fbpx
Connect with us

Destacada

El periodismo en la Era de la vociferación, por Hernán López Echagüe

La palabra, en esta era de Periodismo de voz huracanada, es una cosa, un elemento, una coartada. Cualquier cosa. La usan como mejor les cae. Es un guante, es un soquete, es una piedra, acaso una serpentina; es el puño de una camisa que a veces, según la conveniencia, abotonan o dejan suelto. Es, la palabra, la elección de la palabra, un artificio que usan para dejar entrever otras palabras que no se atreven a decir de modo directo, o para ocultar otras palabras que no se atreven a eliminar de modo directo. El Periodismo ya no excita ideas, debates, perplejidad, deliberaciones internas. Genera rechazo o aprobación. Un ejercicio incesante de la opacidad. El Periodismo, hoy, en la Argentina, es una entelequia. Los diarios y las revistas son factorías de arbitrariedades. Son el fin en sí mismo. Opinan y sancionan y alaban y desdeñan ya desde los titulares. El Periodismo ha perdido el encanto que tiene todo oficio y ha pasado a ser una profesión desprovista de la vibración que causa la novedad; una profesión, como la de ingeniero, la de escribano o economista, que discurre al margen de la incertidumbre y el titubeo. Todo está claro de antemano, incluso antes de sacar el trasero de la silla y salir a cubrir una noticia.

Se me hace que los periodistas que trabajan en esos medios, en los medios de uno y otro lado, porque los propios medios nos han enseñado que hay el uno y el otro lado, digo, que esos periodistas, los que redactan las noticias, los pirulos, tendrían que pensar un poco más en lo que están haciendo. A qué modelo de periodismo le son funcionales. Causa mucha pena escuchar a tipos que te dicen, de La Nación, de Clarín, de Página/12, y de toda esa cosa de medios que militan en uno u otro lado, porque está el asunto partido al medio, “sí, es todo una mierda, pero no puedo perder el trabajo”. Todo bien. No pierden el trabajo pero sí la libertad. Ese asunto de la libertad. Parece una utopía hablar de la libertad, pero no, no lo es. No se puede perder la libertad a los 25, 30 años. En realidad, no habría que perderla nunca. Pero a esa edad, maldita sea perderla (licencia de traducción). Uno puede llegar a entender, pero nunca jamás aprobar, que periodistas de 60 ó 70 años, que comenzaron su oficio hace décadas a la manera de hacedores de un nuevo periodismo, comprometidos con las cosas, hoy no sean más que amanuenses de uno u otro lado, porque se ha instaurado, mi diablo, el uno y el otro lado. Y algo hay que llevar a la mesa.

“sí, es todo una mierda, pero no puedo perder el trabajo”. Todo bien.

No pierden el trabajo pero sí la libertad. Ese asunto de la libertad.”

Las noticias, en uno y otro lado, están repletas de opinión, de adjetivación. Una adjetivación sustantivada. La puesta en escena de un clima, de un ánimo. Un abuso de confianza. De los unos y de los otros. Abusan. Atropellan. Siembran una falsa opción que, de raíz, hace a un lado a los que no les importa ni una ni otra margen del río. A esos locos que andan navegando entre el despotismo que gritan los unos y la revolución que gritan los otros. ¿Qué nos dejan para decir sin ser considerados funcionales a los unos o a los otros?

La censura existe. Siempre existió. La censura es la base de la dominación cultural. Sin censura, sin un control de la información, ningún poder político y  económico avanza. Y no me refiero sólo a las noches de dictaduras, desde luego.

En las redacciones de diarios y revistas los periodistas tienen más certeza de lo que no pueden escribir ni publicar, de que lo que van a escribir y publicar. Existe, en uno y otro lado, porque hay un lado y hay el otro, una suerte de manual del oscurantismo fundado en la exclusión de ciertas noticias, en la reprobación de ciertos nombres, en una continua corrección de notas fundada no ya en cuestiones semánticas o gramaticales, sino en algún contenido que perturba los intereses políticos, mercantiles o ideológicos del medio. Amputación directa. Un manual que nadie ha escrito, un manual que no está escrito, y ni falta hace que alguien lo escriba. Está en los intereses de los dueños de los medios (puede ser el Estado, pueden ser empresarios del mensaje) y, de prepo, al calor de la necesidad de mantener un empleo, un ingreso mensual, la cabeza de los periodistas absorbe ese manual tal vez de modo inopinado. Los sumergen en la perversa dicotomía de silencio o chau, vista gorda o chau.

Quizá, lo que anda a la deriva no es la libertad sino, a mi juicio, la capacidad de discernimiento. Es el tiempo del pensamiento débil, del acomodamiento al pensamiento de un Otro más poderoso; del pensamiento fácil, de la ausencia de contradicciones. Todo es plano. Vivimos en un páramo de ideas.

La censura existe. Siempre existió. La censura es la base de la dominación cultural.

A los que a veces nos asaltan las ganas de decir algo, de escribir o decir algo que no coincide con lo que dicen o escriben los medios de uno y otro lado, porque de dos lados está la cosa, se nos prohíbe nada y a la vez todo. La pequeñez del periodismo grande e importante de la Argentina, me trae a la memoria la pequeñez, divertida, escandalosamente entretenida, del decreto que lanzó años atrás el alcalde de Sarpourenx, pueblo minúsculo del suroeste de Francia donde impera la prohibición de morir. “No puedo enterrar [sic] a más gente”, dijo el alcalde, Gérard Lalanne, sin ocultar la pesadumbre. “Al primer muerto que llegue, lo mando al prefecto, el representante del Estado”. Y acto seguido decretó: “Artículo 1. Queda prohibido a cualquier persona que no tuviere una plaza en el cementerio y deseare ser inhumada en Sarpourenx, fallecer en el municipio. Artículo 2. Los infractores serán severamente sancionados por sus actos”. Es que en el cementerio Sarpourenx, de cuatrocientos metros cuadrados, ya no había cabida para cuerpo alguno.

Prohibido decir, gente. Porque si uno piensa y dice, enterrarán tus palabras en otro lado. Ya no queda espacio en el cementerio del periodismo.

(Publicado en la página del autor, hlediario, en el año dos mil once. Nada cambió demasiado desde entonces. ‘Andaba con ganas de escribir algo sobre el periodismo y de pronto caí en la cuenta de que ya lo había escrito hace años. A veces hay palabras que son inmarcesibles’, dice Hernán López Echagüe, hoy)

Seguir leyendo
Comentá

Leave a Reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.

Archivo

Vladimir Putin: ayer y hoy, por Oscar Taffetani

Electo con el 87% de los votos (y una participación del 74,22% del padrón) Vladimir Putin se prepara para un nuevo ciclo de gobierno en Rusia, enorme país euroasiático cuyo poder controla directa o indirectamente desde el fin del siglo XX. La nota que reproducimos, publicada en 2006 en Nuevo Siglo On Line y ahora rescatada de su archivo, analiza y caracteriza el poder de Putin, a propósito del asesinato en 2006 de Anna Politkovskaya, una periodista muerta “en confusas circunstancias” cuando estaba denunciando la matanza de rebeldes de Chechenia. Poco antes de las últimas elecciones en Rusia, el mundo se enteró del supuesto suicidio, en una prisión de Siberia, de Alexei Navalny, otro líder y referente de la oposición a Putin. La lista de muertes dudosas, en Rusia, ya es interminable. Y por eso la foto que ilustra la nota rescatada de archivo no difiere mucho de la que podría tomarse hoy. Los muertos, por supuesto, no salen en la foto..

MENSAJE DE ANNA, DESDE EL PAÍS DE PUTIN

Anna Politkovskaya

La naturaleza del poder de Vladimir Putin, su innegable ascendiente sobre los antiguos “”apparatchik”” del imperio soviético y su presencia impetuosa y a la vez amenazante, quedó reflejada en una instantánea tomada en 2001 por algún fotógrafo oficial.
Putin se había reunido con los titulares de las nuevas repúblicas de la Federación Rusa como en los mejores tiempos de Stalin, cuando esa clase de meetings se celebraban en alguna dacha de las afueras de la Capital, llegados los amables calores de estío, a la sombra de los altos (y emblemáticos) abedules. Allí se lo ve a Stalin, perdón, a Putin, saliendo del bosque acompañado por diez presidentes, todos con ropa informal, aunque uniformados en el aspecto que más importa: el mental.

Putín año 2001 junto a 9 presidentes

A nadie le cabe duda, a esta altura de los acontecimientos, de que Putin es la nueva máscara de un antiguo régimen, la fórmula que encontraron los rusos para tranquilizar a un Occidente en donde se había puesto peligrosamente de moda -allá por los ’90- derribar muros y exigir bagatelas como la democracia y los derechos humanos.
La matriz estalinista -construida sobre los sedimentos del despotismo zarista- no había cambiado en absoluto: empresas estatales privatizadas, con enormes activos heredados de tiempos socialistas, brindaban ahora “oportunidades de negocios” al capital trasnacional. Pero sus gerentes eran invariablemente rusos: jóvenes ejecutivos y “tycoons” nacidos del desmadre soviético, aunque siempre concientes de las deudas contraídas con el viejo régimen (y cuando se olvidaban, como en el caso de la petrolera Yukos, el antiguo régimen se encargaba de recordárselos) .

Cuando pasó la borrachera liberal de Mr. Jack Daniel’s (así le decían a Boris Yeltsin), Rusia volvió a lo de siempre: a la censura sistemática, al disciplinamiento y castigo del disidente, al “pogrom” contra los pueblos o las etnias en rebeldía.

En el Pravda soviético no se podían publicar notas policiales, para no desmoralizar a la población. Y sobre las campañas del Ejército Rojo más allá de las fronteras del imperio, sólo podía tenerse la versión oficial, por ejemplo, que se había aplastado la conspiración capitalista-imperialista en Hungría, en Polonia o Checoslovaquia; que se había terminado con el feudalismo de algún jeque árabe en un pequeño país del África; que se había liberado a algún pueblo del Asia central del retrógrado fundamentalismo musulmán, y así.

En el Pravda de estos tiempos, el pluralismo consiste en no hacer preguntas molestas, no recordar el pasado de los funcionarios, no ayudar a los “enemigos de la patria” y no dar espacio al “terrorismo” en ninguna de sus formas. Y los medios que no cumplen con la consigna son presionados económicamente, políticamente y también del modo que hemos visto con la periodista Anna Politkovskaya.
Así, las familias del submarino nuclear Kursk debieron asistir por interminables horas, destrozadas, a la agonía y la muerte decretada de los tripulantes, sepultados a escasos metros de profundidad en el Mar de Barents, todo para no brindar al “enemigo” secretos sobre el accidente ocurrido.
Así, las familias de los rehenes en un teatro de Moscú, o las de los rehenes en la escuela de Beslán, debieron admitir, estoicamente, que un rescate eficaz tiene siempre un alto costo en vidas inocentes. Luego, llegará el turno de los claveles rojos, las condecoraciones y las lágrimas sobre las frías piedras de los cementerios.

Ésta es la nueva Rusia, que conduce con mano firme Vladimir Putin. Cualquier semejanza con la Rusia de Stalin es pura coincidencia. O malintencionada crítica, hecha por el “enemigo”.

Novaya Gazeta

Nóvaya Gazeta -el medio para el que trabajaba Anna Politkovskaya hasta el sábado 7 de octubre, cuando la mataron a balazos- ya había perdido hasta ese momento dos corresponsales, Igor Domnikov y Yuri Schekochijin. En el primer caso, gracias a una investigación realizada por el staff del quincenario, se logró poner a los autores materiales a disposición de la justicia. En el segundo, no se pudo hacer nada, ya que ni siquiera a los familiares de la víctima se les permitió ver los resultados de la autopsia.

Así están las cosas en Rusia, enorme nación que pudo construirse, históricamente, sobre la sangre de millones de seres humanos, y cuyas diversidades y conflictos quedaron aplastadas bajo el peso de un implacable Estado que maneja -como todos los Estados- oscuras e impenetrables “cuestiones de Estado”.

Viacheslav Titiokin, compañero de Anna, también periodista de Nóvaya Gazeta, escribió una emocionante despedida para la colega, con la promesa de investigar -si es necesario, hasta la muerte- el asesinato. “Continuaremos la investigación -escribió- y los asesinos serán castigados. Mientras Nóvaya Gazeta exista, los asesinos de Anna no dormirán tranquilos”.

He ahí un magnífico mensaje moral que nos dan los periodistas rusos, de coraje y amor por la profesión, en tiempos difíciles.

(Artículo publicado en 2006 en Nuevo Siglo On Line , bajo el título “Mensaje de Anna, desde el país de Putin” y rescatado por su autor, Oscar Taffetani, para formar parte del Archivo LCV)




Continue Reading

Destacada

Suman más de 5.000 los trabajadores estatales despedidos. ATE teme que se venga lo peor.

Desde el gobierno festejan que el plan motosierra esté en marcha.El Ministro de Economía pretende ir por más y reducir el personal del Estado en un 30%. Los resultados empiezan a ser visibles en algunos organismos como el INCAA, el CONICET, la Secretaría de Derechos Humanos, AYSA, ANDIS y Obras públicas,entre otros. De los ‘despidos por goteo’ se pasó a la etapa de los despidos masivos.

Por este motivo, la Asociación Trabajadores del Estado (ATE) se movilizó el 15 de marzo frente al Ministerio de Capital Humano en alerta por los más de 70 mil vínculos laborales que el Gobierno podría finalizar el 31 de marzo, y contra las políticas de ajuste y desguace del Estado que impulsan desde esta cartera.

Se calcula que en el ámbito nacional ya hubo una baja de más de 5.000 empleados en diversos organismos del Estado Nacional. Febrero y marzo fueron los meses elegidos para aumentar las bajas.

La precarización laboral que llevó adelante el propio Estado mantiendo trabajadores que se desempeñaban como planta permanente pero figuraban como monotributistas -debiendo renovar contrato cada año-, sumado a los sueldos ficticios compuestos por una base en blanco misérrima a la que agregaban bonos de incentivos y otros artilugios contables, han convertido a los trabajadores estatales en rehenes, ficha de cambio en cada gobierno.

Hoy vuelven a vivir la angustia de quedar en la calle por una política de ajuste que no tiene en cuenta su desempeño real en los diversos ministerios y secretarías. Son estatales y están orgullosos de serlo.

Estado de situación en distintos organismos

CONICET. 129 despedidos. “Ante los despidos masivos en Mincyt y otros organismos, y sin tener aun los contratos firmados que en 15 días dejan 1200 compañeres sin trabajo, convocamos a un paro nacional en CONICET y en Capital, nos movilizamos a Jefatura de Gabinete”, sostiene el comunicado difundido esta semana llamando a un paro con movilización para el próximo miércoles 20 de marzo. Convoca ATE-Conicet a las 11 hs en Diagonal Sur al 700, en Ciudad de Buenos Aires.

AYSA, 200 despedidos en los últimos días que se suman a los 21 personas cesanteados en el inicio de la gestión Milei. Fuentes sindicales advierten un plan de recortes de planta de otros mil trabajadores.

Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS), 160 despedidos a fines de febrero que se suman a los 17 cesanteados en enero.

INCAA: 170 despidos en el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales. La desfinanciación del organismo provocará la caída de empleo en la industria del cine, a lo que se suma la amenaza de privatización del histórico cine Gaumont y el fin de las plataformas Cine.ar, Cine.ar Play .

RADIO NACIONAL: 100 despidos, además de los 500 contratos de conductores y productores no renovados en el cambio de gobierno. Se suma la preocupación de los trabajadores de Telam ante el anuncio de su cierre inmediato por parte del presidente Milei. Telam cuent con 755 empleados en todo el país y es la agencia de noticias estatal más grande de América Latina y la segunda en importancia en español

CAPITAL HUMANO. 600 empleados menos en el área de Desarrollo Social. Sandra Petovello hizo un ajuste del 10% de su personal dejando en la calle a un total de 1.914 que provenía de distintos ministerios ahora bajo su órbita: Trabajo; Mujeres, Género y Diversidad; Educación; Cultura; Desarrollo Social y la ex Secretaría Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia. En estos días, Petovello anunció una tanda de más de 600 despidos correspondientes al cierre de 59 Centros de Referencia (CDR) que dependían de Desarrollo Social.

SECRETARIA DE DDHH. 26 despedidos. Eran trabajadores que prestaban servicio en distintas oficinas de la ex-ESMA. De muestra basta un botón. Entre los cesanteados figura una ex detenida desaparecida que conmocionó a los medios rosarinos. Se trata de Adriana Arce, secuestrada en mayo de 1978 a los 30 años, estando embarazada. Docente, fundadora de la CTERA; sobreviviente del centro clandestino de detención de la Fábrica de Armas Domingo Matheu, pasó por dos centros clandestinos de detención hasta que fue legalizada. Estuvo presa en la cárcel de Villa Devoto y luego se exilió en España. Adriana fue una testigo privilegiada dl golpe comando que el 8 de octubre de 1984 produjo el robo de cientos de documentos en los tribunales provinciales, incluida la declaración que ella misma había dado horas antes. Su testimonio permitió descubrir varios centros clandestinos. Desde hace años trabajaba en el Archivo de la Memoria. Hoy forma parte de la lista de despidos de los últimos días.

OBRAS PÚBLICAS. 1800 trabajadores despedidos por la La paralización de la construcción de la represas Jorge Cepernic y Néstor Kirchner en Santa Cruz. La Uocra convocó a una manifestación en los accesos para exigir respuestas con trabajadores de distintas localidades. El gobierno de Santa Cruz dictó la Conciliación Obligatoria y retrotrajo los despidos. El presidente de la Cámara Argentina de la Construcción (Camarco), Gustavo Weiss, estimó que desde noviembre a esta parte se perdieron entre 60.000 y 70.000 empleos en su sector producto, principalmente, por el freno de la obra pública y una merma en la actividad de las compañías más vinculadas al sector privado.

MINISTERIOS: Entre los disversos ministerios hubo un promedio del 7% menos de empleados. En el podio figura el Ministerio de Infraestructura (11% del plantel/366 trabajadores menos). Lo siguen Presidencia, Jefatura de Gabinete y Capital Humano con un 10% de ajuste. A la saga: ministerio del Interior (7%), Ministerio de Justicia (5%). El único ministerio que no sufrió ninguna merma en el plantel, fue el de Seguridad, con la conducción de Patricia Bullrich (0%)

Continue Reading

Destacada

Multitudinaria asamblea en el Gaumont, represión y dos heridos

Mientras en el Congreso se discutía el rechazo al DNU, a 200 metros una asamblea multitudinaria de trabajadores de la cultura protestaba por el anunciado cierre del emblemático cine Gaumont y el desfinanciamiento del INCAA. Un golpe al cine nacional que ya dejó en la calle a un centenar de personas por decisión del presidente del Instituto, Carlos Luis Pirovano, quien anuló la renovación de contratos a partir del 31 de marzo.

Desde hace décadas el cine Gaumont es el espacio que garantiza la exhibición de películas argentinas, muchas de las cuales no hubieran tenido la posibilidad de salir a la luz por no formar parte del circuito comercial tradicional. Su posible privatización provocó el rechazo no sólo del sector audiovisual sino de todos los espectadores que encontraban allí un refugio para ver cine nacional.

«La medida tiene el claro objetivo de destruir cualquier posibilidad de ejercer la soberanía audiovisual, entregando los fondos públicos para garantizar la colonización con un relato único que legitime el saqueo», indicaban los documentalistas de DOCA en la convocatoria. También llamaron al abrazo simbólico del histórico cine  ATE INCAA, colectivos de cineastas, y profesionales, estudiantes de las instituciones nacionales, y agrupaciones como Unidxs por la cultura.

«El ataque al cine nacional es ideológico. No resuelve ni el hambre ni la pobreza. Y deja sin trabajo a más de 600 familias que dependen de la industria», sostenían en la asamblea de la que participaron reconocidos actores como Leonardo Sbaraglia, Boy Olmi, Martín Piroyansky, entre otros. Desbordados por la cantidad de gente, algunos bajaron el cordón de la vereda y comenzó la represión con palos y gases. Un cordón policial terminó provocando un caos en el tránsito.

Dos heridos y tragedias entrecruzadas

Por decisión de la ministra Patricia Bullrich entorpecer el tráfico se convirtió en un delito de máxima peligrosidad. Mientras se aplicaba el protocolo, un auto atropelló a dos personas. De acuerdo al relato de ANRed: “La policía liberó la calle sin garantizar las condiciones en una actividad donde la convocatoria excedía las dimensiones de las veredas. Algo similar viene pasando en otras movilizaciones. Por ejemplo el pasado 30 de diciembre, cuando se desarrolló un abrazo al Fondo Nacional de las Artes y una posterior movilización al Instituto Nacional de Teatro. Allí, mas de 400 personas marchaban por las calles, muchas de ellas angostas, mientras la policía enviaba a los autos contra la manifestación.”

Uno de ellos llevaba otro drama a cuestas: Augusto Herrera pasó por allí un rato a ver a su novia que es vestuarista y actriz. Él no formaba parte de ninguna organización cultural, acababa de ser despedido de AYSA y andaba repartiendo curriculums en busca de empleo. Tercera generación de trabajadores del organismo que regula el agua en el país, una vocación que pasó de padres a hijos, de pronto estaba en la calle.

Augusto Herrera

“Mi hermano no estuvo ni 20 minutos ahí que cuando cruzó la calle Virrey Ceballos  cuando esta persona lo pasa por encima y lo choca. Y gracias a las personas que estaban manifestándose, que fueron quienes lo acompañaron, lo asistieron y fueron quienes evitaron que los policías le pisen la cabeza. Porque entre burlas, los policías lo querían arrastrar para sacarlo de la calle mientras él estaba ensangrentado en el piso”, comentó su hermana, Sabrina Herrera. Augusto sufrió doble fractura de tibia y peroné, tuvo que ser operado por las heridas y su hermana explicó que deben “juntar $700.000 para pagar la operación porque la obra social no cubre todo”.

Drama, sobre drama, sobre drama. En tanto, el conductor que atropelló intencionalmente a los manifestantes, Román Ezequiel Trani, no fue detenido en el momento a pesar de haber sido visto por decenas de personas mientras lanzaba su auto contra los manifestantes.

Continue Reading
Advertisement

Facebook

Copyright © 2017 Zox News Theme. Theme by MVP Themes, powered by WordPress.