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Sebastián Ablin: “Ya no quiero resistir, quiero avanzar”

Después de los 15.000 avisos de despidos de empleados estatales -todavía está en discusión si un mail vale como un telegrama- LCV decidió ir al encuentro de las personas que componen esa cifra espeluznante. Detrás de ella hay historias de vidas, gente que laburó desde siempre, en diversos oficios y circunstancias. Algunos, grandes talentos, que se destacaron en áreas de lo más diversas. Hoy presentamos a Sebastián Ablin, uno de los queribles personajes de la Biblioteca Nacional que acaba de perder su trabajo: talentoso, creativo, se destacó en la primera de River en su adolescencia, descubrió la música, allá por el 2001 fundó Choque Urbano, en el 1998 empezó a trabajar en la Biblioteca Nacional. Supo del placer de poner el corazón con toda la libertad que ofrecía Horacio González. La semana pasada se enteró que ‘formaba parte de la lista”. Angustia y volver a empezar. Por ahora, se metió en Uber para sobrevivir. Seba, un capo también en la cocina.Hasta en el MasterChef del 2005 estuvo! El Estado se lo pierde, no es fácil encontrar un empleado con ese empuje. No quieren trabajadores, quieren burócratas. Si no, fijate todo lo que Sebastián y sus compañeros le regalaron a la Biblioteca Nacional a pesar de los embates y los agravios. Asomate a esta Historia de Trabajadores. Talento para dar y regalar.

LCV: Sebastián, ¿Cómo estás? Yo te presenté así, como una persona que había transitado un montón de lugares. Futbolista, MasterChef, Choque Urbano.
—Sí, también toqué cumbia con los chacales. También toqué en un grupo de folclore rock que se llama Arbolito, antes de tocar con el choque. También me fui a jugar al extranjero al fútbol.
LCV: ¿Dónde jugaste al fútbol?
—En Israel.
LCV: ¿Cómo llegas a ser jugador de fútbol en Israel?
—Empecé con el sueño de la gran mayoría de los pibes y pibas. No sé si todas las pibas quieren, pero ahora las pibas también quieren y bienvenidas sean. Me gustaba el fútbol de chico y ahí me fue prontamente rápido con River. De todas formas, tenía un problema de sensibilidad en general, y era bastante vulnerable a las críticas así que no duré mucho en el fútbol y me volqué por la música, que era bastante más amable y más social y no tan exigente y no de tanta competencia.
LCV: Vos decís eso de que eras un poco sensible a las críticas y yo me imagino que las críticas eran los barras gritando desde las hinchadas y no la crítica de un crítico que escribe en un diario.
—A veces ninguna de las dos. Muchas veces son las propias críticas de uno mismo o las situaciones familiares. Era muy exigente conmigo mismo y era muy sensible frente a las situaciones de vestuario. Es un ambiente complicado el fútbol si no estás muy convencido de que eso es lo que querés hacer con tu vida. Es difícil. Aparte, pensá que sólo el 15 % de los afiliados a AFA viven del fútbol. O sea que hay un 85% del resto de los jugadores federados en AFA que tienen que hacer cosas paralelas para seguir subsistiendo, digamos.
LCV: ¿En qué puesto jugabas?
—Marcador de punta ofensivo.

LCV: Contame cómo llegas, entonces, primero a Arbolito o al Choque Urbano.
—Primero Arbolito, allá por 98, paralelamente al ingreso a la biblioteca, en mayo del 98. Yo ingreso en la biblioteca como contratado de locación en esa época. Esa época también empezaba a tocar con Arbolito, toda la etapa previa al 2001, la última parte del menemato. En ese contexto es donde empecé a tocar en Arbolito, que hasta el día de hoy es un grupo con mucha presencia en las calles, siempre bien plantado, siempre diciendo lo que tiene que decir. Al mismo tiempo empecé a desarrollar con mis hermanos Choque Urbano, y empezó a funcionar paralelamente Arbolito. Tanto es así que en un momento tuve que dejar Arbolito y allá por el 2003 también renuncié a la biblioteca, porque se me hizo imposible llevar las dos cosas. Entonces desde 2003 al 2009 yo me dediqué a tocar con el Choque, a girar por bastantes lugares, bastantes lugares por el mundo, como Corea, Siria, Italia, Holanda. Después en el 2009, cuando la biblioteca empezó a ser distinta y yo empecé a ser más grande, ser distinta significa que los contratos de locación de obra pasaron a ser resolución 48, y yo tenía una necesidad más de formar familia. Hice las gestiones necesarias y volví a ingresar a la biblioteca ahí con la resolución 48. Y ahí ya me aboqué de lleno a la biblioteca y lo demás era satélite, digamos, colaboraba cuando podía.

LCV: Choque Urbano entonces es una suerte de emprendimiento familiar
—Sí.
LCV: ¿Cómo nace? ¿A quién se le ocurrió?
—Allá por el por el 2000, 2001, con la movida de diciembre se disuelve un grupo que existía en La Boca, que para esa época se llamaba Caturga, era un grupo nacido del grupo Catalina Sur, allá de la zona de la ribera, de la zona de donde es Trueno. Ese grupo termina su ciclo y dentro del seno de ese grupo ya se formó entre hermanos, cuñada y algunos integrantes del grupo anterior, el Choque Urbano. El nombre remite a la época, cada uno le da el significado que quiere. Y ahí empezamos a tocar con objetos no convencionales en plazas, los 19 y 20, la marcha de las Resistencias.
LCV: Los 24 de marzo también estaban.
—Los 24 de marzo se nos hacía más complicado, porque se nos hacía difícil desfilar o caminar con los tachos. A veces colaboramos alguna vez con la chilinga pero siempre estábamos en presencia o del choque o de civiles, digamos, para decirlo de alguna otra forma. Ahí comienza a funcionar el choque, empieza a ir bien. Empezamos a estar en el en Carlos Regazzoni ahí en Retiro, empezamos a vender tickets. Y bueno, en esa época nos ve León Gieco y nos lleva a Luna Park, nos hace tocar con él, ahí nos ve un productor. Y digamos que entramos como por un tubo. Tuvimos como unos 15 años de muy buen nivel de trabajo general. Ahora ya tenemos 23, con cuatro obras de teatro, con algunos premios, con muchos viajes, y ahora tocando en máquinar maquinal, una formación de cuatro personas, una formación nueva que se llama trash. Trash.

LCV: ¿Qué hacías en la Biblioteca Nacional?
—En la Biblioteca Nacional hay un auditorio para 205 personas en el corazón del edificio, los momentos de mayor contenido, se realizan conferencias, charlas, debates, presentaciones del libro, cine, teatro, música. Ejemplos concretos, los manuscritos de Spinetta en aquella época, todos sus músicos, los dibujos del indio, los ciclos de Evita. Bueno, ahí se realiza todo, todo lo que yo lo que hacía ahí era sonido, luces y vídeo. Ese era mi trabajo.
LCV: Un trabajo fuerte porque hacías el vídeo de esas situaciones.
—Lo que me tocaba a mí de vídeo era la instalación de los cañones, de la pantalla, la operación del audio. Después el área de registro de vídeo dependía de comunicaciones. Nosotros también editábamos audio.

LCV: ¿Cuántos años hiciste este trabajo?
—Este trabajo yo lo vengo haciendo desde mayo del 98.
LCV: Con muchas variables, con ese breve interreño, y después volviste ¿hasta qué día del 2024?
—Hasta el miércoles este de Semana Santa, en donde a todos nos llegó un mail. Cada vez nos corren la vara más, ¿no? Como que cada vez es más digitalizada la comunicación. Ya no hay ni siquiera un motivo o alguien que te diga bueno, te vas por esto. Es simplemente un mail.
LCV: No hay una persona que pone la cara.
—No, todo llega por ese maldito aparato llamado celular.
LCV: ¿Qué decía el mail?
—Que por un artículo 9 sobre la resolución 25 no sé cuánto, no se me renovaba el contrato a partir del 1 de abril.
LCV: Y no te decían en función de qué cosa ya no eras operativo.
—No. No te dicen ningún motivo, o sea que uno se va sin saber por qué. A algunos les inventan inasistencias, o llegadas tarde, de las que nisiquiera se enteraron, no hay aviso previo ni admonición. Los compañeros están viviendo bajo régimen de terror. Ya no salen a comer afuera porque si llegás 1 minuto tarde perdés el presentismo. Nadie está en condiciones de perder esa suma. Hay un control casi carcelario en entradas y salidas. Igual, su función es despedir, y van a encontrar cualquier excusa.
LCV: Igual, Sebastián, te voy a pasar un datito para nutrir aún más esto que estás diciendo que es tan razonable. Hay contrataciones en el Estado, en muchas partes del Estado, que tienen la mitad de su sueldo remunerativo y la otra mitad del sueldo es un incentivo. El incentivo, que reviste muchísimas características, en algunos casos de horas extras y en otros, es el incentivo, porque sos un empleado excelente que no faltó, no se enfermó, no fue nunca. Con lo cual, es tan mentiroso esa historia también, el dibujo que hacen, porque uno que peleaba por la total remuneración, o sea, que todo sea remunerativo, decías, porque en algún momento esta historia de que todos tenemos la salud de Highlander y nunca faltamos y nunca nos pasó absolutamente nada, se va a volver en contra, porque alguien va a venir a usar ese tema. Y bueno, lo están usando el tema, para ir revisando ese 50% que el Estado negreaba de los sueldos de muchos empleados estatales en muchas reparticiones.
—Sí, sin duda. A nosotros ya hemos sufrido la época del Pro. La biblioteca en la época de Horacio González se había constituido en un colectivo hermoso, para adjetivarlo concretamente, en donde no había molinetes, en donde la gente entraba a la biblioteca con muchas ganas de colaborar y realizar su trabajo, porque encontraba muchos “sí” frente a sus propuestas y cada uno en su área estaba lleno de contenido para sentirse realizado. Entonces, no había una necesidad de control o de sistema a través de molinetes que hagan que la persona se sienta absolutamente coartada y controlada en cuanto a su entrada y salida. Esto significa entrada y salida, no es irse a la casa, significa salir a comprar algo, salir a almorzar, salir a fumar un cigarrillo. Después empezó a contarse el tiempo no por producción sino por el molinete.Empezaron a agarrar de cualquier excusa, de controlar. Cuando vino el macrismo, todo ese colectivo se desvirtuó y cada uno empezó a jugar su propio partido con la idea de sostenerse lo máximo posible en el trabajo. Miedo a perderlo, miedo a hablar.
LCV: Hoy estaba diciendo Laura en su editorial un pensamiento que a todos nos ronda y que era que en aquel momento, en el momento de los despidos del macrismo, había una situación de mucha bronca por el despido de los compañeros y de un poco más de unión en la pelea para las reincorporaciones. Y hoy, el sentimiento que uno ve es casi el del alivio cuando ves que no estás en la lista y esto también marca un cambio cultural importante, que no sé si tiene que ver con el miedo o tiene que ver con la tremenda situación económica, no sé con qué. ¿Vos qué pensás?
—Yo opino que no solo es un cambio cultural, sino que es una derrota cultural. Creo que a partir de la pandemia, cierta y real, concreta, se rompieron un montón de lazos muy fuertes en donde la información fluyó a través de los teléfonos y la gente empezó a masticar cualquier cosa. En la biblioteca pasó lo mismo. Ahora parece que nos acostumbramos a que existan listas. Esta palabra de listas se remite a cuestiones de Primera o Segunda Guerra, y se naturaliza y se vive. Uno está con miedo de contar, de hablar de cómo se siente, de lo que opina, de cómo cree que funcionan los sindicatos, de si se siente protegido, de cómo estuvo tanto tiempo con un contrato que a esta hora ya no sirve para nada si lo rescinden. Entonces, ¿qué hace? No sabe si volcar el sentimiento, si jugar la de uno, si entregarse al sindicato en el sentido de decir dependo de lo que ustedes quieran. Entonces, cada uno juega su partido. La gente más joven en las asambleas está sorprendida por lo que ve, porque reclama otro tipo de actitud. Los sindicatos pareciera ser que hacen lo que pueden, y los trabajadores la pagan, como siempre. Esa es la situación. Después, en lo individual es bastante angustiante encontrarse a una determinada edad como teniendo que volver a empezar. Yo soy una persona que toda la vida volví a empezar. Lo que pasa es que cada vez que te agarra el empezar a una determinada edad, no es lo mismo a los 20, a los 30, a los 40 y a los 50, que yo voy a cumplir ahora 52. Pero, bueno, ya estoy Uberizado. De tanto quejarme con el teléfono, ya me bajé la aplicación y ya estoy ahí, tratando de ganarme el pan en la calle. Te digo que está bastante difícil.
LCV: ¿Seguís con el emprendimiento de la música?
—Mirá, el Choque sí sigue su camino. Yo en este momento estoy abocado a mi hijo, pero el choque tiene una producción de cuatro integrantes que la rompen, que se llaman Trash, que tocan todos los jueves en el Maquinar Maquinal, ahí en Anchorena y Valentín Gómez. Los primeros 200 tickets son gratuitos a cambio de alimentos no perecederos y la entrada está bastante barata. La propuesta artística es de improvisación, pero sin señas. Siempre hay invitados melódicos como guitarristas, como raperos, como bajistas, tecladistas, de muy alto vuelo, que aportan la parte melódica a los cuatro animales que están ahí tocando un set de mezcla de tachos y de instrumentos también. Así que el Choque es contracíclico. Cuando nadie apuesta o cuando nadie dice no voy a salir a tocar porque voy a perder, el Choque sale y pierde y pierde, y pierde, y pierde, pero siempre va en contra del ciclo para seguir adelante. ¿Sabes por qué? Porque estamos podridos de resistir. Yo estoy cansado de resistir. Cada vez que cambia un gobierno nos dicen: Tenemos que resistir. Y resistir es como que vos agarrás un cachito de algo y le pones algo encima de mucho peso y esa cosa resiste, resiste, en algún momento se parte. Siento como que hace mucho tiempo nos falta dar los pasos adelante a nosotros. Cuando nos toca hacer gobierno, nos cuesta avanzar a más velocidad, sin miedo al análisis. Y yo no quiero resistir más, yo quiero avanzar.
LCV: ¿Cuántos años tiene tu hijo?
—11 años.
LCV: ¿Qué está diciendo de este tiempo que le toca vivir a su papá y a él?
—Me vas a hacer emocionar. Fue muy fuerte el momento cuando le dije que me quedé sin trabajo. No me creyó. Me dijo dale papá no me jodas, y yo me acuerdo que tenía un montón de items preparadas para decir, que tengo Uber y eso, pero cuando no me creyó me desarmó. Todo lo que pude hacer fue respirar profundo para no llorar. Pero acá la estamos viviendo, los hijos re bancan, bancan mucho más de lo que nosotros creemos.

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Editorial de Nora Anchart lunes 12 de mayo: “Tiempos brutos, tiempos violentos”.

Apatía electoral: votó menos del 30% del padrón en tres de las cuatro provincias.
Salta, Chaco y San Luis registraron una participación muy baja del electorado en lo que va del desarrollo de los comicios. En cambio, en Jujuy se observa una tendencia distinta, con una buena intención de voto.
Esto, que ayer era simplemente un dato que Data Clave iba compartiendo como un “minuto a minuto”, terminó convirtiéndose sinceramente en una tendencia.
En Salta, por ejemplo, donde se utilizó el voto electrónico, el porcentaje de votantes creció del 12% registrado durante la mañana al 25% hacia el mediodía. Sin embargo, este aumento fue insuficiente para revertir el escenario de apatía generalizada.
¿Qué nos pasa que sentimos apatía a la hora de elegir nuestro destino?
¿Estamos tan entregados que creemos que, total, siempre va a ser igual, todo va a ser malo, no vamos a poder modificar nada, y entonces preferimos directamente no participar?
Lo entiendo, eh. A mí me está costando un esfuerzo sobrehumano pensar en ir a votar. Como no hice el cambio de domicilio, tengo que trasladarme de un barrio a la otra punta de la ciudad. Hacer la cola… Bueno, por suerte es boleta electrónica, y a mí me gusta, así que lo resuelvo rápido.
Comprendo lo que nos pasa, pero también tengo que estar acá, frente al micrófono, y decirte que tenemos que pelear contra esa apatía.
“¡No se queje si no se queja!”, decía un viejísimo eslogan de cuando se controlaba el consumo. Creo que era de Lita de Lázari, la misma que decía: “Camine, camine por los precios, pero no se queje”.
Esa frase vale la pena actualizarla. ¿Cómo podés quejarte después de que todo esté mal, si ni siquiera expresaste tu opinión a través del voto?
¿No te gusta ninguna opción? Andá igual.
Votá en blanco, si querés. Demostrás que nada te representa. Ya sabés: el voto en blanco se suma al del partido más votado, sí. Pero como expresión política de disconformidad, también vale.
No te estoy militando el voto en blanco. No puedo. A mí me cuesta pensar que mi opinión sea una no-opinión. Me da cosquillas en la mano solo imaginarlo. Pero igual prefiero eso a no ir.
Si solo contabilizamos a quienes se quedaron en casa, van a venir las excusas: que están enfermos, que llueve (aunque no creo), que no hay plata para el colectivo, que viven lejos… bla bla bla.
Estamos en la ciudad de Buenos Aires, donde el despelote tiene que ver con que las dos fracciones de la derecha se están peleando a ver “quién la tiene más grande”.
De esto vamos a hablar con Pablo Touzón y con otros analistas.
Lo real es que la ciudad de Buenos Aires ya no está tan bien como antes. Perdieron el eslogan de la “buena gestión”. Si querés cambiar algo, tenés que votar.
Y si no querés cambiar nada y pensás “son todos lo mismo”, también tenés que decirlo votando.
Otro tema que me preocupa mucho es el de los periodistas como excusa.
Hay tres periodistas de orígenes muy distintos:
- Ailín Bullentini, de la izquierda kirchnerista, del Destape (antes en Radio Nacional).
- Carlos Pagni, de La Nación, con un pensamiento complejo y muy elaborado.
A ambos los acusan de haber dicho “nazi”. Ese reduccionismo evita discutir lo importante: el totalitarismo de Milei. Porque es mucho más que “nazi”.
La palabra “nazi” refiere a un régimen concreto, a un momento histórico y a una comunidad que sufrió lo indecible.
Pero si no sos judía, ¿no te preocupa?
Si no sos gay, ¿no te asusta?
Si no sos trans, ¿no te importa que los estén echando de los trabajos?
¡Esto nos afecta a todos!
A vos, a mí, que somos cis, heterosexuales, clase media, más o menos blancas, con determinada formación… y aun así, nos están maltratando igual.
Nos persiguen también a los periodistas. Y no lo digo solo por nosotros. El Papa mismo dijo ayer que donde se ataca la libertad de expresión, se ataca la democracia.
Mientras nos distraen con discusiones vacías, vos abrís la heladera y está más vacía que nunca:
- El kilo de tomate a $3.000.
- El maple de huevos a $8.500.
Comer un huevo por día ya parece una utopía.
Estas cuatro provincias pueden ser un testeo interesante sobre la baja participación electoral. Si esto se repite, estamos en problemas.
Y no solo por lo que puedan votar a Milei en una segunda vuelta. El otro día lo admitió en una entrevista con Mariana Brey —sí, ella, que viene del espectáculo—, pero, mirá, hizo mejor papel que algunos periodistas políticos, como Luis Majul, que sólo asiente con la cabeza.
Dice “Clarín miente” y ya no sabés si está hablando Cristina o él. Usa los mismos argumentos que antes usaba el kirchnerismo con la ley de medios, pero ahora parecen un sinsentido en el contexto actual.
Lo único que te quiero decir es esto: no dejes de ir a votar.
Porque cuando todo esté mal, cuando pase como en el poema de Bertolt Brecht —”vinieron por uno, por otro, y cuando vinieron por mí, ya era tarde”—, la frase “Ni olvido ni perdón” va a ser solo eso: una frase.
Porque nadie va a tener siquiera la neurona alimentada como para entenderla.
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Paola Barrita: “Hay un vaciamiento del sector aeronáutico por parte del gobierno nacional”.

La secretaria general de ATEPSA, Paola Barrita, pasó por La Columna Vertebral Historia de Trabajadores donde advirtió sobre despidos en áreas críticas, paralización de la negociación colectiva y la amenaza de cierre del único centro de formación de controladores aéreos. Además, anticipó medidas de fuerza escalonadas si no se restablece el diálogo.
LCV: “¿Cuáles otras situaciones están atravesando ustedes como trabajadores de EANA?”
Paola Barrita: “ATEPSA nuclea trabajadores tanto de EANA como de ANAC. Uno es una empresa pública y el otro es la administración nacional. Sí, es la autoridad aeronáutica. Y la verdad que estamos atravesando situaciones, en principio, creo que como todos, de cuestión de diálogo, ¿no? Creo que hay cero diálogo y cero negociación colectiva, ni hablar. Pero lo que vemos con preocupación es que hay una incertidumbre de hacia dónde vamos, ¿no? Un poco… a veces decimos medio en chiste, en cargada entre compañeros: “Bueno, ¿cuál es el rumbo que se está llevando en la aeronáutica?” Para nosotros es tan importante tener todo como… tenemos todo muy regulado, muy reglamentado, sabemos qué hacer en determinadas situaciones. Entonces, se nos dificulta mucho en este momento ver que hay una sensación de vaciamiento, de desfinanciar. Y bueno, esto tiene que ver un poco con… nos empezamos a alertar no solo por la cuestión de atraso salarial, como lo mencionabas, que también me parece que es algo que atraviesa todo, estamos atravesando los trabajadores argentinos. Pero creo que la cuestión de los despidos, ¿no? Tuvimos despidos en áreas técnicas claves. Sí, la verdad que son controladores de tránsito aéreo, técnicos. Hemos visto despidos en la parte, si se quiere más, de la administración de la EANA, en áreas de capacitación, operadores de búsqueda y salvamento, como bien lo dice el comunicado. Pero sobre todo, para que quien no conoce qué hacemos entienda, los despidos fueron muy claves, en lugares en donde no se deben despedir: en la torre de control de Neuquén, en la torre de control de Bariloche, Rosario… Una cosa rara, si se quiere, que no se entiende hacia dónde parece que quiere ir la Empresa Argentina de Navegación Aérea. A su vez, y en simultáneo, digamos, siempre entendemos que tiene que ver con el mismo plan que no se difunde: la intención de cerrar el único centro de capacitación que forma controladores, con la faltante que hay en el país. Y no es algo que atraviesa solo la Argentina, la región y el mundo siempre está con una faltante de controladores, por una cuestión de que las formaciones son tan… a veces o desconocidas o difíciles. Y todo eso en un contexto de cero paritaria. Hace 8 meses que atravesamos un ajuste muy fuerte en nuestros salarios. En lo que es la paritaria 24-25, que va de abril a marzo, hemos recibido un 17% de aumento, más algunos complementos de categorías y de adicionales, pero que no tienen que ver puntualmente con lo que significa paritaria, ¿no?
LCV: “Claro, la propuesta es del 0%”.
Paola Barrita: “Tal cual. Y si lo relacionamos con la responsabilidad que todos los días, a la hora de estar operando.”
LCV: “¿En qué van a consistir las medidas de fuerza?”
Paola Barrita: “Bueno, ahí un poco quería llegar, porque nosotros, como muchos saben, somos un servicio público esencial. Y al ser un servicio público esencial, tenemos un montón de normativas distintas, ¿no? Y que cumplimentar para garantizar esta esencialidad, o las guardias mínimas, como se conocen. Así que nuestras medidas de fuerza siempre consisten en afectar aeronaves en tierra; no se afectarían las aeronaves en vuelo. Y va en una escalada durante todo final de este mes, de determinados días con horarios específicos, en donde se afectan, en algunos días, vuelos internacionales; en otros, vuelos de cabotaje; en otros, aviación general no regular. Va variando. Y esto se va a publicar apenas tengamos la modalidad consensuada con el empleador, si es que el empleador en esta oportunidad cumple con la normativa vigente. Porque parece ser que la normativa vigente para los servicios públicos esenciales solo la tenemos que cumplir los trabajadores”.
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Norma Lezana: “El Hospital Garrahan pasa por su peor momento”.

El Hospital Garrahan, uno de los centros pediátricos más prestigiosos de América Latina, atraviesa una crisis sin precedentes. Con un funcionamiento que históricamente fue ejemplo de atención pública de alta complejidad, hoy enfrenta una alarmante pérdida de personal especializado, precarización laboral y falta de insumos médicos esenciales. En una entrevista con LCV, Norma Lezana, secretaria general de la Asociación de Profesionales y Técnicos del hospital, advierte sobre el deterioro sostenido de las condiciones de trabajo y la amenaza concreta que esto representa para la atención de miles de niños y niñas de todo el país. La conversación expone con crudeza una situación que, lejos de resolverse, se agrava día a día, mientras los equipos de salud intentan sostener la calidad asistencial en un contexto de creciente desfinanciamiento.
LCV: “¿Cómo está la situación en este momento en el hospital?
Norma Lezana: “Bueno, la situación es crítica, muy crítica. Están renunciando, han renunciado muchos profesionales del equipo de salud y esto, por supuesto, pone en riesgo la continuidad de lo que conocemos como hospital Garrahan, ¿no? Por eso el 21 de mayo nosotros estamos convocando a las 12 del mediodía una acción eh en defensa de este hospital eh, porque bueno, la verdad es que nos hemos reunido todos los venimos denunciando de todo el año pasado lo que lo que lo que estaba pasando y bueno, esta situación lejos de resolverse se empeora. ¿Habrás escuchado las declaraciones del este del presidente Milei?”
LCV: “¿Ha bajado la cantidad de asistencia de chiquitos de todo el país?”
Norma Lezana: “No, seguimos atendiendo las estadísticas. Yo revisé todas las estadísticas del año pasado y de febrero hasta febrero de este año, no ha caído la la demanda. Eh, y con un esfuerzo tremendo de los equipos de salud se sigue atendiendo. Eh, pero claro, han renunciado muchos e hemos publicado, ¿no?, la cómo es masiva la las renuncias día a día, ¿no? En lo que va del año son 45 renuncias más 80 más de 80 hasta noviembre del año pasado eran 80. Así que eh imagínate que es transversal, o sea, renuncian bioquímicos, nutricionistas, neurólogos, neurocirujanos, eh, y se van desgranando los equipos de una manera que el otro día, mira, eh, yo recorría el domingo a la noche eh una de las terapias y el médico me decía, “Mira, es muy simple. Yo hoy puedo recibir un niño con un ACB porque tengo neurocirujano que está operando. Cuando yo no tenga ese neurocirujano, el hilo se corta por el niño. Porque voy a tener que decir, ‘No lo puedo recibir.’ Y de eso estamos hablando concretamente, ¿no? Porque por ahí uno da estadísticas, números, pero no se entiende bien qué es lo que va a pasar si se te va el neurocirujano que está de guardia los domingos del hospital es este brinda atención de estos equipos interdisciplinarios 24 horas 365 días del año. Eso fue así. Crecimos nosotros dentro del hospital. Desde que ingresamos sabíamos que era ese el nivel de exigencia y de atención que que teníamos que brindar, ¿no? Y y bueno, todo eso hoy está en riesgo.”
LCV: “¿Y el destino de quienes renuncian al Garrahan por la por la este por la sanidad privada, por la salud privada? ¿O muchos de ellos también eh se van al exterior?”
Norma Lezana: “Muchos se van al exterior. Bueno, hay un médico cirujano cardiovascular que me decía el otro día, ‘Me estoy yendo.’ Porque está operando en Ecuador, en Chile y le pagan tres veces lo que está ganando en el hospital y bueno, entonces llega un momento, son profesionales que tienen 40 años y que están viendo qué hacen, ¿no? si se quedan o se van. Hace en todo el año, nosotros todo el año 2024 perdimos muchísimo respecto de la inflación y sumado la pérdida de este año con paritarias que están muy por debajo de lo que es lo que aumentó el costo de vida, eh es un 100% más o menos lo que debería aumentar el sueldo para estar a la altura de lo que nosotros ganábamos en noviembre de 2024.”
LCV: “¿Y a la altura de lo que vos podías adquirir con el sueldo, cómo están? ¿Cómo es la carrera respecto del poder adquisitivo del mismo sueldo?”
Norma Lezana: “Está todo el mundo endeudado pidiendo aumento, este, adelantos de sueldo, eh, todos los trabajadores que es una rueda que no termina más porque en realidad cada vez se enflaquece y las obligaciones en hora que nosotros tenemos, uno no puede dejar de pagar la luz, el alquiler, las expensas, el gas. Y bueno, todo eso es lo que está poniendo también en una situación de mucho sufrimiento eh a los trabajadores, que son padres de familia, mamás, eh la incertidumbre de lo que va a pasar y además el pluriempleo, ¿no? Estamos viendo que salen de acá las enfermeras, por ejemplo, eh cumplen su jornada de 7 horas en el hospital y se van a otra clínica, eh, y no descansan.
Hay otra cosa, hay otra cuestión que que está ocurriendo que es que tiene que ver también con el ajuste, ¿no? El hospital desde el año pasado redujo horas e extraordinarias, ¿no?, que podían que podía hacer el personal de enfermería. Por supuesto que nosotros lo que siempre exigimos es que se cubra la dotación mínima en el hospital para que no estén sobre exigidos haciendo horas extras eh los enfermeros y las enfermeras.
Hoy es el día internacional de la enfermería, ¿no? Aprovecho para recordar y saludar. Bueno, lo que está pasando recorriendo los sectores es que no se cubre la dotación. E entonces se sobrecarga la enfermería y esto pone en riesgo cuando no se cumple la relación enfermero-paciente y se multiplica la carga de trabajo, se pone en riesgo no solamente la seguridad del paciente, sino también la seguridad del trabajador.
Todo va se va complicando muchísimo, ¿no? Todo lo que es el entramado social que hace que el hospital haya alcanzado un nivel de excelencia, que se haya transformado en una referencia no solamente para nuestro país, sino para eh para toda la región, en donde realmente se hace ciencia y se hace alta complejidad. Tenemos eh bueno, la generación de conocimiento a partir de los programas de formación y de investigación en nuestro hospital eh son un ejemplo. Además, este, bueno, la capacidad de poder en un hospital público atender, el 60% de los chicos que atendemos no tienen otra cobertura que la cobertura del sistema público de salud y es un orgullo poder brindar este tener este acceso e brindarle este acceso a chicos que necesitan cuidados de alta complejidad.”
LCV: “¿Qué pasa con los insumos? ¿Qué qué nos está pasando con los insumos? ¿Qué hay? ¿Qué falta?”
Norma Lezana: “Sí, mira, lo que está pasando es esto, que están retaseando, eh, entonces te dicen en un en algún momento faltan pañales, en otro momento baja la calidad de los insumos que utiliza enfermería, por ejemplo, y ellos lo notan, ¿no?, en el eh lo que les cuesta trabajar con insumos que no son los que acostumbraban.”
LCV: “¿Han bajado la calidad de los guantes de cirugía?”
Norma Lezana: “Me comentaron en algunos hospitales que esto estaba pasando. Tendríamos que preguntar a las instrumentadoras quirúrgicas, ¿no? Nosotros estamos recorriendo mucho el hospital y nos vamos enterando de lo que pasa en cada sector y de lo que de las decisiones que va tomando el Consejo de Administración eh con estos recortes que y bueno, la verdad es que nos damos cuenta que todos coincidimos en que es el el peor momento de la historia del Hospital Garrahan. Es un momento bisagra, eh, en donde, bueno, tenemos que los que estamos en el hospital eh tenemos que salir a defenderlo porque la comunidad no se entera.”
LCV: “¿Han tenido alguna denuncia ustedes de reutilización de materiales que en realidad son descartables o no?”
Norma Lezana: “Sí, nosotros presentamos el año pasado justamente una denuncia que está en la Procuraduría de Investigaciones Administrativas por el reuso de materiales médicos e eh de un solo uso, ¿no? Eh, hay alguna normativa de ANMAT, pero que no se estaba cumpliendo en el hospital. Eh, y está esto eh en la PÍA. E lo que sí logramos es que a partir de la denuncia que se hizo pública eh se empiece a reunir el comité de reuso que no se estaba reuniendo en el hospital y eh y que estén revisando todas las eh normativas, ¿no? Porque por supuesto es una denuncia que incluye tres aspectos, ¿no?, que tomó la fiscalía. Por un lado, el tema del maltrato laboral relacionado con eh el las tareas que le y la manera como les pedían a las perfusionistas que hagan esta tarea del prelado, lo cual ocasionó accidentes de trabajo. Además este que no tiene e esa no está dentro de sus incumbencias el lavado de material para reuso. Y entonces, bueno, todos esto, esto fue suficientemente argumentado por nuestra entidad, a la directora que en ese momento era la doctora el Kit, que hoy es la consejera y y la verdad es que la falta de respuesta en en todos los aspectos, ¿no?, eh hizo que nosotros tuviéramos que sacar esto afuera por la urgencia que tenía la demanda, ¿no?, el reclamo sindical.
Así que bueno, eh ahí estamos, ¿no?, con eh con atajando todos los penales desde desde la asociación, eh tratando de defender sobre todo eh las el derecho que tienen los chicos y las chicas a contar con este hospital. 37 años de historia tiene un hospital y nunca pasó. O sea, siempre hubo reclamos, idas, venidas, por supuesto que los cambios de gobierno cada vez afectaron más eh la historia del hospital.”
LCV: “El presidente de la Nación anunció que está haciendo importantes tratativas con el gobierno y con la secretaría, con el Ministerio de Cultura Alemán para poder ir a hacer una obra de teatro escrita por él y otro señor que se va a llamar Juicio al capitalismo en eh frente al muro de Berlín. Cuando le preguntaron en qué lo iba a hacer y en qué va a usar la recaudación y dijo, “Ah, en el hospital Garrahan que lo necesita.”
Norma Lezana: “Pero a todos los a todos los que estamos acá, la verdad, tratando situaciones que tienen mucha seriedad y que no este no se entiende la broma”.
