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España ¿y ahora qué?, por Alvaro Hilario

El domingo 28 de mayo, la ciudadanía fue llamada a las urnas para renovar los gobiernos municipales de todo el Estado español y de doce de las diecisiete comunidades autónomas (equivalentes a las provincias argentinas), devolviendo a la derecha española gran parte del poder perdido en los últimos años: el derechista Partido Popular (PP), arrebató al Partido Socialista Obrero Español (PSOE) al menos seis de las diez comunidades autónomas que este gobernaba y las ciudades más importantes.

El PP pasó de 5.154.728 (22,62%) votos en 2019 a 7.054.887 (31,53%), subida de votos que se explica casi al completo por el trasvase de votos desde Ciudadanos (Cs), partido que perdió casi 1.700.000 sufragios, desapareciendo del mapa político español al no conseguir representación política ni en las capitales de provincia ni en los parlamentos regionales. El resto del ascenso habría que atribuirlo a la capacidad del PP de atraer a la bolsa de indecisos próximos a su ideario, ya que sus votantes venían movilizados de hacía tiempo.

La extrema derecha, Vox, escisión del propio PP y con quien gobierna en coalición en la comunidad de Castilla y León, también cosechó buenos resultados, pasando de 812.000 a 1.608.401 (7,19%) votos, convirtiéndose en la llave de la gobernabilidad en varias municipalidades y comunidades, como Valencia y Extremadura.

El socialismo aguanta y la abstención sube

El socialismo perdió cerca de 400.000 papeletas, aguantando el tipo pese al desgaste que la gestión de gobierno -tanto a nivel estatal, regional como local- y a la agresiva campaña desarrollada por la derecha. Pero sus aliados por izquierda, -Podemos, en especial- cayeron con tanto estrépito como Cs, impidiendo la reedición de los pactos de carácter progresista que venían gobernando las instituciones, ahora perdidas, desde hace 8 años.

Un caso llamativo es el de la Comunidad de Madrid, donde socialistas y Más Madrid mantuvieron sus votos y el PP, a pesar de perder votos y 3 puntos respecto a 2019, consiguió 6 bancas más y la mayoría absoluta.

La explicación hay que buscarla en el incremento de la abstención: más de 100.000 votantes de Podemos y 75.000 de Cs se quedaron en casa.

La abstención se situó en el 36,09% (12.8 millones de personas), 7 puntos arriba de la registrada hace cuatro años

Volveremos, más adelante, a Madrid, por lo que de paradigmáticas tienen las políticas de su presidenta, Isabel Díez Ayuso, dentro del PP, como se vio a lo largo de la campaña electoral.

A nivel de todo el Estado español, en las municipales, elecciones celebradas en todo el territorio, la abstención se situó en el 36,09% (12,8 millones de personas), 7 puntos por encima a la registrada hace cuatro años, situando la participación electoral del día 28 de mayo como la tercera más baja desde la instauración del actual régimen de monarquía parlamentaria hace 45 años.

La abstención se da en las zonas (regiones, municipalidades, barrios) con menos rentas, las zonas más difíciles de movilizar, zonas susceptibles de votar a una izquierda que ya venía desmovilizada de por sí.

Algunas claves

Hasta aquí, los datos. Veamos ahora algunas claves que nos ayuden a entender el ascenso de la “derecha extrema” y la “extrema derecha”, como hace escasas fechas las definió el presidente Sánchez, el desplome del espectro a la izquierda del socialismo y el adelanto de la convocatoria de las elecciones generales.

Como decíamos, el PP funcionaba en clave electoral desde que Alberto Núñez Feijóo abandonara la presidencia del Gobierno gallego, que ocupaba desde 2009, para dirigir el PP en 2022. Sustituía a Pablo Casado, perdedor en una interna frente a la, desde 2019, presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, política con gran poder dentro de su partido y con mayor protagonismo mediático que el propio Feijóo.

Si en algún lugar ha sido visible la crisis de Podemos, ha sido en Madrid, donde quedó sin representación; allá donde nació

Con las elecciones generales de 2023 como objetivo, la estrategia política y electoral del PP, animada por Ayuso, ha tenido un claro carácter trumpista basado en la simplificación extrema del debate y la agenda, por un lado, y en la propagación de bulos, por el otro; estrategia efectiva para movilizar al electorado de derechas. Así se explica que en unas elecciones locales, donde las personas, los rostros, el día a día, la gestión y los proyectos acostumbran a tener peso en la decisión del electorado (y las mayorías de progreso podían presumir de buena gestión), los temas que han dominado la campaña hayan sido la presencia de condenados por actos de terrorismo en las listas de partidos independentistas y las acusaciones de fraude electoral, pucherazo, vertidas por contra el socialismo, acusaciones sin prueba que vuelven a repetirse. Ayuso es una especialista en convertir cualquier tema en una cuestión personal entre ella y Sánchez o en un mal atribuible a Sánchez, desde la sequía a la guerra en Ucrania, pasando por el pactar con terroristas y entregar el país a ETA (desaparecida hace años).

Al hilo de estas acusaciones, el 6 de junio, entrevistado en una emisora de radio madrileña, el periodista quiso saber si suscribía las graves acusaciones de fraude electoral lanzadas por la presidenta madrileña; Feijóo esquivó una y otra vez la respuesta para, al final, señalar que “hay que interpretar las cosas en su contexto y a lo que se quiere trasladar”, calificándolo poco menos de una ocurrencia copiada a la prensa.

Faltan 48 horas para que expire el plazo para registrar coaliciones electorales. A Podemos y Yolanda Díaz, les quedan dos días para cerrar un acuerdo

En Madrid, ciudad y comunidad, PP y Vox, han experimentado un fuerte retroceso electoral. Las bajadas de impuestos, tan del gusto del PP, los severos recortes en los servicios públicos (sanidad, educación, transporte), la conflictividad social contestados por el siempre impertinente populismo de Ayuso han hecho mella en sus apoyos, pero, aun así, consiguió su objetivo de gobernar en solitario, sin el apoyo de la extrema derecha.

Si en algún lugar del Estado ha sido visible la crisis de Podemos, ha sido Madrid, donde quedó sin representación; allá donde nació. Diferencias personales y políticas ya dividieron el partido hace años, dando lugar a la aparición de Más Madrid, igualada en representación con PSOE. 100.000 papeletas de Podemos quedaron en casa. Tampoco fueron a Más Madrid. Hay desengaño con un proyecto concreto.

Señalo este dato porque en el momento de redactar esta nota, apenas faltan 48 horas para que expire el plazo para registrar coaliciones electorales; en otras palabras, a Podemos y Yolanda Díaz, vicepresidenta del Gobierno, líder del movimiento Sumar, les quedan dos días para cerrar un acuerdo. En estos momentos, los sondeos de opinión señalan que, con ese acuerdo cerrado, las matemáticas electorales permitirían a Sánchez repetir la mayoría sobre la que, hoy, se apoya su Gobierno en el Congreso de los Diputados, “mayoría de progreso” de la que también forman parte partidos políticos nacionalistas e independentistas de la periferia peninsular, de izquierda y derecha. En caso de concurrir por solitario, el PP podría gobernar con el apoyo de Vox.

Yolanda Díaz, ministra de Trabajo, vicepresidenta del Gobierno, nombrada como su sucesora y lideresa de la izquierda por Pablo Iglesias, se postuló hace meses a encabezar un “proyecto de país” donde ella fuera la primera mujer presidenta de Gobierno. En todo este tiempo, ha recorrido la Península, entrevistándose con personas, colectivos y fuerzas políticas, dando forma a una coalición que se presentó en público el pasado 31 de mayo. Así como a sus antiguos compañeros de Podemos la experiencia de gobierno no les ha dado rédito alguno, Díaz apoya su imagen pública en su gestión al frente del ministerio, gestión que vende como efectiva, profesional, exitosa y muy positiva para las clases populares.

Si bien no se conoce el proyecto de país, tiene a su favor la confluencia con agrupaciones de fuerte implantación territorial en zonas significativas en lo electoral a nivel de todo el Estado, como Cataluña o Valencia, agrupaciones antaño compañeras de viaje de Podemos.

En las comunidades gobernadas por el PP, como Valencia o Madrid, hubo un sistemático desmantelamiento del sector público, en áreas como sanidad y educación

Sánchez adelantó seis meses las elecciones. Evitaba seis meses de acoso trumpista; obliga al PP a pactar con Vox en, al menos, Valencia y Extremadura, antes del 23 de julio; y por la fuerza de los hechos obligaría a pactar a Sumar y Podemos que, aun dando esa imagen, recabarían los suficientes votos como para salvarlo.

No es este el momento, ni yo soy la persona, para hablar de la situación de la izquierda, cuadro en que faltan las ya señaladas fuerzas independentistas de izquierda que como Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) y Euskal Herria Bildu (EHB), fueron importantes apoyos de Sánchez durante la legislatura.

¿Qué hay en juego?

Convengamos en que cuando hablamos de “mayoría de progreso” estamos utilizando su propia jerga, la jerga de la democracia liberal, del Gobierno de coalición y sus apoyos parlamentarios.

Si hablamos de Defensa, Relaciones Exteriores, el rol de España en la UE, la OTAN, matriz económica, subordinación al capital financiero transnacional y demás lindezas del occidente libre, no hay diferencias entre un gobierno dirigido por la derecha o el progresismo. Si no, que pregunten en Podemos cuántos sapos tuvieron que tragar con el tema de Ucrania y el envío de armas, por ejemplo.

En España no se puede decir que el fascismo volvió: nunca se fue

Las diferencias más apreciables entre un bloque y otro, son el respeto o desmantelamiento de los servicios públicos y el ámbito de lo ideológico. En las comunidades gobernadas durante años por el PP, como Valencia o Madrid, se procedió al sistemático desmantelamiento del sector público en sectores tan sensibles como sanidad y educación, algo que quedó de manifiesto durante la pandemia y va en consonancia con sus políticas populistas de bajadas de impuestos y sus ligazones con el sector privado de ambos rubros, principal beneficiado del desmantelamiento. Obvio, lazos sentimentales acostumbran a unirlos a empresas de estos sectores.

Ayer, 6 de junio, Feijóo, reacio, de momento a aceptar debates cara a cara con Sánchez, a lo Trump, ya anunció todo lo que iba a hacer en caso de llegar a la presidencia del Gobierno: Derogar el Sanchismo. Ningún anuncio fue en positivo: de momento, derogará la ley Trans, la de Memoria democrática … Hará desaparecer el Ministerio de Igualdad …

Transición y continuismo

En España, no se puede decir que el fascismo volviera: nunca se fue. Tras la muerte del dictador, se impuso un blanqueo del estado franquista, de sus instituciones, de su sociedad civil, con sus correspondientes leyes de punto final. Nadie pagó por nada. Incluso los responsables del genocidio demoraron 40 años en ser removidos de sus mausoleos.

Vox, nutrido de ñoquis del PP, entre otros, es más de los mismo, pero sin complejo alguno

La violencia de la transición no fueron los estertores del régimen, de los nostálgicos: era el plomo del estado mismo, creando una nueva opción de terror ante la opinión pública para que esta descartara, de una vez por todas, aquella otra de la ruptura democrática. El anarquismo reunió más de 100.000 personas en su primer acto público y en Portugal se construía la Revolución. Plomo. Y los partidos de orden.

El mismo PP fue fundado por ex ministros del dictador Franco. De hecho, se niegan a condenar el golpe de estado de 17 de julio de 1936.

Vox, nutrido de ñoquis del PP, entre otros, es más de lo mismo, pero sin complejo alguno. Son el complemento perfecto para, mediante pequeños medios de comunicación o redes, instalar debates que el progresismo acaba haciendo propios en sus agendas. No hay más que ver las políticas de inmigración que dominan en la UE, compartidas por socialdemócratas, conservadores y extrema derecha: 23 muertos en la frontera de Melilla, con el ministro Marlaska, del PSOE, juez ajeno a las torturas; Rishi Sunak y sus deportaciones de inmigrantes ilegales a Africa; el Mediterráneo; Hungria y Polonia, su doble rasero… Meloni.

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Massa frente a 200.000 trabajadores: “Viene un tiempo de Unidad Nacional”

El viernes pasado, la Confederación General del Trabajo realizó un multitudinario acto frente al Congreso para festejar las recientes conquistas y el quite del impuesto a las ganancias de los asalaridos. El único orador fue el candidato a presidente por Unión por la Patria, Sergio Massa, rodeado de dirigentes y afiliados no solo de la CGT sino también de las dos CTA y movimientos sociales. Aquí algunas de las definiciones del actual ministro de economía en su caracter de candidato presidencial:


✅Yo vengo a agradecerle a todos estos dirigentes del movimiento obrero, organizaciónes sociales, organizaciones de la economía popular, pequeña y mediana empresa que vinieron a decir presente y decirle gracias a nuestros senadores, a nuestros diputados, a la presidenta de la Cámara de diputados de la Nación, a la presidenta del senado de la Nación y vicepresidenta Cristina Kirchner por haber tomado la decisión de avanzar en un paso fundamental para empezar a reparar los errores, las lastimaduras que tiene nuestra economía y que tiene el sistema de distribución del ingreso en la Argentina.


✅Quiero que hoy se graben un número, lo guarden para siempre, 27.725 es la Ley que termina con el Impuesto a las Ganancias en el salario de las y los trabajadores argentinos.


✅Quiero decirle a todos aquellos que pelean hace muchos años. No es un tema que haya planteado hace un mes o dos. Muchos saben que hace más de diez años que vengo planteando en mejora de la puja distributiva en argentina, el salario no es ganancia, es remuneración.


✅Hemos enviado la ley al Congreso, por eso les quiero pedir que también nos movilicemos para pedirle al Congreso que saque definitivamente de la canasta básica la Ley que le devuelve el IVA a trabajadores y trabajadoras de la economía popular, a jubilados, a trabajadores que no llegan con su salario.


Sin empresas no hay trabajadores, sin trabajadores no hay empresas. Tenemos que entender que la producción y el trabajo son aliados definitivos para la construcción de riqueza de nuestra Patria.


Tenemos la responsabilidad de construir un tiempo nuevo en la Argentina. Me llena de orgullo ver que en este escenario hay dirigentes sindicales de distintas centrales obreras, que lograron detrás del objetivo de mejorar el salario de la gente, poder pelear juntos y lograr una conquista. Ver a los dirigentes de nuestras organizaciones sociales y de la economía popular acompañando a los dirigentes sindicales, acompañando su festejo, pero también la continuidad de su lucha. Esa es la mesa de unidad de los argentinos, empresarios, trabajadores, organizaciones sociales y el Estado. Nuestra patria necesita un gobierno de unidad nacional.


En tres semanas se define el futuro de la Argentina, decidimos si somos un país con derechos laborales, con vacaciones pagas, con derecho a la indemnización, que pelea para mejorar el ingreso de nuestros trabajadores o si volvemos al pasado.


El esfuerzo no lo tienen que hacer los que trabajan sino los que timbean, los que especulan, los que atentan contra la Argentina.

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Gerardo Morales, en campaña, arremete contra sindicatos y pueblos originarios

Mientras en la ciudad de Buenos Aires continúa el acampe frente a Tribunales de miembros del Tercer Malón de la Paz que llegaron el 1° de agosto a la Capital para reclamar la derogación de la nueva constitución provincial propuesta por Gerardo Morales que pone en riesgo la posesión de sus tierras, y tres de ellos están cumpliendo una huelga de hambre desde hace más de diez días encadenados a las rejas del Congreso a la espera de ser atendidos por diputados y sendores, en Jujuy continúa la persecusión judicial contra manifestantes y sindicalistas, tal como denuncia el SEOM, sindicato de obreros municipales.

La Justicia Penal Provincial reabrió esta semana una causa contra 11 dirigentes del S.E.O.M. de Jujuy que ya había prescripto después de seis años en los que nadie movió el expediente y por lo tanto caducó. En plena campaña electoral, Gerardo Morales decidió desarchivarla a pesar de haberse cumplido el plazo fijado por la ley para su continuidad.

Pero la embestida no se quedó ahí. La Justicia Contravencional de Jujuy citó a una audiencia de juicio oral para este viernes 29 de septiembre a la tarde, a Santiago Seillant, Secretario Adjunto del S.E.O.M. Jujuy al cual acusan de haber impedido “el paso a ambulancias, vehículos policiales o de bomberos que lleven señales lumínicas y sirenas encendidas.” (Art. 90 del Código Contravencional) y por el supuesto delito de “tomar parte en reuniones públicas tumultuarias o provocaren tumultos en reuniones públicas, autorizadas o no” (Art. 112 del mismo Código), imputaciones que se le formulan por haber participado de las manifestaciones del 20 de junio pasado donde una masiva convocatoria popular rechazó la Reforma Constitucional por ser violatoria de la Constitución Nacional y por no tener consenso social. Por la presente causa, el dirigente mencionado, puede recibir penas complementarias de privación de la libertad, multas millonarias y trabajos comunitarios.

Durante la represión de junio hubo razzias en viviendas populares, varios detenidos, balas de goma, golpes y varios manifestantes perdieron un ojo. Los juicios son para los trabajadores no para represores

En un comunicado del sindicato difundido en el día de ayer, sostienen que “el código contravencional de Jujuy es un mamarracho legal” que tiene como único objetivo la judicialización de la protesta social.

El Código Contravencional de la provincia es inconstitucional por arrogarse la facultad de legislar en materia penal que sólo corresponde al Congreso Nacional, porque así lo determina la Constitución Nacional vigente. Asimismo, varios de sus artículos atentan contra derechos constitucionales como el de reunión, libre expresión y petición ante las autoridades, asimismo, en los hechos prohíben la protesta social. Por ello es ilegal y es inconstitucional.
Asimismo, en Jujuy sucede algo que está prohibido por la Constitución y los Tratados Internacionales a los que la República Argentina está adherida y debe respetar, que es que el Estado no puede juzgar ni condenar dos veces un mismo hecho o conducta, dado que esto viola un principio legal histórico del Derecho, que funciona como una garantía de los ciudadanos frente al Estado. En Jujuy, gracias al Código Contravencional, un mismo hecho o conducta es juzgado y penado tanto por la vía contravencional como por la vía penal, este mamarracho jurídico está habilitado por la misma Constitucional Provincial reformada, que permite la doble sanción estatal frente a una única conducta o hecho. Se usan las mismas pruebas para juzgarte dos veces y condenarte con dos sanciones que son complementarias.
“, sostiene el sindicato de municipales que participó activamente, junto a docentes y trabajadores de la salud en las movilizaciones contra la reforma que fueron duramente reprimidas por el gobierno de Morales en junio de este año.

Encadenados y en huelga de hambre. Reclaman por sus tierras y contra la reforma de Morales

Si no hay respuesta, se profundizarán las medidas en todo el país

La resistencia al nuevo ataque a la protesta social en Jujuy crece día a día. Néstor Jeréz, uno de los integrantes del Malón de la Paz encadenado al Congreso declaró a la agencia Telam:”Hace nueve días que iniciamos la huelga de hambre encadenados al Congreso Nacional. Somos tres integrantes del Tercer Malón de la Paz y sólo tomamos agua”, cacique del pueblo Ocloya, Jeréz afirmó que “el cuerpo ya pasa factura, se siente el debilitamiento y el mareo” a nueve días de iniciada la huelga de hambre.

Los manifestantes recibieron el apoyo de diversas organizaciones sociales, entre ellas, el Movimiento La Dignidad, la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP), Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE) y Movimiento Barrios de Pie, que marcharon para solidarizarse con ellos. También fueron recibidos por el presidente Alberto Fernández el mes pasado pero todavía no se destrabó el conflicto.

Fuentes consultadas por LCV advirtieron: “Responsabilizamos por la salud y la vida de las y los hermanos que mantienen la medida, a los legisladores que todavía no se expidieron. Si no hay respuesta se profundizaran las medidas en todo el país.


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Increíble: Biden en huelga

Con un gorro visera de la UAW (United Auto Workers) y megáfono en mano, el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, participó del mitín de los trabajadores de la industria automotríz en huelga desde hace veinte días en las principales fábricas del país: Ford, General Motors y Stellantis. El sindicato mantiene un plan de lucha en reclamo de aumento de sueldos, mejores condiciones laborales y más días de descanso.

“Las empresas tenían problemas, ahora les va increíblemente bien. Y, ¿adivinen qué? A ustedes también debería irles increíblemente bien”, exclamó el presidente quien se solidarizó publicamente con la clase trabajadora de Michigan. El lugar elegido para su discurso fue el centro de distribución de General Motors, uno de los puntos principales de la huelga que se ha extendido a múltiples estados.

Biden puso énfasis en la importancia de los sindicatos para la economía del país al afirmar: “Wall Street no construyó este país, la clase media construyó este país, y los sindicatos construyeron la clase media”. Sin medias tintas, agregó: “se merecen el significativo aumento salarial que necesitan”, mientras los trabajadores coreaban “¡Sin acuerdo no hay ruedas!”,“¡Sin pago no hay autopartes!”.

Por su parte, el presidente del UAW, Shawn Fain, calificó como un hecho ‘histórico’ el aval del presidente de la república y agradeció su presencia en el piquete obrero. El gremialista acusó a las grandes corporaciones de seguir sumando beneficios y dejar a los trabajadores “peleando por sobras”.

Ya en la campaña presidencial de 2020, Biden se había declarado a favor de la acción sindical apoyando los paros de trabajadores en Las Vegas y en la industria automotriz en Kansas City. Este martes, en vistas de la elecciones del año próximo, se presentó sorpresivamente en la huelga automotriz.

Con este gesto, Biden se le adelantó en un día a Donald Trump quien tenía previsto participar de una asamblea frente a los obreros de la industria automotriz en huelga pero el UAW se desvinculó de la organización del evento.

Los guionistas de Hollywood llegan a un acuerdo y levantan la huelga.

El resurgimiento de la actividad sindical en Estados Unidos tuvo impacto internacional por la huelga iniciada por actores y guionistas de Hollywood. Después de 146 días de conflicto, los guionistas festejaron el acuerdo firmado con las corporaciones y levantaron el paro que estaba haciendo temblar a las grandes plataformas.

Más allá de un aumento salarial del 18%, el pago por residuales y bonificaciones en el caso de series o películas realizadas para las plataformas, los guionistas de Hollywood han logrado limitar el uso de la inteligencia artificial generativa. Según el acuerdo firmado que tendrá vigencia por tres años, no se podrá utilizar la tecnología para escribir o reescribir material literario, ni tampoco utilizarse como fuente. ¿Esto qué significa? Que los estudios no podrán aprovechar herramientas como ChatGPT o Bard para crear historias que luego los escritores deban transformar en un guion.

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