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Raul “Rulo” Dellatore: “El blanqueo que quiere hacer el gobierno nacional es la ley Pablo Escobar”

La Columna Vertebral – Historia de Trabajadores habló con el periodista y analista económico Rulo Dellatorre, quien dio una mirada aguda y sin concesiones sobre la coyuntura política y económica argentina. En un diálogo marcado por el sarcasmo y la lucidez, “Rulo” analiza el rumbo del gobierno de Javier Milei, el alineamiento geopolítico con Estados Unidos, la estrategia comunicacional oficial y la desconexión creciente entre la dirigencia y la ciudadanía.
LCV: “Vilar ponía de ejemplo, decía: “Trump es proteccionista, nunca permite, tiene un montón de reglas para la Marina Mercante.” Y yo no se lo dije, pero lo pensé, y te lo digo a vos para empezar la conversación: a mí me parece que la vocación de Milei no es la de ser proteccionista, sino la de ser el mejor patio trasero de Estados Unidos, el lugar más expoliado. Y de eso hace una virtud. ¿Vos qué pensás?
Rulo Dellatorre: “Sí, totalmente. Inclusive recordemos que cada vez que lo visitó a Trump en Estados Unidos, él dijo que iba a salir la línea de Trump, hacer volver a ser grande a Estados Unidos. No hacer grande a Argentina, sino asumir que el país que hay que defender es Estados Unidos.
Yo no sé si en Estados Unidos lo aman tanto, ¿viste? Es una cosa rara”.
LCV:
Y hablando de esto, de “a nadie le importa nada”: ¿por qué creés que hay un sector…? ¿Cuál es tu opinión? ¿Qué análisis hacés? ¿Te das cuenta que estoy haciendo todo lo posible para tener un humor maravilloso después de la jornada de ayer?
Rulo Dellatorre: “Sí, estoy copiando. Por eso digo que me copio a Lilita. Este… ¿cuál es la razón por la que una porción tan importante —sumando los distintos sectores: La Libertad Avanza, lo que quedó del macrismo, Larreta, etc.—, digamos, los residuales, sus recortes…?
No sé, mirá que Larreta con el 8% les metió un dedo en la oreja interesante. Porque si hay alguien que conoce los resortes de la ciudad, compra, venta y demás, es Larreta. Así que va a ser complicado que le quieran meter el perro. Pero no me quiero meter ahí.
Ahora te iba a preguntar todo eso: digamos, La Nación, La Libertad Avanza y sus subsidiarios. ¿Por qué creés que le hicieron tanto caso a Cristalina Georgieva, que les pidió: “Por favor, voten al gobierno nacional, que es lo que nos hace falta para seguir adelante”?
Rulo Dellatorre: “Mirá, Nora, me parece que acá tenemos un problema político muy grave, muy serio, del cual no nos enteramos ayer. Ya lo venimos viendo.
Y es que no hay una buena explicación que le entre a la gente de lo que está pasando, de cuál es la realidad, el vínculo que tiene con las decisiones políticas que se están tomando, y la responsabilidad que tiene el gobierno en esto. Porque fíjate, yo ayer me quedo con dos o tres datos. Uno: la falta de concurrencia. Que haya caído tanto la concurrencia me da la sensación de que la gente empieza a ver cada vez más lejos a la política. “Esto no me interesa, esto no me resuelve nada, no es mi forma de resolverlo.” Es gravísimo esto. Me parece la señal más preocupante de lo de ayer. Se está dando también en distintas provincias. En Santa Fe fue muy fuerte. En Salta no tanto, pero también bajó la concurrencia. Y después está el tema de que al gobierno todavía le resulta provechoso jugar con las estadísticas. En los últimos días te muestran que bajó la inflación, que hay estabilidad del dólar, que afuera nos ven maravilloso. Y es todo mentira, pero no importa: les funciona.
Bajó la inflación a 2,8%. Sí, baja con respecto al 3,7% del mes anterior. ¿Y de quién es ese 3,7%? De ellos mismos. Pero no importa, ¿eh?
El año pasado, hacia fines de 2024, lo que decía Caputo y el gobierno en general era que este año iba a arrancar con una inflación por debajo del 2%. Y antes de mitad de año ya iba a estar por debajo del 1%. Es decir, con respecto a ese 1 o 0,9% que esperaban, este 2,8% es tres o cuatro veces más.
La estabilidad del dólar la consiguieron con un crédito espectacular del FMI, que nos compromete horrorosamente hacia el futuro. Y por eso, por eso, la dueña de casa nos pidió lo que teníamos que votar. Si la nueva Braden nos dice cómo tiene que ser la unión de partidos alrededor del gobierno…”
LCV: Me encantó eso de la nueva Braden.
Rulo Dellatore: “Sí, ya tenemos. Ya te arman la estrategia, te dicen a quién votar…Pasando en limpio: el FMI pateó para adelante un problema gravísimo que tiene Argentina con el sector externo, pero no resolvió nada. Lo que estaba por explotar, lo patearon dos años. Y cuando explote va a ser peor. Mientras tanto, tenés una recesión, una crisis local y una caída del consumo bestial. Y evidentemente tienen éxito en mostrar otra cosa, en exhibir otro tipo de soluciones y que la gente no vincule todos los problemas económicos con este tipo de políticas”.
LCV: Rulo, ¿vos decís que tenemos un problema de comunicación? No solo de comunicación, me parece…
Rulo Dellatorre: “No, pero digo: nosotros, los que no pensamos como el gobierno. ¿Tenemos un problema de no saber comunicar nuestras ideas? ¿De una comunicación encerrada en sí misma, como el cono del silencio del Superagente 86? En parte sí, pero no centralmente. Nora, yo creo que el principal problema que tenemos hoy es definir políticas diferentes y audaces.
Nos hemos pasado los últimos años explicando lo que no se podía hacer, en vez de explicar hacia dónde apuntamos. Lo que dice el gobierno, pero al revés. En Argentina uno podría decir: “¿Cuál es tu plan?”
Y mi plan es que no puede haber gente sin laburo, no puede haber gente que pase hambre, no puede haber jubilados que no lleguen a fin de mes.
¿Cómo lo consigo? Bueno, lo discutimos. Pero sé que tengo que llegar ahí.Es como ir al médico, que te detalla todos los problemas que tenés, y cuando le preguntás cómo te cura, te dice: “No sé, esa parte no la estudié.”
O te dice: “Lo veo mal.” Y sí, por eso vine.Yo tengo un médico muy gracioso que cada vez que voy me dice: “Esto anda bien, esto qué sé yo…” Y lo que no anda bien se soluciona con unas muy buenas vacaciones en algún lugar relajado.
Me río y pienso: así es como comunica la clase política. Y ese 2% de inflación le cae bien a la gente porque cree que eso se va a reflejar. Pero el sueldo está congelado, la capacidad adquisitiva cae día a día, y los precios siguen subiendo. Hoy le decía a una productora de la radio que esto es como un menú coreano: no está traducido. Elegimos por la foto.
Si en lugar de quinoa son hormigas, no me entero hasta que me las morfé.Te doy dos ejemplos. Hoy leía los medios que están a favor del gobierno, y decían que uno de los méritos del gobierno era: “gestos para ganarse a la clase media.”
Y mencionan la baja de aranceles a la importación de celulares. Una medida que amenaza con destruir la economía de Tierra del Fuego. Y te lo venden como una medida a favor de la gente
Acaban de hacer una nota con un colega de Tierra del Fuego que calcula 9.000 puestos de trabajo menos. Y tiró una impresionante: está a punto de llegar allá el “Comando Unificado de Fuerzas Federales” para reprimir los conflictos por el paro indefinido de la WOM y la negativa del sindicato a la conciliación obligatoria.
Y detrás de eso viene la cesión de territorio para la instalación de bases militares extranjeras.
Y el segundo ejemplo: Milei confirmó hoy el tema de habilitar la entrada de dólares del “colchón”, que son dólares del narcotráfico, del lavado.
El senador José Mayans lo llamó la “ley Pablo Escobar.”
Milei hoy en América TV dijo: “A mí no me importa de dónde vienen los dólares. Si son del narcotráfico, que se ocupe Seguridad o Defensa. La economía no tiene nada que ver con eso.”
Tiene una impunidad total. Ese es el país al que nos están llevando.
Y como están agrandados por los votos de ayer, en los próximos días veremos medidas más violentas en términos económicos, y sin importancia por las consecuencias”.
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Mariano Vilar: “La desregulación de la marina mercante es para llevarse dólares sin control y aumentar las tarifas”.

En un contexto de tensiones crecientes en el ámbito laboral y político, La Columna Vertebral – Historia de Trabajadores dialogó con Mariano Vilar, referente del sector marítimo y representante de los marinos mercantes, para comprender el impacto que podría tener la desregulación impulsada por el gobierno nacional sobre una actividad estratégica para la economía y la soberanía del país: la Marina Mercante.
Durante la entrevista, Vilar expone con claridad y preocupación las consecuencias del DNU que habilitaría el ingreso de buques extranjeros y tripulaciones foráneas para operar en aguas nacionales, una medida que, según denuncia, pone en riesgo más de 22.000 puestos de trabajo y la capacidad del país para sostener su independencia económica y energética.
Con ejemplos concretos y referencias históricas, Vilar ofrece una mirada profunda sobre el rol fundamental de la Marina Mercante en el abastecimiento interno, el desarrollo industrial y la defensa nacional, destacando también el contraste con políticas de protección marítima aplicadas en países como Estados Unidos.
Una conversación que pone en primer plano la voz de quienes todos los días sostienen la infraestructura vital del país, navegando mares invisibles para gran parte de la población.
LCV: Contanos un poco cómo es la situación, en qué plano nos estamos encontrando ahora.
Mariano Vilar: “Bueno, estamos en alerta permanente, muy preocupados, porque el gobierno tiene en carpeta un DNU que desregula, como bien vos dijiste, la actividad de la Marina Mercante, poniendo en riesgo no solo más de 22.000 puestos de trabajo —que somos los marinos mercantes hoy en día en condiciones de navegar—, sino que también implicaría un serio perjuicio para nuestra soberanía nacional y nuestra independencia económica”.
LCV: ¿Cuáles serían esos problemas que vamos a afrontar a partir de la segura desregulación, o ya implementada, y la profundidad con que la implementen?
Mariano Vilar: “Claro. La Marina Mercante tiene dos ejes estratégicos principales para el desarrollo de cualquier país. El primero tiene que ver con la economía, con la independencia económica, y como eje de desarrollo, sobre todo en un país como Argentina, con 7.000 km de litoral marítimo. Y si sumamos la Antártida, tenemos que sumarle 11.000 km más de litoral marítimo.
Entonces, en ese sentido, la Marina Mercante lo que hace hoy —por ejemplo— el eje principal tiene que ver con el transporte de hidrocarburos. Nosotros transportamos el hidrocarburo desde donde se extrae, en la zona sur de nuestro país, hacia las refinerías ubicadas prácticamente en zona centro. Y desde ahí se distribuye, por ejemplo, a la Central Costanera. Una vez refinado el combustible, el gasoil, se envía a la Central Costanera, y gracias a ese abastecimiento de gasoil, nosotros, por ejemplo, ahora tenemos luz e internet, y estamos hablando.
Imaginate dejar ese flete tan estratégico para la Argentina en manos de intereses extranjeros. Porque lo que plantea el gobierno es permitir que cualquier bandera ingrese en nuestras aguas y haga nuestros fletes. No solamente cualquier bandera de un país extranjero, sino también buques tripulados por personal extranjero.
Entonces, eso ocasiona un grave perjuicio económico para la Argentina, porque estás perdiendo lo que nosotros llamamos soberanía económica. Siempre vas a estar a merced del contratista del flete, que te diga cuánto vale ese flete, y si lo quieren hacer o no, porque vos no vas a tener una Marina Mercante con la cual competir. Una Marina Mercante soberana.
Hoy están en manos privadas. La Argentina no tiene una empresa estatal, pero sí son de capitales argentinos, con buques argentinos o con bandera extranjera, pero con tratamiento argentino y tripulantes argentinos. Mano de obra argentina. Eso permite control sobre los precios, control sobre la distribución”.
LCV: El Estado también se está desligando de la posibilidad del control de un rendimiento efectivo del trabajo.
Mariano Vilar: “Sí. Y si vos no tuvieras Marina Mercante lista y pronta, vas a estar a merced de los intereses de quien te lo quiera transportar y de quien te quiera cobrar lo que interprete que vale ese flete”.
LCV: Esto yo que estoy en mi casa, por ejemplo, y que no entiendo nada de todo esto… ¿qué me puede pasar? ¿Me va a salir mucho más cara la luz, el gas? ¿En qué me voy a perjudicar yo, que soy una caminante de a pie que no entiende nada de Marina Mercante ni soberanía?
Mariano Vilar: “Se van a seguir llevando los dólares de la Argentina. Muy probablemente también repercuta en la tarifa de la luz, o incluso en que no tengas gas. Otro de los fletes importantes tiene que ver con el ingreso de los buques que traen gas a la Argentina. Está el buque regasificador en Escobar, y nuestros remolcadores son los que asisten a esos buques para el ingreso y la zarpada del país.
De repente, el día de mañana, esos buques te pueden cobrar lo que quieran por darte un flete tan importante en invierno como es el abastecimiento de gas para la población. Entonces, muy probablemente eso implique un aumento en las tarifas.
Mirá, como ejemplo, nosotros podríamos tomar a Estados Unidos, que el gobierno lo toma como ejemplo en un montón de cosas. Estados Unidos tiene, para su transporte fluvial y marítimo —su transporte de cabotaje—, la exclusividad. Tienen una ley que se llama Jones Act, que establece que si vos querés transportar cargas entre puertos norteamericanos, el buque tiene que tener bandera norteamericana, haber sido construido en Norteamérica, estar tripulado por norteamericanos, y el principal capital accionario de esas empresas también tiene que ser norteamericano.
Hoy, por ejemplo, Trump está promocionando una ley para que le apruebe el Congreso que se llama Ship for America, una ley que plantea, en cinco años, quintuplicar la flota de mar estadounidense para no depender de nadie en sus fletes estratégicos.
Argentina gasta aproximadamente entre 6.000 y 7.000 millones de dólares al año en fletes. Nosotros vendemos la soja al mundo, por ejemplo. Ninguna de esas sojas que salen de Argentina lo hace en barcos argentinos. Se gastan entre 6.000 y 7.000 millones de dólares en fletes para sacar nuestra producción. Imaginate si nosotros tuviéramos una Marina Mercante… esos 6.000 o 7.000 millones de dólares quedarían acá en la Argentina”.
LCV: Ingresarían a nuestras arcas, obviamente.
Mariano Vilar: “Exactamente. Otro rol que recién te comentaba —el otro eje estratégico de la Marina Mercante— tiene que ver, por supuesto, con la defensa nacional.
Hoy los buques mercantes para Argentina, y para cualquier país, son fundamentales para dar apoyo logístico en caso de algún conflicto.
Por ejemplo, en la guerra de Malvinas, se movilizaron más buques mercantes que buques de guerra. Los dos bandos, tanto el argentino como el inglés, movilizaron más buques mercantes que buques de guerra.
El buque mercante tiene el rol importante de abastecer de combustible a las tropas —de tierra, mar, aire—, llevar pertrechos, armas, gente, soldados… Inglaterra los llevó en buques. También se pueden establecer hospitales a bordo.
Argentina tuvo en el conflicto de Malvinas 52 buques mercantes destinados al conflicto.
Impresionante.
Imaginate si nosotros no tuviéramos una Marina Mercante dispuesta. Si llegáramos a tener algún conflicto —es muy improbable hoy por hoy, pero nunca se sabe—. Nosotros perdimos las Malvinas precisamente por no ocupar esas tierras.
Es muy importante, sobre todo con el posicionamiento que se está dando en la Antártida, navegar esas aguas, y hacerlo con buques mercantes, con buques pesqueros, con tripulaciones argentinas.
Y hoy el gobierno está pensando en ceder toda esa capacidad estratégica, por supuesto, al mejor postor”.
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Victoria Montenegro: “El PRO allanó el camino que condujo a lo que vivimos hoy”

Luego de las elecciones legislativas de la Ciudad de Buenos Aires llevadas a cabo el domingo 18 de mayo, Victoria Montenegro, legisladora porteña del Unión por la Patria y referente en derechos humanos, habla con La Columna Vertebral Historias de Trabajadores.
En diálogo con LCV, la diputada aborda temas sensibles como la pérdida del valor del voto, la estigmatización de lo público, el avance del negacionismo, el retroceso en derechos conquistados y la necesidad urgente de reconstruir una comunidad política basada en la solidaridad. Sin eufemismos y con una perspectiva histórica, Montenegro advierte: “Estamos definitivamente en una guerra contra la maldad explícita. Ya ni siquiera se esconde”.
LCV: ¿Cómo se metabolizó, eh, la jornada del domingo y los resultados?
Victoria Montenegro:
“Por un lado, eh, creo que hemos hecho una muy buena elección y sumamos dos diputados, que en la pelea nuestra en la Legislatura es más que importante, ¿no? Vamos a ser la fuerza más importante en la Legislatura porteña, y eso es muy bueno en términos de poder llevar adelante los debates que defiendan a la sociedad, ¿no?
Que es algo que, a partir de las mayorías que ha tenido el PRO históricamente en la Legislatura, eh, bueno, fue muy difícil. Yo estoy terminando mi mandato, mi segundo mandato, y cuando ingresé el oficialismo tenía mayoría especial propia. Eh, imaginate lo que es eso, ¿no? Eh, no poder discutir absolutamente nada, querer discutirlo todo pero no tener fuerza. Bueno, eso se modificó a partir de esta elección.
Y después, bueno, una realidad y un tiempo, ¿no? Eh, clima de época complejo, porque si bien perdimos por muy poco, la persona con la que perdimos —el vocero presidencial, quien todos los días se jacta de ejercer sobre la población políticas de mucha crueldad, ¿no?— creo que eso es lo que más impacta.
Nosotros históricamente es un distrito adverso. Por eso pongo en valor que la elección fue buena, pero por un lado, la falta de participación ciudadana, ¿no?, de la responsabilidad de la votación. Y después, lo que viene pasando con La Libertad Avanza, con esta invitación permanente a la crueldad, ¿no?, las políticas de crueldad de este gobierno.”
LCV: ¿En qué lugar creés que ha quedado, en nuestra población de la ciudad, los valores que en otro momento eran tan importantes como, por ejemplo, el derecho a la salud, el derecho a la educación, el derecho a la circulación, etcétera?
Victoria Montenegro:
“Sí, mirá, yo creo que se viene dando, ¿no?, se viene construyendo un nuevo sentido común, o desde hace tiempo que el sentido común está en disputa. Y nuestra ciudad, que supo ser pionera en muchos aspectos, en muchas políticas —todo lo que tiene que ver con los derechos humanos, con las políticas de género, con las políticas de diversidad, con la salud por supuesto como una referencia, con la educación, con las universidades— todo eso, desde que se pone ya ni siquiera en duda —en un primer momento se comenzó a poner en duda el rol del Estado, ¿no?, y la importancia y el valor de lo privado— en eso el PRO también tiene un trabajito previo a esta catástrofe que hoy nos habita.
Digo, el ataque a los trabajadores del Estado, el desguace del sistema de salud, el desfinanciamiento de los hospitales, la falta de jerarquización de los médicos, de las enfermeras y enfermeros, la respuesta violenta frente a los reclamos organizados, la estigmatización del sindicato, la defensa de los trabajadores.
Digo, se fue allanando un camino. La disputa por el espacio público, quién habitaba lo público en la Ciudad de Buenos Aires. La cultura, el ataque a la cultura independiente desde hace varios años ya: ¿para quién iba a ser la cultura en la ciudad?, ¿para quién iban a ser las calles de la ciudad?
También un ataque político muy fuerte desde hace tiempo a nuestra fuerza. Habilitar la instalación de los discursos de odio, todas las puestas en escena que hacían en las calles —desde la guillotina en la puerta del Patria, desde las bolsas, ¿te acordás?, las bolsas mortuorias en Plaza de Mayo—. Digo, se fue allanando el camino que habilitó que Javier Milei sea presidente.”
LCV: ¿En qué lugar no estamos escuchando a la izquierda, a la arriba, a la abajo, como dice Martín Rodríguez, el enorme ruido del vacío que hizo este “no voy a votar”?
Victoria Montenegro:
“Mirá, yo creo que… a ver, uno viene hace tiempo identificando que hay algo que está cambiando y que no supimos identificar, ¿no? En nosotros, por la pandemia, veníamos identificando que había ataques, había cuestiones excepcionales que se convirtieron en cotidianas —las esvásticas, la vandalización de cuestiones relacionadas con las políticas de género, la memoria, en qué comuna se ubicaban—.
Construimos un mapa. De hecho, en su momento llamamos a periodistas para pensar juntos el tema de los discursos de odio. Había una discusión dentro de la política: me acuerdo que había compañeros que planteaban que no teníamos que hablar de los discursos de odio porque era darle legitimidad, ¿no? Y lo que nosotros veíamos es que efectivamente habitaba un mundo que no es el que nosotros conocemos —no es el que conocemos de la calle, de la básica, de los ámbitos de encuentro— pero que estaba generando comunidad, sobre todo entre los más jóvenes, y estaba instalando algo que nos estaba excediendo.
Lamentablemente, bueno, se dio una postura en la que algunos compañeros y compañeras pensaban que el avance en materia de derechos —en un sentido muy amplio: de las políticas sociales, de nuestra historia, de los derechos de las mujeres— era tan importante que realmente iba a ser irreversible. Y no se identificó esto que venía sucediendo, que obviamente no es espontáneo, que cuenta con mucho recurso económico, que habita el mundo de las comunicaciones —como se comunica hoy, ¿no?, las redes sociales—.
Para que los chicos sean parte de la comunidad y tengan más ‘likes’, hay determinadas frases odiantes, horribles, pero que las toman un poco en juego. No es tan horrible si lo compartís con otros y de repente tenés un montón de seguidores.
Bueno, hay toda una ingeniería puesta en instalar el odio y después banalizarlo. Hay una banalización de la crueldad. Y después hay una disociación. Porque si vos no entendés que hay un vacío que en realidad se genera porque hay un sector de la población que no cree que votando algo cambie…
No termina de entender por qué, si estamos afrontando una crisis y la mitad de nuestro pueblo está bajo la línea de pobreza, si hay niños que hoy se van a dormir sin comer, y el responsable, si querés, en Argentina tiene nombre y apellido: Mauricio Macri, que es quien toma la deuda con el Fondo y nos embarga y nos somete, y no rinde cuentas a la Justicia.
Entonces, hay un descreimiento de que efectivamente el voto va a servir para cambiar algo. Y después, la memoria se va corriendo. Porque decís: ‘Bueno, ejercer el voto en una sociedad como la nuestra, que atravesó una dictadura por la que miles de personas dejaron su vida y lucharon para que nosotros podamos vivir en democracia y ejercer ese voto…’
Entonces, si vos te ponés a pensar lo que nos está pasando en cuanto al valor del voto, en cuanto a la responsabilidad y la representación política también, ¿a quién se elige y para qué se lo elige? Después, lo que suele pasar muchas veces —si querés con el radicalismo, con el PRO— eran discusiones que teníamos en el recinto, plantearles que lo que estaban allanando era el camino para generar un vacío, que es el que hoy propone Milei: la antipolítica, la ausencia del Estado.
Y uno se pregunta: ¿cómo es posible que aún aquellas personas que hoy están viviendo en carne propia la ausencia del Estado…? Te lo digo porque uno acompaña muchas situaciones complejas. Yo trabajo mucho el tema discapacidad y las políticas sociales. Sin ir más lejos, ahora hace unos días me llega un caso de un papá, una situación espantosa, tratando de ayudarlo.
Entonces, cuando le explicamos que todo lo que se hacía antes, que eran trámites administrativos pero que rápidamente se encausaban y había una respuesta, hoy esas áreas ya no existen directamente. Y el papá lo primero que dice es: ‘Bueno, pero no me hablés mal del presidente’. Y es muy loco. Es muy loco.”
LCV: Están tan seguros de que no les importa nada… y que después hay un núcleo duro al que le importa y es feliz con las pérdidas de los derechos ajenos, o por lo menos de los propios también, pero no se dan cuenta que los utilizaron como herramienta de campaña, lejos del arrepentimiento.
Victoria Montenegro:
“Quieren volver a poner en valor la crueldad.”
LCV: Es un trabajo, es una gran batalla cultural para volver a poner en valor la crueldad. Entonces, si la perdimos, ¿por qué la perdimos esa batalla cultural? El ‘algo habrás hecho’, el ‘se lo merece’, todos los clichés que sabemos que se utilizan para estos casos volvieron a aparecer por la rendija. ¿Qué puerta no nos dimos cuenta que se estaba abriendo?
Victoria Montenegro:
“Sí, me parece que… yo no sé. Creo que hay que entender que siempre va a ser un escenario de disputa. Siempre va a estar en disputa. Hay momentos donde se puede avanzar más.
Digo, una cosa es —por ejemplo— hace 25 años, cuando a mí me encontraron… Bueno, en Argentina no había un proceso de justicia. Solamente habían quedado afuera, habíamos quedado afuera los bebés, digamos, pero no había un proceso como el que hoy ya existe, donde se comprueba efectivamente el accionar de los genocidas, los secuestros, el tormento, los cuerpos, toda la ingeniería puesta en la desaparición.
Entonces, una cosa era que hace 25, 30 años uno dijera: ‘Bueno, hay que ver…’, una cosa horrible, pero hace 30 años se hablaba de una guerra, de papás del corazón. Después de semejante proceso de justicia, ¿cómo es posible que hoy estemos discutiendo lo que se está discutiendo?
Y ahí me parece que hay que ver lo que está pasando en el mundo también. Lamentablemente, en Europa están creciendo los grupos de ultraderecha, neonazis. Hay una gran política. El dueño de estas empresas de comunicación saluda con el saludo nazi. Para entender a qué nos enfrentamos.
Leandro lo decía muy bien: lamentablemente, por un tiempo al menos, hay una invitación y está de moda la crueldad. Y hay que combatirla. Y para eso hay que generar organización, hay que generar ámbitos donde uno pueda encontrarse con el otro y pensar juntos. Hay que volver a poner en valor la solidaridad. Digo, estamos definitivamente en una guerra contra la maldad explícita. Ya ni siquiera se esconde.”
LCV: ¿Cómo lo encontraste a Leandro?
Victoria Montenegro:
“Y entiendo que… quizás… yo creo que más golpeado por esto mismo que te estoy diciendo. Porque es muy difícil aceptar tanta crueldad.
Uno puede pensar distinto con el PRO. Hemos discutido muchas veces, hay diputados con los que discutimos mucho. Creo que hay que reconstruir mucho. Creo que hay que… primero hay que asumir que esto está sucediendo.
A mí lo que más me preocupa es que a veces hablás con compañeros que no asumen. Es esto que te digo: ‘Che, el odio, no le digamos odio’. Y sí: quitarle los remedios oncológicos a una persona es un ejercicio de odio. Es una política de odio, una política de muerte.
Quitarle el subsidio a los electrodependientes es una política de muerte. Quitarle los tratamientos paliativos a quienes tienen enfermedades terminales o de dolor… es una política de muerte. De muerte con crueldad.”
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El gobierno nacional declara servicio esencial a más de una docena de actividades laborales

El presidente de la Nación, Javier Gerardo Milei, mediante el decreto 340/2025, declaró a siete actividades como servicios esenciales. En ese sentido, el gobierno determinó que conflictos colectivos que pudieren afectar la normal prestación de servicios esenciales o actividades de importancia trascendental quedan sujetos a las siguientes garantías de prestación de servicios mínimos.
En lo que respecta a la prestación de servicios mínimos, en el caso de los servicios esenciales, en ningún caso se podrá negociar o imponer a las partes una cobertura menor al SETENTA Y CINCO POR CIENTO (75 %) de la prestación normal del servicio de que se tratare.
En el caso de las actividades o servicios de importancia trascendental, en ningún caso se podrá negociar o imponer a las partes una cobertura menor al CINCUENTA POR CIENTO (50 %).
Se considerarán servicios esenciales en sentido estricto las siguientes actividades:
a. Sanitarios y hospitalarios, así como el transporte y distribución de medicamentos e insumos hospitalarios y los servicios farmacéuticos;
b. La producción, transporte y distribución y comercialización de agua potable, gas y otros combustibles y energía eléctrica;
c. Los servicios de telecomunicaciones, incluyendo internet y comunicaciones satelitales;
d. La aeronáutica comercial y el control de tráfico aéreo y portuario; incluyendo balizamiento, dragado, amarre, estiba, desestiba, remolque de buques y todos los servicios portuarios;
e. Los servicios aduaneros y migratorios, y demás vinculados al comercio exterior;
f. El cuidado de menores y educación de niveles guardería, preescolar, primario y secundario, así como la educación especial; y
g. El transporte marítimo y fluvial de personas y/o mercaderías y/o carga, servicios conexos y operaciones costa afuera, a través de los distintos medios que se utilicen para tal fin.


Raul “Rulo” Dellatore: “El blanqueo que quiere hacer el gobierno nacional es la ley Pablo Escobar”

Mariano Vilar: “La desregulación de la marina mercante es para llevarse dólares sin control y aumentar las tarifas”.
