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Lito Borello: No vamos a ser cabeza de turco, no nos van a empujar a un callejón sin salida, pero nos estamos organizando

Este lunes, en el día previo a la reunión del secretariado de la UTEP para estudiar la continuidad del plan de lucha luego de la jornada de paro y movilización del 24/1, conversamos con Lito Borello, Secretario de DDHH de la UTEP y referente del movimiento Los Pibes quien arrancó con toda una definición: “el 24 superó toda expectativa y hubo muchísima más gente por fuera de las orgánicas que lo que llevamos las organizaciones”.

LCV: Desde La Columna Vertebral resaltamos ese fenómeno, la presencia de los ‘sueltos’, vecinos, trabajadores, familias, individuos con conciencia colectiva ¿considerá que es positiva esta irrupción de los ‘inorgánicos’ en la política?

Sí, además fue un fenómeno que se dio en todo el país. Para nosotros fue una jornada nacional de lucha y resistencia. En todo el país, de manera simultánea, cada una con sus características, con sus formas, más o menos a un mismo horario, pero algunas fueron más tarde, en todo el país se eligió esa fecha como fecha para concluir uniendo aún lo que no está unido orgánicamente. Nuestro pueblo nos empieza a decir que esa bronca hay que traducirla en unidad y organización y que independientemente de los gurús que tratan de analizar el voto a Milei como un voto hacia el neoliberalismo o hacia la derecha. A ver, hubo mucha bronca y hay mucha bronca todavía no canalizada, y hubo y hay una política que no estuvo y todavía no está a la altura de la circunstancia.Nuestro pueblo, a su forma, nos quiso decir a ver, tirón de oreja, muchachos, a ponerse a la altura. Y mirá el 24, cómo ya rápidamente, en pocos días, rápidamente ya se empieza a manifestar ese hartazgo a una política donde nuestro pueblo inventó de nuevo otra consigna: La patria no se vende.

Los cambios estructurales del gobierno de Milei pueden llegar a ser más duros que los de la dictadura

LCV: ¿Crees que el gobierno escuchó algo del reclamo?

—No, en absoluto, al contrario, se reafirma y dice: ¿Y este pueblo otra vez va a resistir?. Está claro que ese 24 no definía, ese 24 era un campanazo de comienzo que de alguna manera también tiene que ver con lo que había sucedido en la Plaza Lavalle un par de semanas antes, pero es un comienzo. Mientras hablan de los perros de Milei y de su pareja y de su característica excéntrica, no vemos el que maneja el títere. Es decir, el verdadero poder fáctico que está detrás en una Argentina ocupada por los poderes extranjeros, en una Argentina que nos metieron en la guerra mundial con dos o tres cosas que hizo este presidente en su comienzo, trayendo al presidente de Ucrania y estando al lado de una relación muy estrecha con el Estado sionista de Israel. Una decisión absoluta de ir hacia un modelo de dominación mucho más perverso que -inclusive- el de Ménem, el de Macri, y te diría que los cambios estructurales van a ser aún más duros que las de la dictadura militar. Por lo tanto, muy lejos de que vayan a modificar, nosotros tenemos que empezar a organizar una resistencia y a construir una correlación de fuerza para dejar de creer que simplemente estos cambios los vamos a lograr resolviendo la cuestión institucional. Tienen que estar los trabajadores como columna vertebral y como cabeza, y a la vez tiene que haber un un proyecto de patria justa, libre y soberana, para eso tiene que haber poder popular.

Tenemos que prepararnos para la resistencia. De abajo hacia arriba

LCV: ¿Y cómo se construye?

—De abajo hacia arriba, y esto no es hacer basismo, de abajo hacia arriba, construyendo comunidad, construyendo entramado social, construyendo con una geometría distinta a la que nos imponen los poderosos, porque es la geometría que a ellos le conviene, ir avanzando en una correlación de fuerza para ir ganando no solamente migajas, y no empezar y una vez por todas, en medio de una crisis civilizatoria en el mundo, ir por el asalto de realmente la mesa del banquete. ¿Cuánto tiempo más vamos a seguir trabajando para lo malo pensando en evitar que venga lo peor? ¿Cuánto más? Nos siguen haciendo comer sapos y ya dinosaurios con el verso de que tenemos que tratar de evitar que venga el cuco, y siempre el cuco es peor. Y entonces nos comimos cuatro años de un gobierno que defraudó la expectativa popular de haber volteado a Macri y acá estamos ¿Y otra vez nos van a inventar que los mismos ya se empiezan a peinar para la foto?

LCV: ¿Cuál pensás vos que es el rol del Congreso?

—Mirá, nosotros lo catalogamos rápidamente al Gobierno, una vez que tiró todo este DNU, como que era la puerta a la tiranía. Yo insisto, creo que hay que releer un poco qué quiere decir una tiranía, porque por ahora esta es una tiranía institucional, porque hay que reconocer que llegó por los votos, pero ojo que en cualquier momento cierre el Congreso y se convierte todavía aún en una tiranía mucho más dura.

Mientras nos tienen discutiendo pelotudeces el proyecto de ellos avanza. Están vaciando el Estado. No hay funcionarios nombrados, nadie tiene firma

LCV: ¿Crees que votarán la Delegación de Funciones?

—El problema es que mientras nos tienen debatiendo pelotudeces, él sigue avanzando todos los días. Y los cambios estructurales que se están dando, va a costar mucho tiempo retrotraerlos. Ya viajó el otro día desde San Fernando un avión con un personaje de la empresa israelí hacia las Malvinas para preparar todo el afano que nos van a hacer del petróleo que tenemos ahí offshore. Y como esas medidas, hoy ya sabemos que están echando gente del AGP para quedarse con los puertos, están vaciando al Estado para que no haya Estado y para que el poder fáctico pueda actuar de hecho sin nada que se lo ponga adelante. Nosotros vemos que no tenemos con quién discutir en los ministerios, porque ni siquiera les interesa poner jefes de ellos. No ponen ni jefes, entonces. No hay funcionarios nombrados, nadie tiene firma, nada funciona y sin embargo, el proyecto de ellos avanza. Por lo tanto, uno le pediría a los que están en el Congreso que tengan la responsabilidad y el patriotismo de dejarse de joder pelotudeando con si le sacan una coma más o menos y que hay que votar en contra, que no es una cuestión de forma, que es una cuestión de fondo, que es una cuestión de contenido que se tienen que parar de mano porque los vamos a acusar de traición, los vamos a acusar de traidores, porque mientras que pareciera que vuelve a haber otra banelco, están especulando a ver si logran una moneda, a ver si le sacan una coma o un acento y mientras tanto, este gobierno avanza todos los días en implementar un modelo de dominación absolutamente antinacional y antipopular.

LCV: ¿Cuánto hace que los comedores no están recibiendo lo que debían recibir, lo que estaba conveniado?

— Desde algunos meses, Nora. Y a la vez, los valores se han quedado en el tiempo, por lo tanto, hay una gran preocupación. Pero ojo, hoy que no nos van a empujar, que no vamos a ser cabeza de turco de nadie, que no nos van a empujar a un callejón sin salida, pero que sepan que nos estamos organizando, que sepan que nuestro pueblo se organiza, que sepan que hemos salido de la pandemia con mucho aprendizaje de lo que implica la comunidad, lo comunitario, el que nadie se salva solo y que hay una memoria histórica que aún de los momentos más complicados, nuestro pueblo se pone de pie, sale y a pecho abierto, si es necesario, sale y pelea, como salió el 24.

LCV: ¿Va a haber una jornada nacional con eje en la emergencia alimentaria?

—Mira, mañana hay una reunión donde el secretariado se están viendo a la vez la idea de no tener un plan de lucha espasmódico, sino de tener un plan de lucha realmente planificado, de lo simple a lo complejo, mucho más descentralizado, un plan de lucha que no radique solamente en lo que hacemos en el Congreso, en el Obelisco o en Plaza de Mayo, que le dé la posibilidad a todo el país, a cada barrio, cada localidad, en cada plaza, en cada municipio, en cada comisión de fábrica, en cada lugar, empezar a organizar la resistencia. Tenemos un país ocupado, lo que pasa que no se ve porque no hay un ejército con un uniforme extranjero, pero en este momento, hoy tenemos un país ocupado por los intereses extranjeros. Vienen al saqueo de nuestra patria y para eso necesitan hambrear a nuestro pueblo, porque están convencidos y lo saben, que vamos a resistir.

LCV: ¿Qué es lo que están barajando como posibilidades de este plan de lucha?

—Vamos a establecer lazos. Acá hay que encontrar denominadores comunes, aún con matices. Hay que entender que acá hay que lograr una correlación de fuerza y nos damos cuenta que hay que encontrar el denominador común. Por lo tanto, se están tejiendo puentes. Va a costar porque venimos de un proceso de mucha atomización, donde la política ha parcelado y donde pareciera que las disputas mezquinas en las diligencias han hecho que cueste construir esos puentes. Pero, ¿qué te voy a decir, Nora? Si venimos del mismo palo y sabemos que cuando los dirigentes no están a la cabeza, será entonces de otra forma. Y otra muchacha de pelo suelto nos decía que a la fuerza bruta de la antipatria le opondremos la fuerza popular organizada.

No pretendamos que el Papa haga lo que tenemos que hacer nosotros

LCV: Si pudieras imaginar por un momento cual será el discurso del Papa Francisco cuando reciba a Milei, ¿Crees que tomará alguna de todas estas demandas?

—Francisco viene jugando un papel de estadista y de líder que ha perforado el techo de la religiosidad, la católica, pero aún de todas las religiosidades. Está jugando un papel de estadista y un líder de constructor de paz en un mundo que, evidentemente, los poderosos, los señores de la guerra, están decididos a que todo explote. Vienen provocando para que en cualquier momento se desate en el Medio Oriente, en Taiwán, en Corea, Ucrania está muy lejos de que haya paz; y en América Latina, ni Colombia ni México. Bueno, y ahora tenemos el modo de ocupación y de invasión del ejército narco como en el Ecuador. No pretendamos que haga lo que tenemos que hacer nosotros. Es el Papa y vaya que está jugando. Nosotros lo que expresamos es que nuestro pueblo tiene el deseo que él venga. Él vuelve a decir que lo tiene en los planes, que puede ser que en agosto… Bueno, hagamos lo que tenemos que hacer, ya no le pidamos más. Nosotros somos lo que tenemos que hacer y creo que hay muchísimo para hacer, muchísimo para hacer.

LCV: Debo reconocer el enorme esfuerzo realizado de las organizaciones para no cumplir con aquella aquella premisa ‘poner el cuerpo’ y las víctimas las ponemos nosotros. Lo destacaste vos recién, esa responsabilidad.

—Te aseguro que lo intentaron. Casi antes de que empezara el discurso final, el de Pablo Moyano y el de Daer, hubo una movida de la Gendarmería frente al Congreso, por atrás del escenario, que claramente fue una provocación que se pudo evitar. Claramente lo intentaron. Hay un pueblo que está de pie, hay muchos niveles de conciencia. Vamos saliendo de un shock que habrá que superar, que tuvo que ver con la manipulación que logró que este tipo hoy esté sentado en el sillón de Rivadavia. Pero vaya que hay que sentirse orgulloso de este pueblo que se está volviendo a preparar para muchas batallas y cuando hay batalla, indefectiblemente va a haber victoria.

LCV: Yo creo que ganaron al no caer en provocaciones, no fue ceder, fue ganar ¿Vos tenés la misma sensación?

—Es que el criterio de éxito era que termine bien, el criterio de éxito era poder mostrar ese torrente de gente en la calle de punta a punta del país y que terminara para que, a la vez, todavía si algunos no se animan porque tienen miedo, porque están construyendo terror, porque están construyendo miedo, bueno, que también sirviera como un jalón para lo que viene. No se definía todo ahí, pero tenía que terminar bien para que el balance nos permitiera justamente encarar un plan hacia adelante de mucho más largo aliento, de una lucha de resistencia que no se va a terminar con uno o dos actos, sino con un plan que de verdad permita, como criterio de éxito el fortalecimiento del entramado popular de las organizaciones de los trabajadores como columna vertebral y de poder popular.

(Entrevista de Nora Anchart en larz.com.ar. Lunes 30 de enero de 2024)

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Metalúrgicos ayer y hoy. Anuncian plan de lucha y reclaman por la Causa El Villazo

El Congreso Nacional de Delegados, reunido en la ciudad de Mar del Plata,  del que participaron 50 seccionales de la UOM de todo el país, anunció un plan de lucha que consiste en diez días de asambleas, un paro nacional seguida de paros progresivos de 48 y 72 horas en caso de no tener respuestas.  

En la seccional de San Nicolás  este lunes comenzaron las asambleas informativas de las distintas plantas fabriles para debatir con los trabajadores sobre el alcance del plan de lucha y fortalecer el reclamo desde las bases. Más allá del retraso salarial, el secretario general de la UOM, Abel Furlán, advirtió sobre la gravedad de la situación que atraviesa el sector: “Ya perdimos 22.000 puestos de trabajo y están en riesgo entre 30.000 y 50.000 más por la apertura indiscriminada de importaciones. Nos quieren imponer condiciones que no tienen relación con la realidad económica que estamos viviendo”, explicó.

Causa Villazo: “Seguimos reclamando que los alegatos y el veredicto se den en Villa Constitución”

Entre tanto, a 51 años del levantamiento obrero de Villa Constitución, en marzo de 1974, en la etapa final de la investigación de la causa judicial sobre los crímenes cometidos para reprimir el alzamiento obrero aplicando el llamado Operativo Serpiente Roja del Paraná y con la complicidad de Acindar, hubo un reconocimiento del lugar de los sobrevivientes del lugar donde se realizaron las detenciones ilegales y torturas en el predio de esa empresa. Se trata del conocido “Albergue de solteros”, uno de los primeros Centros Clandestinos de Detención que funcionaron en nuestro país, posteriormente destruido por la empresa. Allí mantuvieron cautivas y cautivos bajo tormentos a obreros metalúrgicos de la Lista Marrón y a quienes habían organizado la solidaridad de la lucha por la democracia sindical, por condiciones dignas de trabajo y de salud.

Marcelo Cortés, Secretario General de la CTA Autónoma Villa Constitución, relató que “los compañeros que ingresaron pudieron ubicar bien las instalaciones que ya no existen y además se sumó un señor que vivió en el barrio y pudo clarificar cada lugar”.

Mientras se llevaba adelante esta medida, en el portón del ex ingreso a la planta organizaciones de derechos humanos, sindicales y políticas realizaron un acto para apoyar a los testigos. “Hubo muchos gremios y público general que acompañó. Hay que continuar con fuerza porque seguimos reclamando que los alegatos y el veredicto se den en Villa Constitución”, concluyó.

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Pablo Flores: “Los trabajadores del ARCA no vamos a aceptar mansamente el ajuste de nuestros salarios”

El secretario general nacional de AEFIP, Pablo Flores, expone las razones detrás de las recientes medidas de fuerza llevadas adelante por los empleados estatales, que incluyen apagones y protestas frente a las principales centrales del ARCA. En un contexto de profundos reclamos por la pérdida de poder adquisitivo y el desmantelamiento de los organismos públicos, Flores nos comparte su perspectiva sobre la situación salarial, el impacto de las políticas del gobierno, la movilización de los trabajadores y la inminente realización de un paro general.

A su vez, aborda también las dificultades económicas que atraviesa el país y la creciente tensión social, que se ve reflejada en la falta de respuestas a los derechos laborales y las necesidades de los trabajadores.

LCV: “Ustedes están llevando adelante medidas de fuerza, apagones, protestas en las puertas de las centrales más importantes del ARCA, eh, por lo que están padeciendo ustedes como empleados estatales impositivos. Contanos un poco, porque sé que la última arremetida fuerte fue este 31 con la pérdida de una gran cantidad de trabajadores que tomaron el retiro, ese retiro voluntario casi forzoso, ¿no?”

Pablo Flores: “Sí, la verdad es que venimos con varios temas. Hoy estamos discutiendo la cuestión salarial. Nosotros tenemos congelado el salario desde febrero del año pasado, sabiendo que nosotros tenemos compuesto nuestro sueldo por un porcentaje de la recaudación. Ese porcentaje también fue disminuido dos veces, la alícuota de apropiación, durante el año pasado, una vez en junio, otra en enero. Y nada, estamos pretendiendo discutir una recomposición salarial, porque ya el ajuste es intolerable. Entonces eso hace que los crímenes informáticos generen un conflicto que va a seguir creciendo. Bueno, sumado a este desmantelamiento del organismo, que se da en parte con jubilaciones y retiros voluntarios, que muchos son, digamos, por miedo a perder derechos futuros, ¿no? Entonces, eh, me parece que la política del gobierno es bastante agresiva como para que nos quedemos de brazos cruzados.”

LCV: “Además, está esa agresividad. Por fin está empezando a tomar algún tipo de forma la respuesta, y esto tiene que ver con la movilización del miércoles y con el paro, eh, que está tomando forma para este jueves. ¿Cuál es tu opinión? ¿Cómo ves vos la adhesión? ¿Creés que va a ser importante? ¿Qué va a pasar con el tema de los transportes?”

Pablo Flores: “Yo creo que la movilización, eh, es acompañar a los jubilados después de la brutal represión. Los jubilados vienen organizándose, manifestando su reclamo legítimo a una jubilación digna. Son trabajadores que han aportado años de trabajo, no están haciendo otra cosa que reclamar su salario diferido, por el cual ya aportaron décadas de trabajo. Entonces, acompañarlos después de esa brutal represión y seguir, digamos, y acompañar ese legítimo reclamo es más que una obligación de la Confederación General del Trabajo. Bueno, me parece que la movilización empieza a ser un reclamo que va a ser permanente y, bueno, a esto le sigue el paro general por falta de discusiones paritarias. No se homologan los acuerdos, no hay, eh, no hay, digamos, discusiones salariales que acompañen la inflación, están muy por debajo del nivel de inflación, y un montón de situaciones de pérdida de puestos de trabajo. Bueno, hay infinidad de situaciones que hacen al mundo laboral, que hacen que este paro general empiece a tomar cuerpo. Yo creo que la gran mayoría de los trabajadores va a adherir a esta medida de fuerza.”

LCV: “El paro, o los apagones, o el tema del desmantelamiento de las capacidades operativas de los empleados, y el aporte intelectual que hacen, o sea, empleados preparados que son despedidos, o que, o que son suspendidos, o que tienen el retiro voluntario en el marco de los trabajadores impositivos y de los trabajadores de aduana, ¿cuál es el impacto que tiene en la vida de los ciudadanos?”

Pablo Flores: “Yo creo que en la vida general de los contribuyentes empieza a ralentizarse, eh, la atención en general. Lo que están expresando los trabajadores es una disconformidad total con la política, tanto la salarial como la del conjunto de sus derechos. Y esto va a afectar, sobre todo, en definitiva, a la recaudación nacional. La recaudación nacional sostiene todos los servicios que da el Estado, así que no es un tema menor. No solo quizás es una cosa inmediata, de si no atendemos durante 3 horas, hay un, eh, un contribuyente que no puede hacer un trámite. Me parece que, en la medida en que el gobierno no atienda los reclamos de los trabajadores, esto va a terminar afectando a la recaudación nacional, porque los trabajadores no vamos a aceptar mansamente ni los brutales ajustes ni la crítica de derechos.”

LCV: “En el marco de estas medidas económicas y de este lunes negro que está viviendo el mundo completo, y por supuesto está pegando el coletazo acá, y en tanto las medidas de Milei parecen ir en contramano con las medidas del mundo, ¿esta, esta, este problema recaudatorio se agudiza?”

Pablo Flores: “Yo creo que sí, porque el gobierno, digamos, no define un plan económico serio ni, ni siquiera es un plan económico que se pueda entender y que se pueda analizar como un plan económico. Me parece que son una serie de medidas de ajuste, de regulaciones, de transferencias de plata de un sector a otro, y todo se basa en un ajuste fiscal para sostener, digamos, la baja de la inflación, pero que está fixiando la economía. Y esto se pretende sostener con, primero, con el ajuste fiscal, segundo con un buen aporte que pasó el blanqueo, pero, bueno, la plata que dan estos márgenes se acaba y por eso ahora recurren al endeudamiento. Bueno, los límites que encuentran es que el endeudamiento no es tan fácil. Y bueno, el Fondo pide devaluación, el Fondo pide garantías de repago, con lo cual, digamos, si ellos fixan la economía, el Fondo Monetario es más reticente a que le digan ‘Bueno, no me vas a poder pagar’. Bueno, yo creo que tiene un frente muy complicado el gobierno, porque todo lo que expresó que iba a mejorar la situación de los argentinos la viene empeorando.”

LCV: “Hay un run acerca de que el Fondo Monetario, los acreedores, el mundo financiero, bla, bla, bla, estaría pidiendo en este momento un cambio, que no es que se vaya Caputo. ¿El cambio de collar tendría algún tipo de efecto, o lo que hay que cambiar es el perro?”

Pablo Flores: “Mirá, me parece que los gobiernos suelen, suelen hacer, como, eh, cuando están complicados, suelen hacer como una suerte, digamos, de, de, a ver cómo decirlo, de como darle otra impronta al gobierno, diciendo que viene otra situación mejor. La verdad es que si no cambia la política y cambian la persona, claro, eh, no, como decís vos, no hay que, no hay que dejar de sacarle el collar, hay que dejar de ser perro, pero bueno.”

LCV: “¿Dónde van a concentrarse mañana? ¿Y qué carácter va a tener el paro en tu sector el jueves, no el miércoles?”

Pablo Flores: “Estamos todavía viendo. Nosotros siempre convocamos ahí, a nuestra sede, que es en Alsina 1440, para unirnos después a la columna general de la CGT, porque estamos a dos cuadras del Congreso. Pero, eh, nada, el paro después es un paro de 24 horas, con lo cual, eh, nada, nosotros sencillamente adherimos y esperamos una gran adhesión de los trabajadores.”

LCV: “¿No es paro con concurrencia, o sí?”

Pablo Flores: “No, no, no. Paro, paro total, actividades sin asistencia al trabajo.”

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Caminar es resistir: una propuesta ambulante de David Le Breton y Walter Benjamin

Por: Carolina De La Torre.

En una era donde cada minuto está diseñado para la productividad, caminar sin rumbo es un acto de insumisión; es la grieta en el sistema, la pausa que desafía la velocidad que nos enajena.

Caminar es uno de los últimos actos de resistencia en un mundo que ha convertido el tiempo en una mercancía. Mientras la ciudad nos obliga a medir cada minuto en función de su utilidad, el flâneur –ese caminante sin causa– se desliza entre las grietas del sistema, eligiendo el extravío en lugar del destino. No le interesa la dictadura de los relojes, sino el ritmo impredecible de sus pasos, la textura del suelo, la forma en que la luz tiñe una esquina. Como advirtió Walter Benjamin, para ese paseante ocioso, la multitud es su velo, la trinchera desde la que observa sin ser devorado por la maquinaria del mercado.

El filósofo francés David Le Breton también lo expresa con claridad: “Cada paso es un gesto de apropiación del mundo”. Caminar es un acto de insumisión ante el torbellino moderno, una ruptura con la lógica que impone velocidad, eficiencia y productividad absoluta. En la caminata, el tiempo no es algo que se pierde, sino algo que se recupera, que se reescribe al margen de la vida. Se transita no solo el espacio, sino también la memoria, el alma misma de la vida. Se revelan ciudades que no existen en los mapas, sino en la manera en que el viento sacude un árbol, la sombra de un letrero que nunca antes había estado ahí o la propia escena única e irrepetible que sólo la pausa deja ver. Caminar es ir soltando, con cada paso, el nudo ciego que la sociedad de la prisa nos impone. 

El flâneur es una anomalía en un mundo donde el movimiento debe ser lineal, estrictamente encadenado a una rutina que promete éxito; minuto a minuto, midiendo cuál es el siguiente paso para llenar la lista de actividades por hacer. Pero él desafía esa rigidez con la deriva, con la pausa sin justificación. En la economía del capital, el peatón sin destino es una pérdida, un estorbo en el sistema de la eficiencia. La ciudad ha sido diseñada para el tránsito “veloz” y sin interrupciones, para que la mercancía circule sin fricciones. Pero el caminante es fricción pura, una resistencia viva al ritmo impuesto. 

Le Breton advierte: “El caminar libera el espíritu del peso del mundo”. Y en estos tiempos donde la realidad se desmorona bajo el exceso de información y la velocidad del consumo, caminar es aflojar la venda que nos aprieta los ojos. Es recuperar la calle antes de que se convierta en un decorado, en un flujo incesante de datos, publicidad y entes corriendo a la desgarradora rutina. Es reivindicar la existencia fuera del algoritmo repetitivo, del cálculo meticuloso de lo que debemos hacer cada segundo del día.

Y más aún, caminar es una forma de pensamiento. En una sociedad que ha convertido el tiempo en una cadena de producción ininterrumpida, donde cada instante debe ser optimizado, la prisa se convierte en un mecanismo de control. La velocidad no solo nos desplaza físicamente, sino que nos impide ver. “Caminar es también una forma de pensar”, dice Le Breton. Cuando todo se mueve tan rápido, el pensamiento crítico se evapora, la contemplación se vuelve un lujo. Y sin contemplación, sin ese espacio donde germinan las ideas, ¿qué queda de la humanidad? La enajenación no solo es un efecto de la prisa, es su esencia. Caminar es la última grieta en ese muro, la rendija por la que aún se filtran los susurros de la vida, las preguntas que solo pueden nacer en la pausa, en la soledad con uno mismo. “La lentitud es un derecho fundamental del espíritu”, señala Le Breton, y sin ella, la conciencia se marchita.

En este mundo, donde los autos han conquistado el paisaje y las aceras se reducen a meros fragmentos de lo que fueron, el caminante se ha convertido en un intruso. El automóvil, el tren, el avión: todos vehículos de la prisa, diseñados no para mirar, sino para llegar. “El hombre moderno ya no camina, se desplaza”, dice Le Breton. Y en ese desplazamiento, en esa obsesión por acortar distancias, se pierde la posibilidad de ver, de sentir, de existir y de cuestionar. Se borra el detalle, se anula el encuentro fortuito, se aniquila la posibilidad del asombro y contemplación. La ciudad, que alguna vez fue un espacio de exploración, se convierte en un simple tablero de trayectorias predefinidas, donde cada trayecto es solo un medio para un fin. 

La velocidad lo consume todo, incluso el pensamiento. Ir de un punto a otro sin detenerse es la norma, y en ese vai ven se pierde la capacidad de reflexionar, de descifrar los secretos –o los no tan secretos– de la existencia. La contemplación, ese espacio donde germinan y florecen las ideas que nos hacen avanzar como humanidad, ha sido borrada. Caminar es la única forma de reabrir esa puerta, de recuperar las pistas que la vida deja entre las esquinas. Cada paso es un desafío a la prisa, un acto de resistencia frente al río que nos arrastra. Es enfrentarse a la incomodidad de estar a solas con nuestros pensamientos, pero también la oportunidad de florecer en esa soledad, de reencontrarnos con las preguntas esenciales que el ruido de la modernidad ha silenciado. 

Hoy, más que nunca, la caminata está en peligro. Las aceras se reducen, los espacios públicos desaparecen y el peatón se vuelve un estorbo. Se camina menos y se consume más.  Los vehículos han conquistado el paisaje, devorando la posibilidad del paseo errante. “Caminar es un arte que se desvanece en un mundo donde todo debe ir más rápido”, nos advierte Le Breton. La ciudad se ha vuelto una máquina de tránsito, un engranaje donde lo único que importa es llegar, nunca estar. 

Qué nos queda entonces, sino caminar a contracorriente. Hacer del laberinto nuestro hogar y del paso errante nuestro manifiesto. Salir de casa como quien llega de lejos, redescubriendo el mundo en cada esquina, como si fuera la primera vez. Porque, como bien advierte Benjamin, la ciudad ya no es una patria, sino un escenario. Y en este teatro de lo fugaz, el caminante sigue siendo el último espectador lúcido. 

Así, en la era de la prisa, quien aún camina sin rumbo desafía al tiempo mismo. Quien aún se detiene a observar, a escuchar los ecos que la velocidad silencia, a mirar las sombras es quien mantiene encendida la chispa de la conciencia. 

Nota publicada en Pijamasurf.com

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