Lito Borello, secretario de Derechos Humanos de la UTEP, habló con La Columna Vertebral desde la cabecera de la marcha por San Cayetano que se da cada año desde Liniers hasta Avenida de Mayo. El dirigente se refirió a las reivindicaciones que se exigen, el significado político de la marcha y la fe de los movimientos populares.
LCV: Hoy es pan, tierra, techo y trabajo la demanda. Decime cómo ves la situación. ¿Cómo crees que se va a recepcionar el pedido? ¿Crees que va a haber alguna respuesta?
-Hay dos cosas que están en el centro hoy de esta marcha. Por un lado, esta nueva tanda de apretadas, de estigmatización, de criminalización hacia los movimientos populares, hacia las organizaciones, hacia los líderes de las organizaciones, y lo segundo, como bien vos decís, una coyuntura muy particular, una expectativa abierta pero que no es un cheque en blanco porque no es cambio de figurita. No es una cuestión de cambiar funcionarios y nada más, sino que lo que hay es la expectativa de un cambio de políticas que impliquen realmente que se empiece por los de atrás, que se ponga en valor los sectores populares, los sectores más castigados, los sectores más humildes, y que haya leyes concretas que dejen de ser asistencialistas, aunque digan que no, y que se pongan de verdad manos a la obra en el desarrollo, la promoción, en el crecimiento, en la posibilidad de crecimiento de una economía popular que todos los días es para de este país. Por lo tanto, que, al pensar un modelo de país, hoy en una crisis mundial, en medio de los señores de la guerra llevando la guerra a todo el mundo, en medio de un sistema económico absolutamente desgastado en todo el mundo donde no va a generar nunca más pleno empleo, o se da desarrollo a la economía popular o lo que no se quiere reconocer es que no se quiere tener en cuenta a ese sujeto.
LCV: ¿Quiénes están en esa cabecera?
-Están todos los sectores de la UTEP, el MTE, Evita, Barrios de Pie, todas las organizaciones, son más de 20 nacionales y casi 200 muchas barriales. Está todo el mundo. Sé que atrás alcanzo a ver sectores de la CTA que están también marchando y distintos sectores también del movimiento obrero que ustedes recuerdan que, en distintos lugares, en Once, en Congreso, van acercándose a saludar a la columna y a dejar alguna delegación. Como siempre nosotros aspiramos a que sea lo más amplia, lo más diversa, lo más plural posible, si bien es cierto que es una marcha que tradicionalmente es de los movimientos populares.
LCV: ¿La gente se suma a la marcha?
En general nos pasa que, en las distintas esquinas, algunas más que otras, pero todo Rivadavia tiene un sujeto muy popular. Por lo tanto, nos viene pasando que en las esquinas saluda la gente, se junta, aplaude, alguno viene con banderas, algunos vienen con vírgenes también, con una liturgia más religiosa, pero sin duda que como ustedes lo dicen: esta es una marcha que tiene una tradición de fe pero sin ninguna duda tiene una gran connotación política y mucho más en momentos como los que vivimos, en donde hay una fuerte expectativa a que cambie la tendencia de esta situación, que los que tienen, la siguen juntando en pala, y los sectores populares, los trabajadores, siguen estando muy mal. Una de las cosas que comentan los compañeros de los comedores que ahora viene a buscar comida, gente que tiene trabajo pero que no le alcanza, y que se acerca a los grupos comunitarios a poder ayudarse para llegar a fin de mes.