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Walter Goobar: “Netanyahu está sacrificando a los rehenes para mantener una estrategia de guerra ”

En medio de una semana de inquietud, luego de que avanzara el conflicto de Israel contra Gaza involucrando a otros países como Irán, y el presidente Milei se enrolara internacionalmente con Netanyahu, fomentando los fantasmas de un nuevo atentado en Argentina, Nora Anchart entrevistó en La Columna Vertebral a Walter Goobar, reconocido periodista especializado en internacionales quien recorre el inicio del conflicto iniciado con el tremendo atentado del 7 de octubre ocurrido en un momento en el que las marchas en contra de Netanyahu ponían en riesgo su permanencia en el gobierno; la crisis de los rehenes, la intervención de Irán, y el riesgo que puede traer para Argentina el rol de Milei con su encuadramiento con Israel.

LCV: ¿Qué opinas de lo que está sucediendo en Medio Oriente?
-El ataque de Hamas en el sur de Israel ocurrió en un momento en el cual Benjamin Netanyahu estaba llevando a Israel a una situación de guerra civil porque la oposición en su contra y el pedido de renuncia eran una cosa incesante y constante por graves cargos de corrupción que pesan en su contra, inclusive por su enfrentamiento con la Corte Suprema que quiso remodelar o remodeló justamente para evitar ser destituido. El tremendo atentado del 7 de octubre le resultó útil para consolidar una opinión pública que estaba absolutamente fragmentada y agrietada con respecto a su futuro político. Esto después se potenció cuando en lugar de lo que podía haber sido llamado una represalia proporcionada a lo que fue el atentado, se convirtió en un proyecto prácticamente de exterminio de los palestinos en el cual ya hay más de 30.000 muertos, en la cual el 70% son mujeres y niños. No hay ninguna guerra. La suma de todas las guerras de los últimos cuatro años te da menor cantidad de víctimas de niños que en la de la Franja de Gaza, sin contar la cantidad de niños mutilados, huérfanos, etcétera, etcétera. Este plan sistemático de exterminio de los palestinos inclusive se prolongó contra los periodistas, contra el personal sanitario, contra los trabajadores de Naciones Unidas y de organizaciones humanitarias, y lo que ocurrió en la última semana es que no habiendo logrado sus objetivos militares, para continuar ejerciendo el poder, está intentando a partir de provocaciones regionales, convertir el conflicto justamente en un conflicto regional. A comienzos de abril, se llevó a cabo por parte de Israel el ataque contra un consulado iraní en Damasco, la capital de Siria, que es lo que disparó la represalia iraní del último fin de semana. Es decir, esto no fue un error de cálculo. Evidentemente, Netanyahu quiere comprometer a Irán, que nunca ha estado directamente comprometido, en todo caso, ha estado comprometido indirectamente a través de la milicia chiíta, libanesa,
LCV: Si yo no me equivoco, en este último fin de semana había una manifestación en Israel reclamando que Netanyahu no está haciendo lo suficiente para traer a los rehenes…
—Además, te agrego, Netanyahu inclusive ha sacrificado o está sacrificando a los rehenes israelíes simplemente para no decretar un cese al fuego, justamente porque quiere mantener la estrategia de de guerra y de tensión.
LCV:¿No se dan cuenta del otro lado que de alguna manera son funcionales a la permanencia de Netanyahu?
—La responsabilidad está en aquel que genera las provocaciones, en aquel que es el matón del barrio que sale a provocar a Irán. Israel finalmente nunca se ha medido militarmente con Irán, y Netanyahu sale a buscar una confrontación.
LCV: ¿Qué consecuencias puede traer este nuevo foco de conflicto contra Irán?
—Irán en principio dio por terminada o por satisfecha su represalia, pero ahora va a venir la represalia israelí. Entonces ahí es donde vamos a ver hasta dónde piensa llegar Netanyahu, hasta donde las potencias, particularmente Estados Unidos, lo va a dejar llegar a Netanyahu. Porque una cosa es que Netanyahu, en represalia por los bombardeos iraníes, decida, no sé, atacar una refinería petrolera iraní. Otra cosa, otro precio, por decirlo así, sería que Netanyahu decida atacar una central nuclear iraní. Otro precio sería que Netanyahu decida invadir el sur de Líbano y otra cosa sería que Netanyahu pretenda hacer las tres cosas a la vez.
LCV: ¿Y otro precio no es que se disemine esta disputa a lo largo del mundo, a través de esta historia de ataques de embajadas mutuas o cosas por el estilo?
—Claro. Es que ya hace tiempo, y nosotros los argentinos lo sabemos, lo hemos vivido en carne propia, este conflicto ya se ha extendido más allá de la frontera con los dos atentados que sufrimos en la Argentina. De hecho, Israel la semana pasada cerró 28 embajadas y representaciones diplomáticas en el mundo en prevención de atentados. Porque en realidad es como que la respuesta iraní estaba dentro de los cálculos de Netanyahu. Esto es lo que te indica es que estaba dentro de los cálculos. La única diferencia es que Netanyahu no lo hace al estilo Milei, con bombos y platillos, sino que estas cosas se manejan con bastante más sigilo o -por lo menos- no haciendo ostensibles las provocaciones. Porque si después pretendés victimizarte, no tenés que hacer el papel de matón, tenés que hacer el papel de víctima.
LCV: Nosotros ya la vivimos, ya sabemos de qué se trata cuando le mojas la oreja a un gigante que sí tiene el formato y las ganas. Estoy viendo el refuerzo de seguridad en la embajada de Israel y toda esta historia que vos y yo estuvimos cubriendo lo que fueron aquellos atentados. Y te digo que la memoria emotiva me provoca un dolor en el espinazo.
—Claro. Pero además, si se llega a producir un atentado en la Argentina, no va a ser obra directa de Irán, sino que va a ser de alguna organización no estatal, va a ser obra de Hézbolá, de Ansar Alá, de alguno de las grupos. Con lo cual, todo esto es mucho más difícil de prevenir. De hecho, los dos atentados que sufrimos en la Argentina, tuvieron diversas reivindicaciones, con distintos sellos y distintos nombres, después se trató y tampoco se ha logrado definitivamente, plantear la responsabilidad directa de Irán como Estado. Pero te quiero decir que esto complejiza aún más la cuestión, porque tampoco se maneja todo en términos de relaciones Estado cuando tenés organizaciones armadas del otro lado, y que ven, digamos, cuando una reunión de crisis de gabinete está presidida por el embajador de Israel en Casa Rosada, eso solo puede ser interpretado como una provocación, además de una falta de tacto absoluto que no se ha visto en la diplomacia, creo, en ninguna parte del mundo.
LCV: Esa presencia del embajador en la reunión de gabinete de Argentina ha sido comentado en casi todos los diarios del mundo. ¿Qué tiene en la cabeza Milei? ¿Qué cree que podemos sacar de todo eso? ¿O es simplemente esta historia del complejo de que su abuelo se dio cuenta de que era judío cuando estaba por morirse y entonces quiere ahora la reivindicación?
—Mira, yo no sé. No me gusta entrar en cuestiones psicológicas, pero hay una cuestión mesiánica. Hay una suerte de mesianismo en todo esto. También, obviamente, hay cuestiones de negocios y de alineamientos con determinados sectores de la política. Milei no pertenece a un judaísmo progresista, todo lo contrario, sino que pertenece a una secta, y a una secta que está también muy vinculada, digamos, a algunos grandes intereses empresariales en la Argentina, como el grupo Irsa, y también en el caso de los EE.UU, hay miembros muy importantes del fondo inversiones Blackrock que comulgan también con ese grupo. Con lo cual, hay una parte que tiene que ver con su delirio místico, por decírtelo de alguna manera. Por otro lado, la otra parte tiene que ver con el delirio económico y geopolítico, pero también creo que esta persona ni siquiera está bien informado sobre lo que son las relaciones en el mundo en este momento, sino que él ve un mundo; cuando él habla sobre el mundo, cuando él habla sobre China, cuando él habla sobre una cantidad de países, pareciera que estamos en la época de la guerra fría.
LCV: ¿Qué pensás del fallo de la justicia respecto del atentado a la AMIA?
—Te consta que a lo largo de todos estos años he seguido esa causa, conozco esa causa, conozco a todos los personajes que estuvieron involucrados en las distintas facetas de la causa, muchos de los cuales terminaron detenidos, presos, juzgados; desde el juez Galeano a los fiscales, el ex comisario Palacios, ahora ya fallecido. Sin embargo, a lo largo de estos años no se ha agregado una sola prueba para hacer un fallo tan tajante y tan terminante en base a la misma información que existía hace muchos años, que tiene un carácter indiciario, pero vos no podés establecer, digamos, una culpabilidad en base a indicios. Esto no es posible. Yo mismo aporté a lo largo de años y a partir de investigaciones propias y en un libro titulado El tercer atentado, mucho del material indiciario sobre, por ejemplo, viajes de agentes de inteligencia iraníes, posibles viajes de reconocimiento, yo revelé la existencia de una base de observación a pocos metros de la AMIA, que nadie se había dado cuenta que esa base existía, y después cuando la llevé a la justicia, debidamente investigada, y sin embargo, no se ha encontrado una sola casa operativa, no se ha encontrado un lugar donde se armó el coche bomba, ni tampoco la procedencia de los explosivos, la procedencia de los detonadores. El otro dato que aporté yo, fueron algunas comunicaciones de la célula operativa a través de avisos en los diarios, en los clasificados de Clarín. Lo encontré yo, lo aporté yo. Ahora, estos son elementos indiciarios, no determinantes. Vos no podes demostrar la culpabilidad del Estado de Irán. Porque una cosa es, y ahí vuelvo a la misma cuestión que hemos hablado antes, decir que, está bien, digamos, Hezbolá responde a Irán, pero de ahí demostrar la responsabilidad del Estado de Irán, son dos cosas absolutamente distintas. Y vuelven a ser estas cuestiones temerarias que aparecen cada vez que le conviene a los intereses de Israel o de los Estados Unidos.
LCV: A mí todo me parece guionado, me sorprende la concordancia de pistas, no entiendo. Hace poquito leía que en realidad esto que se le había dado como mucha prensa, como si fuera un fallo definitivo, era apenas la opinión de uno de los tres que tenía que opinar, me parece. Así que tampoco tiene nada.
—También hay muchas cosas que fueron muy adornadas por la prensa, malinterpretados por algunos medios interesados en fogonear este tema. A mí no me extrañaría que la semana que viene también aparezca otro fallo diciendo que a Alberto Nisman lo asesinó un comando iraní.
LCV: ¿Cuál es el objetivo final? ¿No es una locura usar esto para distraer de los problemas domésticos?
—Me parece una locura que en una reunión de crisis donde se discuta de estas cosas, esté un ministro de Salud discutiendo cómo conjurar un posible atentado cuando no puede conjurar una invasión de mosquitos y conseguir repelente.
LCV: ¿Le ves a salida esto?
—No sé. Yo soy de los que piensan que los pueblos muchas veces aprenden en una noche más que en un periodo prolongado de tiempo. Me parece que muchos de los tiempos se van acortando. Este tema también le resulta funcional al Gobierno para llevarse la marca de aquellos temas que realmente deberían ser los centrales de la preocupación de los argentinos. Los sueldos que no alcanzan, las jubilaciones de las cuales estamos siendo esquilmados, el hecho de que se le haya quitado el tratamiento a enfermos terminales. La lista sería larguísima. Sería una pena que volvamos a empezar a considerar sospechoso a cualquier barbudo o cualquier persona que simplemente porque use un turbante, todo el mundo se tire cuerpo a tierra. Pero bueno, vos sabés que en general, justamente, el miedo es uno de los elementos que se utiliza, lo ha utilizado exitosamente Estados Unidos muy bien en este sentido, con su propia población. Ha utilizado el miedo para, de alguna manera, mantener el control sobre la población. No descarto que algo de esto también esté pasando, que sea un efecto indirecto de, no sé si deseado o no deseado, pero que evidentemente tiene que ver justamente con la crisis que está pasando en la Argentina. Fijate que hay otro paralelismo histórico, porque el atentado contra las Torres Gemelas en septiembre del 2001 también conmovió al mundo, y de alguna manera le dio un poquito de aire, un poquito de aire al gobierno de la Rúa. Pero sin embargo, el Gobierno de la Rúa, a escasos meses, en diciembre de ese mismo año, tuvo que irse en el helicóptero.
LCV: Para cerrar, contame qué es exactamente lo que estás haciendo con tus redes, que es tan impresionante.
—No son exactamente mis redes. Comenzó en la pandemia, cuando empezó una ofensiva muy fuerte con el tema de la vacuna Sputnik, donde había, naturalmente, intereses de laboratorios, particularmente de Pfizer y de los fondos de inversión, de Black Rock, etcétera, de torpediar la vacuna Sputnik. Entonces, tuve la idea, la ocurrencia, de hacer un boletín de noticias, que todavía se sigue llamando Pandemias y vacunas, porque también en aquella oportunidad organizamos algunos seminarios con el Instituto Gamaleya, con el instituto que produjo la vacuna para médicos. Toda aquella información, que además era información chequeada de puentes confiables, tratamos justamente de hacer un combate muy fuerte contra la fake news y de denunciar a los medios que incurrían en noticias falsas. Luego, pasamos a temas mucho más vinculados a la guerra Rusia-Ucrania, y ahora a los temas de geopolítica. Se ha formado una especie de comunidad, una en Telegram y otra en WhatsApp. Hacemos un boletín diario con mucha información alternativa.
LCV: Incluidos los fines de semana, que es importante.
—No tenemos descanso. Ningún día libre, digamos. Posteamos prácticamente todos los días del año, desde hace casi cuatro años, con información alternativa, porque hay mucha información que los medios, por razones de intereses, etcétera, no publican, como por ejemplo, el tema de los agrotóxicos, algunos de los temas vinculados al dengue.

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“Sin archivos no hay derechos”: la advertencia de Andrés Pak Linares ante el vaciamiento de la memoria estatal

El archivista y presidente de AFPA (Archivistas de la Función Pública Argentina) Andrés Pak Linares, advierte sobre los riesgos que corren los archivos públicos en un contexto de desfinanciamiento, desmantelamiento institucional y políticas que apelan a la desmemoria. Desde el Archivo General de la Nación hasta los organismos más pequeños del país, Pak Linares plantea que sin una política estatal sólida en materia archivística no solo se pierde historia: también se atenta contra la eficiencia del Estado y, sobre todo, contra el ejercicio pleno de los derechos individuales y colectivos. En diálogo con LCV, insiste en la necesidad de una política de archivos que trascienda gobiernos y coyunturas ideológicas, tal como sucede en otros países de la región.
LCV: ¿Cuáles son los riesgos que corren los archivos? Sobre todo en este momento, con este tipo de gobierno que apela a la destrucción y la desmemoria.
Andrés Pak Linares: “Bueno, nosotros desde AFPA , advertimos en un comunicado en abril de 2023 que todo estaba en peligro. Tristemente se fue cumpliendo esta visión que nosotros teníamos. Y lo vemos —para decirlo de una forma que se entienda, digamos— detrás de cada institución que se cierra o detrás de cada programa que se descontinúa, hay un archivo. Hay un archivo que recoge los documentos que dan cuenta de lo que hizo ese feminismo, de lo que hizo ese programa, ese funcionario”.
LCV: Ese funcionario también, por supuesto.
Andrés Pak Linares: “Claro, porque los archivos son los lugares donde se puso la documentación que refleja el accionar de las instituciones. Hay una trazabilidad de la historia que indica en qué gobiernos se cuidó más la memoria, en cuáles se cuidó más la cuestión archivística, se le dio visibilidad, se le dio formación a la gente.”
LCV: Recuerdo, desde que tengo uso de razón —y sobre todo desde que soy periodista— haber ingresado, y salvo los de la Biblioteca Mariano Moreno y algunos otros que son buenos en sí mismos, pero recuerdo el ingente trabajo de los archivistas para protegerlos del polvo, de los ácaros, de un montón de situaciones en donde uno dice: “Pará, eh, esto sin ir a otras cosas, como por ejemplo los fílmicos y los discos, que vos recordarás en la época del presidente Menem, por ejemplo, los archivos de Radio Nacional se tiraron todos a los containers de basura”.
Andrés Pak Linares: “No es fácil ponernos a hacer cuentas de lo que se ganó y lo que se perdió en los últimos años —a decir, no sé, 40 años—, hay muchos hitos, ¿no? Pero yo empezaría por acá: lo que nosotros planteamos desde AFPA es que lo que falta es una política estatal en materia de archivos. Política estatal, no gubernamental. Después podemos encontrar en los distintos gobiernos algunas acciones positivas, algunas negativas. Querríamos trascender eso a favor de la discusión por una política estatal, que es la responsabilidad estatal de la memoria. Y más que de la memoria, yo diría de archivos. Tenemos otra discusión. Las políticas de memoria útiles, buenas, que nosotros acompañamos y demás, tienen una correlación con las políticas de archivo. Si yo quiero una política de memoria eficiente, necesito una política de archivos eficiente. En ese sentido, y para nombrar hitos venturosos, entre el 2010 y el 2020 funcionó un programa de capacitación por el que pasaron más de 3000 agentes, más de 100 organismos públicos. Discontinuado. En los 90s, por ejemplo —para hablar de distintos gobiernos— durante el proceso de privatizaciones, y por el denodado esfuerzo de trabajadoras y trabajadores del Archivo General de la Nación y de otros archivos, bueno, el Archivo General de la Nación duplicó su patrimonio. Rescatando fondos de organismos privatizados.
LCV: ¿Cuáles serían las deudas de la democracia con la política de archivos?
Andrés Pak Linares: Lo que no tenemos del 83 para acá —para hablar de las deudas- es una actualización normativa, un reconocimiento de la profesión. Reconocimiento que tiene que, además de ver sueldos, verse en estructuras, verse en funcionalidad de los archivos. Entonces, más allá de señalar si este gobierno hizo esto, este gobierno hizo lo otro… nosotros vemos que hay una línea, por así decir, que no termina de instalar una política sólida.
LCV: ¿Cómo ves la política actual en ese sentido?
Estamos viviendo un denodado ataque a toda la estatalidad o a todas las —digamos— funcionalidades estatales, ¿no? Y en ese sentido no hay mucho para destruir. Está todo en peligro. Hay un peligro total, en todos los estamentos.”
LCV: Hay mucho para hablar, te digo, hay mucho para hablar y muy poco tiempo, porque yo te voy a pedir que en un minuto me definas la importancia que tiene —en un país— para su crecimiento intelectual, histórico, político y social, el tener los archivos y poder acceder a ese pasado nuestro que yo entiendo siempre enseña. Bien, en un minuto nada más.
Andrés Pak Linares: “Perfecto. Lo que nosotros planteamos —y esto quizás lo explique bien— es que los archivos tienen una triple función social. Una, la de preservar documentos que puedan oficiar de fuentes para el conocimiento del pasado. Otra, para la eficiencia administrativa. Y acá ya empezamos a abrir el juego: si yo quiero un Estado eficiente, más allá de la ideología o más allá de la dirección política que le dé, necesito archivos adecuados. Y una tercera, que dejo para el final y no es la menos importante: los archivos son el soporte documental para el ejercicio de derechos individuales y colectivos”.
LCV: “Totalmente”.
Andrés Pak Linares: “Entonces, si yo no implemento una política de archivo o directamente ataco la funcionalidad o servicios de archivos, estoy atacando directa o indirectamente —pero más directa que indirectamente— la posibilidad del ejercicio de derechos individuales y colectivos. Para poner un ejemplo de países vecinos: Brasil, hasta hace poco, tenía una política estatal en materia de archivos. Cambiaban los gobiernos —se iba Collor de Mello, venía Lula—, el director del Archivo Nacional de Brasil era el mismo. La CONARC, el Consejo Nacional de Archivo, era el mismo, seguía funcionando. A eso llamamos política estatal.
LCV: “Exactamente”.
Andrés Pak Linares: “Que trascienda las coyunturas. Que trasciendan las coyunturas y las ideologías”.
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Raúl Godoy, trabajador de la fábrica recuperada Zanon: “Nos están asfixiando”.

En un país donde las estadísticas borran a quienes resisten por fuera del mercado, el trabajador y dirigente ceramista, ex diputado del Frente de Izquierda, Raúl Godoy, levanta la voz desde el corazón de una experiencia que desafía las reglas del capitalismo hace casi 25 años. Zanon, la fábrica de cerámicos de Neuquén gestionada por sus trabajadores desde 2001, enfrenta hoy un escenario crítico: tarifas impagables, falta de crédito, desindustrialización y un Estado que nunca apostó por las gestiones obreras.
El viernes 13 de junio a las 17:30 hs en el Auditorio de ATE Nacional “Héctor Quagliaro”, ubicado en Moreno 2654, CABA, convocan a una reunión de solidaridad. En defensa de las gestiones obreras de Neuquén: Zanon, Ceramica Neuquen y Stefani de Cutral Co.
“El gobierno provincial con el uso de las fuerzas represivas: corto la luz y el gas a las cooperativas en plenos fríos. Paralizando asi toda la producción por lo tanto el sustento de cientos de familias. En la provincia de Vaca Muerta que provee energía a un tercio del país cortan los servicios a cooperativas de trabajo. Los trabajadores con un amplio apoyo de la comunidad vienen realizando manifestaciones en Neuquen, pero necesitan hacer visible esta situación a nivel nacional”, explicaron en un comunicado.
De paso por Buenos Aires para impulsar esa reunión de solidaridad y visibilización, Godoy analiza el presente de la cooperativa, recuerda el rol de los gobiernos que prometieron y no cumplieron, y apunta contra un modelo económico que prioriza a las multinacionales mientras deja caer a quienes producen sin patrón. “Lo que es verdaderamente utópico —advierte— es pensar que se puede sostener una cooperativa en medio de este capitalismo destructivo.”
LCV: ¿Dónde estás vos en este momento?
Raúl Godoy: Ahora, en estos momentos estoy en Buenos Aires. Estamos organizando una reunión para este viernes. Fue el pedido de los compañeros, se discutió en asamblea, para poder hacer visible nuestra lucha. Como bien decías al inicio, desde Neuquén siempre hay mucho silencio. Estamos en la Patagonia, lejos del centro político, por lo tanto, para hacer visible una lucha hay que venir hasta Buenos Aires. Entonces, bueno, acá preparando el terreno para poder hacer esta reunión de solidaridad y poder votar un plan de acción.
LCV: Contanos cuál es la situación que están viviendo en este momento en Neuquén.
Raúl Godoy: Claro. Las gestiones obreras, Zanon principalmente, pero después también Cerámica Neuquén, Stefani, y todos, somos parte de la lucha del 2001 en la Argentina, de ese momento donde surgieron y se multiplicaron las asambleas barriales, las ocupaciones de fábricas, gestiones obreras, cooperativas, etc. La gente se recordará lugares emblemáticos como el Bahuen, como Brukman. Fueron más de 250 fábricas y empresas que fueron ocupadas y puestas a producir frente al abandono de la patronal. Frente al cierre masivo de lugares de trabajo, mucha gente ocupó esos lugares y los puso a funcionar. Uno de los casos más emblemáticos fue el de Zanon, que venimos hace muchos años, ¿no? Ya el año que viene cumplimos 25 años, desde que se ocupó la fábrica y se puso a producir.
Bueno, estos años han sido de resistencia, de mucho trabajo. Al inicio, cuando empezó nuestro trabajo, tuvimos un momento donde las maquinarias estaban en buenas condiciones, veníamos con un cierto empuje, y logramos que las fábricas funcionaran, que ingresaran más compañeros y compañeras desocupadas a trabajar. Construimos una escuela, construimos un centro de salud, trabajamos muchísimo con la comunidad. Ahora, con el pasar de los años, los ajustes, una política peor que la otra, nos fueron asfixiando. No nos dieron jamás un acceso a crédito para renovar maquinaria. Entonces es como tener un taxi con un Ford Line, con un Torino, digamos. Es muy difícil seguir manteniendo una producción con fábricas que tienen más de 30 años de antigüedad. Han pasado los gobiernos, nunca accedimos, y ahora nos están apretando con los cuadros tarifarios. Con la política de Milei, de darle prioridad a las empresas multinacionales, nos vinieron a apretar. Y bueno, la parte más delgada de una economía son las cooperativas. No tienen espalda.
LCV: Respecto de la energía, escuchaba algo que tenía que ver con que si en la zona fría, que son ustedes, claro, tienen más de un medidor, significa que un medidor lo están usando de lujo. ¿No es posible que una cooperativa tenga dos medidores?
Raúl Godoy: Mirá, es incluso más complejo. Con las privatizaciones de los 90, que hizo el gobierno de Menem, quedó un desastre. Tenés una empresa que es la transportadora de gas, que es Camuzzi, una multinacional francesa que tiene el monopolio del transporte de gas. Pero además, tenés que contratar otra empresa que sea la proveedora. Ahí tenés una multitud de empresas, una peor que la otra, que especulan, la mayoría son multinacionales. En un momento tenía YPF la concesión, nos daba el gas, pero se retiró por zonas. Para que la gente se dé una idea de lo que estamos hablando, la boleta de gas es de 30 millones de pesos por mes.
LCV: ¿Y lo que gastás en sueldos para una cooperativa?
Raúl Godoy: Tenemos un sueldo básico, porque depende de la venta. En realidad, todos los primeros años de Zanon, los primeros 15 años, te diría, estábamos por encima, lejos, de lo que es el convenio ceramista en general. Siempre pudimos acceder, mientras la cooperativa funcionaba bien, a buenos sueldos. Cuando se empezó a deteriorar la economía, los sueldos los votamos en asamblea.
LCV: Entiendo. Pero lo que quería era que mi oyente entienda: 30 millones en gasto de gas y sueldos de cuánto.
Raúl Godoy: Estamos entre 300 y 400 mil pesos.
LCV: Me lo contabas de tal manera que pensé que me ibas a decir dos millones y medio. 400 mil pesos es una jubilación mínima.
Raúl Godoy: Exactamente. Por ahí si tenés una venta mayor se mejora y si no, no. No es estable. Al haberse caído tanto la producción y la economía en la cooperativa, se cobra lo que se puede. No todos los meses es igual.
LCV: En algún momento, ¿Zanon exportó?
Raúl Godoy: Sí, Zanón llegó a exportar, pero con mucho obstáculo. Hay mucha competencia. Había otras empresas que importaban directamente cerámicos más baratos, de menor calidad, y teníamos que competir. Las cooperativas, para nosotros, en última instancia, son lugares de resistencia. Mantenemos las fábricas abiertas. Pero debería ser un lugar de crecimiento, no de resistencia. Pero en un mercado capitalista absolutamente destructivo, no te dejan jamás.
De hecho, ningún gobierno nos permitió tener acceso a crédito para renovar maquinaria. Desde 2001 para acá, ninguno. Este gobierno menos. Este viene a liquidarte. Los anteriores te ponían un respirador. Este te lo quita y dice: “Si soportás, bien”.
Mirá, siempre cuento la anécdota: muchos estudiantes iban a Zanón a solidarizarse, estudiantes de economía, ingenieros. Uno de ellos era Axel Kicillof. Después llegó a ser ministro de Economía. Nunca pudimos acceder a un crédito, ni siquiera con él. Le vimos las caras a todos. Soluciones, a ninguno.
LCV: Le estoy preguntando esto a toda persona que fabrica algo. Con las importaciones abiertas, sin control, también se han abierto los controles de calidad y salubridad. ¿La cerámica tiene ese problema?
Raúl Godoy: Totalmente. Por ejemplo, Zanón fue la primera fábrica en Latinoamérica en fabricar porcelanato pulido. Con las importaciones empezaron a traer porcelanato chino, malísimo.
LCV: ¡Es el que se quiebra!
Raúl Godoy: Exactamente. Me alegra que lo digas vos, porque si lo digo yo parece parte interesada. Pero es verdad. Traían cerámicos malos, más baratos. La gente, con necesidad, compraba cualquier cosa. Imaginate planes de vivienda o empresas que hacen edificios: ponían lo más barato.
LCV: En los planes de vivienda del peronismo, las casas de obreros eran de materiales de calidad. Hoy el Estado te pone material barato. También hay una mirada política en eso.
Raúl Godoy: Sí, hay una decadencia generalizada. En Neuquén, que tiene mucha renta petrolera, ya no hay planes de vivienda. O están terciarizados. Nosotros planteamos que se estatizara la fábrica y, con control estatal, dedicar nuestra producción a viviendas. El gobierno proveía materia prima, maquinaria. Nosotros laburábamos. Gestión obrera. Ese fue el proyecto. No llegamos. Nadie quiso.
LCV: Nadie. Ni los más peronistas, ni los más socialistas.
Raúl Godoy: Logramos la cooperativa, sostuvimos el equipo, la fábrica abierta, trabajamos con la comunidad. Pero ese proyecto más amplio no se concretó.
LCV: Del 2001 al 2005 hubo una especie de “moda Zanon”. ¿Qué opinás de esos enamoramientos fugaces de la cultura “woke” que luego los abandonan?
Raúl Godoy: Yo creo que el título sería: No me arrepiento de este amor. Lo que hicimos en Zanon fue impresionante. Hasta 2009, cuando llegó la crisis de Lehman Brothers, tuvimos un golpe fuerte. Se encareció la energía, tuvimos que apagar un horno.
LCV: ¿Quién era el ministro de Economía?
Raúl Godoy: No me acuerdo. Pero fue un golpe. Afectó a toda la economía. Pero lo importante es que Zanon fue una gran prueba de cómo los trabajadores podemos gestionar. Se creó una escuela, se trabajó con pueblos originarios. Acá, siempre que hay crisis, los patrones dicen “cierro”. Pero ahora saben que los trabajadores pueden ocupar la fábrica. Eso quedó. Eso está en la conciencia de miles. Y también en la de los patrones.
Hay una empresa, Madigraf, que era de un fondo buitre. Amenazaban con cerrar. Los compañeros grabaron un video con un fantasma que decía “Zanon” en el pecho. Terminó siendo cierto. Ocupada y puesta a producir. Hoy es cooperativa. Produce en el parque industrial de Pilar. Frente a Ford, con 5.000 obreros.
LCV: El tiempo está a favor de los pequeños.
Raúl Godoy: Esperemos. Ninguna lucha fue en vano. Lo que sí es utópico es tener una cooperativa y pensar que, en este capitalismo destructivo, vamos a prosperar. Eso sí es utópico. Pero pensar en un país cooperativo, más grande, es lo único que nos puede salvar de esta barbarie.
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“El peor momento del periodismo argentino en democracia”: Inés Hayes denuncia persecución, censura y violencia estatal

En el marco del Día del Periodista, Inés Hayes —periodista, escritora y editora de La Columna Vertebral— conversó con LCV sobre el informe que elaboraron para visibilizar la grave situación que atraviesa el periodismo en Argentina. En una entrevista cruda y comprometida, Hayes advierte que “en 40 años de democracia, nunca hubo un ataque tan directo de un gobierno hacia quienes ejercemos esta tarea”. Denuncias de represión, estigmatización, uso de trolls oficiales, precarización laboral y una creciente violencia contra la prensa atraviesan su análisis. La entrevista también subraya la necesidad de sindicalización, unidad gremial y solidaridad para enfrentar un contexto que pone en riesgo no solo a los y las periodistas, sino a la democracia misma.
LCV: “¿Qué es lo que han presentado para este Día del Periodista?”
Inés Hayes: “Bueno, hicimos un informe sobre la situación actual del periodismo, eh, y decíamos que en 40 años de democracia nunca había habido un ataque tan directo de un gobierno hacia quienes ejercemos esta tarea”.
LCV: “En ese sentido, ¿podemos ser más concretas? ¿Cuáles son todas las excepcionalidades que hacen que este sea el peor momento de la historia del periodismo argentino?”
Inés Hayes: “Sí. Mirá, por un lado, nunca se ha reprimido tanto y tan directamente a la prensa. Bueno, sabemos que Pablo Grillo estuvo en riesgo su vida, el fotoperiodista que estaba en el Congreso, como bueno, como van todos los fotorreporteros y los periodistas los miércoles a cubrir las movilizaciones de los jubilados y las jubiladas, que lo único que hacen es exigir salarios que les permitan vivir después de haber trabajado toda la vida. Esa es una de las excepcionalidades: la represión tan directa. Y después, la estigmatización a periodistas de todos los arcos ideológicos, desde Ari de El Destape, hasta Alconadamón, hasta Pani. Eso es una excepcionalidad. O sea, yo eso sí lo veo como una excepcionalidad: el tema de tomarse la molestia —que a veces se judicializa y otras simplemente se tira en las redes para la cancelación y el escarnio— el nombre de un periodista, y le dicen a él… bueno, digo, lo de Grillo es una tremenda desgracia que creíamos erradicada en el tiempo. Pero yo no puedo dejar de olvidarme en el Día del Periodista, eh, digo, de José Luis Cabezas, quien no la pudo contar y que también fue víctima de una agresión desde el costado político de nuestro país, digamos, con matices impresionantes y encima con su gente en libertad. Digo, los periodistas argentinos tenemos una larga matriz, una larga historia, quizás desde Moreno que lo tiraron al agua en adelante, de intentos de hacernos callar o de hacernos morigerar lo que pensamos. Últimamente, el insulto, “ensobrados” o “mandriles”, o no sé, todo ese tipo de cosas… y la utilización de las redes creo que es lo que potencia en modo exponencial esta situación. Porque cualquier anónimo hijo de vecino, que está en su casa sin tener nada que hacer, mañana decide que vos o yo somos sujetos de odio para ser.
LCV: “¿Qué rol le das a las redes, al anonimato de las redes, a la ejecución de esta persecución de odio?”
Inés Hayes: “Sí. Eh… creo que otra excepcionalidad es esa, ¿no? Es cómo el gobierno usa las redes. El periodista mismo ataca desde X como si fuera un ciudadano común y no el presidente, que llama a odiarnos, como vos decías. Y tiene todo un ejército de trolls manejando las redes también, eh, no haciendo periodismo, sino propaganda”.
LCV: “Que me parece que también está bueno diferenciar el periodismo de la propaganda”.
Inés Hayes: “Absolutamente. Y no tienen supuestamente presupuesto para aumentar las jubilaciones mínimas, pero sí tienen presupuesto para tener un ejército de trolls odiadores de los y las periodistas”.
LCV: “Sí, eso es muy impresionante”.
Inés Hayes: “Si vos te metés en inteligencia artificial y preguntás causas y consecuencias de las agresiones contra periodistas, inteligencia artificial te devuelve una respuesta muy interesante que dice que la primera consecuencia de las agresiones a los periodistas es el impacto negativo en la libertad de prensa, la difusión de información y, con esto, se decreta la muerte a la democracia”.
LCV: “La inteligencia artificial la tiene clara. ¿Vos creés que nuestra clase política la tiene clara?”
Inés Hayes: “Bueno, una de las cuestiones que marcamos en el informe es justamente pedirle al Poder Ejecutivo que cese con las agresiones, al Poder Judicial que investigue y que dé curso, por ejemplo, a quien le disparó a Pablo Grillo —o sea, que se haga responsable y pase lo que tenga que pasar con esta persona. Que nos cuiden también las fuerzas, que las fuerzas de seguridad del Estado no están para pegarnos ni pegarles a los jubilados, sino para supuestamente cuidar a la ciudadanía. Bueno, que cumplan con su deber. Y a las empresas periodísticas también, que nos protejan cuando vamos a cubrir estas movilizaciones, que nos den los elementos necesarios: casco”.
LCV: “Bueno, parece que vamos a una guerra. Es tristísimo, pero vamos a cumplir con el deber de informar, ¿no?”
Inés Hayes: “Y además te hago un paréntesis en el medio. Aquellos medios como el mío, como el nuestro, como el que tenemos con el equipo de La Columna Vertebral, que no tenemos ninguna posibilidad de tener cascos, chaleco antibalas, y un montón de situaciones que vemos a los compañeros de los medios grandes que van previstos… Nada. Somos la captura fácil de los grillos de la vida. Grillo también era un “frilo”, un freelance. Así que este pedido incluye a los compañeros que están en los medios más, digamos, importantes. Los medios como los nuestros, que son importantes en lo que dicen, pero que tienen recursos escasos, no tienen manera de ofrecer esa protección. Bueno, el tema sería, en la medida de lo posible, sindicalizarse, porque los sindicatos también están tratando de dar respuestas a los que vamos a cubrir en la calle, no solo las empresas periodísticas, ¿no? Y a las empresas también les pedimos que paguen salarios que estén acorde a lo que sale vivir. Porque no pueden pagar 500.000 pesos —diarios conocidos como Página 12 o Perfil“.
LCV: “¿500.000 pesos por mes?”
Inés Hayes: “Por mes, sí, claro. Digo, por 8 horas diarias, 500.000 pesos por mes”.
LCV: “Disculpame, ¿qué es lo que el sindicato provee? ¿Proveen chalecos? ¿Proveen cascos?”
Inés Hayes: “Sí, están proveyendo ahora cascos y elementos de cuidado para ir a las movilizaciones, porque nosotros estamos todos sindicalizados en SiPreBA”.
LCV: “No teníamos esa información”.
Inés Hayes: “Ah, salió hace poquito. Salió la información por correo”.
LCV: “¿Cómo nos encuentra a los periodistas? ¿Nos encuentra unidos? ¿Nos encuentra temerosos? ¿Hay periodistas y hay propagandistas? ¿Cómo es el panorama que me podés mostrar?”
Inés Hayes: “Por lo que nosotros estuvimos viendo cuando hicimos el informe, y los videos que circularon en las redes nuestras, hay una unidad frente a este peligro de la libertad de expresión. O sea, el riesgo que está corriendo la libertad de expresión, y por ende la democracia. Hay una unidad porque es transversal, como decíamos al principio. Y además hay una unidad de las organizaciones: estuvo COPEA, SiPreBA, la directora de la carrera de comunicación de la UBA… Estamos todos juntos y juntas en esta lucha por visibilizar lo que está pasando con el periodismo. Y también lo que queremos decir es que el periodismo garantiza la democracia, el estado de derecho. Y que cuando se persigue al periodismo, también se persigue al estado de derecho y a la democracia”.
LCV:” Obviamente. ¿Cómo creés que lo toma la gente, quien nos escucha, quien nos consume? ¿Se da cuenta? ¿Hay un ida y vuelta?”
Inés Hayes: “Piensan que es un tema de tribu, de sector. Y eso es lo que nosotras tratamos de romper con este informe. Por un lado, decir que somos todas trabajadoras. Por otro lado, que estamos sufriendo el ajuste como toda la sociedad. Y por otro lado, ponerlo sobre la mesa para que no solo lo debatamos quienes trabajamos en comunicación, sino toda la sociedad. Porque lo que decimos nosotras es que el derecho a la información y a la comunicación es de toda la sociedad, no solo de quienes ejercen el periodismo o ejercemos el periodismo. Yo supongo que gracias a programas como el tuyo, que lo está visibilizando, y otros, de a poquito puede llegar a ser un tema de debate común y no de nicho”.


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