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Luciano Galfione: “Nos preparamos para una Argentina productiva y hoy tenemos 6 de cada 10 máquinas de última generación paradas”
En una semana en que las cifras de despidos y cierres por la recesión ha puesto una señal de alarma con unas 10.000 pymes que debieron bajar la persiana en el primer semestre, LCV conversó con uno de los principales exponentes de la UIA Jóven. Cómo se formaron, su historia familiar, la relación con los trabajadores y sus perspectivas de futuro. Nora Anchart conversó con Luciano Galfione en un reportaje que recorre los altos y bajos de la industria nacional en Argentina y cómo lo vivieron los hijos de aquellos pioneros fundadores.
Presidente de la organización textil Pro-tejer, Luciano Galfione forma parte de la nueva generación de empresarios que heredaron la pasión de sus padres y abuelos, fundadores de la industria nacional. A los 23 años se recibió de ingeniero electrónico y, con poco más de 40, se convirtió en director de la empresa familiar textil Galfione y asociados, que lleva más de 75 años en el mercado alcanzando 150 empleados.
Hoy tiene la responsabilidad de mantener en pie este emprendimiento familiar en donde se crió. El taller de la fábrica era su parque de diversiones infantil. No son tiempos fáciles. Confiesa que se vio obligado a achicarse y efectuar algunos despidos: “Es tremendo. Yo no tengo un abogado que mando a hablar con cada persona y yo me voy y que le diga que se quedó sin trabajo. Voy yo y pongo mi carita, adelante de cada uno que lo conozco, le conozco a la esposa, a los hijos… Es tremendo, se me va un pedazo de mi cuerpo cuando hago eso. No sé si se entiende, porque es muy difícil de de llevar adelante esa situación. Es horrible.”
Su participación en la vida política industrial comenzó en el 2004 cuando se incorporó a la Fundación Pro-Tejer invitado a participar en la creación de un programa denominado “Nueva Generación Textil”. Junto a Tommy Karagozian y otros jóvenes emprendedores, en el 2012 crearon la UIA Joven. Además de la conducción de la empresa familiar, también creó su propio emprendimiento, “Manos Andinas”, una fábrica de ropa autóctona, con base en Catamarca, que utiliza fibras naturales de oveja, llama, guanaco y vicuña.
Al asumir como presidente de Pro Tejer, en el año 2022, declaró sus objetivos en el cargo: acercar a las nuevas generaciones, formar cuadros jóvenes, reivindicar el rol de la mujer en la toma de decisiones, mantener a la industria textil en el centro de la agenda industrial, y establecer reglamentos técnicos que permitan competir de manera igualitaria sin depender de las políticas de turno.
LCV: ¿Cómo empezó Galfione y compañía?
—Viene todo de una historia familiar de inmigrantes, obviamente, donde mi abuelo, paradójicamente, tenía campos en Santa Fe, y por ese entonces, en el año 47, en un país donde se veía que el futuro era industrial, y producir iba a ser a lo que la Argentina se iba a dedicar, decidió vender esos campos junto con su madre, y se vinieron a la ciudad. Pusieron una fábrica y así empezaron de a poquito. La fábrica de medias terminó transformándose en una hilandería, y así fueron creciendo al calor de nuestro país, con todos los idas y vueltas que tuvo. Después se incorporó mi papá -mi abuelo Hugo se murió cuando mi papá era muy joven- entonces mi papá se tuvo que incorporar con mi abuela, muy, muy joven también, a reconstruir de vuelta toda la empresa.
LCV: ¿Eso en qué año? ¿En qué año a tu padre le toca la parte de la reconstrucción?
—Mi papá estaba terminando el secundario. Así que calculo que fue en el 68.
LCV: Dictadura de Onganía, estamos hablando de ese proceso económico.
—Claro, sí, y mi papá después vivió todas.
LCV: ¿Qué te contó tu padre de la reconversión económica de Martínez de Hoz?
—Mi papá las sufrió todas. Se cayó y se levantó como el ave fénix. Por cada una te puedo contar todas las historias, no solo la dictadura, después vino la hiperinflación, después vino el menemato y le agarraron los bones 82, los bones 89, el corralito, y así sucesivamente hasta que después nosotros con mis hermanos, hoy somos tres hermanos que también nos incorporamos a la empresa, ya la primera generación profesional. Siempre reinvirtiendo todas las utilidades de la empresa en pos de poder crecer y demás. A los hijos nos tocó el macrismo y de vuelta volver a recomponer con pandemia incluída. Bueno, lo que vive la Argentina y lo que viven los empresarios pymes. Para nosotros la empresa es parte de nuestra familia, los trabajadores son parte de nuestra familia, y hay que conocer y estar y saber lo que es llegar a fin de mes y tener que pagar los salarios, independientemente de que nos vaya bien o nos vaya mal, porque para nosotros los trabajadores no son un número o un legajo, sino que son familias que conocemos todos, sus hijos, sus esposas, sus esposos, lo que sea. Es lo que sabemos hacer, lo que me enseñó mi papá, lo que a mi papá le enseñó mi abuelo, y así, a trabajar, a producir, a reinvertir lo que uno gana. Nuestro mayor orgullo es cuando podemos generar más y más empleo, generar más y más trabajo argentino. A eso nos dedicamos.
LCV: Tus hermanos y vos son la primera generación de profesionales. ¿El trabajo y el estudio estuvo ligado en tu familia? ¿El estudio, que ustedes fueran profesionales, era un valor alcanzado?
—Por supuesto, como siempre, como todo padre con su hijo quiere que a su hijo le vaya mejor que a uno. Mi papá lo que siempre priorizó en nosotros fue eso, que pudiésemos estudiar, que tuviésemos todas las herramientas para poder progresar y después cada uno fue eligiendo. En el caso nuestro salimos todos técnicos porque nos encantaba, mi papá nos llevaba a la fábrica desde chiquitos, y bueno, le salieron todos ingenieros porque lo llevamos en la sangre. Es muy difícil de explicar a veces porque hay que vivirlo, pero bueno, con lo bueno y con lo malo, ¿no? Porque nosotros terminábamos la escuela y al otro día que terminábamos la escuela nos íbamos a la fábrica. Como hay chicos que por ahí van a jugar la pelota, nosotros íbamos a jugar con los carritos entre las máquinas y esa es parte de nuestra historia y uno la empieza a meter dentro de su propia sangre y después la empresa ya pasa a ser algo más que un simple trabajo.
LCV: ¿Están casados? ¿Tienen hijos? ¿Tienen la idea de la continuidad, de dar la pelea? Digo, ¿hay este estilo de transmisión así tan potente y luchadora?
—A nuestros hijos se nos hace un poco más difícil, ¿sabes? Porque a diferencia quizás de la generación nuestra, donde la empresa estaba muy en crecimiento, y que a pesar de todos los vaivenes, nosotros tuvimos la posibilidad de estudiar y sobre todas las cosas, transformar la empresa para que trabaje en forma profesional, porque me parece que las empresas familiares muchas veces mueren en las terceras generaciones porque no se profesionalizan. Por ahí los familiares se van incorporando solo porque son hijos de, y me parece que hoy las empresas que trascienden son las empresas que están profesionalizadas, las empresas que no dependen de que vos seas hijo de, porque a veces hay tipos que son mucho mejores que uno, y además hacen carrera dentro de las empresas. Lo más importante es que tiene que ver con la proyección de los colaboradores de la empresa, porque si no pareciera que no importa mucho el esfuerzo, si total va a venir el hijo del dueño y me va a reemplazar.
LCV: Yo tuve oportunidad de estar en un desayuno de trabajo con ustedes, y a mí me impresionó la parte de la formación profesional, el tema de que ustedes formaban a los trabajadores, intentaban, o que habían intentado generacionalmente a lo largo de la historia constitutiva de estas empresas transformar esos trabajadores. ¿Esto sigue sucediendo?
—Sí, por supuesto. Eso es parte del entramado pyme y el entramado pyme que va trascendiendo generaciones. Los que trascienden las generaciones son las que hacen este trabajo, que no depende después de que esté el fundador o el hijo del fundador para que la empresa siga viviendo. Eso requiere toda una inversión en el capital más importante que tenemos que es nuestra gente. Primero que mi papá tuvo la gran fortuna, que capaz que tuvo tres hijos varones, que entonces con la parte industrial es como que estabamos ahí y encima los tres hijos varones le salieron técnicos, y después le salieron ingenieros, entonces tuvo una gran fortuna. Ya nosotros hermanos, tenemos hijos, hijas. Mi hija sigue nutrición, por ejemplo. Entonces, ya que por ahí pueda venir la empresa a hacernos el menú para los trabajadores y demás, después empieza a ser más difícil. También nosotros somos respetuosos de las elecciones y a eso hay que sumarle que los pibes hoy, a diferencia de nuestra época, que por ahí todavía no nos podemos ir tan atrás, pero sí es verdad que en muy poco tiempo la sociedad ha cambiado muchísimo. El acceso que hoy tienen los pibes a tanta variedad de cosas, tecnología y demás, y viendo lo que sus padres vivieron, porque esto es una realidad también, a veces prefieren elegir otra cosa, que está muy bien, porque dicen mi viejo se la pasa laburando como una bestia.
LCV: Igual entienden tu pasión, seguramente.
–Absolutamente. Eso es lo que uno más transmite la pasión, la vocación y demás. Pero también ven la realidad. Entonces dicen: Mi viejo se rompe el alma y cada cuatro, ocho, no sé, lo cagan a trompadas.
LCV: ¿Cuántas máquinarias importantes tuviste en el momento de apogeo? Cuántas están funcionando hoy en medio de este, yo creo que es un industricidio, pero no sé, vos me dirás si me equivoco.
—Hoy la situación de nuestro sector es muy compleja. Nosotros en la empresa tenemos un montón de máquinas, pero como para que la gente un poco se haga un número, hoy nuestro sector, de cada 10 máquinas, tiene seis paradas. Un sector que en los últimos en tres años, invirtió más de 1400 millones de dólares. Una serie que no tiene historia, una serie histórica que no se tiene memoria. El sector está tecnificado, el sector está en la frontera tecnológica e hicimos todos los deberes, porque como es un entramado esencialmente pyme, cada vez que a nosotros se nos dio la posibilidad y se nos dio la oportunidad de aumentar nuestra capacidad productiva, tener mercado y demás, allá fuimos e invertimos. Eso es lo que hizo nuestro sector en los últimos tres años. Hoy se han materializado durante el año pasado y este año todas las inversiones, y la verdad que estamos materializando museos.
LCV: ¿Por qué museos?
—Porque nos preparamos para una Argentina productiva, para una Argentina con consumo, y hoy tenemos seis de cada diez máquinas paradas. Máquinas 2023.
LCV: ¿Hay alguna luz por algún lado? ¿Hay alguna esperanza?
—Nosotros, esencialmente, tenemos nuestro mercado en la gente, en el mercado interno. Entonces, en la medida cuando nuestra sociedad pierde poder adquisitivo, al sector textil le va mal, porque el textil es la segunda cosa más importante que utiliza el hombre para vivir, porque la primera es alimentarse, la segunda es vestirse. Pero vos podés usar la ropa del año pasado, entonces cuando te va mal, dejas de comprar ropa. Y de la misma manera, cuando te empieces a ir un poquito mejor, lo primero que hacés es cambiar la remera, cambiar una zapatilla. Entonces, siempre decimos cuando al sector textil le va mal, a la Argentina le va peor, y hoy al sector textil le está yendo mal. Básicamente porque a ninguno de los argentinos, porque además de ser empresario, soy trabajador y a mí tampoco me alcanza el dinero para vivir. En este contexto y con esta utilización de la capacidad instalada, ninguna de nuestras empresas puede ser rentable. Entonces, estamos pasando una situación compleja que ¿cómo se revierte? Cuando la gente tenga un poder adquisitivo un poco mayor, ahí recién se va a reflejar en la actividad.
LCV: ¿Vos crees que eso puede ser posible en el término de los próximos tres años?
—Ojalá que sí, porque si eso no ocurre en el muy corto plazo, a mi criterio, la sociedad no lo va a poder sostener. O sea que yo deseo fervientemente por mi país, deseo eso por mis hijos, por mis colegas. Deseo fervientemente que eso ocurra lo más rápido posible, pero no está en mí esa posibilidad, porque yo estoy convencido que el primero que puede revertir la situación y lo más rápido siempre, como en cualquier lugar del mundo, no es en la Argentina, es el Estado, es el que más poder tiene y el que debe trazar el sendero hacia adelante.
LCV: Claramente. ¿Ustedes qué producen?
—Nosotros producimos hilados y tejidos de fibra sintética, básicamente, que se utilizan para conjuntos deportivos.
LCV: Esto tuvo su momento de apogeo si no me equivoco, en La Rioja y en otros lugares con algunas empresas que se habían afincado.
—Eso es más en el norte de Argentina. El norte en general tiene todo el entramado algodonero. Nosotros hacemos todo de fibra sintética, que es todo lo que usa para camisetas de fútbol y demás, que es derivado del petróleo, más de los plásticos y del poliester y todo eso, que cada vez se usa más en el área deportiva.
LCV: ¿Exportación con las leyes de Milei? ¿Cómo venimos?
—Las exportaciones hoy para nosotros son complicadas, porque la Argentina, paradójicamente, en este contexto, es cara en dólares. Entonces, no hay manera de ser competitivo en esta circunstancia. Además que estamos complicados a nivel impositivo, a nivel de costos internos y encima con un tipo de cambio retrasado a lo que tiene que ver para la exportación. Hoy estamos fuera de precio y con tarifas que están muy caras en dólares. Es muy difícil, porque por eso yo lo que digo es: nosotros hicimos todos los deberes. Contratamos gente, la capacitamos, pusimos las mejores máquinas del mundo, pero nosotros no manejamos ni la tasa de interés, no manejo las tarifas, no manejo el tipo de cambio, no manejo nada. Yo sé hacer lo que tengo que hacer.
LCV: Y desde ahí estás dando tu opinión. ¿Sentís que los escuchan?
—En principio, por lo que está ocurriendo, no. Nosotros tenemos contacto. No es que no tenemos contacto, hay gente con la que dialogamos en la Secretaría de Industria y todo. Pero bueno, el Gobierno, independientemente del diálogo, a veces hacen falta acciones concretas que modifiquen la realidad, porque el Gobierno, digamos, está en una postura que está muy bien, no digo que no, en la facilitación del comercio. Ellos quieren facilitar el comercio, destrabar burocracia y demás. Eso me parece que está muy bien, pero todo eso se hace en la medida de que vos tengas trabajo. Porque nosotros fuimos cuatro pasos para atrás.
LCV: ¿Has tenido que despedir, Luciano?.
—Sí, nosotros sí hemos tenido que achicarnos.
LCV: Duele.
—Es tremendo. Yo no tengo un abogado que mando a hablar con cada persona y yo me voy y que le diga que se quedó sin trabajo. Voy yo y pongo mi carita, adelante de cada uno que lo conozco, le conozco a la esposa, a los hijos, le conozco a todo el mundo. Es tremendo, se me va un pedazo de mi cuerpo cuando hago eso. No sé si se entiende, porque es muy difícil de de llevar adelante esa situación. Es horrible.”
Archivo
ARCHIVO / Nunca te bañes con tus primas, por Ricardo Ragendorfer
Este artículo fue publicado por la revista El Porteño en la sección Serie Negra de junio 1989. Por entonces, conceptos cómo “violencia de género” y “femicidio” eran catalogados bajo la inexacta nomenclatura de “crimen pasional”. Pero en las extrañas muertes de Irma Gijón y Gloria Fernández ni siquiera fue considerada esta hipótesis. Y por una razón de peso: su carácter sobrenatural hizo que rebasara las fronteras del hecho policíaco para convertirse en una pieza única de la literatura gótica, pero del mundo real. RR
Bajó de la ambulancia, verificó la altura de la calle y tocó el timbre. Media hora antes, la telefonista del Hospital Municipal de Vicente López expidió una orden de visita en favor de Gloria Fernández, especificando como motivo una simple descompostura. Cuando el médico cruzó el hall y fue llevado al living, encontró a la paciente recostada en un sofá.
La mujer que lo hizo pasar sólo le dijo:
–Se empezó a sentir mal a la tarde, después de comer.
El recién llegado se calzó el estetoscopio y auscultó el pecho de la enferma. Luego extrajo una linterna de bolsillo y pasó a escudriñar el color de la garganta. Acto seguido, se puso a redactar una receta. Y mirando a sus interlocutoras, recitó el diagnóstico:
—No es una descompostura. Aunque puede ser que el almuerzo haya caído mal. Para mí, es un estado gripal. Tiene la presión baja y unas líneas de fiebre. Tómese un Multín cada seis horas. Por lo del estómago, no coma nada pesado; es más, si aguanta, trate de no cenar.
Dicho esto, guardó sus instrumentos y se perdió por la puerta, saludando con un imperceptible movimiento de cabeza. Y ya en la ambulancia, le comentó al chofer:
–Vinimos por una gripe. Nada más que una gripe.
En ese momento no sabía que el caso no tardaría de complicarse, precisamente por una descompostura, pero no de tipo estomacal.
Tres días después, es decir el domingo 16 de abril, el departamento de la calle Melo 3300, de Florida, se convirtió en centro de atención de investigadores policiales, médicos forenses e, incluso, técnicos de Obras Sanitarias. Sin embargo, los primeros que tomaron intervención fueron simples integrantes de una cuadrilla de Gas del Estado.
A la mañana del día anterior, el propietario del departamento, que moraba en el segundo piso del edificio, percibió la fragancia —según él— inequívoca de un escape gaseoso. No sólo cerró la llave de paso, sino que convocó al personal especializado para que constatara la pérdida del fluido. Los de Gas del Estado no la encontraron.
Recién al día siguiente salió a la luz que semejante aroma correspondía, en realidad, a la descomposición de los cuerpos de Irma Gijón, de 21 años, y Gloria Fernández, de 15, que se estaban pudriendo en la bañera.
El propietario no daba crédito a sus ojos (ni a su olfato).
Ya entonces, ese departamento se encontraba invadido por uniformados y peritos.
En la bañera aún permanecían los cadáveres, flotando en un líquido que no parecía agua, ya que mostraba una tonalidad color ladrillo. El de la más joven apuntaba hacia el este. Frente a ella estaba los despojos de la que, en vida, había sido su prima.
A simple vista, daba la impresión de que la muerte le había llegado justo al sacarse la bombacha, dado que esa prenda estaba muy cerca de su mano, cuyo brazo quedó rígido fuera del receptáculo.
Pero no se puede decir que esas muertes “súbitas y simultáneas”, como fueron caratuladas a falta de más datos, les hayan conferido a sus protagonistas el don de parecer dormidas. Por el contrario, además de la pestilencia propia de la carne al corromperse, la piel de ambas mutó su color natural a un azulado cadmino, correspondiente a la descomposición cadavérica de alguien que dejó el mundo de los vivos hace más de 30 días. Pero el problema era que sólo llevaban en la bañera no más de tres.
A partir de entonces, casi una veintena de peritos, entre los que se encontraban efectivos del SEIT (Servicio Especial de Investigaciones Técnicas), junto a forenses, además de personal policial numerario, pulularon semanas enteras, tanto por el departamento como sobre los cuerpos de las primas Gijón-Fernández, tratando de determinar la causa de tan extraño fin y la razón del desacostumbrado deterioro.
Lo cierto era que los manuales de medicina legal establecen etapas y lapsos, según sea invierno o verano. Así como en un ahogado deben transcurrir entre 3 y 5 días o 5 y 6 horas —depende de la estación— para que se consume la rigidez cadavérica, el enfriamiento del cuerpo y blanqueo de la epidermis, en este caso, sobre la base de partes extremadamente oscuras e hinchadas, más el detalle de brazos y piernas blandas y arrugadas, se determinó que, en teoría, tales cuerpos corresponderían a 30 días de descomposición, si se trataba del invierno, o 2 semanas en temporada estival.
Pero había un hecho cierto: una vecina de las malogradas mujeres echó por tierra los conceptos de la medicina forense, afirmando en su declaración testimonial: “Antenoche (por el 13 de abril) Irma me pidió permiso para hablar por teléfono con el Hospital de Vicente López y llamó a una ambulancia porque su prima sufría una leve indisposición”.
Eso coincidió con la receta hallada en el living, donde se recomendaba la ingestión de Multín, un antipirético. De allí en más, sobre hipótesis tan poco felices como la muerte por electrocución, ahogo, intoxicación e, incluso, la formación de un arco voltaico, pero ante la certeza de que esos decesos sólo pudieron haber sobrevenido a través del trámite propiciador de un homicida, los encargados de esclarecerlos se dieron a la caza del facultativo que había atendido a una de las víctimas poco antes de la muerte.
A decir verdad, la policía tropezó con grandes inconvenientes para dar con el médico. Claro que a la declaración que efectuaría se le asignaba gran importancia. Y luego de una fatigosa búsqueda, el profesional fue hallado: Se trata del doctor Arnoldo Bresciani, médico cirujano, director de una clínica y auditor de un prepago, que además pertenece al plantel del Hospital de Vicente López.
Cuando estuvo frente a los policías que lo interrogaban sobre los detalles de aquella visita, Bresciani comprendió que, a fin de cuentas, el caso tratado tuvo al final que ver con una descomposición.
—No puede ser que el cuerpo de las chicas presente la descomposición de un mes —farfulló, ante un policía de civil que anotaba todo en una libretita.
El médico después declararía: “No fui el último en verlas con vida”. Pormenorizando tal afirmación, Bresciani exhibió los argumentos propios de un experto en novela policiales inglesas: “El domingo por la mañana, cuando entró la policía, encontraron mi receta y un frasco de Multín nuevo, es decir, recién comprado. Estaba abierto y faltaban dos comprimidos. Yo le había recetado a la paciente tomar uno cada 6 horas. Si cumplió con tal indicación, no habría muerto a la medianoche del jueves, sino a la mañana del viernes (…) Si una de ellas fue ese día a la farmacia yo no fui el último en verlas con vida; ni tampoco lo soy si ellas mandaron a alguien a comprar el remedio”.
En síntesis, la investigación policial estaba nuevamente en cero, salvo, lógicamente, las dispares hipótesis irradiadas desde varios medios, que no excluyeron la presunta complicidad de las temibles mambas, una de las más peligrosas especies de serpiente, originaria de Nueva Guinea, cuyo veneno no suele ser proclive a aparecer en los resultados de una autopsia.
Pero hasta ese punto, aunque sin visos de esclarecimiento, el caso de las muertas de la bañera fue una simple investigación policial. A partir de un nuevo episodio, el hecho pasó al rango de la novela gótica. Eso se encarga de declarar el juez Raúl Adolfo Casal, que entiende en la causa:
“Yo, personalmente, hice retirar aquel domingo los cuerpos de la bañera, llevarlos a la morgue y luego ordené higienizar aquella vivienda, donde los olores eran realmente pestilentes. También verifiqué personalmente la limpieza de aquella bañera, su saneamiento y demás trabajos de higiene. Pues bien, dos semanas después decidí regresar al escenario del suceso. El departamento había quedado cerrado con llave y la llave se encontraba en la seccional 1a de Vicente López. Pasé a buscarla y me fui hacia esa casa. Cuando entré, imaginen mi sorpresa al ver que la bañera estaba nuevamente llena de agua y, para mayor asombro, repleta de fauna cadavérica”.
Sobre los contornos de un misterio insondable solo quedan las huellas de los deudos desolados, próximos o involuntarios de un deceso sin explicación aparente.
El médico Bresciani sigue haciendo lo de siempre. Pero su vecina, cuando lo saluda, ya no le mira los ojos y, quizá, piense que en ese hombre flaco y bigotudo está el eslabón perdido de aquel caso que persiste en salir entre los diarios. Al juez Casal, desde el día en que regresó al lugar del crimen, se le pone la piel de gallina cada vez que alguien le menciona el expediente. El propietario de la vivienda, por último, convencido de que ningún necesitado de arrendar un domicilio accedería a asearse en la bañera donde aparecieron las dos primas, no sabe si resignarse a no alquilar más su propiedad, clausurarla, o directamente llamar a un piquete de demolición.
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Alerta y movilización de los trabajadores por posible quiebra de Vicentín
Ante la posibilidad de una presentación de un Procedimiento Preventivo de Crisis (PPC) de parte de la empresa Vicentin SAIC, el Sindicato de Obreros y Empleados Aceiteros y Desmotadores de los departamentos General Obligado y San Javier (SOEAD Reconquista), al igual que el Sindicato de Obreros y Empleados Aceiteros del departamento San Lorenzo (SOEA) advierten que tomarán medidas de fuerza para garantizar los puestos de trabajo en la empresa.
Para que se le otorgue un PPC Vicentín debería aportar los elementos económico-financieros probatorios tendientes a acreditar la situación de crisis que demuestren los estados contables correspondientes a los últimos tres años. Solo con dicha auditoría podría declararse la emergencia y un posible pedido de quiebra.
“No vamos a entrar en un juego político, nuestra posición es defender a los trabajadores y su salario», sostuvo el secretario General del SOEA, Daniel Succi, y agregó: “el sindicato no es parte de ninguna negociación,vamos a tomar acciones cuando se perjudique el salario, los beneficios o el puesto de los trabajadores Aceiteros». En ese caso, los aceiteros de San Lorenzo están dispuestos a paralizar los 17 puertos que funcionan en el Cordón industrial de Rosario. Un posible cierre de Vicentín afectaría a 1200 empleados directos, además de los 5.000 puestos de trabajo indirectos que genera en la región.
Por su parte, el Sindicatoto de Obreros y Empleados Aceiteros y Desmotadores de los departamentos General Obligado y San Javier (SOEAD Reconquista) difundió en la noche del viernes un comunicado en el que dicen: “No vamos a permitir ninguna reducción salarial, ningún cambio del Convenio Colectivo de Trabajo, ningún despido ni suspensión.Señalamos que tampoco la propuesta concursal que acercó Vicentin con los interesados estratégicos Bunge, Viterra y Asociación de Cooperativas Argentinas (ACA) tienen soluciones para los trabajadores, ya que no garantiza la continuidad de lo que denominan el Nodo Norte, ni presenta un plan estratégico real para el futuro de la empresa y los puestos de trabajo.”
Desde SOEAD Reconquista consideran “insólito, sino ilegal”, que Vicentín pretenda a través de un Procedimiento Preventivo de Crisis incumplir con sus obligaciones como empleador. Asimismo, responsabilizan de la crisis a la empresa, por lo cual los trabajadores no tienen porque pagar el precio de su mal manejo.
El comunicado finaliza diciendo que “SOEAD Reconquista tomará todas las acciones y medidas gremiales que resulten necesarias para la defensa de los puestos de trabajo, del salario y de todos los derechos de las y los trabajadores de Vicentin, por decisión de su conducción y por el mandato de las bases que así lo han votado en asamblea en el día de la fecha.”
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Panorama político sindical/Se lanzó la campaña electoral. Todos contra todos.
La política transita por arenas movedizas. Así lo demostraron la fracasada sesión en diputados para aprobar el proyecto denominado ‘Ficha Limpia”, el desconcierto del PRO y las internas del PJ que están provocando un viento huracanado dentro de la CGT.
Los sindicatos juegan fuerte en la interna peronista
Barrionuevo avanza. Luego del revuelo creado por la renuncia de Pablo Moyano y Francisco Manrique a sus cargos de la CGT -que no implica la salida de sus gremios de la central obrera sino el simple reemplazo de sus representantes- este miércoles Luis Barrionuevo, de la UTHGRA, se reunió con 40 gremios de la CGT para anunciar la construcción de una partido político con vistas a las próximas elecciones. Acompañaron al gastronómico los gremios de Textiles, Comercio, UPCN, UOM (Capital), Estaciones de Servicio, Panaderos, Judiciales, Barracas de Lana, Perfumistas, Tabaco, UTEDYC, Químicos, Guincheros, Guardavidas, Carga y Descarga, Viajantes, Aguas Gaseosas, Suetra, Judiciales, ASIMRA, Obras Sanitarias, entre otros sindicatos que planean lanzar al Movimiento Nacional Sindical Peronista (MNSP) como el brazo político de los gremios justicialistas. Todos aprobaron la idea de Barrionuevo de brindar un “total apoyo al diálogo tripartito con representantes del Estado y empresarios”.
Andrés Rodríguez, en otra foto. ¿Por qué no estaba en el almuerzo el líder de UPCN y se lo menciona como un gremio que participa del nuevo partido junto a barrionuevo? Ocurre que ese mismo día inauguró con el gobernador de Buenos Aires, Axel Kiciloff, el nuevo sanatorio Anchorena -Sanatorio de la obra social UP- en la ciudad de Zárate. Da la impresión que la interna del PJ se cuela de una u otra forma en la vida sindical. Participaron del acto: Héctor Daer, Gerardo Martínez, José Luis Lingieri, Juan Carlos Schmid, Jorge Sola y Cristian Jerónimo, entre otros dirigentes y funcionarios. El gobernador remarcó: «Nadie va a venir a hacer grandes inversiones en estos lugares pequeños, distantes y vulnerables. Para esto hay una respuesta: el Estado y las obras sociales».
Plenario en el sur. Ese mismo día se desarrollaba otra reunión trascendente: por primera vez en 50 años, todas las regionales de la CGT de la Patagonia Argentina se reunieron en un plenario y recibieron el saludo de Hugo Moyano y de Axel Kicillof. «Estamos bajo ataque de la derecha», les dijo el gobernador bonaerense. Participaron del plenario patagónico de la CGT las conducciones regionales de La Pampa, Neuquén, Río Negro, Chubut y Santa Cruz para intentar establecer políticas conjuntas.
LLA vs PRO ¿Al borde de la ruptura?
Reapareció Rodríguez Larreta. El ex intendente de la Ciudad de Buenos Aires se mantuvo en silencio y no participó de las internas que conmueven al PRO hasta el pasado miércoles en el que publicó un duro twitt contra Milei: “Ha pasado un año ya de la elección que lo convirtió en Presidente de todos los argentinos. Fue una victoria contundente que puso de manifiesto la voluntad de cambio de la mayoría. En ese instante terminó la campaña electoral para todos. Excepto para usted.” Una manera elegante de advertir: ahora sí, empezó la campaña electoral y anunciar que estaba en carrera. “Nuestros compatriotas lo han elegido para gobernar el país. No para dividirnos. No para insultar a quien no está de acuerdo con sus ideas. No para compartir mensajes de odio en las redes sociales. No para terminar con los consensos que tanto nos costaron como sociedad. No para llevarnos otra vez al resentimiento entre compatriotas”, sentenció.
Marcha atrás en el Congreso. La sesión en diputados que debía aprobar la llamada “Ficha Limpia”, un proyecto que fue bandera del PRO y La Libertad Avanza, se levantó por falta de quorum. Fueron ocho los diputados de LLA que se pegaron un faltazo, más unos cuatro del PRO. Las conjeturas de este fracaso fueron muchas. “La casta avanza”, dijeron algunos libertarios frustrados. “Necesitamos a Cristina candidata para ganar”, sostuvieron otros. Al día siguiente, Adorni explicó: “No queremos ladrones en el Congreso. La idea sigue siendo un objetivo de LLA, vamos a trabajar en algunos cambios al proyecto de la dip. Lopennato, no puede quedar como una ley hecha a medida para la proscripción de Cristina”. En su habitual conferencia de prensa también desmintió cualquier negociación con el kirchnerismo.
Esta vez, Macri se mostró menos condescendiente que en otras ocasiones. De inmediato lanzó un comunicado que lo puso al borde de una ruptura con el gobierno: “Esta semana, el Congreso de la Nación dejó pasar una oportunidad histórica para impedir que los corruptos condenados por la Justicia lleguen al Congreso y se garanticen impunidad con los fueros. Mientras los Diputados del PRO cumplieron con el mandato que nos dieron nuestros votantes, el Gobierno decidió estar del otro lado”.
Acaso la imagen más desoladora fue la de la diputada Lourdes Arrieta, expulsada de LLA, quien estalló en lágrimas al explicar porqué no dio quorum: “hay tanta hipocresía”, dijo. Más allá de que fue ridiculizada por periodistas y legisladores, quizás la diputada del patito expresó el desconcierto de no saber dónde estaba parada. Seguramente, no es la única desorientada en este paisaje político pero nadie se atrevió a tanto. Fue el meme de la sesión.
Salta tiene su ficha limpia. Este viernes, la Corte de Justicia de Salta rechazó un recurso de inconstitucionalidad contra la ley 8275 y su reforma por ley 8443, conocida como Ley de Ficha Limpia. De esta forma queda vigente su articulado: “No podrán ser candidatos a cargos públicos electivos provinciales y municipales los condenados por sentencia judicial en segunda instancia por el plazo que dure la condena y la mitad más del tiempo de su duración, computado a partir del momento en que el tribunal de segunda instancia dicte la sentencia confirmatoria”.
Popularidad. Con o sin pacto, la reaparición pública de la ex presidenta Cristina Kirchner en la arena política coincidió con una leve subida en la imagen pública de Javier Milei, el presidente que, según sus dichos, hizo el ‘ajuste más grande de la historia de la humanidad’, dejando a millones de trabajadores por debajo de la línea de pobreza y decenas de miles de desocupados, aún así logra mantener después de un año de gestión una imagen positiva en torno al 50%. Autodefinido como fanático bilardista, el juego limpio y los principios éticos lo tienen sin cuidado, Milei dice y se desdice con total soltura. Sólo le interesa el resultado, y ese resultado lo mide en números. La inflación, el dólar y el riesgo país son las victorias que muestra el gobierno ante quien quiera oir. Sin embargo, a los sectores víctimas de su política, aquellos a quienes no les alcanza para vivir, se le han sumado críticas fuertes de los empresarios por la apertura de las importaciones. “Estamos de acuerdo con la competitividad pero en igualdad de condiciones” repiten una y otra vez desde las PYMES y la UIA.
El presidente parece gozar de esta imagen de ‘solo contra el mundo’. Y las encuestas no lo contradicen. Maneja como nadie el arte de la confusión. Desde LLA salieron a criticar la ‘hipocresía’ del PRO que no aprovechó su oportunidad para proponer la tan publicitada Ficha Limpia y se mostraron contrarios a cualquier tipo de ‘proscripción’. Una cuenta de twitter llamada “Las fuerzas del cielo“, perteneciente al brazo armado digital de los pseudo libertarios respondió con contundencia: “Mauricio por décima vez. No te vamos a dar la Hidrovía”, lanzando un manto de sospecha sobre la dureza del ex presidente y el anuncio realizado hace diez días de lanzar los pliegos para licitar la explotación de la Hidrovía por 30 años.
E la nave, va…
LCV-29 de noviembre de 2025