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Docentes e investigadores de historia le responden a Milei.
Preocupados por la manipulación del pasado con la que el actual presidente respalda sus dichos y hechos, investigadores y docentes de historia difundieron una carta abierta titulada “Milei ante la historia argentina” en la que advierten que “tergiversa y manipula el significado histórico de figuras como Alberdi o Roca, apela a descalificaciones con reminiscencias dictatoriales para quienes no piensan como él (“comunistas”, “zurdos”, “populistas”), y convoca a un “Pacto de Mayo” sin relación alguna con los valores y la historia de la revolución de 1810. Pero va más allá: enmarca su misión histórica en la mitografía bíblica mesiánica recurriendo a argumentos teocráticos, misóginos y esotéricos.” LCV consultó a Federico Lorenz para conocer el porqué de este texto: “Como historiadore/as, quisimos poner el acento en los usos del pasado que hace el actual gobierno, y desde nuestro lugar, queremos señalar los peligros que esto entraña para nuestro futuro como país.”
Firman la carta abierta Omar Acha, Marina Franco , Silvina Jensen, , Federico Lorenz, Marta Philp, Andrea Belén Rodríguez , Ignacio Telesca, Javier Trímboli, Julio Vezub, Fabio Wasserman y ya recibió la adhesión de 558 destacados docentes e investigadores de historia de las universidades argentinas y el Conicet junto a 225 profesionales de las principales universidades del mundo.
A continuación, el texto completo de la Carta Abierta.
La amenaza
“Desde el 10 de diciembre de 2023, fecha de asunción del presidente Javier Milei, asistimos a una prolija tarea de demolición del Estado y las instituciones republicanas, federales y democráticas, así como del sistema legal que garantiza la vida cotidiana de millones de personas. Se trata del ataque deliberado a una convivencia trabajosa, a la división de poderes y a la democracia. La actual política amenaza todo aquello que es patrimonio de la sociedad argentina en términos culturales, materiales, ambientales y territoriales. Cínicamente, la retórica gubernamental convierte esta destrucción en una obra salvadora y modernizadora, aunque huele a receta vieja, fracasada y rancia.
Nada está a salvo del fulminante rayo de las diatribas y extorsiones presidenciales. Tampoco, del arrogante regodeo de sus voceros, ministros, y esa nueva especie de actores virtuales que
traslada las agresiones gubernamentales al mundo de la comunicación y de las redes.
El presidente ha roto el espejo en el que nos miramos: a la hora de agredir, elige cada uno de
esos fragmentos para sostener sus medias verdades y mentiras. Explica el todo por las partes, y
fortalece una sensación de aislamiento e indefensión que refuerza la transformación individualista de la sociedad al amparo de lo que considera “libertad”. Ha trazado una clara línea entre los “argentinos de bien” y quienes pasan a ser “orcos” e “irrecuperables”. Quedan a salvo quienes se pliegan sin contradecirlo, negocian prebendas y se subordinan a sus planes en una definición oportunista y a conveniencia de “la casta”.
No desconocemos que la llegada de Javier Milei a la presidencia es síntoma de un profundo
malestar social y de deficiencias profundas de la democracia argentina y sus gobiernos. Pero a
cuarenta años del fin de la última dictadura, corremos el riesgo de que la democracia deje de ser el sistema mejorable para construir la vida en común. Con su política, Javier Milei pone en riesgo el pacto fundante de 1983.
Pasado y presente
Nos dedicamos a estudiar la historia, y ello nos hace revisar permanentemente el sentido de
nuestra profesión. Nos hemos formado en el sistema educativo público argentino; somos
educadoras/es e investigadores/as. Entre las grandes mayorías agredidas, tampoco estamos
exentos de la brutal ofensiva: por el ataque a nuestros salarios, por el riesgo de pérdida de
nuestras fuentes de trabajo. Al igual que a millones de personas que habitan este suelo, la política de Milei amenaza nuestro presente y nuestro futuro.
Pero nos implica especialmente, aunque parezca secundario, porque el gobierno utiliza el pasado como ariete. En su retórica agresiva, clasista y regresiva, el presidente Javier Milei apela reiteradamente a la historia. Señala un supuesto momento dorado del pasado argentino al que ubica, de manera para nada azarosa, antes de 1916 (cuando la participación democrática se amplió a partir de la Ley Sáenz Peña sancionada en 1912). Resulta insostenible la referencia al más alto PBI del mundo y la condición de potencia mundial de la Argentina, con la que vocifera en sus discursos, para sostener una interpretación decadentista de nuestra historia nacional. De la misma manera, tergiversa y manipula el significado histórico de figuras como Alberdi o Roca, apela a descalificaciones con reminiscencias dictatoriales para quienes no piensan como él (“comunistas”, “zurdos”, “populistas”), y convoca a un “Pacto de Mayo” sin relación alguna con los valores y la historia de la revolución de 1810. Pero va más allá: enmarca su misión histórica en la mitografía bíblica mesiánica recurriendo a argumentos teocráticos, misóginos y esotéricos.
Relativiza de una manera inhumana las consecuencias del terrorismo de Estado, envalentonando a la corriente negacionista o apologista de la dictadura militar.Al usar el pasado como herramienta, Milei no es original; ni siquiera en su forma autoritaria y radical de interpretarlo. Pero nos obliga a confrontarlo.
Para una retórica mesiánica, mentirosa y refundacional, la historia es especialmente peligrosa.
Estudiar el pasado es un instrumento poderoso, es un arma potencialmente al alcance de
cualquiera para desmontar todas y cada una de las falacias, mentiras y exclusiones que pretenden instalar en nuestras vidas. Por eso el gobierno ataca especialmente a los centros de transmisión y producción del conocimiento y la cultura.
Vivimos una época en que parece que vale lo mismo decir cualquier cosa. Así, una elección
democrática ganada en segunda vuelta pretende ser transformada en un plebiscito que legitima el arrasamiento de conquistas históricas de la sociedad argentina. Si el presidente avanza en esa idea es porque hay silencios cómplices. Quizás los legisladores puedan aceptar que el Congreso sea llamado “nido de ratas”. Nosotros/ as, no. Porque sabemos el laborioso proceso de construcción colectiva que ha llevado a que allí se ejerza la representación de la ciudadanía. A una versión antidemocrática y elitista de la historia, podemos oponer la idea de la construcción colectiva de derechos. Lo que se gana, se puede perder, lo que hoy nos quiten, podrá ser recuperado. Ahora bien, ¿por qué permitir que eso suceda?
Frente a la retórica del odio y la estigmatización basada en una visión de la historia que condena y humilla, la historia permite rescatar las huellas de la dignidad humana, la que ilumina aquellos momentos en los que un puñado, millares, o millones de personas enfrentaron a los poderes que buscaron menoscabarla y negarla. El gobierno blinda las calles porque sabe que es en ellas donde durante generaciones lo/as argentino/as hemos sabido hacer política. El bienestar económico no lloverá cual maná del cielo. El presidente Javier Milei no es un refundador, sino un destructor. No es un mesías, sino un agresor. Encabeza una facción en una puja histórica. Milei es la cara, en 2024, de una revancha de sectores socioeconómicos que desde mediados de la década de 1970 quieren torcer las conquistas de las mayorías populares, convertidas en derechos a costa de años de lucha. Milei no sirve a Dios, como cree y proclama, sino a intereses concretos que históricamente han bloqueado la ampliación de derechos y la justicia social. Tampoco es franco, realista, ni dice verdades innegociables -como él pretende- , sus aseveraciones siempre son modificables, a conveniencia y muchas veces falsas.
El futuro
Frente al odio que avanza, la Historia muestra que un proyecto mesiánico busca y necesita el
apoyo de las masas, pero a la vez teme al poder que radica en la acción colectiva y solidaria. Por eso Milei reprime la protesta con instrumentos ilegales y contrarios a los Derechos Humanos como el “Protocolo de Seguridad”. Por eso, y en sus discursos estigmatiza los acontecimientos del pasado de intensa movilización social para justificar la represión del presente.
El elegido, Milei, quiere imponer su voluntad. Pero sabemos, por el contrario, que la acción
colectiva es el camino para reparar las injusticias de cualquier sociedad. Sabemos que la retórica del odio puede ser derrotada porque otros/as, antes que nosotros/as, pudieron hacerlo. No por ser mejores, sino porque pusieron por delante de sus angustias y carencias individuales el bien común.
Buscamos acercarnos tanto como podemos a la verdad. Pero sabemos que a lo largo de siglos ha habido distintas formas de comprender el mundo, de habitarlo, y de soñarlo. Por eso no podemos callar: la historia no da lecciones, pero permite formular advertencias. Y obliga a tomar posición cuando la dignidad humana se ve amenazada. Nos advierte que quien entrega la posibilidad de imaginar un futuro, ha sido derrotado. Quien acepta callar ante lo que le parece incorrecto y le genera indignación, naturaliza hacerlo, y enseña a hacerlo.
Queremos señalar el peligro que corre nuestra sociedad. No podemos, éticamente, no hacerlo. En el pasado, en contextos mucho más difíciles, otros seres humanos hicieron lo mismo que
nosotro/as. Hablar o callar será una toma de posición. Historiadores/as al fin, pretendemos que
estas palabras funcionen en el presente como una advertencia. En el futuro, si este brutal avance autoritario persiste, quizás este texto recuerde a alguien que el hilo invisible de la solidaridad humana nunca puede cortarse por completo, que el autoritarismo siempre encontró resistencias. Y encontrará esperanzas para hacer lo mismo.”
Argentina, 9 de marzo de 2024
Omar Acha (UBA-CONICET), Marina Franco (UNSAM-CONICET), Silvina Jensen
(UNS-CONICET), Federico Lorenz (UBA-CONICET / CNBA), Marta Philp (FFyH-UNC), Andrea
Belén Rodríguez (IPEHCS-UNCo/CONICET), Ignacio Telesca (UNaF-CONICET), Javier
Trímboli (FaHCE-UNLP), Julio Vezub (IPCSH-CONICET / UNPSJB), Fabio Wasserman (UBACONICET).
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Kurt Lutman: “Todos somos artistas de nacimiento”
Kurt Lutman tiene sangre alemana, española, italiana y árabe. Pero es cien por ciento rosarino. “Yo nací en Rosario en el ‘76 y recién tuve el documento en el ‘83, porque mi vieja se había empecinado en ponerme Kurt y no se aceptaban nombres extranjeros. Sí se aceptaban empresas multinacionales extranjeras, pero nombre, no”. Sus orígenes fueron tan variopintos como su destino. Empezó como jugador de fútbol en Newlls Old Boys. Se destacaba como enganche y tenía un futuro prometedor hasta que un día, allá por el año 2000, quiso entrar al estadio con una bandera de HIJOS. Se lo prohibieron y Kurt se peleó feo con la directiva del club que decidió bajarlo a la reserva. Tenía 24 años cuando su foto dio vuelta el mundo. En la tercera metió un golazo y lo festejó mostrando una camiseta que decía: “Carcel a Videla y a todos los milicos asesinos”. Testarudo, no habían logrado acallarlo pero sí que dejara el fútbol. Desde entonces tuvo oficios varios: albañil, vendedor de limones, artista de circo y escritor ambulante. Descubrió que el arte estaba en su cuerpo no sólo para dibujar gambetas. Empezó a escribir, y editar sus libros que vendía en persona, entregando a domicilio. Un escritor en bicicleta. Las bicicletas hablan mucho de Rosario.
Con ustedes, Kurt Lutman, un laburante todo terreno y militante de la vida.
LCV: ¿Cómo es que tu carrera devino tan variopinta? Supongo que albañil, vendedor de limones y artista del circo tiene que ver con algo de buscavida, pero a lo mejor con el artista del circo combinaste también tu vocación de jugador de fútbol?
—Está bueno ese puente que tejes. Primero, yo creo que todos los oficios por los que pasé tuvieron que ver con poder ganarme el mango y poner la mesa y alimentar a mis dos hijos. Segundo, que ese vínculo que yo creí que no existía entre el arte y el fútbol. Yo de toda mi vida había hecho fútbol, nunca había tenido ninguna búsqueda de expresión artística, más allá de que el fútbol también es un arte, pero digo, lo que es la búsqueda artística tradicional. Un amigo me convenció de que en realidad no estaban muy separados y esto que vos marcaste, que había un lenguaje en el cuerpo que uno podía ir encontrando. Tuvo razón. Yo soy un convencido de que en realidad somos artistas del nacimiento, y que según la sociedad en que crezcamos, la familia, la cultura, nos vamos de a poco haciendo espectadores del arte en lugar de constructores y protagonistas.
LCV: Sí, hacemos lo mismo con la vida.
—Totalmente. Lo mismo que hacemos con la historia de nuestro país. Entonces esa búsqueda de poder empezar a ejecutar, empezar a hacerme cargo de que había todo un lenguaje poético que cada uno puede construir. Empecé a jugarlo y me entusiasmé y terminé convirtiendo un poco esa experiencia de lo que fue la Escuela de Arte Urbano de Rosario, que es la escuela de circo, devenido a poder escribir, y de ahí pude sacar cinco libros.
LCV: ¿Son novelas, cuentos, hay poesía?
—Hay crónicas, hay poesía, hay algunos cuentos cortos. Yo no tengo un modo, no he tomado talleres de escritura. He tenido un poco el arrojo de poder empezar a escribir por el impulso de algunos amigos, y al ver que me gustaba mucho, empecé a encontrar un tono propio. Yo siento que la construcción de esa autoridad interna es muy difícil, ya que tenemos varas demasiado altas en esto de la construcción del arte, ¿no? Ustedes siéntense y miren. Porque hay ciertos escritores, porque hay ciertas escritoras, y porque en realidad para escribir hay que pasar por ciertos lugares y hay que tener cierto estilo, y hay un montón de ciertos, ciertos, ciertos que nos dejan afuera, ¿no? Y lo que termina sucediendo es que las expresiones populares quedan relegadas a como si fuera un arte de segunda mano. Así que yo empecé a jugar con mi arte y la verdad que estoy muy contento.
LCV: El concepto de trabajo en cultura, ¿Para vos cómo es?
—Yo creo que la cultura debe ser remunerada y que es un laburo, y que el laburo es cultura, como bien vos lo marcabas, y que habla de la cultura de un pueblo, cultura como cultivo de la tierra, como esa expresión propia. Yo defiendo mucho lo que es mi laburo con respecto al arte. También esa defensa y ese empoderamiento para poder traducirlo en laburo, siento que tiene que ver con un par de palabras que dije antes, que es la autoridad interna. Cuando uno siente que empieza a querer lo que hace y le da un valor, ya puede poner un valor hacia afuera y decir che, mi laburo, mi trabajo, mi arte vale. Pero eso va de la mano muchas veces de esa construcción de autoridad, porque cuando uno no tiene esa solidez o todavía está medio enclenque, incluso saca libros y los regala porque le da vergüenza cobrarlos. He pasado por ese proceso también. Entonces a mí me parece interesantísimo esto de poder recuperar no solamente la dignidad y la autoestima, tanto con respecto al laburo como con respecto al arte que uno hace.
LCV: ¿Militaste en Hijos por una por decisión propia de acercarte a la gente de Hijos, o tu familia también estuvo atravesada por esa historia?
—No, la particularidad que tiene Hijos Rosario y que tenía en su momento, es que se consideraba hijos de una generación y de una misma historia. Entonces no había una cuestión de necesidad filiatoria o familiar. Yo no vengo de una familia militante, bah, mis viejos no eran militantes, mis abuelos sí, más mi abuelo materno.
LCV: ¿Qué hacía tu abuelo materno?
—Era un tipo que era peón de taxi y laburaba en el sindicato también. También fue delegado del ferrocarril. Fue un tipo que tenía inquietudes con respecto a la justicia peronista. De ahí creo que recojo y recupero un poco la cuestión casi intuitiva de estar dentro de un equipo, en el club que sea, y entender de que hay un salario que si hay uno que no cobra, no tiene que cobrar nadie. Por eso uno se considera parte de un equipo. En ese marco empecé también, porque me han enseñado así mis compañeros, a mirar que no solamente uno juega en equipo dentro de la cancha, sino que pertenece a un colectivo afuera.
LCV: Hace muy poco, en medio de los despidos de los estatales, alguien me aconsejaba que como a mí no me está yendo tan mal que no me angustiara tanto: “deja de mirar tanto el bosque y copate con tu árbol’ me decía, pero no me sale. ¿A vos te sale?
—Yo creo que es necesario por momentos las dos cosas. Creo que es tan avasallante la realidad que a mí me ha pasado que cuando estuve cotidianamente conectado a lo que iba sucediendo en realidad entraba en niveles de temor muy profundo y opté por cerrarme. Y al cerrarme quedé por fuera de una realidad que también me hacía mal. Entonces yo creo que hay una dualidad, un pivoteo, o por lo menos es muy personal, ¿no? Pero que a mí me ha servido mucho, que es entrar y salir de la realidad, porque realmente se me hace muy avasallante. Ver la cantidad de miles y miles y miles de compañeros y compañeras despedidos, y la cantidad de miles y miles y miles de pibes que no morfan. Entonces cuando uno está en estos niveles de angustia no creo que el argumento sea vos que no la pasás tan mal, no tenés que zapatear, sino vamos a cuidarnos, vamos a protegernos donde pueda, pero somos parte de una comunidad que en realidad se hace inviable que uno la pase bien si todo un pueblo está siendo castigado.
LCV: ¿Qué hacemos para que todo esto pare? ¿Le ves salida a esta historia a vos?
—No, la salida que veo tiene que ver con que este gobierno en realidad se interrumpa y termine lo antes posible. No tiene que ver con no respetar la democracia. Una cosa es ser democrático, yo soy democrático y recontra banco las instituciones democráticas y creo que una de las mejores conquistas que hemos conseguido como pueblo es la recuperación de la democracia. Otra cosa es que un desquiciado masacre económicamente a parte de una población, y que uno en nombre de un cierto juego democrático tenga que bancarse cuatro años de gente muriendo en los hospitales porque no hay insumos y porque el tipo no apuesta a lo público. Entonces me parece que el juego democrático incluso, cuando uno habla de democracia, de libertad, que son palabras que últimamente están dando vueltas, bueno no, hay límites. Y cuando la cosa se pone tan peligrosa como se está poniendo, siento que los partidos políticos deberían tomar una decisión drástica que tiene que ver con quitarle el apoyo político a este tipo y dejar de hacerle juego. Hablo también de los gobernadores de las provincias que están siendo cómplices de este desquicio.
LCV: Decime dónde podemos conseguir los libros.
—Los libros en este momento están agotados en papel, porque como no tengo editorial, ni la busco tampoco, por el momento es un laburo autogestivo, suelo reeditar los libros después de que vendo cierta cantidad y últimamente la realidad me impone poder gastar esa guita en poner la mesa en lugar de reeditarlo. Entonces mis libros se están vendiendo solamente hasta el día de hoy en formato digital. Me pueden encontrar en Instagram @kurtlutman. Ya que me pusieron un nombre tan extravagante, lo utilizo para que me puedan encontrar.
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Semana decisiva: marchas, paros y reclamos contra un gobierno ‘entusiasta’ dispuesto a reprimir.
¿De qué se ríe señora ministra? Mientras el gobierno festeja sus supuestos éxitos -menos inflación, dólar en descenso, y búsqueda rabiosa del ‘déficit 0’ a cualquier precio- en la sociedad los conflictos crecen. Una vez más estamos frente a la paradoja de que ‘al país le va bien’ pero a sus habitantes no. Algunos expresan su desesperación en forma colectiva, con marchas, comunicados, paros; mientras la tensión individual se expresa diariamente en hechos de violencia cotidiana, peleas callejeras o automovilistas al borde del ataque de nervios. La clase obrera organizada todavía tiene sus recursos pero los hombres y mujeres que se ven colgados del cordel que divide a la clase media de la pobreza, estallan por motivos impensados. El humor social estalla, entre tanto el gobierno pone el pie en el acelerador. Se publicó este martes en el Boletín Oficial una resolución del Ministerio de Seguridad que estableció que el bloqueo a la entrada de empresas se convierte en una figura criminal que será reprimida por fuerzas policiales y federales. Habilitan, además, a los patrones a un ‘despido con justa causa’ para aquellos que participen de la protesta. Patricia Bullrich creó una línea de emergencia por whatsapp y mail para denuncias ante el Ministerio de Seguridad.
Así las cosas, este es el resumen de conflictos de ésta semana:
Jubilados. Manifestación en el Congreso por varios gremios de la CGT, las dos CTA, UTEP, y organizaciones sociales en contra del veto a la ley que promueve una mínima mejora en la situación de los jubilados. Una marcha que se espera multitudinaria a pesar de las amenazas del gobierno de ‘aplicar el protocolo de modo especial’ según las declaraciones del caradepiedra vocero presidencial Manuel Adorni . Negociaciones de última hora hacen tambalear la confirmación de una ley que tuvo amplia mayoría para su aprobación. Milei, su hermana y varios ministros -entre ellos Patricia Bullrich y Petri, que lo único que los vincula a los jubilados son los gases lacrimógenos- se reunieron con cinco diputados radicales dispuestos a cambiar su voto. Bastaría con ausentarse y no dar quorum. El gobierno milita el gran ‘faltazo’ a la Cámara. Los gremios por la gran presencia en las calles.
Docentes universitarios enrolados en la CONADU Histórica anunciaron otro paro de 48 horas el miércoles 11 y jueves 12 de septiembre. Recordemos que el jueves 12, se debate en el Senado la Ley de Financiamiento Universitario que ya fue aprobada en Diputados. El estado de alerta de los profesores se debe al casi seguro veto de Milei a una ley que serviría para aliviar la falta de presupuesto de las universidades públicas. Para evitar el éxodo de docentes calificados que renuncian porque su sueldo se vió perjudicado en el último año en un 45%, y mantener la calidad de la enseñanza y la sobrevivencia de las familias trabajadoras de la universidad, exigen, también, aumento salarial. Por su parte, el Consejo Superior de la Universidad Nacional de Salta (UNSa) declaró la emergencia en materia salarial de las y los trabajadores docentes y no docentes de esa casa de estudios.
Aeronáuticos. Continúa el conflicto en reclamo de aumento salarial en los aeropuertos del país. Este martes los trabajadores de la Asociación del Personal Aeronáutico (APA), empleados por la empresa estatal Intercargo, realizaron asambleas informativas de dos horas de duración en Aeroparque, Ezeiza, Córdoba y Mendoza luego de fracasar una reunión para discutir paritarias realizada el lunes, después de meses de falta de diálogo con el gobierno que trabaja para decretar la aeronáutica comercial como un servicio esencial y evitar este tipo de acciones. Además, los funcionarios de Milei trabajan para ver cómo sacan a Biró del Directorio de Aerolíneas Argentina. Los sindicatos alegan que no se trata de paros sino de asambleas.
Despidos en Atucha. Este lunes 9 de septiembre, ATE, UOCRA, Luz y Fuerza y UECARA cortaron la Panamericana por los 250 despidos ocurridos en Atucha, que se suman a un centenar del mes de mayo y termina afectando por empleos directos o indirectos a 600 trabajadores. El vaciamiento de la CNEA que no recibe fondos desde diciembre de 2023 está tirando por la borda no solo el mantenimiento de seiscientas familias sino un proyecto ambicioso de promoción de pequeños reactores nucleares potentes para ampliar el flujo eléctrico imprescindible para la población, con grandes posibilidades de exportación. Diez años de trabajo técnico y obrero que implicó una inversión de 600 millones de dólares, tirados a la basura. Extraña concepción de ahorro del gobierno nacional.
Hasta aquí los conflictos más notorios, mientras se mantienen las luchas en diversas localidades que no obtienen repercusión nacional: médicos de Mendoza, pescadores de Mar del Plata, Pequeñas y Medianas Industrias, clubes sociales contra las SAD, periodistas precarizados, y tantos otros que difundimos semanalmente en La Columna Vertebral-Historias de Trabajadores.
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Paralizan obra de reactor modelo. Otro golpe a la ciencia y 240 trabajadores despedidos en Atucha.
Este lunes, una movilización en la Panamericana, a la altura del ingreso al Complejo Atucha Zárate, convocada por ATE, UOCRA, Luz y Fuerza y UECARA en repudio a centenares de despidos en la Central Nuclear, echó luz sobre el desmantelamiento de uno de los proyectos más ambiciosos de la Comisión Nacional de Energía Atómica: el reactor Carem.
“Del mes pasado a la fecha se despidieron más de 250 trabajadores directos. Tenemos que contar más de 600 sumando los despidos indirectos. Es una decisión criminal que tiene que ver con un mensaje al país del norte en cuanto a la competencia de Argentina“, declaró el secretario general de UOCRA-Zárate, Julio González. No es el primer recorte en la planta nuclear, un centenar de trabajadores abocados a la obra del reactor CAREM en el complejo Atucha ya habían sido desvinculados ante la falta de envíos de dinero por parte del gobierno nacional.
La medida no sólo destruye fuentes de trabajo y deja familias en la calle, también paraliza una iniciativa de vanguardia llevada adelante por el Estado Nacional. El reactor CAREM colocaba a la Argentina entre los líderes de un mercado estratégico a nivel mundial, compitiendo con grandes actores como Estados Unidos, China y Rusia. Así lo confirmó un reciente informe de la Nuclear Energy Agency, la agencia nuclear de la Organisation for Economic Co-operation and Development (OECD), que ubicaba al Carem argentino entre los proyectos a nivel mundial más avanzados en construcción, junto con otros dos en China y Rusia.
La decisión de abandonar un proyecto de esa magnitud fue justificada con el objetivo de ‘déficit 0’ que se planteó el gobierno como prioritario. Sin embargo, este ajuste lejos de un ahorro parece un despilfarro si se tiene en cuenta que ya se invirtieron en esa obra 600 millones de dólares, y diez años de trabajo. La obra comenzó el 8 de febrero de 2014 constituyéndose en el primer SMR del mundo en estar oficialmente en construcción. La idea era que se pusiera en marcha entre 2028 y 2030. Se había avanzado en el 85% de la obra y faltaba una última inversión entre 200 y 300 millones de dólares.
En declaraciones al diario La Nación, Sol Pedre, gerente de área Carem en la CNEA, afirmaba: “A nivel mundial está habiendo un renacimiento de la energía nuclear. Se busca triplicar este tipo de energía en diversos países. Y el tipo de reactores que está a la vanguardia de esta tendencia son los reactores modulares de baja y media potencia (SMR por sus siglas en inglés). El nuestro, el Carem, es uno de los más avanzados del mundo. De hecho, es el más avanzado del mundo occidental. Estamos muy bien posicionados para esta ventana comercial: los que van a poder captar una buena parte de ese mercado son los que puedan poner en marcha el primer reactor antes de 2030. Actualmente, competidores como Estados Unidos e Inglaterra no están ni siquiera en etapa de construcción. La oportunidad y la ventaja que tenemos es enorme, por eso apostamos por la sinergia”.
Para darnos una idea de toda la inversión tirada por la borda, vale destacar que este tipo de pequeños reactores es que pueden, a partir de módulos, sin necesidad de montar una gran central eléctrica, abastecer a países que no disponen de energía nuclear como algunas naciones en África e incluso en América Latina, como el caso de Bolivia. El proyecto incluía la idea de exportar reactores similares a países Australia, Holanda, Argelia, Egipto y Perú, entre otros.
La preocupación por esta medida no sólo atañe a los gremios que sufren los daños directos del ajuste sino por personalidades de distintos ámbitos políticos. El diputado nacional por Mendoza, Julio Cobos, junto a otros legisladores radicales, presentó un proyecto para que el Gobierno Nacional dé información “precisa y detallada” sobre el freno de los trabajos realizados por la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) y agregó: “El CAREM es el primer reactor nuclear de potencia íntegramente diseñado y construido en Argentina, a través del cual nuestro país reafirma su capacidad para el desarrollo y puesta en marcha de centrales nucleares”.
Desde abril, la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) reclamaba una deuda equivalente a unos 9 millones de dólares por la construcción de los reactores CAREM y RA-10. Según el portal El Economista: “El reactor RA-10 es un proyecto que esta prácticamente terminado y fuentes del sector nuclear creen que el gobierno no dejará sin fondos. Pero la perspectiva para el CAREM es otra: las cifras estimadas para la concreción del proyecto chocan de frente con el objetivo de superávit fiscal primario del Ministerio de Economía conducido por Luis Caputo.”
La falta de pagos desde diciembre de 2023 fue denunciada en su momento con la advertencia de que podría haber cortes de servicios en centros atómicos, paralización de las obras de los proyectos CAREM, RA-10 y del Plan de Medicina Nuclear. La propia CNEA confirmó que la falta de financiamiento había provocado problemas en la actividad de “los pequeños proveedores de servicios en los centros atómicos y regionales, como también en los constructores de nuestras principales obras estratégicas”.
Alerta Atucha
Entre tanto, la Asociación de Profesionales Universitarios del Agua y la Energía Eléctrica (Apuaye) -gremio de los empleados de mayor calificación en la empresa estatal-le envió una carta al ministro de Economía, Luis ‘Toto’ Caputo, explicándole los riesgos de incorporar al directorio de Nucleoeléctrica a personal sin experiencia en el sector, la mayoría de los nuevos miembros tienen un perfil financiero pero desconocen todo lo referente a la labor nuclear.
Serán ellos quienes deberán tomar decisiones fundamentales para mantener la capacidad energética del país. En principio, cabe recordar que Atucha I, la primera central nuclear de América Latina que está cumpliendo 50 años, tiene licencia para operar hasta el 29 de septiembre de 2024, según lo establecido por la Autoridad Regulatoria Nuclear (ARN). Una edad avanzada en la que se recomienda un parate para su mantenimiento lo cual podría significar una baja de electricidad en el período veraniego que se anuncia de altas temperaturas ¿Podrán los conocedores de economía y finanzas tomar una decisión a conciencia? Por el momento, el gobierno analiza postergar el mantenimiento para después del verano.
Otra cuestión clave en discusión es la posible privatización de la empresa Nucleoeléctrica Argentina S.A que controla todas las actividades de las centrales nucleares del país. Desde el sindicato Apuaye ya expresaron su rechazo a esta nueva embestida a la soberanía nacional.