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EE.UU: Aumentan protestas pro Palestina en un singular año electoral
Por Carmen Valdivieso Hulbert, corresponsal LCV en New York
Las protestas pro Palestina se han intensificado en numerosas universidades de Estados Unidos, con unos 500 arrestos en esta semana. Los estudiantes condenan los ataques militares de Israel en Gaza, y exigen la desinversión de los fondos universitarios en operaciones militares israelíes. Durante la Pascua Judía muchos miembros de la colectividad también se manifestaron contra el exterminio palestino frente a la casa de un senador demócrata.
Todo empezó hace 10 días en Columbia University, donde los estudiantes propalestinos levantaron tiendas de campaña en los jardines del campus universitario. Las autoridades universitarias llamaron a la policía y un centenar de estudiantes fueron arrestados, mientras que otros fueron suspendidos y expulsados del lugar. Desde esa fecha grupos de universitarios de otros estados se han solidarizado con el movimiento y han tratado de levantar campamentos en los jardines de sus campus, no solo en Nueva York , sinó también en otras universidades de todo el país, desde Massachusetts, Wisconsin, Minnesota, Texas y California, entre otros. Ya suman 500 los estudiantes arrestados a lo largo de todo el territorio nacional.
Los ataques militares de Israel en Gaza que ya se han cobrado la vida de 34.183 palestinos, con 77.143 heridos y centenares de miles de evacuados, tuvieron una rápida repercusión entre los estudiantes universitarios que reclamaban el fin de las matanzas. La invasión israelí en territorio palestino comenzada luego del atentado terrorista en la frontera provocado por un grupo de Hamas el 7 de octubre, donde murieron 1.700 personas y hubo 8.700 y 240 rehenes, fue presentada por Netanyahu como una represalia pero se está convirtiendo en genocidio según los estudiantes en favor del pueblo Palestino.
Algunas voces han comparado las protestas propalestinas de estos días a las multitudinarias manifestaciones contra la guerra de Vietnam a fines de la década del sesenta y principios de los 70s, aún queda por verse cuál será su alcance, aunque existen muchas similitudes políticas en ambos escenarios.
Asimismo nos han recordado a las protestas universitarias y de grupos de activistas por los derechos civiles de los años 80, contra el Apartheid en Sudáfrica, que exigían la desinversión de capitales en empresas sudafricanas, desencadenando el fin de ese régimen y la liberación del líder Nelson Mandela quien a su vez fue elegido presidente de la nueva nación libre.
Todo esto se vive en medio de un ambiente cargado de calor político en un año electoral, en el cual el presidente Joe Biden, visiblemente envejecido, realiza una limitada campaña de reelección por el Partido Demócrata, mientras que su rival republicano, el ex presidente Donald Trump, tiene una limitada campaña proselitista debido a cuatro juicios que enfrenta por varios delitos de fraude, obstrucción de justicia y por violaciones a la ley de espionaje, en estados como Nueva York, Georgia, Florida y en la capital Washington DC.
En un principio, los medios informativos de Estados Unidos catalogaron las actuales manifestaciones estudiantiles como antisemitas, pero el tono ha ido cambiado hasta quedar ahora en protestas pro Palestina. Sin embargo, muchos grupos judíos participan activamente en las protestas.
Pascua judía y reclamos de alto el fuego
El martes, el mismo día en que el Senado estadounidense aprobaba un paquete de ayuda militar de 95 millones de dólares para Israel y Ucrania, cientos de manifestantes judíos se congregaron en Brooklyn frente a la residencia del senador Chuck Schumer, líder de la mayoría demócrata en el Senado que esta semana logró que se votara una ayuda extra de 26 mil millones de dólares a Israel. Ese fue el lugar elegido para el inicio de una festividad como la Pascua judía, el Séder, la cena pascual convertida en una manifestación de reclamo para que se detenga el financiamiento del genocidio en Gaza.
Durante el acto, muchos líderes judíos, entre ellos rabinos, y activistas palestinos de Nueva York, destacaron su condena al sionismo y su respaldo al pueblo palestino que padece en Gaza. Mientras coreaban “Cese inmediato del fuego”, “Dejen que Gaza exista”, “Detengan el financiamiento a Israel”, miembros del grupo Judíos por la Paz, acompañados de cientos de vecinos de la zona, entre ellos muchos palestinos, bloquearon las arterias de la zona adyacente a Grand Army Plaza una de las áreas de Brooklyn de mayor tránsito vehicular. Entre los asistentes, la escritora Naomí Klein quien pronunció un duro discurso: “Lo que quiero decirles esta noche en este revolucionario e histórico Séder en las calles es que demasiada gente de nuestro pueblo está adorando una vez más a un falso ídolo. Están cautivados por él. Intoxicados por él. Profanados por él. Ese falso ídolo se llama sionismo.“
La intensidad de las protestas que han ido creciendo al calor de las acciones militares de Israel en Gaza y el aumento de muertos y heridos entre la población civil palestina, han conseguido muchos más adeptos entre los estadounidenses que ven toda esa información ya sea por televisión o en sus teléfonos a través de las redes sociales.
Al igual que en 1968, un año sumamente violento no sólo por las protestas de la guerra de Vietnam, sinó por los asesinatos de Bob Kennedy y Martin Luther King, la convención del Partido Demócrata este año se realizará en Chicago. Fueron quizás las numerosas protestas en ese año, las que llevaron a los estadounidenses a elegir al republicano Richard Nixon, quien ofrecía una mayor paz y un nuevo rumbo de la guerra en Vietnam. Promesas que cayeron en saco roto.
En esa ocasión numerosas organizaciones planearon marchas alrededor de la sede de la Convención Demócrata, con o sin permiso de las autoridades. Efectivamente durante el evento hubo violentos enfrentamientos entre grupos de oposición y la policía, con más de 600 civiles y 152 policías, heridos.
Este año, una nueva generación que ha crecido con movimientos sociales como Ocupemos Wall Street, y La vida de los negros vale, está horrorizada por los sucesos de los ataques militares de Israel en Gaza donde han muerto más de 34 mil civiles. Asimismo, más de 1.000 ministros religiosos negros le han pedido al presidente Biden a que ponga presión para un cese del fuego en Gaza.
Grupos antibélicos ya planean multitudinarias protestas en Chicago este agosto, entre ellos, la Red Comunitaria palestino estadounidense que ha manifestado que marchará con o sin autorización. Según una encuesta de la Universidad Quinnipiac publicada la semana pasada indica que el 53% de demócratas se opone a una mayor ayuda a Israel para la guerra contra Hamas. Y los ánimos ya están caldeados por la creciente inflación y una inmigración descontrolada.
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PASCUA JUDÍA N.Y./ 26 de abril de 2024
Discurso de Naomi Klein en el Séder de Emergencia en las Calles de Nueva York.
He estado pensando en Moisés y su ira cuando descendió del monte y encontró a los israelitas adorando a un becerro de oro.La ecofeminista que hay en mí siempre se sintió incómoda con esta historia: ¿qué clase de dios tiene celos de los animales? ¿Qué clase de dios quiere acaparar todo lo sagrado de la Tierra?
Pero hay una manera menos literal de entender esta historia. Nos habla de falsos ídolos. De la tendencia humana a adorar lo profano y lo que reluce, a fijarnos en lo pequeño y material en lugar de en lo grande y trascendente.
Lo que quiero decirles esta noche en este revolucionario e histórico Séder en las calles es que demasiada gente de nuestro pueblo está adorando una vez más a un falso ídolo. Están cautivados por él. Intoxicados por él. Profanados por él.
Ese falso ídolo se llama sionismo.
Es un falso ídolo que usa nuestras más profundas historias bíblicas de justicia y emancipación de la esclavitud –la historia misma del Pésaj– y las convierte en groseras armas de robo colonial de tierras, hojas de ruta para la limpieza étnica y el genocidio.
Es un falso ídolo que ha tomado la idea trascendente de la tierra prometida –una metáfora de la liberación humana que ha viajado a través de múltiples religiones a todos los rincones del mundo– y se ha atrevido a convertirla en un cheque en blanco para un Etnoestado militarista.
La versión de la liberación que nos presenta el sionismo político es en sí misma profana. Desde el primer momento, requirió la expulsión masiva de los palestinos de sus hogares y sus tierras ancestrales en la Nakba. Desde el primer momento ha estado en guerra con los sueños de liberación. En un Séder vale la pena recordar que esto incluye los sueños de liberación y autodeterminación del pueblo egipcio. El falso ídolo del sionismo equipara seguridad israelí con dictadura egipcia y Estados clientes.
Desde el primer momento el sionismo se ha abocado a una retorcida idea de libertad que ve a los niños palestinos no como seres humanos, sino como amenazas demográficas, de la misma manera que el faraón en el libro del Éxodo temía a la creciente población de israelitas y por ello ordenó la muerte de sus hijos.
El sionismo nos ha traído a nuestro actual momento de cataclismo y es hora de que lo digamos claramente: siempre nos ha estado conduciendo hacia aquí.
Es un falso ídolo que ha llevado a demasiada gente de nuestro pueblo por un camino profundamente inmoral y que ahora tiene a esa gente justificando la violación de mandamientos fundamentales: no matarás, no robarás, no codiciarás.
Es un falso ídolo que equipara la libertad judía con las bombas de racimo que matan y mutilan a los niños palestinos.
El sionismo es un falso ídolo que ha traicionado todos los valores judíos, incluso el valor que le damos a cuestionar (una práctica que hace parte del Séder con sus cuatro preguntas formuladas por el niño más pequeño).
Ha traicionado incluso el amor que tenemos como pueblo por los textos y la educación. Hoy, este falso ídolo justifica el bombardeo de todas las universidades de Gaza; la destrucción de innumerables escuelas, archivos, imprentas; el asesinato de cientos de académicos, periodistas, poetas: esto es lo que los palestinos llaman escolasticidio, la aniquilación de los medios de educación.
Mientras tanto, en esta ciudad, las universidades llaman a la Policía de Nueva York y se atrincheran contra la «grave amenaza» que representan sus propios estudiantes, los que se atreven a hacerles preguntas básicas: ¿cómo puedes decir que crees en algo, y menos que menos en nosotros, mientras habilitas, inviertes y colaboras con este genocidio?
Al falso ídolo del sionismo se le ha permitido crecer sin control durante demasiado tiempo.
Por eso esta noche decimos: esto termina aquí.
Nuestro judaísmo no puede ser contenido por un Etnoestado, porque nuestro judaísmo es internacionalista por naturaleza.
Nuestro judaísmo no puede ser protegido por el Ejército aniquilador de ese Estado, porque lo único que hacen los militares es sembrar dolor y cosechar odio, incluso contra nosotros como judíos y judías.
Nuestro judaísmo no se ve amenazado por quienes alzan sus voces en solidaridad con Palestina sin importar raza, etnia, capacidad física, identidad de género o generaciones. Nuestro judaísmo es una de esas voces y sabe que en ese coro reside tanto nuestra seguridad como nuestra liberación colectiva.
Nuestro judaísmo es el judaísmo del Séder de Pésaj: la reunión en ceremonia para compartir comida y vino por igual con seres queridos y con extraños, el ritual inherentemente portátil, lo suficientemente liviano como para llevarlo en nuestras espaldas, que no necesita de más nada que de tú y yo: ni muros, ni templo, ni rabino, con un rol para todos, incluso –especialmente– para el niño más pequeño. El Séder es una tecnología de la diáspora por antonomasia, hecha para el duelo colectivo, la contemplación, el cuestionamiento, el recuerdo y la reactivación del espíritu revolucionario.
Así que mira a tu alrededor. Este, aquí, es nuestro judaísmo. Mientras las aguas suben y los bosques arden y no hay nada seguro, oramos ante el altar de la solidaridad y la ayuda mutua, cueste lo que cueste.
No necesitamos ni queremos el falso ídolo del sionismo. Queremos liberarnos de un proyecto que comete genocidio en nuestro nombre. Liberarnos de una ideología que no tiene ningún plan para la paz más que tranzar con Petroestados teocráticos asesinos, mientras vende al mundo las tecnologías del asesinato ultratecnologizado.
Buscamos liberar al judaísmo de un Etnoestado que quiere que los judíos vivan con miedo permanente, que quiere que nuestros hijos vivan con miedo, que quiere que creamos que el mundo está en nuestra contra para que corramos hacia su fortaleza y a guarecernos bajo su cúpula de hierro, o al menos para mantener el flujo de armas y donaciones.
Ese es el falso ídolo.
Y no es solo Netanyahu, es el mundo que él creó y el que lo creó a él: es el sionismo.
Nosotros, en estas calles desde hace meses y meses, somos el éxodo. El éxodo del sionismo. Y a los Chuck Schumer de este mundo no les decimos «deja ir a mi pueblo». Les decimos: «Ya nos fuimos. ¿Y tus hijos? Ahora están de nuestro lado».
(Transcripción en inglés publicada en The Guardian. Traducción al español de Brecha.)
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Kurt Lutman: “Todos somos artistas de nacimiento”
Kurt Lutman tiene sangre alemana, española, italiana y árabe. Pero es cien por ciento rosarino. “Yo nací en Rosario en el ‘76 y recién tuve el documento en el ‘83, porque mi vieja se había empecinado en ponerme Kurt y no se aceptaban nombres extranjeros. Sí se aceptaban empresas multinacionales extranjeras, pero nombre, no”. Sus orígenes fueron tan variopintos como su destino. Empezó como jugador de fútbol en Newlls Old Boys. Se destacaba como enganche y tenía un futuro prometedor hasta que un día, allá por el año 2000, quiso entrar al estadio con una bandera de HIJOS. Se lo prohibieron y Kurt se peleó feo con la directiva del club que decidió bajarlo a la reserva. Tenía 24 años cuando su foto dio vuelta el mundo. En la tercera metió un golazo y lo festejó mostrando una camiseta que decía: “Carcel a Videla y a todos los milicos asesinos”. Testarudo, no habían logrado acallarlo pero sí que dejara el fútbol. Desde entonces tuvo oficios varios: albañil, vendedor de limones, artista de circo y escritor ambulante. Descubrió que el arte estaba en su cuerpo no sólo para dibujar gambetas. Empezó a escribir, y editar sus libros que vendía en persona, entregando a domicilio. Un escritor en bicicleta. Las bicicletas hablan mucho de Rosario.
Con ustedes, Kurt Lutman, un laburante todo terreno y militante de la vida.
LCV: ¿Cómo es que tu carrera devino tan variopinta? Supongo que albañil, vendedor de limones y artista del circo tiene que ver con algo de buscavida, pero a lo mejor con el artista del circo combinaste también tu vocación de jugador de fútbol?
—Está bueno ese puente que tejes. Primero, yo creo que todos los oficios por los que pasé tuvieron que ver con poder ganarme el mango y poner la mesa y alimentar a mis dos hijos. Segundo, que ese vínculo que yo creí que no existía entre el arte y el fútbol. Yo de toda mi vida había hecho fútbol, nunca había tenido ninguna búsqueda de expresión artística, más allá de que el fútbol también es un arte, pero digo, lo que es la búsqueda artística tradicional. Un amigo me convenció de que en realidad no estaban muy separados y esto que vos marcaste, que había un lenguaje en el cuerpo que uno podía ir encontrando. Tuvo razón. Yo soy un convencido de que en realidad somos artistas del nacimiento, y que según la sociedad en que crezcamos, la familia, la cultura, nos vamos de a poco haciendo espectadores del arte en lugar de constructores y protagonistas.
LCV: Sí, hacemos lo mismo con la vida.
—Totalmente. Lo mismo que hacemos con la historia de nuestro país. Entonces esa búsqueda de poder empezar a ejecutar, empezar a hacerme cargo de que había todo un lenguaje poético que cada uno puede construir. Empecé a jugarlo y me entusiasmé y terminé convirtiendo un poco esa experiencia de lo que fue la Escuela de Arte Urbano de Rosario, que es la escuela de circo, devenido a poder escribir, y de ahí pude sacar cinco libros.
LCV: ¿Son novelas, cuentos, hay poesía?
—Hay crónicas, hay poesía, hay algunos cuentos cortos. Yo no tengo un modo, no he tomado talleres de escritura. He tenido un poco el arrojo de poder empezar a escribir por el impulso de algunos amigos, y al ver que me gustaba mucho, empecé a encontrar un tono propio. Yo siento que la construcción de esa autoridad interna es muy difícil, ya que tenemos varas demasiado altas en esto de la construcción del arte, ¿no? Ustedes siéntense y miren. Porque hay ciertos escritores, porque hay ciertas escritoras, y porque en realidad para escribir hay que pasar por ciertos lugares y hay que tener cierto estilo, y hay un montón de ciertos, ciertos, ciertos que nos dejan afuera, ¿no? Y lo que termina sucediendo es que las expresiones populares quedan relegadas a como si fuera un arte de segunda mano. Así que yo empecé a jugar con mi arte y la verdad que estoy muy contento.
LCV: El concepto de trabajo en cultura, ¿Para vos cómo es?
—Yo creo que la cultura debe ser remunerada y que es un laburo, y que el laburo es cultura, como bien vos lo marcabas, y que habla de la cultura de un pueblo, cultura como cultivo de la tierra, como esa expresión propia. Yo defiendo mucho lo que es mi laburo con respecto al arte. También esa defensa y ese empoderamiento para poder traducirlo en laburo, siento que tiene que ver con un par de palabras que dije antes, que es la autoridad interna. Cuando uno siente que empieza a querer lo que hace y le da un valor, ya puede poner un valor hacia afuera y decir che, mi laburo, mi trabajo, mi arte vale. Pero eso va de la mano muchas veces de esa construcción de autoridad, porque cuando uno no tiene esa solidez o todavía está medio enclenque, incluso saca libros y los regala porque le da vergüenza cobrarlos. He pasado por ese proceso también. Entonces a mí me parece interesantísimo esto de poder recuperar no solamente la dignidad y la autoestima, tanto con respecto al laburo como con respecto al arte que uno hace.
LCV: ¿Militaste en Hijos por una por decisión propia de acercarte a la gente de Hijos, o tu familia también estuvo atravesada por esa historia?
—No, la particularidad que tiene Hijos Rosario y que tenía en su momento, es que se consideraba hijos de una generación y de una misma historia. Entonces no había una cuestión de necesidad filiatoria o familiar. Yo no vengo de una familia militante, bah, mis viejos no eran militantes, mis abuelos sí, más mi abuelo materno.
LCV: ¿Qué hacía tu abuelo materno?
—Era un tipo que era peón de taxi y laburaba en el sindicato también. También fue delegado del ferrocarril. Fue un tipo que tenía inquietudes con respecto a la justicia peronista. De ahí creo que recojo y recupero un poco la cuestión casi intuitiva de estar dentro de un equipo, en el club que sea, y entender de que hay un salario que si hay uno que no cobra, no tiene que cobrar nadie. Por eso uno se considera parte de un equipo. En ese marco empecé también, porque me han enseñado así mis compañeros, a mirar que no solamente uno juega en equipo dentro de la cancha, sino que pertenece a un colectivo afuera.
LCV: Hace muy poco, en medio de los despidos de los estatales, alguien me aconsejaba que como a mí no me está yendo tan mal que no me angustiara tanto: “deja de mirar tanto el bosque y copate con tu árbol’ me decía, pero no me sale. ¿A vos te sale?
—Yo creo que es necesario por momentos las dos cosas. Creo que es tan avasallante la realidad que a mí me ha pasado que cuando estuve cotidianamente conectado a lo que iba sucediendo en realidad entraba en niveles de temor muy profundo y opté por cerrarme. Y al cerrarme quedé por fuera de una realidad que también me hacía mal. Entonces yo creo que hay una dualidad, un pivoteo, o por lo menos es muy personal, ¿no? Pero que a mí me ha servido mucho, que es entrar y salir de la realidad, porque realmente se me hace muy avasallante. Ver la cantidad de miles y miles y miles de compañeros y compañeras despedidos, y la cantidad de miles y miles y miles de pibes que no morfan. Entonces cuando uno está en estos niveles de angustia no creo que el argumento sea vos que no la pasás tan mal, no tenés que zapatear, sino vamos a cuidarnos, vamos a protegernos donde pueda, pero somos parte de una comunidad que en realidad se hace inviable que uno la pase bien si todo un pueblo está siendo castigado.
LCV: ¿Qué hacemos para que todo esto pare? ¿Le ves salida a esta historia a vos?
—No, la salida que veo tiene que ver con que este gobierno en realidad se interrumpa y termine lo antes posible. No tiene que ver con no respetar la democracia. Una cosa es ser democrático, yo soy democrático y recontra banco las instituciones democráticas y creo que una de las mejores conquistas que hemos conseguido como pueblo es la recuperación de la democracia. Otra cosa es que un desquiciado masacre económicamente a parte de una población, y que uno en nombre de un cierto juego democrático tenga que bancarse cuatro años de gente muriendo en los hospitales porque no hay insumos y porque el tipo no apuesta a lo público. Entonces me parece que el juego democrático incluso, cuando uno habla de democracia, de libertad, que son palabras que últimamente están dando vueltas, bueno no, hay límites. Y cuando la cosa se pone tan peligrosa como se está poniendo, siento que los partidos políticos deberían tomar una decisión drástica que tiene que ver con quitarle el apoyo político a este tipo y dejar de hacerle juego. Hablo también de los gobernadores de las provincias que están siendo cómplices de este desquicio.
LCV: Decime dónde podemos conseguir los libros.
—Los libros en este momento están agotados en papel, porque como no tengo editorial, ni la busco tampoco, por el momento es un laburo autogestivo, suelo reeditar los libros después de que vendo cierta cantidad y últimamente la realidad me impone poder gastar esa guita en poner la mesa en lugar de reeditarlo. Entonces mis libros se están vendiendo solamente hasta el día de hoy en formato digital. Me pueden encontrar en Instagram @kurtlutman. Ya que me pusieron un nombre tan extravagante, lo utilizo para que me puedan encontrar.
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Semana decisiva: marchas, paros y reclamos contra un gobierno ‘entusiasta’ dispuesto a reprimir.
¿De qué se ríe señora ministra? Mientras el gobierno festeja sus supuestos éxitos -menos inflación, dólar en descenso, y búsqueda rabiosa del ‘déficit 0’ a cualquier precio- en la sociedad los conflictos crecen. Una vez más estamos frente a la paradoja de que ‘al país le va bien’ pero a sus habitantes no. Algunos expresan su desesperación en forma colectiva, con marchas, comunicados, paros; mientras la tensión individual se expresa diariamente en hechos de violencia cotidiana, peleas callejeras o automovilistas al borde del ataque de nervios. La clase obrera organizada todavía tiene sus recursos pero los hombres y mujeres que se ven colgados del cordel que divide a la clase media de la pobreza, estallan por motivos impensados. El humor social estalla, entre tanto el gobierno pone el pie en el acelerador. Se publicó este martes en el Boletín Oficial una resolución del Ministerio de Seguridad que estableció que el bloqueo a la entrada de empresas se convierte en una figura criminal que será reprimida por fuerzas policiales y federales. Habilitan, además, a los patrones a un ‘despido con justa causa’ para aquellos que participen de la protesta. Patricia Bullrich creó una línea de emergencia por whatsapp y mail para denuncias ante el Ministerio de Seguridad.
Así las cosas, este es el resumen de conflictos de ésta semana:
Jubilados. Manifestación en el Congreso por varios gremios de la CGT, las dos CTA, UTEP, y organizaciones sociales en contra del veto a la ley que promueve una mínima mejora en la situación de los jubilados. Una marcha que se espera multitudinaria a pesar de las amenazas del gobierno de ‘aplicar el protocolo de modo especial’ según las declaraciones del caradepiedra vocero presidencial Manuel Adorni . Negociaciones de última hora hacen tambalear la confirmación de una ley que tuvo amplia mayoría para su aprobación. Milei, su hermana y varios ministros -entre ellos Patricia Bullrich y Petri, que lo único que los vincula a los jubilados son los gases lacrimógenos- se reunieron con cinco diputados radicales dispuestos a cambiar su voto. Bastaría con ausentarse y no dar quorum. El gobierno milita el gran ‘faltazo’ a la Cámara. Los gremios por la gran presencia en las calles.
Docentes universitarios enrolados en la CONADU Histórica anunciaron otro paro de 48 horas el miércoles 11 y jueves 12 de septiembre. Recordemos que el jueves 12, se debate en el Senado la Ley de Financiamiento Universitario que ya fue aprobada en Diputados. El estado de alerta de los profesores se debe al casi seguro veto de Milei a una ley que serviría para aliviar la falta de presupuesto de las universidades públicas. Para evitar el éxodo de docentes calificados que renuncian porque su sueldo se vió perjudicado en el último año en un 45%, y mantener la calidad de la enseñanza y la sobrevivencia de las familias trabajadoras de la universidad, exigen, también, aumento salarial. Por su parte, el Consejo Superior de la Universidad Nacional de Salta (UNSa) declaró la emergencia en materia salarial de las y los trabajadores docentes y no docentes de esa casa de estudios.
Aeronáuticos. Continúa el conflicto en reclamo de aumento salarial en los aeropuertos del país. Este martes los trabajadores de la Asociación del Personal Aeronáutico (APA), empleados por la empresa estatal Intercargo, realizaron asambleas informativas de dos horas de duración en Aeroparque, Ezeiza, Córdoba y Mendoza luego de fracasar una reunión para discutir paritarias realizada el lunes, después de meses de falta de diálogo con el gobierno que trabaja para decretar la aeronáutica comercial como un servicio esencial y evitar este tipo de acciones. Además, los funcionarios de Milei trabajan para ver cómo sacan a Biró del Directorio de Aerolíneas Argentina. Los sindicatos alegan que no se trata de paros sino de asambleas.
Despidos en Atucha. Este lunes 9 de septiembre, ATE, UOCRA, Luz y Fuerza y UECARA cortaron la Panamericana por los 250 despidos ocurridos en Atucha, que se suman a un centenar del mes de mayo y termina afectando por empleos directos o indirectos a 600 trabajadores. El vaciamiento de la CNEA que no recibe fondos desde diciembre de 2023 está tirando por la borda no solo el mantenimiento de seiscientas familias sino un proyecto ambicioso de promoción de pequeños reactores nucleares potentes para ampliar el flujo eléctrico imprescindible para la población, con grandes posibilidades de exportación. Diez años de trabajo técnico y obrero que implicó una inversión de 600 millones de dólares, tirados a la basura. Extraña concepción de ahorro del gobierno nacional.
Hasta aquí los conflictos más notorios, mientras se mantienen las luchas en diversas localidades que no obtienen repercusión nacional: médicos de Mendoza, pescadores de Mar del Plata, Pequeñas y Medianas Industrias, clubes sociales contra las SAD, periodistas precarizados, y tantos otros que difundimos semanalmente en La Columna Vertebral-Historias de Trabajadores.
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Paralizan obra de reactor modelo. Otro golpe a la ciencia y 240 trabajadores despedidos en Atucha.
Este lunes, una movilización en la Panamericana, a la altura del ingreso al Complejo Atucha Zárate, convocada por ATE, UOCRA, Luz y Fuerza y UECARA en repudio a centenares de despidos en la Central Nuclear, echó luz sobre el desmantelamiento de uno de los proyectos más ambiciosos de la Comisión Nacional de Energía Atómica: el reactor Carem.
“Del mes pasado a la fecha se despidieron más de 250 trabajadores directos. Tenemos que contar más de 600 sumando los despidos indirectos. Es una decisión criminal que tiene que ver con un mensaje al país del norte en cuanto a la competencia de Argentina“, declaró el secretario general de UOCRA-Zárate, Julio González. No es el primer recorte en la planta nuclear, un centenar de trabajadores abocados a la obra del reactor CAREM en el complejo Atucha ya habían sido desvinculados ante la falta de envíos de dinero por parte del gobierno nacional.
La medida no sólo destruye fuentes de trabajo y deja familias en la calle, también paraliza una iniciativa de vanguardia llevada adelante por el Estado Nacional. El reactor CAREM colocaba a la Argentina entre los líderes de un mercado estratégico a nivel mundial, compitiendo con grandes actores como Estados Unidos, China y Rusia. Así lo confirmó un reciente informe de la Nuclear Energy Agency, la agencia nuclear de la Organisation for Economic Co-operation and Development (OECD), que ubicaba al Carem argentino entre los proyectos a nivel mundial más avanzados en construcción, junto con otros dos en China y Rusia.
La decisión de abandonar un proyecto de esa magnitud fue justificada con el objetivo de ‘déficit 0’ que se planteó el gobierno como prioritario. Sin embargo, este ajuste lejos de un ahorro parece un despilfarro si se tiene en cuenta que ya se invirtieron en esa obra 600 millones de dólares, y diez años de trabajo. La obra comenzó el 8 de febrero de 2014 constituyéndose en el primer SMR del mundo en estar oficialmente en construcción. La idea era que se pusiera en marcha entre 2028 y 2030. Se había avanzado en el 85% de la obra y faltaba una última inversión entre 200 y 300 millones de dólares.
En declaraciones al diario La Nación, Sol Pedre, gerente de área Carem en la CNEA, afirmaba: “A nivel mundial está habiendo un renacimiento de la energía nuclear. Se busca triplicar este tipo de energía en diversos países. Y el tipo de reactores que está a la vanguardia de esta tendencia son los reactores modulares de baja y media potencia (SMR por sus siglas en inglés). El nuestro, el Carem, es uno de los más avanzados del mundo. De hecho, es el más avanzado del mundo occidental. Estamos muy bien posicionados para esta ventana comercial: los que van a poder captar una buena parte de ese mercado son los que puedan poner en marcha el primer reactor antes de 2030. Actualmente, competidores como Estados Unidos e Inglaterra no están ni siquiera en etapa de construcción. La oportunidad y la ventaja que tenemos es enorme, por eso apostamos por la sinergia”.
Para darnos una idea de toda la inversión tirada por la borda, vale destacar que este tipo de pequeños reactores es que pueden, a partir de módulos, sin necesidad de montar una gran central eléctrica, abastecer a países que no disponen de energía nuclear como algunas naciones en África e incluso en América Latina, como el caso de Bolivia. El proyecto incluía la idea de exportar reactores similares a países Australia, Holanda, Argelia, Egipto y Perú, entre otros.
La preocupación por esta medida no sólo atañe a los gremios que sufren los daños directos del ajuste sino por personalidades de distintos ámbitos políticos. El diputado nacional por Mendoza, Julio Cobos, junto a otros legisladores radicales, presentó un proyecto para que el Gobierno Nacional dé información “precisa y detallada” sobre el freno de los trabajos realizados por la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) y agregó: “El CAREM es el primer reactor nuclear de potencia íntegramente diseñado y construido en Argentina, a través del cual nuestro país reafirma su capacidad para el desarrollo y puesta en marcha de centrales nucleares”.
Desde abril, la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) reclamaba una deuda equivalente a unos 9 millones de dólares por la construcción de los reactores CAREM y RA-10. Según el portal El Economista: “El reactor RA-10 es un proyecto que esta prácticamente terminado y fuentes del sector nuclear creen que el gobierno no dejará sin fondos. Pero la perspectiva para el CAREM es otra: las cifras estimadas para la concreción del proyecto chocan de frente con el objetivo de superávit fiscal primario del Ministerio de Economía conducido por Luis Caputo.”
La falta de pagos desde diciembre de 2023 fue denunciada en su momento con la advertencia de que podría haber cortes de servicios en centros atómicos, paralización de las obras de los proyectos CAREM, RA-10 y del Plan de Medicina Nuclear. La propia CNEA confirmó que la falta de financiamiento había provocado problemas en la actividad de “los pequeños proveedores de servicios en los centros atómicos y regionales, como también en los constructores de nuestras principales obras estratégicas”.
Alerta Atucha
Entre tanto, la Asociación de Profesionales Universitarios del Agua y la Energía Eléctrica (Apuaye) -gremio de los empleados de mayor calificación en la empresa estatal-le envió una carta al ministro de Economía, Luis ‘Toto’ Caputo, explicándole los riesgos de incorporar al directorio de Nucleoeléctrica a personal sin experiencia en el sector, la mayoría de los nuevos miembros tienen un perfil financiero pero desconocen todo lo referente a la labor nuclear.
Serán ellos quienes deberán tomar decisiones fundamentales para mantener la capacidad energética del país. En principio, cabe recordar que Atucha I, la primera central nuclear de América Latina que está cumpliendo 50 años, tiene licencia para operar hasta el 29 de septiembre de 2024, según lo establecido por la Autoridad Regulatoria Nuclear (ARN). Una edad avanzada en la que se recomienda un parate para su mantenimiento lo cual podría significar una baja de electricidad en el período veraniego que se anuncia de altas temperaturas ¿Podrán los conocedores de economía y finanzas tomar una decisión a conciencia? Por el momento, el gobierno analiza postergar el mantenimiento para después del verano.
Otra cuestión clave en discusión es la posible privatización de la empresa Nucleoeléctrica Argentina S.A que controla todas las actividades de las centrales nucleares del país. Desde el sindicato Apuaye ya expresaron su rechazo a esta nueva embestida a la soberanía nacional.