fbpx
Connect with us

LCV

El Planeta Giussani | Internet, ensayo para ciegos

“”Error 404”: ese es el mensaje que vemos en la pantalla cuando un dispositivo no es capaz de conectarte a un sitio de internet, bien porque este ha desaparecido del servidor o porque el enlace es incorrecto.” Así comienza una nota de la BBC publicada el primero de noviembre sobre un esayo de la periodista española especializada en ciencia y tecnología Esther Paniagua, publicado el año pasado en Madrid, “Error 404”, cuya bajada es “¿estamos preparados para un mundo sin Internet”?

La idea de este libro se le ocurrió a doña Paniagua (que no es para nada torpe como su primo Toto y no solo llegó a corneta), luego de leer una entrevista a un capo de la Filosofía de la Ciencia, con la abrumadora especialización de ‘neurobiólogo’ (el profesor Neurus, un poroto), llamado Dan Dennett autor de montones de libros y super reconocido.

Pues bien, el emérito Dannet no tuvo mejor idea que comentarle a un periodista que “internet se vendrá abajo y viviremos oleadas de pánico mundial”. Chan. La prima de Toto Paniagua lo leyó y quedó patidifusa.

Empezó a investigar. Entrevistó a técnicos y científicos conocedores del tema y todos admitieron que una caída generalizada de Internet -por sobre carga o boicot o lo que fuera- era posible. No era segura, pero sí posible. Sin tener ninguno la pálida idea de cuantificar esa posibilidad.

De ahí salió el libro. No era ciencia ficción, podría suceder: si se cae Internet no solo estaremos malhumorados por no poder mandar un WhatsApp, ver Instagram o leer los diarios o buscar historias. Hoy todo depende de Internet. No podrías sacar plata del banco. Los aviones quedarían ciegos. Todo, absolutamente todo depende de internet: “las administraciones públicas, las universidades, las empresas, nuestros cuerpos, nuestra ropa, nuestros electrodomésticos. La electricidad. Así que, si se cayera, todo dejaría de funcionar, y se produciría además un efecto en cadena, dominó, porque afectaría incluso a servicios que no están conectados a la red.”, afirma la Dra o Licenciada, Esther Paniagua.

El título elegido por la BBC para esta nota firmada por Irene Hernández Velazco, resulta estremecedor. “Es altamente probable que internet colapse en algún momento y que todo deje de funcionar”. Chan.

¿qué decir? Cuando leo cosas como éstas hay cuestiones que me resultan menores. Esas que nos enteramos por Internet y su maldito bombardeo informativo que dan ganas de bajar con un escopetazo. Pero, claro, si termina internet no solo se acaban las fake news y las investigaciones facilongas.

Un consuelo final: está claro que los y las de más de sesenta somos analfabetos virtuales, o informáticos (tan analfabetos somos que ni sabemos cómo se llama), pero, pero, le digo, a ustedes, los jóvenes menores de 40 años, que son ‘analfabetos analógicos’.

No dejen de escribir de puño y letra, de pensar con su propia cabeza, de resolver cuestiones banales como cambiar una lamparita sin ver un tutorial. Algún día podrán necesitarlo.

Seguir leyendo
Comentá

Leave a Reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.

LCV

Planeta Giussani | La guerra del dólar

¿Qué se esconde detrás del dólar? Laura Giussani Constenla reflexionó sobre la divisa, su establecimiento como moneda de cambio internacional y qué implica esto para Argentina.

https://www.youtube.com/watch?v=SBluTSCxR04

Continue Reading

Editorial Nora

El Editorial | Regístrese, Comuníquese y Archívese

A propósito del Día del Maestro, Nora Anchart recuperó fragmentos del documental Regístrese, Comuníquese y Archívese, realizado sobre la base del documento “SUBVERSIÓN EN EL ÁMBITO EDUCATIVO (Conozcamos a nuestro enemigo)” que fue firmado el 27 de octubre de 1977 por el entonces ministro de Cultura y Educación de la dictadura Juan José Catalán y distribuido en todos los establecimientos educacionales del Argentina a docentes y autoridades escolares, con el propósito de buscar “subversivos” en los niveles inicial, primario, secundario y superior.

Continue Reading

LCV

Planeta Giussani | Una de piratas industriales

¿Qué tiene que ver el colonialismo, con su correspondiente dosis de contrabando y trata de esclavos, la iglesia y los piratas con el festejo del Día de la Industria Nacional? Trataré de ser breve, es una historia increíble y apasionante que muestra los cimientos sobre los que elegimos el ‘progreso’ que nos toca.

Según los folletos de la UIA, el Día de la Industria que se celebra todos los 2 de septiembre sirve para recordar a la ‘industria como sinónimo de soberanía y crecimiento’.

La fecha recuerda un episodio ocurrido en 1587 en los que se entreveran: un obispo contrabandista, un rey prudente, un pirata inglés, el gobernador de Tucumán y cientos de esclavos. Uno podría pensar que nada bueno podría salir de ese combo. Error: salió el festejo de la industria nacional.

En principio, de soberanía no se hablaba a finales del siglo XVI. Ni país teníamos, ni siquiera virreinato. Por entonces formábamos parte del virreinato de Perú. Difícil encontrar ese ‘sinónimo de soberanía’ del que hablan los industriales argentinos.

El festejo refiere a la primera exportación de tejidos y harinas producidos en Santiago del Estero. El 2 de septiembre partió del riachuelo la carabela San Antonio rumbo a Brasil. En ese momento el virreinato de Perú y la colonia portuguesa de Brasil no eran diferentes ya que estaban bajo el mando de un solo rey, Felipe II, llamado El prudente. ¿Fue una exportación o un traslado de una aldea a otra del mismo reino o colonia?

El artífice de esta proeza fue el primer obispo de Córdoba del Tucumán: Fray Francisco de Victoria. Un portugués avivado que se encargó de armar el cargamento en el que puso los tejidos, la harina y unos cuantos kilos de barras de plata extraídas de Potosí escondidas entre los bultos.
El gobernador tucumano Juan Ramírez de Velasco denunció este hecho, ya que la exportación de ese bien estaba prohibida por la Real Cédula. Igual, nadie le dio pelota pero quedó registrada su acusación para la historia. Conclusión: la “primera exportación argentina”, no fue argentina, ni exportación, más bien un hecho de contrabando y comercio ilegal.
Pero no se termina todo ahí, la cosa se pone más macabra y rocambolesca porque el Fray de Victoria también era un tratante de esclavos.

Así que el barco que partió del Río de la Plata cargado de plata y bolsas con manufacturas, volvió con 120 esclavos destinados a las minas de Potosí. Un adelantado el cura portugués: fue el primer cargamento de esclavos con destino al puerto de Buenos Aires. Hermoso condimento para esta festividad del Día de la Industria.
Como en el simpático juego de ‘viene un barquito cargado de…” en este caso la respuesta sería ‘esclavos’. Y como en toda buena historia, no podía faltar un pirata inglés de nombre Thomas Cavendish, a quien poco le importó que hubiera un obispo a bordo y robó algo de mercadería y la mitad de los esclavos. Razón por la cual el pobre contrabandista y esclavista Fray Francisco de Victoria cayó en desgracia y perdió su diócesis.

¿Ustedes se preguntarán quién fue el demente que decidió adjudicarle a este patético hecho histórico que resume lo peor de la colonia en ‘el Día de la Industria Argentina’?

Fue en 1941, durante el gobierno de Roberto Marcelino Ortíz y Ramón S. Castillo. El último estertor de la década infame, asumieron denunciados por fraude electoral luego de la presidencia de Julio Argentino Roca, y fueron derrocados por el golpe del GOU de 1943.
Bingo. Si algo nefasto le faltaba a esta festividad es que fue elegida por representantes de un oscuro período de nuestra historia.

Pregunta inocente: a nadie, en casi un siglo, ¿se le ocurrió modificar esta fecha que solo nos recuerda lo peor de la llamada industria colonialista, esclavizante y contrabandista?
No, así que seguimos brindando a la salud del obispo, el rey y el pirata. Y por arte de magia convertimos la fecha en un ‘sinónimo de soberanía y crecimiento’.

En la celebración de este año, Funes de Rioja dijo: el titular de la UIA reconoció que el contexto económico social “es complejo”, consideró que el sector industrial “es el motor de crecimiento y empleo en el país”. Por eso, rechazó a “algunos políticos que no quieren reconocer el rol de la industria”. Apuntó que la actividad “no le tiene miedo al mundo, pero no nos entreguen de manos atadas porque ya sabemos lo que pasa”.

Dios, sea más claro, don Funes, tan memorioso como desmemoriado. ¿Lo suyo suena a una velada amenaza o me parece? Usted me da un poquito de miedo. Será que estoy sugestionada porque vengo de contar una de piratas.

Continue Reading
Advertisement

Facebook

Copyright © 2017 Zox News Theme. Theme by MVP Themes, powered by WordPress.