso elegido por las principales marcas textiles del mundo ¿Qué mejor que un Estado sin derechos laborales en donde se pagan apenas monedas para fábricar prendas que en occidente cuestan una fortuna? Era el país de la libertad para los inversores internacionales. Por eso se instalaron 3.500 fábricas dedicadas a la moda que representan el 85 % de los 55 millones de dolares de exportación anual del país.
Los muertos por incendios de fábricas se cuentan por centenares, pero el caso más dramático ocurrió hace diez años. El 14 de abril de 2013 las trabajadoras se habían negado a entrar a su jornada laboral por las grietas que habían aparecido en las paredes de la fábrica y que los inspectores confirmaron un peligro de derrumbe. El dueño del edificio, Sohel Rana no escuchó la advertencia y trató de poner las cosas en orden, al fin de cuentas, era libre de hacer con su edificio lo que se le cantara: contrató una patota que fue a la puerta para presionar a las trabajadoras que se negaban a ingresar y amenazó con no pagarles el último mes de salario. Finalmente, las obreras textiles cedieron a la presión y entraron a la fábrica. Pocas horas después tuvo lugar un cortocircuito al que siguió una explosión que terminaría en el previsible y rápido derrumbamiento del edificio. Fueron encontrados más de 1100 muertos entre los escombros. Sohel Rana quizás pensó que no fue su responsabilidad, al fin de cuentas, ellas eran libres de quedarse afuera y perder un sueldo.
Con estos antecedentes, el 30 de octubre, después de años de lucha por las pésimas condiciones laborales y los sueldos de hambre, las trabajadoras textiles se declararon en huelga e intentaron bloquear las principales carreteras industriales. Alrededor de 15 mil obreras y obreros se enfrentaron la semana pasada a la policía en la ruta y saquearon la importante fábrica Tusuka.
La represión no tardó en imponerse con golpes, balas de goma, gases lacrimógenos y granadas. Según informa la agencia de Vaticano, ya son 4 los trabajadores muertos en la rebelión, entre ellos, Rasel Hawlader, 26 años, empleado de la empresa Energy Pack.
De los cuatro millones de trabajadores textiles, la mayoría son mujeres. Por eso, se denominó al 30 de octubre como el día en que tuvo inicio “La revuelta de las tejedoras” de la República Popular de Bangladesh. En la ciudad de Ashulia (oeste de Dhaka), diez mil trabajadores se unieron a la huelga masiva que involucró a más de 600 empresas.
El comité del salario mínimo del sector textil propuso esta semana un aumento del 56.25 por ciento del salario mensual básico de los cuatro millones de obreros del sector, elevándolo a 12 mil 500 takas (113 dólares), una cantidad considerada “ridícula” e inmediatamente rechazada por los sindicatos.
Sin acuerdo, la rebelión continúa mientras los dueños de las marcas que occidente consume, no opinan ni actúan ni apoyan a sus trabajadores. Por el contrario, hubo 150 fábricas que optaron por el lock out. Desde el sábado frenaron su producción por tiempo indefinido.
“La policía presentó una denuncia contra 11 mil personas no identificadas tras el ataque a la fábrica de ropa de Tusuka”, dijo a la Afp el inspector de policía Mosharaf Hosain. Las fábricas cerradas se encuentran en las ciudades industriales de Ashulia y Gazipur, ambas situadas al norte de la capital, Dhaka.
Dice Luana Foti, en Vatican News: “El país cuya economía es la más fuerte del sur asiático, durante décadas ha atraído las inversiones de las grandes marcas internacionales de la llamada “fast fashion industry” que en los países occidentales está experimentando un crecimiento vertiginoso desde hace años. Sin embargo, lo que favorece el traslado a su territorio de las fábricas de confección de gigantes como H&M, Primark, Bestseller, Zara, Levi’s o Walmart es la mano de obra barata que ofrece. Por eso, las peticiones de los sindicatos de los trabajadores textiles son un problema también para los empresarios occidentales.”
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Durísimo: Alto Comisionado de la ONU en NY denuncia un genocidio en Gaza

Renunció el Director de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos en Nueva York, Craig Mokhiber, frente al fracaso de las políticas de la ONU para detener lo que considera un ‘genocidio de manual’ de parte de Israel contra el pueblo palestino. Mokhiber difundió una extensa carta en donde explica las razones de su dimisión: “El proyecto colonial europeo y etnonacionalista de colonización en Palestina ha entrado en su fase final, hacia la destrucción acelerada de los últimos vestigios de la vida palestina autóctona en Palestina. Lo que es más, los gobiernos de los Estados Unidos, el Reino Unido y gran parte de Europa son totalmente cómplices de este horrible asalto. Estos gobiernos no solo se niegan a cumplir con sus obligaciones de “garantizar el cumplimiento” de las Convenciones de Ginebra, sino que arman activamente la ofensiva, brindan apoyo económico, inteligencia y encubren política y diplomáticamente las atrocidades de Israel.”
A continuación transcribimos el texto completo de la carta de renuncia de Craig Mokhiber, Director de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos en Nueva York. Un testimonio histórico surgido de las entrañas del organismo que debería velar por la paz mundial.
Se hizo dolorosamente evidente que habíamos fallado en nuestro deber de prevenir atrocidades masivas.
“Esta será mi última comunicación oficial como Director de la Oficina de Nueva York de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH).
Le escribo en un momento de gran angustia para el mundo, incluidos muchos de nuestros colegas. Una vez más, somos testigos de un genocidio que se desarrolla ante nuestros ojos, y la Organización a la que servimos parece impotente para detenerlo. Como alguien que ha investigado los derechos humanos en Palestina desde la década de 1980, vivió en Gaza como asesor de derechos humanos de la ONU en la década de 1990 y llevó a cabo varias misiones de derechos humanos en el país antes y después de esos períodos, esta situación me afecta personalmente.
También fue en estas oficinas de la ONU donde trabajé durante los genocidios contra los tutsis, los musulmanes bosnios, los yazidíes y los rohinyás. En cada caso, a medida que se asentaba el polvo sobre los horrores perpetrados contra poblaciones civiles indefensas, se hizo dolorosamente evidente que habíamos fallado en nuestro deber de cumplir con los imperativos de prevenir atrocidades masivas, proteger a los vulnerables y hacer que los perpetradores rindan cuentas. Lo mismo ha ocurrido con las sucesivas oleadas de asesinatos y persecución de palestinos a lo largo de la existencia de las Naciones Unidas.
Alta Comisionada, estamos fracasando una vez más.
Como abogado de derechos humanos con más de treinta años de experiencia en este campo, soy muy consciente de que el concepto de genocidio ha sido a menudo objeto de abusos políticos. Pero la actual matanza del pueblo palestino, arraigada en una ideología colonial etnonacionalista, una continuación de décadas de persecución y limpieza sistemáticas, basadas enteramente en su condición de árabes, y junto con declaraciones explícitas de intenciones por parte de los líderes del gobierno y el ejército israelíes, no deja lugar a dudas ni debates. En Gaza, hogares, escuelas, iglesias, mezquitas e instalaciones médicas están siendo atacados sin motivo y miles de civiles están siendo masacrados. En Cisjordania, incluida la Jerusalén ocupada, las viviendas son confiscadas y reasignadas únicamente en función de la raza. Además, los pogromos violentos perpetrados por los colonos van acompañados de unidades militares israelíes. En todo el país reina el apartheid.
Este es un caso de genocidio de manual
Este es un caso de genocidio de manual. El proyecto colonial europeo y etnonacionalista de colonización en Palestina ha entrado en su fase final, hacia la destrucción acelerada de los últimos vestigios de la vida palestina autóctona en Palestina. Lo que es más, los gobiernos de los Estados Unidos, el Reino Unido y gran parte de Europa son totalmente cómplices de este horrible asalto. Estos gobiernos no solo se niegan a cumplir con sus obligaciones de “garantizar el cumplimiento” de las Convenciones de Ginebra, sino que arman activamente la ofensiva, brindan apoyo económico, inteligencia y encubren política y diplomáticamente las atrocidades de Israel.
De acuerdo con todo esto, los medios corporativos occidentales, cada vez más a instancias de los gobiernos, están violando completamente el artículo 20 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, deshumanizando incesantemente a los palestinos para justificar el genocidio y difundiendo propaganda de guerra y llamamientos al odio nacional. declaraciones raciales o religiosas que constituyan incitación a la discriminación, la hostilidad y la violencia. Las empresas de redes sociales con sede en Estados Unidos ahogan las voces de los activistas de derechos humanos mientras amplifican la propaganda pro-Israel. Los policías de Internet del lobby israelí y GONGOS acosan y difaman a los defensores de los derechos humanos, y las universidades y los empleadores occidentales colaboran con ellos para castigar a quienes se atreven a denunciar las atrocidades. A raíz de este genocidio, estos actores también tendrán que rendir cuentas, como fue el caso de Radio des Milles Collines en Ruanda.
En tales circunstancias, nuestra organización está más llamada que nunca a actuar de manera eficaz y basada en principios. Pero no estuvimos a la altura de ese desafío. El poder protector del Consejo de Seguridad ha sido bloqueado una vez más por la intransigencia de los Estados Unidos, el Secretario General está siendo atacado por sus mezquinas protestas, y nuestros mecanismos de derechos humanos están siendo objeto de ataques calumniosos apoyados por una red organizada en línea que defiende la impunidad.
Décadas de distracción por las promesas ilusorias y en gran medida decepcionantes de Oslo han distraído a la Organización de su deber esencial de proteger el derecho internacional, los derechos humanos y la propia Carta. El mantra de la “solución de dos Estados” se ha convertido en una broma abierta en los pasillos de las Naciones Unidas, tanto por su absoluta imposibilidad en la práctica como por su total fracaso a la hora de tener en cuenta los derechos humanos inalienables del pueblo palestino. El llamado “Cuarteto” no es más que una hoja de parra para la inacción y la sumisión a un statu quo brutal. La referencia (escrita por Estados Unidos) a “acuerdos entre las propias partes” (en lugar del derecho internacional) siempre ha sido un evidente juego de manos, destinado a fortalecer el poder de Israel contra los derechos de los palestinos ocupados y desposeídos.
En las últimas décadas, importantes miembros de las Naciones Unidas han cedido ante el poder de Estados Unidos y el miedo al lobby de Israel
Señor Alto Comisionado, me incorporé a esta Organización en el decenio de 1980 porque encontré una institución basada en principios y normas que estaban decididamente del lado de los derechos humanos, incluso en los casos en que los poderosos Estados Unidos, el Reino Unido y Europa no estaban de nuestro lado. Mientras mi propio gobierno, sus instituciones subsidiarias y gran parte de los medios de comunicación norteamericanos seguían apoyando o justificando el apartheid sudafricano, la opresión israelí y los escuadrones de la muerte centroamericanos, las Naciones Unidas defendían a los pueblos oprimidos de esos países. Teníamos el derecho internacional de nuestro lado. Teníamos los derechos humanos de nuestro lado. Teníamos los principios de nuestro lado. Nuestra autoridad estaba arraigada en nuestra integridad. Pero ese ya no es el caso.
En las últimas décadas, importantes miembros de las Naciones Unidas han cedido ante el poder de Estados Unidos y el miedo al lobby israelí, abandonando estos principios y renunciando al propio derecho internacional. Hemos perdido mucho en este abandono, incluida nuestra propia credibilidad global. Pero es el pueblo palestino el que ha sufrido las mayores pérdidas a causa de nuestros fracasos. Irónicamente, la Declaración Universal de Derechos Humanos (DUDH) fue adoptada el mismo año en que se perpetró la Nakba contra el pueblo palestino.
Al conmemorar el 75º aniversario de la Declaración Universal de Derechos Humanos, haríamos bien en abandonar el manido mito de que la DUDH nació de las atrocidades que la precedieron, y admitir que nació al mismo tiempo que uno de los genocidios más atroces del siglo XX, el de la destrucción de Palestina. En cierto modo, los autores de la Declaración prometieron derechos humanos a todos, excepto al pueblo palestino. Tampoco olvidemos que las Naciones Unidas cometieron el pecado original de facilitar el despojo del pueblo palestino al ratificar el proyecto colonial europeo que se apoderó de tierras palestinas y las entregó a los colonos. Tenemos mucho por lo que disculparnos.
Los palestinos y sus aliados, los activistas de derechos humanos de todas las tendencias, las organizaciones cristianas y musulmanas, y las voces judías progresistas, dicen: No en nuestro nombre
Pero el camino de la expiación es claro. Tenemos mucho que aprender de la postura de principios adoptada en los últimos días en ciudades de todo el mundo, donde millones de personas se manifiestan en contra del genocidio, incluso a riesgo de ser golpeadas y detenidas. Los palestinos y sus aliados, los activistas de derechos humanos de todas las tendencias, las organizaciones cristianas y musulmanas, y las voces judías progresistas que dicen “no en nuestro nombre”, están liderando el camino. Todo lo que tenemos que hacer es seguirlos.
Ayer, a pocas cuadras de aquí, la Grand Central Station de Nueva York fue completamente invadida por miles de defensores judíos de los derechos humanos, que se solidarizaron con el pueblo palestino y exigieron el fin de la tiranía israelí (muchos de los cuales corren el riesgo de ser arrestados). Al hacerlo, barrieron en un instante el argumento propagandístico de la hasbara israelí (y el viejo cliché del antisemitismo) de que Israel representa de alguna manera al pueblo judío. Este no es el caso. Y, como tal, Israel es el único responsable de sus crímenes. A este respecto, vale la pena repetir, a pesar de las calumnias del lobby israelí, que las críticas a las violaciones de los derechos humanos por parte de Israel no son antisemitas, como tampoco las críticas a las violaciones saudíes son islamófobas, las críticas a las violaciones de Myanmar son antibudistas o las críticas a las violaciones indias son antihindúes. Cuando buscan silenciarnos calumniándonos, en lugar de silenciarnos, debemos alzar la voz. Espero que esté de acuerdo, Sr. Alto Comisionado, en que esta es la esencia de decir la verdad al poder.
Pero también encuentro esperanza en todos los miembros de las Naciones Unidas que, a pesar de las enormes presiones, se han negado a comprometer los principios de derechos humanos de la Organización. Nuestros relatores especiales independientes, comisiones de investigación y expertos de los órganos creados en virtud de tratados, así como la mayoría de nuestro personal, han seguido defendiendo los derechos humanos del pueblo palestino, incluso cuando otros miembros de las Naciones Unidas (incluso al más alto nivel) se han inclinado vergonzosamente ante los poderosos. En su calidad de guardián delas normas de derechos humanos, el ACNUDH tiene el deber especial de velar por ellas. Nuestra tarea, creo, es hacer oír nuestra voz, desde el Secretario General hasta el último recluta de la ONU y horizontalmente, en todo el sistema de la ONU, insistiendo en que los derechos humanos del pueblo palestino no se debatan, negocien o comprometan en ningún lugar bajo la bandera azul.
Entonces, ¿cómo sería una posición basada en las normas de la ONU? ¿En qué estaríamos trabajando si fuéramos fieles a nuestras exhortaciones retóricas sobre los derechos humanos y la igualdad para todos, la rendición de cuentas de los delincuentes, la reparación de las víctimas, la protección de los vulnerables y el empoderamiento de los titulares de derechos, todo ello en el marco del Estado de Derecho? La respuesta, creo, es simple: si tenemos la lucidez para ver más allá de las cortinas de humo propagandísticas que distorsionan la visión de justicia a la que hemos hecho un juramento, el coraje para abandonar el miedo y la deferencia a los Estados poderosos y la voluntad de levantar la bandera de los derechos humanos y la paz. Es cierto que se trata de un proyecto a largo plazo y de un camino empinado. Pero debemos empezar ahora, a menos que nos rindamos a un horror indescriptible. Veo diez puntos clave:
Debemos dejar de fingir que se trata simplemente de un conflicto territorial o religioso entre dos partes enfrentadas y admitir la realidad, que es que un Estado con un poder desproporcionado está colonizando, persiguiendo y despojando a una población indígena por su etnia.
1. Acción legítima: En primer lugar, en las Naciones Unidas debemos abandonar el paradigma fallido (y en gran medida falaz) de Oslo, su ilusoria solución de dos Estados, su Cuarteto impotente y cómplice, y la subversión del derecho internacional a los dictados de sus supuestos méritos políticos. Nuestras posiciones deben basarse inequívocamente en los derechos humanos y en el derecho internacional.
2. Una visión clara: Debemos dejar de fingir que se trata simplemente de un conflicto territorial o religioso entre dos partes enfrentadas y admitir la realidad de la situación, que es que un Estado con un poder desproporcionado está colonizando, persiguiendo y despojando a una población indígena por su etnia.
3. Un Estado único basado en los derechos humanos: Debemos apoyar el establecimiento de un Estado único, democrático y laico en toda la Palestina histórica, con igualdad de derechos para cristianos, musulmanes y judíos, y, en consecuencia, el desmantelamiento del proyecto colonialista profundamente racista y el fin del apartheid en todo el territorio.
4. Lucha contra el apartheid: Debemos reorientar todos los esfuerzos y recursos de la ONU a la lucha contra el apartheid, como hicimos con Sudáfrica en las décadas de 1970, 1980 y principios de la de 1990.
5. Retorno e indemnización: Debemos reafirmar e insistir en el derecho al retorno y a la plena indemnización para todos los palestinos y sus familias que viven actualmente en los territorios ocupados, el Líbano, Jordania, Siria y la diáspora en todo el mundo.
6. Verdad y justicia: Debemos exigir un proceso de justicia transicional, que aproveche al máximo las décadas de investigaciones, investigaciones e informes acumulados por la ONU, con el fin de documentar la verdad y garantizar la rendición de cuentas de todos los criminales, la compensación de todas las víctimas y la reparación de las injusticias documentadas.
7. Protección: Debemos insistir en el despliegue de una fuerza de protección de la ONU con recursos suficientes y un mandato firme para proteger a los civiles desde el río hasta el mar.
8. Desarme: Debemos abogar por la retirada y destrucción de los arsenales masivos de armas nucleares, químicas y biológicas de Israel, evitando así que el conflicto conduzca a la destrucción total de la región y, quién sabe, más allá.
9. Mediación: Debemos reconocer que Estados Unidos y otras potencias occidentales no son mediadores creíbles, sino partes en el conflicto, que son cómplices de Israel en la violación de los derechos palestinos, y debemos enfrentarlos como tales.
10. Solidaridad: debemos abrir nuestras puertas (y las de la Secretaría General) a las legiones de defensores de los derechos humanos palestinos, israelíes, judíos, musulmanes y cristianos que se solidarizan con el pueblo de Palestina y sus derechos, y poner fin al flujo incontrolado de grupos de presión israelíes a las oficinas de los líderes de la ONU, donde abogan por la continuación de la guerra. la persecución, el apartheid y la impunidad, al tiempo que denigran a nuestros defensores de los derechos humanos por su postura de principios sobre los derechos palestinos.
Tardará años en llegar allí, y las potencias occidentales lucharán contra nosotros en cada paso del camino, por lo que tenemos que ser firmes. Debemos trabajar por un alto el fuego inmediato y el fin del asedio de Gaza, oponernos a la limpieza étnica de Gaza, Jerusalén, Cisjordania (y otros lugares), documentar el ataque genocida contra Gaza, ayudar a proporcionar a los palestinos ayuda humanitaria masiva y reconstrucción, cuidar a nuestros colegas traumatizados y sus familias, y luchar con todas sus fuerzas para garantizar que el enfoque de las oficinas políticas de las Naciones Unidas se base en principios.
El fracaso de las Naciones Unidas en Palestina hasta ahora no es razón para que nos demos por vencidos. Por el contrario, debería alentarnos a abandonar el paradigma del pasado que ha fracasado y a adoptar plenamente un curso de acción más basado en principios.
Como ACNUDH, unámonos con valentía y orgullo al movimiento contra el apartheid que está creciendo en todo el mundo, añadiendo nuestro logotipo a la bandera de la igualdad y los derechos humanos del pueblo palestino. El mundo está mirando. Todos tendremos que rendir cuentas de nuestra posición en este momento crucial de la historia. Pongámonos del lado de la justicia.
Gracias, Alto Comisionado Volker, por escuchar este último llamamiento de mi oficina. Dentro de unos días dejaré la Oficina por última vez, después de más de tres décadas de servicio. Pero no dude en ponerse en contacto conmigo si puedo ser útil en el futuro.
Le ruego acepte, señor Presidente, la expresión de mis distinguidos saludos,
Craig Mokhiber“


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