Ambiente
Misiones a la vanguardia en la lucha contra el glifosato

“Misiones es pionera en normativa en cuanto a la manipulación y uso de agrotóxicos, prohibición de glifosato y programas de fomento de ferias francas en pos de la soberanía alimentaria”, dijo el diputado provincial Martín Sereno por el partido Tierra Techo Y Trabajo, luego de que la Cámara de Representantes de Misiones aprobara una ley que prohíbe el uso del glifosato y otros agroquímicos. La medida será en forma gradual y establece un plazo de dos años para tener una agricultura libre de glifosato.
La primera provincia en prohibir el uso de este agrotóxico en todo su territorio fue Chubut en el año 2019 a través de una ley que prohibía la “importación, introducción, tenencia con fines de comercialización, fabricación, fraccionamiento, distribución, transporte y aplicación del herbicida glifosato en todas sus variantes. Como así también se prohíben todos los productos que tengan como base o principio activo el glifosato”. Ya había más de 10 ciudades argentinas que habían tomado la misma resolución
La aprobación de la ley en Misiones tomó de sorpresa a muchos en la provincia litoraleña ya que el 60 % de su superficie está forestada con monocultivos que utilizan agrotóxicos. De acuerdo a lo expresado por los representantes del Congreso una investigación confirmó el vínculo entre el agua, los agroquímicos y el cáncer.
La nueva norma, que entrará en vigencia en 2025, se propone impulsar un cambio cultural en los sistemas productivos hacia prácticas menos agresivas con el medio ambiente. Entre sus objetivos figura el estímulo a la generación de puestos de trabajo en investigación, procesamiento y desarrollo de insumos biológicos, utilizando métodos de purificación totalmente orgánicos. Mejorar el manejo del riego agropecuario y la eficiencia del uso del agua; enfatizar el empleo de técnicas relacionadas con el reciclaje de materiales orgánicos para mejorar la fertilidad del suelo, el control biológico de plagas y enfermedades, utilizando semillas provenientes de sistemas de producción orgánica
Más de 50 Cámaras y organizaciones de productores agrícolas se mostraron sorprendido y consideraron que el Estado no puede inmiscuirse en estar cuestiones, por lo cual tildaron la ley de ‘absolutamente autoritaria’.
Bayer, que compró Monsanto hace dos años por US$63.000 millones, niega que el glifosato sea cancerígeno. Hace pocas semanas debió pagar US$11.000 millones por una demanda sobre su herbicida al comprobarse que puede causar cáncer. El glifosato ya fue objeto de unas 125.000 demandas anuales por los supuestos efectos cancerígenos. Bayer aceptó pagar las somas solicitadas a pesar de considerar que su producto es inocuo. La Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer de la Organización Mundial de la Salud concluyó en 2015 que la substancia es “probablemente carcinógena para los humanos”.

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“Cómo organizar la esperanza”. Encuentro del Papa con universidades de América Latina y Caribe

En un emotivo encuentro, más de 200 rectores y rectoras de Universidades públicas y privadas de Latinoamérica y el Caribe presentaron al Sumo Pontífice, que abre una agenda de cooperación internacional. Cómo relacionar la actividad científica y tecnológica para mejorar la vida concreta de las personas, fue uno de los ejes del debate. El rector de la Universidad Nacional del Nordeste, Dr. Omar Larroza participó de esta reunión y las jornadas de trabajo que tuvieron lugar días atrás en Ciudad del Vaticano, y significó la reafirmación del compromiso de la Universidad como institución social clave en la búsqueda de soluciones a la inequidad social y la crisis ambiental.
Durante varios días se trabajó sobre temáticas importantes para el actual contexto global como la “Crisis económica: tecnología y tecnocracia”, “Crisis social: degradación social, inequidad, debilidad de la reacción” y “Crisis cultural: desempleo y migración”, entre otras.
También se hizo hincapié sobre la inequidad que se manifiesta en los conflictos socioeconómicos generados por falta de recursos, desequilibrios y el descuido de la vida y de las relaciones. Finalmente, consideraron la debilidad de las reacciones expresada en el maltrato y el descuido de los ecosistemas comunes.
La globalización de la indiferencia
Tras el análisis, reflexión y debate que tuvieron como punto de partida la encíclica “Laudato Sí”, la segunda encíclica del Papa Francisco; se elaboraron las conclusiones y definieron propuestas que se plasmaron en el documento “Cómo organizar la esperanza” presentado ante el Sumo Pontífice, y que marca el inicio de un programa y una agenda regional para la cooperación internacional.
Crisis social: degradación social, inequidad, debilidad de la reacción
Los y las representantes de cada una de las universidades se reunieron en cuatro grupos de trabajo según la especificidad de cada una de sus casas de estudio en relación con las necesidades urgentes de sus territorios. Trabajaron en el Instituto Patrístico Augustinianum, y el rector de la UNNE participó del grupo que abordó la crisis social desde la degradación producto de las prácticas dañinas como la contaminación, la violencia, el consumismo.
¿Cómo poner en relación el trabajo científico y tecnológico con el cuidado; como percibir que trabajo es cuidado y cuidado es trabajo “para que nuestros pueblos tengan vida”? Desde la presencia cercana y dialogante entre miembros de universidades católicas con otras universidades públicas y centros de estudio, fue la pregunta que funcionó como punto de partida del trabajo en dicho grupo.
La degradación ambiental descarta a los seres humanos a partir de la contaminación tóxica, visual, acústica.
La Degradación Social, fue una de las problemáticas sobre las que trabajaron. “En el contexto de la “globalización de la indiferencia”, como señala el mencionado “Laudato Sí” (LS), aseguran que los efectos de la degradación ambiental descarta a los seres humanos a partir de la contaminación tóxica, visual y acústica; el caos urbano de vivienda y transporte; las estructuras ineficientes de agua y energía; la falta de espacios verdes y belleza; la exclusión social; la violencia; el consumismo; la omnipresencia de dinámicas digitales y las emociones artificiales, entre otras.
Pero la comunidad universitaria organizada “también es capaz de producir lo bello”, dice la encíclica de Francisco; y las autoridades universitarias se preguntaron entonces “¿Cómo puede contribuir la universidad para revertir el deterioro de la calidad de vida estimulando la vida espiritual y contemplativa entre los jóvenes, portadora de sentido de la existencia?”.
La “Inequidad” fue otro eje abordado en el grupo 3: “El ambiente humano y el ambiente natural se degradan juntos, y no podremos afrontar adecuadamente la degradación ambiental si no prestamos atención a causas que tienen que ver con la degradación humana y social”, señala el LS y menciona por ejemplo la “muerte prematura de los pobres; migración forzada; los conflictos generados por falta de recursos; el desequilibrio en la distribución de la población (despoblamiento de las zonas rurales); la colocación de residuos sólidos y líquidos tóxicos, y de deuda externa, en países de las periferias; inversiones extranjeras que dejan pasivos ambientales y sociales (deuda ecológica); la falta de contacto físico y de encuentro a causa del desempleo, etc.
¿Cómo es posible, desde la universidad, contribuir creativamente con nuevos modelos de organización comunitaria regional?
“¿Cómo es posible, desde la universidad, contribuir creativamente con nuevos modelos de organización comunitaria regional emergentes para el cuidado de la vida, en todas sus formas y etapas, en nuestra casa común latinoamericana y caribeña?”, fue el interrogante que habilitó el debate y posterior propuestas para intentar paliar estas problemáticas.
“Nunca hemos maltratado y lastimado nuestra casa común como en los últimos dos siglos”, se afirma en la encíclica. “¿Cómo podemos, desde la comunidad universitaria, contribuir: con una cultura latinoamericana y caribeña de nuevos estilos de liderazgo político, social y económico “que marquen caminos” y atiendan las necesidades de las generaciones actuales y futuras; con un sistema normativo que asegure la protección de los ecosistemas a través de una regulación inteligente; con la valentía de advertir la realidad de un mundo limitado y finito?”, se preguntaron entonces los rectores y las rectoras.
Las propuestas surgieron en base a la posibilidad de “organizar la esperanza de nuestros jóvenes”, desde la comunidad universitaria organizada de América Latina y el Caribe.
“Una tarea de estas características tal vez debería iniciar, de manera coordinada, procesos socio-ambientales de transición justa para el cuidado de la casa común que nos permitan atravesar juntos el cambio de época desde el paradigma de la ecología integral”, consideraron.
Y definieron luego pasos concretos y líneas de acción que sumaron al documento final que presentaron al Papa Francisco.

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Avanza el proyecto obrero-mapuche en Fundo Huite

En diciembre de 2022, La Columna Vertebral dio a conocer un proyecto inédito de recuperación de tierras junto a una industria productiva lechera en el sur de Chile. Su propuesta y forma de organización nos pareció original y por eso entrevistamos a uno de sus protagonistas Gabriel Alexis Troncoso. Coordinador de las comunidades mapuches y el sindicato de la empresa Chilterra. Estaban en sus inicios, hoy nos enteramos que la propuesta avanza y han decidido interpelar al Banco Rabobank de los Países Bajos. Para comprender el alcance de esta propuesta los invitamos a escuchar aquella primera entrevista para comprender el alcance del nuevo comunicado que nos han hecho llegar.
En el día de ayer, difundieron este comunicado que impacta por su claridad y lenguaje. La lucha mapuche para recuperar sus riquezas territoriales incorpora una mirada que sin dejar de ser romántica incorpora nociones de pragmática económica. Por primera vez escuchamos una organización definirse como “corporativa económica ancestral” que se prepara para “la acción política-financiera e intervenir para salvaguardar los intereses del territorio”. Forman parte del Fundo Huite obreros calificados, en su mayoría de origen mapuche, y las propias comunidades. Fueron visitados en sus inicios por Raúl Godoy, emblemático líder de la empresa recuperada Zanón quien destacó el apoyo que tuvieron de las comunidades mapuches en Neuquén y advirtió sobre las dificultades que deberían afrontar en una lucha que sería larga. Aquí están, haciéndose presentes una vez más. LCV no puede menos que difundir una experiencia que está pasando inadvertida en territorio chileno que implica un modo novedoso de enfrentar los grandes poderes internacionales que están saqueando el territorio de un lado y otro de la coordillera.
Aquí el comunicado completo:
PROYECTO ECONÓMICO MAPUNCHE INTERPELARÁ AL BANCO RABOBANK
“Recuperar las tierras y administrarlas como propias es un desafió que se plantea la organización mapunche desde el Fundo Huite en Paillako –Fütawillimapu, actualmente protegido de las intenciones que tiene sobre ellas el Banco Rabobank de Paises Bajos.La unidad productiva es un escenario demostrativo que ensaya, experimenta y pondría en práctica la justeza para el uso de las riquezas, una relación laboral con responsabilidad, una organización ancestral activa que levante las instituciones con las reglamentaciones y operatividades que le de funcionalidad a un plan de desarrollo colectivo autonómico con la recuperación y defensa territorial.
Sin embargo ese proscenio cuenta con una contraparte, el Banco Rabobanc, entidad financiera con sede en Países bajos y que se extiende a todo el planeta cuyo negocio implica la generación de préstamos y deudas en ámbito agrícola, pesquero y agroindustrial. Es Küme ülmen, organización corporativa económica ancestral surgido en Huite quien prepara el conocimiento para la acción política – financiera e intervenir para salvaguardar los intereses del territorio sobre un espacio de más de 3 mil has del fundo y su infraestructura.”
En este video podemos conocer a los protagonistas de esta experiencia en acción:
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Cinco años sin Fabián #BastaDeMuertesObreras

Este 8 de septiembre se cumplen cinco años de la muerte de Fabián Amaranto Tomasi luego de años de lucha contra los agrotóxicos que finalmente terminaron con su vida en el Día del Agricultor. LCV rinde homenaje a los trabajadores rurales rescatando la figura de este luchador que se convirtió en un emblema contra el uso de tóxicos en las plantaciones. Su imagen recorrió el mundo gracias al trabajo fotográfico de Pablo Piovano titulado ‘El costo humano de los agrotóxicos’.
Fabián nació en 1966, en Basavilbaso, cerca de Gualeguaychú, provincia de Entre Ríos. Bella zona rural en donde supo trabajar en el campo desde chico. En el año 2005 consiguió un empleo fijo en una empresa de fumigación, estaba feliz. Hijo de una familia humilde, nunca pudo participar de las grandiosas fiestas de carnaval de la zona, la plata no alcanzaba para eso, quizás con un salario su futuro sería otro. Le gustaba ver los aviones sobrevolar los campos. El se encargaba de la carga de los ‘mosquitos’ fumigadores. Ignoraba las consecuencias que podría tener maniobrar a diario con peligrosos químicos como glifosato, tordon, propanil, endosulfán, cipermetrina, 2,4D, metamidosfos cloripirfos, coadyuvantes, fungicidas o gramozone.
Nadie le había advertido sobre el peligro de transportar semejante carga venenosa en las avionetas. Cuando se dio cuenta, ya era tarde. “Mis primeros síntomas fueron dolores en los dedos, agravados por ser diabético, insulinodependiente. Luego, el veneno afectó mi capacidad pulmonar, se me lastimaron los codos y me salían líquidos blancos de las rodillas”, recordó en una de sus tantas intervenciones en las que intentó sembrar conciencia. Quisieron callarlo pero no cedió a presiones. “Siempre fui pobre pero honrado y quiero seguir orgulloso de estar defendiendo gratuitamente la vida”, decía. Empezó a contar su caso en los medios locales y se convirtió en un símbolo de lucha. Siempre estuvo conciencia de su rol. “Hoy sólo puedo ver la cara de Antonella González, una nena que murió de leucemia en el Hospital Garrahan, hace apenas 4 meses. Había nacido en Gualeguaychú, hace apenas 9 años. Y falleció, víctima de los agroquímicos. Los médicos lo sabían, todos lo sabíamos. Como también sabemos que un 55 % de los internados en el Garrahan por cáncer, provienen de nuestra provincia. La más fumigada del país, una de las más envenenadas del mundo”, denunciaba frente a quien quisiera escucharlo.
Con su propio cuerpo como testimonio del mal -fue diagnosticado de polineuropatía tóxica severa y atrofia muscular generalizada- recorría las escuelas y hablaba con los alumnos: “Tengo que explicarles algo difícil porque ustedes son chicos y lo que tengo que contar no es muy lindo. Vieron que estoy enfermo, Y creo que saben por qué estoy enfermo. Algo saben. Yo trabajaba en las plantaciones de soja, o mejor dicho, trabajaba con los aviones que fumigan la soja. ¿Y pregunto…. saben por qué las fumigan? Fumigar es echar veneno sobre las plantas, pero veneno que no mata a la planta que quieren defender (la soja), sino a todo lo demás. El campo está lleno de hierbas que nacen y viven naturalmente, sin pedir permiso a nadie, pero como a los hombres que cultivan, solo les interesa que crezca la soja, entonces esas hierbas…a las que llaman malezas, les molestan y es por eso que les echan veneno. Para matarlas”.
Pasó sus últimos meses, años, postrado en su casa. “Me envenenaron y me metieron en una prisión domiciliaria”, declaró en una entrevista a un medio litoraleño. “Mi vida transcurre en mi casa. Me jubilé por incapacidad y me detectaron polineuropatía tóxica severa, la ‘enfermedad del zapatero’. Es aspirar los solventes que traen las sustancias, que son todas similares y afectan el sistema nervioso periférico. Ahora también me está afectando la conciencia. No sabía que el veneno modificaba el ser consciente. Estoy perdiendo la vida. Quiero vivir.”
Dijo el fotógrafo Piovano al conocer la noticia: “Hoy es difícil esquivar la tristeza porque un amigo anda de camino a las estrellas. Un amigo y un maestro que luchó como pocos hasta el último respiro. Se ganó todo en buena ley y pasó a escribir la historia grande para estar entre los mejores. Es tiempo de descansar mi amigo. Ha sido enorme tu sacrificio y no nos queda más que agradecerlo y honrarlo. Tu voz está viva y para siempre”.
“Tengo miedo de morir. Quiero vivir”, contaba en una carta dirigida a La Garganta Poderosa. “Tal vez, ese miedo me pueda servir de escudo, una especie de anticuerpo, como el humor. O como tanta gente que me ayuda para que pueda estar escribiendo, en vez de largarme a llorar, porque la enfermedad me hizo adelgazar 50 kilos y he visto mucha gente fallecer por consecuencia de las fumigaciones, pero nadie se anima a hablar. Mi hermano Roberto, sin ir más lejos, fue otra víctima más de las lluvias ácidas que arrojan sus avionetas: el cáncer de hígado no lo perdonó. Jamás voy a olvidar su agonía, escuchándolo gritar toda una noche de dolor. Mi papá falleció así, con esa tortura en la mente y tragándose silenciosamente la impotencia de verme así. Ahogado, de rabia y de temor. Yo no quiero ahogar mis palabras. Quiero gritar”.
Y gritó tanto que su voz todavía se escucha.
LGC