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El hombre y su geografía, por Gustavo de Vera

Éste no es un diario de ruta. Quizá apuntes de bitácora.

Apenas ayer mojaba los pies en el mar de las playas uruguayas, donde nací, y de pronto, hace treinta años, habito lagos y ríos en la cordillera patagónica.
Aquí aprendí a rodar en moto por caminos y rutas de esta geografía cargada de misticismo, historias paganas, y soledades de vértigo; también a conversar con el viento. El viento aquí guarda sus raíces al Oeste, tras la cordillera.

Soy uruguayo por nacimiento, patagónico por adopción, migrante por fatalidad y curioso por naturaleza.
Motero por determinación.
Vivo en Esquel, Chubut, a los pies de la cordillera. Un paisaje de interminables “toboganes” por los que deslizarse en dos ruedas. Suelos quebrados en la alternancia de cumbres y valles, sí. Al mismo tiempo es la vida también, llevándote sin casco entre curvas y contra curvas, largas pendientes que agotan y descensos bruscos; estepa y bosque, y arroyos famélicos, y lagos con profundidades de pánico azul.

Gustavo de Vera y su gran pasión

La encrucijada de Neo
Pienso en Matrix, la primera de la serie (1999). No, mi moto no es como la de Trinity, aunque me gustaría. Quiero decir que aquí como en Matrix, andando las rutas y caminos de esta geografía, tenés dos opciones: la pastilla roja o la azul.

Azul:
Turisteá tranqui. La mítica Ruta 40 se abre infinita de norte a sur. Combustible, alojamientos, paisajes y la promesa latente de buenas aventuras en los caminos transversales que llevan a las montañas. Punto.

Roja:
En la Ruta 40, si viajás atento, se aprende el idioma de las rastrilladas. El viento te habla en lengua (aonikenk, gununakuna, chehuache-kénk, mapuzungún), porque la 40 pavimenta una de las principales rastrilladas que los pueblos originarios fueron marcando en el duro suelo con su tránsito de siglos por parajes de la región.
Lo mismo con los caminos transversales. Toda persona contemporánea calza a sus pies las huellas indígenas cuando transita los pasos bajos de la cordillera de un lado a otro.
Lo mismo que hoy, que me dejo andar hasta Futaleufú, para ver si consigo alguna ropa interesante en las ferias americanas; ver si Guido Retamal anda por el pago: autor, músico y escritor, lo mismo puedo hallarlo dirigiendo un coro en Trevelin (Chubut, donde vive su hermano), que enseñando en “Futa”. Y después seguir a Chaitén, para mojar mis pies en el Pacífico (dicen que es el Golfo de Ancud, pero es sabido que el océano no anda poniendo nombres a sus vericuetos).
A veces me dejo caer hacia Corcovado y Carrenleufú y después de cruzar el río Encuentro, llegarme a Palena, para visitar a mi amiga y poeta, Bernardita Hurtado, que me invita seguido para compartir lecturas con jóvenes y colegas, o participar del Encuentro de la Cultura y las Tradiciones.
Digo: si no fuera por los carteles, y la parada obligada en el puesto limítrofe, nada hay entre cerro Centinela, Corcovado, “Carren” o Palena que me asegure estar a un lado u otro del límite. Ni la geografía, ni la arquitectura de las casas, ni los animales que allí se crían, ni los nombres de los caminos o de la gente. Lo mismo a un lado que al otro. Lo mismo desde Los Cipreses (cerca de Trevelin) hasta Futaleufú.

“Toda identidad es una cárcel”
Así dice el crítico de arte y escritor Daniel Correa. Y agrega: “lo peor es que no nos meten ahí a empujones, nos metemos solos, en filita y cantando”.

Pastilla Azul:
Puesto fronterizo “El Paso”, sobre el camino a Futaleufú. En filita y cantando llegamos con nuestras motos, autos o lo que sea. En filita y cantando, entregamos nuestros documentos de identidad, sellan nuestros papeles en un mostrador, y la filita sigue, a otros papeles sellados en otros mostradores, mientras afuera el perro y su guardián huelen nuestros vehículos y otro guardián husmea nuestras pertenencias en busca de alimentos frescos cuyo ingreso no está autorizado. Todos somos sospechosos.
Decir que sos uruguayo en Argentina, y en especial cerca del límite con Chile, te otorga un halo de tipo sencillo, ilustrado, con tradición democrática. “Conocí a uno, sí. Buena gente los uruguayos”. “No como esos chilenos, traidores y ladinos”, es un agregado frecuente por aquí, dicho en la forma que sea.
No es diferente en Chile: las veces que anduve por Valdivia, Osorno, Puerto Montt, Chaitén, Palena, Castro, o en cualquier paraje. Al saberme uruguayo, mis interlocutores trazaban una línea moral que me apartaba de mis compañeros de viaje, argentinos ellos, y su trato hacia mi persona mejoraba sustancialmente. Me asignan otra fila para seguir cantando.
La cárcel sigue siendo la misma.

Pastilla Roja:
Superada la burocracia del puesto limítrofe -donde gendarmes o carabineros (el Estado, al fin,) te ponen el sello de ‘otro’, con fecha y hora de regreso-, el corazón retoma en camino y se entusiasma con la posibilidad del reencuentro.
El abrazo es largo cuando fue largo el tiempo sin vernos. Las alegrías, los proyectos, las dudas, las preocupaciones y tristezas se comparten. Las ganas de disolvernos en este territorio de frontera, donde vamos zurciendo la montaña con los hilos del ir y venir.
“Ellos” vienen a comprar garrafas de gas, perfumería y alimentos (que en Argentina son mejores). “Nosotros” vamos por artículos importados, cubiertas nuevas, toallas y sábanas, ropa usada de buena calidad (porque aunque el cambio no sea favorable, igual sale menos que acá, por los impuestos, viste).
No es un trueque en lo individual, lo es casi en lo colectivo. En el puesto fronterizo lo saben. Y disimulan.

Las rastrilladas antiguas sembraron familias a uno y otro lado de las líneas divisorias, traer madera, llevar tabaco o hacienda. La hija de los Bahamonde, casada con un Williams; el hijo de Oyarzún, que nació allá y ahora anda metido a gendarme; don Roberts que pobló cerca del Espolón, y está juntado con una de los Solís…
Es que como el agua del océano, el amor no porta cédulas ni documentos.

Una que sepamos todos
Durante la Feria del Libro en Chaitén (2001), el profesor e investigador de la cultura en Coyhaique y Aysén, Leonel Galindo Oyarzo, me habló de su trabajo postulando una quinta región lingüística para Chile, que precisamente se hallaba en XIma Región y sus cercanías.
Más allá de los detalles académicos, Galindo Oyarzo explicaba que a través de las antiguas rastrilladas que cruzaban los pasos bajos de la cordillera, con las primeras décadas del Siglo XX los campesinos de la zona establecieron un tránsito habitual hacia Comodoro Rivadavia, donde se abastecían de alimentos, herramientas, ropa, animales, aperos para sus caballos, etc. En tales intercambios, sostenía Galindo Oyarzo, también se asimilaban usos y costumbres. La música que se escuchaba en Comodoro Rivadavia, pronto comenzó a escucharse en los festejos populares de Coyhaique. El mate si hizo popular también. Y lo más trascendente para el intelectual coyhaiquino: las herramientas de trabajo, las prendas de vestir, los elementos que integran el apero de sus cabalgaduras, las tareas mismas, todo pasó a denominarse tal y como se nombraban en el lado argentino. Ello habría determinado una paulatina modificación en los usos del lenguaje para esa región de Chile.
El mismo Galindo Oyarzo, dijo entonces que la Cueca, había sido establecida como música nacional chilena “desde el Gobierno de Santiago”, negando de tal manera, la riqueza y diversidad cultural y musical de su país. Y que por esa razón él admiraba la diversidad musical en Argentina: Tango, Zamba, Milonga, Chacarera, Chamamé, y tantas otras.
Pocos años más tarde (2010) participando del Encuentro de la Cultura y las Tradiciones en Palena, asistí a un concurso de baile tradicional. Allí las parejas podrían anotarse para bailar Cueca, y también para el certamen de Chamamé.
Me hubiera gustado tener cerca a Galindo Oyarzo: mientras decenas de parejas se disputaban en la pista el certamen de Chamamé, esa noche no hubo nadie anotado para bailar la Cueca, música nacional según el Gobierno de Santiago.

La geografía se ríe de nosotros
Durante la investigación para un libro sobre el conflicto de límites que Argentina y Chile mantuvieron hasta 1902, debí aprender bastante de la geografía en la región centro sur de la cordillera patagónica.
Hay un hecho que es característico de esta zona. Mientras que desde Atacama hasta la región de Bariloche, las altas montañas de Los Andes dividen las aguas: todos los ríos que nacen en sus cumbres y descienden por la cara este de la cordillera, forman las cuencas que desembocan en el Atlántico. Los que descienden por la cara Oeste, desembocan en el Pacífico. Y esa fue una fórmula para que ambos estados acordaran su división de territorios trazando una línea allí, donde los altos picos de Los Andes, dividieran las aguas.
Al sur del cerro Tronador, sin embargo, la geografía les tenía preparado un chiste: las cumbres son mucho más bajas, y los ríos y lagos, aun descendiendo por la cara este de la cordillera, deciden cambiar su rumbo y correr con sus aguas hacia el Pacífico… Parece claro que los límites, en los mapas, en la cultura, en las identidades, serán siempre caprichos de gobiernos distantes y ausentes. La gente, en tanto, se encuentra donde el agua se encuentra.

Y a la gente, como al agua, no hay quien la ataje.

Esquel, febrero 2023

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Progreso y litio ¿el fin de un sueño? Entrevista a Patricia Agosto de Be.Pe

Esta semana se conoció la noticia de que la minera china Zijin-Liex en Fiambalá, Catamarca, enfrenta deudas insostenibles, hubo despidos y paralizó su planta de procesamiento. Además fue acusada de maltrato laboral y de género. “Todo llegó de repente y de repente ahora nos topamos como que fue un mal sueño”, declaró una vecina. Una pesadilla que destruyó las fuentes de trabajo locales, tanto turísticas como agropecuarias que provocó manifestaciones en la puerta de la planta a finales de octubre.

Zijing es uno de los principales gigantes mineros del mundo, también en oro y cobre. En Fiambalá se incorporó a un proyecto de Litio que viene teniendo problemas hace rato.

Ya en noviembre de 2022, a partir de diversas denuncias y notas en medios locales, el fiscal federal de Cámara de Tucumán, Gustavo Gómez (con jurisdicción sobre esa provincia, Catamarca y La Rioja) realizó un estudio a pedido del fiscal federal de primera instancia de Catamarca, Santos Reynoso, en la que destacó la existencia de ‘serias irregularidades en el manejo de residuos químicos y el incumplimiento de normas de seguridad e higiene en la planta de procesamiento’. Hizo también mención a “condiciones de explotación y precariedad” de los trabajadores e “irregularidades en materia de seguridad” y agregó que la Asamblea Fiambalá Despierta había denunciado “contaminación de agua y avasallamientos de los derechos de trabajadores y habitantes de la región”.

Tres meses después de ese relevamiento, en enero de este año, los trabajadores de Liex Zijin SA, subsidiaria local de la minera china Zijing Mining, denunciaron incumplimiento del régimen laboral, exceso de horas de trabajo y malos tratos por parte de la empresa. Por ese motivo fueron despedidos 9 trabajadores. Diez meses después, la historia se repite pero más complicada.

Llegamos a octubre con una deuda de 150 millones de pesos y más despidos y denuncias.

Consultamos a la historiadora y educadora popular de Pañuelos en Rebeldía, Patricia Agosto, quien también es miembro de la ONG Bienaventurados los Pobres, de Catamarca, una organización que tiene 40 años de existencia dedicada a trabajar con la economía social y temas relacionados con el extractivismo.

LCV: ¿Qué relación tiene una empresa minera como Zijin con la población de Fiambalá ?

– Los chinos tienen una manera muy particular de insertarse en los territorios. No son igual que cualquier corporación del extractivismo ni del agronegocio. Tienen una manera particular que nosotras definimos en nuestra investigación como de una ‘invasión cultural’ y de una injerencia política muy clara.

Primero, resuelve todos los problemas que tenga la comunidad, porque hay una delegación de parte del Estado, el municipal, el provincial, a que esas cuestiones, esas problemáticas sociales las resuelva la empresa. Después, hay una injerencia que tiene que ver con lo cultural, porque se enseña chino, porque se festeja el Año Nuevo chino, digo, tiene una manera diferente de insertarse en el territorio. Entonces, todo ese proceso ya lo vivieron, ya están terminandoo construcción de la planta, aunque hay una parálisis. Estuvimos en la puerta de la empresa, porque no te dejan entrar, hace 15 días aproximadamente. La empresa está construida, o sea, la planta de procesamiento que está en las afueras de la ciudad está prácticamente terminada. Hay un parate que tiene que ver con muchas cosas: fundamental, el derrumbe del precio del litio a nivel internacional, que ahora este año dio 80% menos de lo que era hace dos años atrás el precio del litio en el mercado mundial. Porque hay exceso de litio, porque claro, todas las potencias del Norte Global se empezaron a desesperar para obtener litio y entonces lo que hay en realidad es tremenda cantidad. No hay tanta demanda como oferta. Esto claramente hizo derrumbar el precio.

Por otro lado, también muchas empresas contratistas, al  hacer un parate, en la terminación de la construcción, muchas empresas contratistas ya no están contratadas por Zijin, razón por la cual esto trae como colación todo esto que decía de la disminución de empleo, la ola de despidos. Pero creo que tiene que ver con esa lógica. La empresa ya está instalada, la empresa prometió incluso salarios mucho más elevados, que de hecho lo son, porque la verdad que la mayor parte de la población catamarqueña depende del empleo público y no son enormes, son bastante pequeños los salarios. Entonces, lo que se gana en una minera es mucho, a lo mejor son 400 o 500 mil pesos que nadie gana en Catamarca.

LCV: Tampoco estamos hablando de tanto.

—No estamos hablando de tanto, pero frente a lo que puede ganar un empleado público, quizás más ahora, quizás estoy diciendo cifras que no son actuales. Pero igual, ponele un millón de pesos, no importa, lo que digo es que nadie gana un millón de pesos en Catamarca. Entonces, hay como una atracción hacia ese tipo de empleos. Ahora, lo que pasa con la minería es esto: hay mucho empleo, relativamente, en la construcción de la planta y después lo que ocurre es que la planta se terminó de construir, se deja de contratar mano de obra local y frena la ocupación. El empleo está en manos de chinos y chinas, porque esto se ve muchísimo en Fiambalá.

LCV- Cuándo llegó Zijing a Catamarca?

—La empresa fue comprada por China no hace tanto. El proyecto original de Tres Quebradas, que es el proyecto este de Fiambalá, en realidad estaba en manos de Neo Lithium, que era una empresa canadiense con una subsidiaria que es Liex S.A, que es la misma que hoy es subsidiaria de Sinomach, de la China. Desde el 2016 están en Fiambalá con el proyecto. Fueron poco a poco, vos sabés cómo son estas cuestiones de la minería, primero la exploración, prefactibilidad, etcétera. Y en diciembre del 2021 se hace la audiencia pública a través de la cual se aprobó la fase de explotación de este proyecto de litio.

Nosotras tuvimos la posibilidad de estar en esa audiencia que fue absolutamente monocorde, solo se escuchaban voces favorables a la empresa. En esta audiencia pública, en la que poco tuvo que ver con que se escuchen todas las voces, fue la que dió su ‘aprobación’ al proyecto. A partir de esa audiencia se aprueba la fase de explotación y en enero del 2022 la compra Sinomach, la empresa china. O sea, la condición que se puso para comprar la empresa era que tuviera aprobada en esa audiencia pública la fase de explotación. Entonces, a partir de ese proceso, un proceso largo, se empieza a construir la planta.

No me sorprende nada de lo que pasa con Sinomach. Vivo en una provincia como Catamarca, que es el laboratorio de la megaminería a cielo abierto con el tema de La Alumbrera desde el ‘97. No sorprenden las cosas que ocurren, porque suele ocurrir esto mismo que está pasando. Es decir, la empresa se muestra relativamente amigable, en territorio, resolviendo problemas de la población local, prometiendo empleo directo e indirecto con los proveedores, etcétera. Y la verdad, con un discurso que tiene que ver con “la minería es igual a desarrollo”. Por supuesto, este discurso no es solo empresarial, sino que también es político. Entonces, nosotras hablamos claramente de una alianza estratégica entre el Estado y las empresas para instalarse.

LCV: ¿Quiénes ostentan el Estado en Catamarca? En todo caso, ¿Esto es transversal, el tema del negocio con las mineras, a todas las fuerzas políticas locales o alguna fuerza se enfrenta?

—Hace muchísimos años que en Catamarca gobierna el Partido Justicialista, es decir, ahora gobierna Raúl Jalil. Él se presentó por el Frente de Todos.

LCV: Pero ahora Jalil no está con el Frente de Todos.

No está porque se acomoda. Viene acompañando las medidas de Milei. Y sinceramente, si vos me preguntás si hay alguna fuerza política en Catamarca que se oponga, te podría decir que desde la palabra quizás algunas, pero primero, hace muchos años que gobierna el Partido Justicialista. Entonces, es difícil saber qué harían, pero los radicales en su momento, que también estuvieron hace muchos años tampoco han sido, siendo gobierno, una voz muy opositora a la minería. Además, sumale a todo esto todo el discurso de la transición energética.

En el caso del litio, es considerado un “mineral estratégico” para las energías limpias, para la supuesta transición energética, que es absolutamente necesaria para reemplazar, digamos, los combustibles fósiles. Pero bueno, nosotros tenemos un debate enorme con ese concepto de la transición energética, porque lo primero que tenemos que pensar es para quién es esa energía, para qué es esa energía, desde dónde se está proponiendo esa transición.

LCV: No hay una mirada social, obviamente, en esa transición energética social.

—Y es muy colonial, si querés, Nora. Porque la realidad es que el Norte Global, lo que hoy llamamos el Norte Global, el Primer Mundo en otro momento, en realidad es una propuesta de transición para ese mundo. Entonces es como que “recuperamos”, revivimos toda la política de la concepción colonial del vínculo entre los países del Sur Global y el Norte Global, diríamos hoy. Porque, ¿qué rol tiene Catamarca o la Argentina en esta propuesta de transición energética? Bueno, proveer los bienes comunes, diríamos, o sea, el litio o el cobre, con la misma lógica colonial de toda la historia, de toda nuestra historia, ¿no?

LCV: Absolutamente, una lógica colonial, en donde además no nos extraña entonces la violencia de género, que los trabajadores sean rehenes de los problemas económicos de las empresas y demás.

—Total. Yo, mirá, lo que te agregaría es que es una lógica, una estrategia que es muy común de cualquier empresa. Es decir, te lo vamos a decir vulgarmente: prometen el oro y el moro mientras están por instalarse en el lugar.

LCV: Supongo que la situación de la gente respecto de esa desilusión debe ser importante también, ¿no? Deben haber comprado el discurso del progreso total.

—Porque además Catamarca es una de las provincias más pobres de la Argentina. O sea,  ejemplo más claro que Catamarca para demostrar que la minería no lleva al supuesto desarrollo, al supuesto progreso, es Catamarca, que desde el 97 tiene la experiencia de La Alumbrera. Entonces, digo, más allá de eso, la situación general de la provincia, del país, lleva por supuesto a mucha gente a ilusionarse, por decirlo de alguna manera, con este discurso muy sostenido desde la empresa y desde el Estado, que tiene que ver con que de la mano de la minería viene el desarrollo, viene el progreso. No es lo que muestra Catamarca, porque basta solo mirar las estadísticas sociales de Catamarca y vos te das cuenta que nada que ver con eso.

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Palo y palo. El gobierno manda un ‘Escuadrón Contradisturbios” a Neuquén.

La ministra Patricia Bullrich anunció el envío de un “Escuadrón Contradisturbios de 130 efectivos de la Gendarmería Nacional a Neuquén. Con la colaboración del Ministro de Defensa, Luis Petri, que colaborará con fuerzas de militares, avanzan en la política de ‘protesta cero’ que no le está yendo tan mal según sus propios criterios. Los funcionarios vocean, aquí y allá, que nunca hubo más tranquilidad en la Ciudad de Buenos Aires. Los medios medio amigos sirven de usina para difundir la idea. Los comunicadores y politólogos afines al gobieno resaltan que es un ‘exito’ que ante el ‘mayor ajuste de la historia de la humanidad’ sea uno de los períodos con menos cortes de calle. Entusiasmados con ese análisis, avanzan en una política represiva ante los disturbios que en Neuquén son varios: Vaca Muerta, con sueldos de mala muerte, y muchas muertes obreras. Además, los demonizados Mapuches que tienen la insolencia de considerar que las tierras no tienen otro dueño que su creador, si es que existe, y los primeros que la habitaron pueden considerarse dueños de ese patrimonio de la humanidad.

El acto de lanzamiento del mencionado Escuadrón, no contó con la presencia del gobernador neuquino, Rolando Figueroa, quien expresó su disconformidad en establecer una base de Gendarmería en su provincia con un cuartel que se instalaría en Río Negro.

El conflicto que parece haber despertado un alerta roja en los ministerios de seguridad y defensa fue la muerte de otro obrero en Vaca Muerta. El 9 de octubre, Miguel Fernández, de 40 años, falleció cuando realizaba tareas de rutina en una perforación en Bajada de Palo Oeste. Al conocer la noticia, el Sindicato de Petróleo y Gas Privado de Río Negro, Neuquén y La Pampa, anunció la paralización total de actividades en protesta por las reiteradas muertes de trabajadores en Vaca Muerta. Bajo el lema “Basta de muertes en el petróleo”, los empleados del sector aseguraron que se trata de la cuarta muerte en lo que va del 2024. En este sentido Marcelo Rucci, secretario general del sindicato, advirtió que “hay un montón de compañeros accidentados y mutilados”. Miguel Fernández, de 40 años, falleció cuando realizaba tareas de rutina en una perforación en Bajada de Palo Oeste. El gremio de la región advirtió que la medida de fuerza es por tiempo indeterminado.

El ‘accidente’ de Miguel Fernández no fue un hecho aislado El caso más emblemático ocurrió el 28 de diciembre de 2021 en la refinería NAO de Plaza Huincul, donde fallecieron 3 operarios producto de una explosión por las desastrosas condiciones en que operaba la misma. Luego, sobrevinieron otras muertes en pozos y rutas, por las condiciones inhumadas de trabajo.

Al conocer la novedad de un Escuadrón antidisturbios en la provincia, que tiene como fin, de acuerdo a lo anunciado, «proteger los recursos naturales» y reducir los bloqueos en zonas estratégicas de producción de gas y petróleo, el sindicato de Petroleros Privados, encabezado por Marcelo Rucci, sostuvo «A los garrotazos el país no va a salir adelante», y mostró su preocupación ante la posible militarización de los conflictos laborales en la región ya que esta medida limita su capacidad de protesta para visibilizar y garantizar las demandas de seguridad laboral y mejores condiciones en los yacimientos.

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Planeta Giussani/El fuego y sus memorias

Esta semana, queridos planetarios, solo fuego hubo en mis ojos. Imágenes oníricas y pensamientos flamígeros. La tierra en llamas, almas desesperadas, sirenas y silencio. La memoria que arde, también, en recuerdo de otros fuegos soplados por otros vientos.

Pocos símbolos más fuertes que el fuego. Elemento casi mágico que hipnotiza las miradas, calienta el corazón, seduce y mata. Señor de la luz, dueño de la vida y la muerte. Considerado como un don divino, el sol en la tierra, venerado en casi todas las mitologías. Elegido por muchos para expiar nuestros pecados, purificar el alma, muerte que precede el renacimiento, mediador entre la naturaleza y la cultura, entre el cielo y la tierra. El fuego como advertencia y castigo. Hogueras de brujas todavía ardiendo por el miedo de una sociedad ciega, sorda y muda.

Leo en un excelente artículo titulado “El fuego y su mágico simbolistmo”, escrito por Sofía Gómez en la revista Vagabunda de México: “El fuego es una ensoñación mágica, escurridizo en su estado original. Ha cautivado al humano desde que lo conoce. Es suficiente con apagar la luz eléctrica y encender una vela para sentir su efecto en cualquier espacio y tiempo. La llama, dice Bachelard, es un fuego húmedo, líquido ardiente. Un reloj de arena que corre hacia lo alto. Más liviana que la arena, que se desmorona, la llama constituye su forma como si el tiempo mismo estuviera siempre ocupado.Esta convoca a los sueños de la memoria.

Una vez más, Córdoba se erige en representación involuntaria de esa simbología. Córdoba, la docta. La iluminada por la luz de la razón. Pero también Córdoba, la del cordobazo que encendió tantos fuegos como pudo y logró derrotar a uno de los mostruos que gobernaron nuestro país. Decía Agustín Tosco de aquellas históricas jornadas: “En las fogatas callejeras arde el entreguismo, con la luz, el calor y la fuerza del trabajo y de la juventud, de jóvenes y viejos, de hombres y mujeres. Ese fuego que es del espíritu, de los principios, de las grandes aspiraciones populares, ya no se apagará jamás.

Parece que hay fuegos y fuegos, o fuegos y fueguitos, al decir de Galeano. O quizás simplemente ocurre lo que un físico del siglo dieciocho demostró: por más que lo intentes es imposible reunir las llamas de dos velas. Cada quien brilla por sí mismo.

El ya mencionado Gastón Bachelard, filósofo francés del siglo XX, obsesionado por el fuego, escribió un libro titulado “Psicoanálisis del fuego” y otro llamado “La llama de una vela” en donde dice: “La bujía eléctrica no nos permitirá nunca los sueños de aquella lámpara viviente, que con aceite,  hacía luz. Hemos entrado en la era de la luz administrada. Nuestro único papel consiste en dar vuelta a una llave. No somos más que el sujeto mecánico de un gesto mecánico. No podemos aprovechar este acto para constituirnos, con legítimo orgullo, en el sujeto del verbo iluminador”.

El sueño de la razón produce monstruos” pensaba y pintaba Goya entrando a un nuevo siglo. El siglo de las luces, aquel ochocientos en el que creíamos en la luz como el resplandecer de un nuevo mundo. Y un nuevo mundo nacía pero los monstruos no se espantaban con su luz, simplemente crecían al calor de otros fuegos.

En fin, esta semana, queridos planetarios, también hubo humo en mis ojos. Cómo ver la realidad entre tanta niebla?

Mientras en Córdoba la desesperación de una lucha desigual frente al fuego que ya había arrasado miles y miles de hectáreas y se acercaba a las casas de los vecinos que resistían a pura voluntad con la poca agua que tenían a mano, y gritaban frente a las cámaras de televisión “es intencional, es intencional”, y no culpaban a Dios ni al cambio climático, más bien al saqueo de nuestras materias primas que necesita una carretera para llegar a buen puerto, o a negocios inmobiliarios, y señalaban al gobierno nacional y provincial por tanto abandono reclamando la declaración urgente de una “emergencia nacional”; el gobernador de la provincia, Martín Llaryora, sostenía que quienes lo critican “quedan como unos boludos”; y el ministro de Turismo, Medio Ambiente y Deportes, Daniel Scioli, no hablaba ni explicaba porqué la Ley Bases eliminó el fideicomiso para la administración del Fondo Nacional de Manejo del Fuego y no sólo éso, su presupuesto se había subejectutado, gastando apenas un 25% de lo asignado; y Mercedes Ninci, quien vio cómo su casa de infancia era devorada por el fuego increpaba a la Ministra de Seguridad por la compra de aviones militares y no hidrantes; mientras todo esto ocurría, Milei se paseaba sonriente por Nueva York, tocaba la campana de la bolsa, y se sentía un héroe del anarcocapitalismo global, su ministra de relaciones exteriores, la Sra. Mondino, anunciaba con orgullo que nuestro país votaría en contra del llamado “Pacto de Futuro” propuesto por la ONU como un manifiesto de buenas intenciones para frenar el desarrollo no sostenible y todos los desafíos ambientales y digitales que se nos vienen encima. No, no, no, Argentina será libre y tendrá “alas para volar” twiteó la ministra sin sonrojarse, y agregó con la pomposidad habitual de su gobierno, que en la primera reunión del presidente Milei en Naciones Unidas, “Argentina será un Faro de Libertad”.

Un Faro. Luz cegadora que no le dejó ver lo que cualquier habitante de Punilla, Traslasierra o Calamuchita tenía en claro: “este es un incendio anunciado”. En realidad, desde el 2020 se suceden año tras año estas catástrofes en la sierras cordobesas. Esta fue la más feroz, y lleva semanas expandiéndose.Roberto Schreiner, vocero de la Secretaría de Gestión de Riesgos de Córdoba expresó su desconcierto: “Tiene una dinámica extraña todo esto y estamos intentando adaptarnos a los cambios”.

En un testimonio tomado por el diario Clarín, un vecino parece tener las cosas más claras y dijo, simplemente: “Hace tres semanas que vienen prendiendo fuego y sabemos que son intencionales. Se quemaron zonas donde quieren construir autovías y donde quieren instalar negocios inmobiliarios. Necesitamos que sea declarada reserva intangible. El bosque nativo hay que cuidarlo”.

Por ahora, la policía detuvo a dos hombres sospechosos de haber provocado los incendios en la zona de Punilla, ya que fueron encontrados con bidones de combustibles en lugar de agua.

Así enfrentamos una nueva semana. Conmovidos por la resistencia de una población que enfrenta una cordillera de llamas que nada tienen que ver con la purificación. Llamas provocadas por seres demasiado terrenales, de magia aquí no queda nada. Sólo queda saber quién está prendiendo el fuego y sobre quienes caerá el castigo.

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